jueves, 10 de diciembre de 2009

CRONIQUILLA
LAS OREJAS DEL LOBO
Orlando Clavijo Torrado
Es paradójico que la Corte Suprema de Justicia, guardiana, esencialmente, como las demás cortes, de la Constitución, se niegue a cumplir una de las obligaciones que ésta le impone como es el nombramiento del Fiscal General de terna que le someta a consideración el Presidente de la República.
Ya no hay discusión de si la Corte está o no politizada. Y hacia qué lado. (No se sabe si los dos conservadores también comulgan de esa tendencia o es que no cuentan para nada). El más desapasionado o el más bisoño lo capta. El que no le haya visto las orejas de lobo por entre la piel de oveja, no está en nada, como dicen los muchachos hoy. Y ello, más que lamentable, es doloroso. Viene a propósito la cita de San Mateo en el capítulo 5º de su Evangelio: “Si la sal se corrompe, ¿entonces con qué se la salará?” Se refería Jesús al sabor que le da la virtud a la existencia del hombre.
Esa picazón que le dio a la Corte realmente es inédita. Se ha recordado que el primer Fiscal General, Gustavo de Greiff, venía de ser un brillante consejero de Estado. Le siguió Alfonso Valdivieso, liberal de centro, cero penalista, ni siquiera litigante destacado o tratadista o ex magistrado; apenas se conocía como primo hermano de Luis Carlos Galán Sarmiento. Ahora es un político, con asiento en el congreso. Y a fe que se desempeñó con eficiencia y honestidad. Su sucesor, el doctor Alfonso Gómez Méndez, él sí penalista, liberal de izquierda, hoy precandidato presidencial por el Partido Liberal, también hizo una Fiscalía de resonancia, neutral, combatiendo el bandidaje de cualquier ideología.
El nombramiento de Luis Camilo Osorio, conservador, fue cuestionado como el que más, pues no brilló propiamente en el Consejo de Estado – los mamagallistas afirmaban que atendía la Sala de Consulta y Servicio de Archivo - . Se aducía como su gran mérito el ser padrino de matrimonio de Andrés Pastrana. Pese a su mediocre y turbulento desempeño se mantuvo en el cargo y fue premiado con la embajada en Méjico. Luego vino Mario Iguarán Arana, también conservador, servidor en la presidencia de la República, él sí fogueado en el Derecho Penal. Y pese a ser tan cercano al actual primer mandatario, la Corte en ese momento no lo vetó. Su gestión fue excelente; cuenta entre sus logros la puesta en marcha del nuevo sistema penal acusatorio.
El alto tribunal, con su tozudez, ha polarizado peligrosamente al país. Un compatriota opina por Internet – comentando una noticia al respecto de Caracol – con ¡vivas! a la misma Corte, a la negra verraca Piedad Córdoba (sic), al Polo Democrático, a Hugo Chávez, a Fidel Castro, al comandante Correa, a la hoz y al martillo y al Partido Comunista, la exhorta a que siga tras los paramilitares, y termina con que la revolución es purificación, mientras que otro internauta entiende la purificación de opuesto modo: “¿Qué tal un penalista y un burro administrativamente? ¿A dónde iría a parar la Fiscalía? Se la tienen montada al Presidente. Cierre las cortes y gobierne por decreto y se acaba la joda...mientras se arreglan las cargas y se depuran las instituciones”. (Prendan su computador y vean estas citas por cualquier buscador).
¡Oh, manes de la Corte Suprema de Justicia de 1930, Corte admirable, sabia, imparcial y desarrolladora de la Constitución y las leyes sanamente, que no pretendía sustituir al Ejecutivo ni al Legislativo, ni manejar las relaciones exteriores, ni el presupuesto nacional, ni la educación, ni la salud, ni las obras públicas! ¡Oh, gloriosas cortes sacrificadas en el holocausto del Palacio de Justicia el 6 y 7 de noviembre de 1985, en donde fenecieron los maestros del Derecho – la mayoría fueron mis profesores -, rectos y sin visos políticos en sus fallos!
¿Se impone, entonces, la modificación de la Constitución para solventar situaciones como éstas? Sería lo correcto, como lo señala el ex vicefiscal Francisco Sintura, pues no tiene sentido la injerencia de la Corte Suprema en el nombramiento del Fiscal General.
Sin alarmismos ni sectarismos, la verdad es que si el Presidente cede ante la impostura de la Corte, el país entra en estado de gravedad, y nubes negras se pueden estar cerniendo sobre Colombia. ¡Dios nos ampare y nos favorezca!, como decían las tatarabuelas.
Nota: Semanas después de escrita esta columna, el tema de la reforma constitucional sobre facultad del Presidente para nombrar al Fiscal General, ya anda.


orlandoclavijotorrado.blogspot.com


Cúcuta, 3 de noviembre – 10 de diciembre - de 2009.

lunes, 30 de noviembre de 2009

Para el Semanario “La Provincia de Ocaña”

NO COGER “PAL” OTRO LADO
Orlando Clavijo Torrado

A todos nos encantan las gangas. Por eso los que vivimos en este departamento fronterizo con Venezuela nos acostumbramos a pegarnos el viaje hasta San Antonio o Ureña, del Estado Táchira, las poblaciones situadas a pocos minutos de Cúcuta, para adquirir comestibles, artículos para el hogar, insumos veterinarios y hasta artefactos electrónicos en algunas temporadas, a un costo favorable para el bolsillo. La economía venezolana, fundada en su inmensa riqueza petrolera, le ha permitido importar un universo de productos y venderlos al consumidor subsidiados. Aunque en la última década, por causa del régimen político, las cosas han cambiado, y ya el paraíso de que gozábamos no ofrece tanta variedad. La gasolina, eso sí, sigue regalada si se la compara con el precio en Colombia.
Pero los vecinos – yo no soy partidario de llamarlos hermanos porque sería una hipocresía – tienen ciclos de ponerse repelentes. No es de hoy, ha sido toda la vida. Nos han mirado como el pariente pobre y llevado. El presidente más benévolo con nosotros fue Carlos Andrés Pérez, y ello quizá debido a que su padre había nacido en Chinácota, porque los otros, sin exclusión, en algún momento de su mandato han gustado de mostrarle los colmillos a Colombia.
A mi me duele que mis coterráneos sean atropellados por la Guardia Nacional, la que no para en mientes para encarcelar a un colombiano, empapelarlo y tildarlo de paramilitar y hasta de querer matar a Chávez. Sí, comprar barato es muy bueno, pero es mejor no exponerse a una golpiza, que la dan gratis en Venezuela sin que haya justicia ante quien reclamar. O exponerse a que lo desaparezcan o lo asesinen y quede como un N.N. Ejemplos, los casos de Chururú y Barinas, en donde una docena de jóvenes humildes fueron secuestrados, torturados y masacrados.
Además de ser cuestión de dignidad el no ir a Venezuela en estos tiempos, la vida, la integridad personal y la libertad son sagradas y debemos preservarlas como dones divinos y obligación moral.
Por ello, apreciado paisano, no coja para allá. ¿Que es por necesidad? Recuerde que allá no atienden razones de que mi mamá está enferma, que mi hijo me necesita, nada. No quiero que le ocurra nada desagradable. ¡Haga caso!

orlandoclavijotorrado.blogspot.com
18 de noviembre de 2009.

viernes, 20 de noviembre de 2009

Para el Semanario “La Provincia de Ocaña”

NO COGER “PAL” OTRO LADO
Orlando Clavijo Torrado

A todos nos encantan las gangas. Por eso los que vivimos en este departamento fronterizo con Venezuela nos acostumbramos a pegarnos el viaje hasta San Antonio o Ureña, del Estado Táchira, las poblaciones situadas a pocos minutos de Cúcuta, para adquirir comestibles, artículos para el hogar, insumos veterinarios y hasta artefactos electrónicos en algunas temporadas, a un costo favorable para el bolsillo. La economía venezolana, fundada en su inmensa riqueza petrolera, le ha permitido importar un universo de productos y venderlos al consumidor subsidiados. Aunque en la última década, por causa del régimen político, las cosas han cambiado, y ya el paraíso de que gozábamos no ofrece tanta variedad. La gasolina, eso sí, sigue regalada si se la compara con el precio en Colombia.
Pero los vecinos – yo no soy partidario de llamarlos hermanos porque sería una hipocresía – tienen ciclos de ponerse repelentes. No es de hoy, ha sido toda la vida. Nos han mirado como el pariente pobre y llevado. El presidente más benévolo con nosotros fue Carlos Andrés Pérez, y ello quizá debido a que su padre había nacido en Chinácota, porque los otros, sin exclusión, en algún momento de su mandato han gustado de mostrarle los colmillos a Colombia.
A mi me duele que mis coterráneos sean atropellados por la Guardia Nacional, la que no para en mientes para encarcelar a un colombiano, empapelarlo y tildarlo de paramilitar y hasta de querer matar a Chávez. Sí, comprar barato es muy bueno, pero es mejor no exponerse a una golpiza, que la dan gratis en Venezuela sin que haya justicia ante quien reclamar. O exponerse a que lo desaparezcan o lo asesinen y quede como un N.N. Ejemplos, los casos de Chururú y Barinas, en donde una docena de jóvenes humildes fueron secuestrados, torturados y masacrados.
Además de ser cuestión de dignidad el no ir a Venezuela en estos tiempos, la vida, la integridad personal y la libertad son sagradas y debemos preservarlas como dones divinos y obligación moral.
Por ello, apreciado paisano, no coja para allá. ¿Que es por necesidad? Recuerde que allá no atienden razones de que mi mamá está enferma, que mi hijo me necesita, nada. No quiero que le ocurra nada desagradable. ¡Haga caso!

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18 de noviembre de 2009.

jueves, 12 de noviembre de 2009

PARA EL SEMANARIO “LA PROVINCIA DE OCAÑA”

El RETABLO DORADO DE LA CATEDRAL DE OCAÑA
Orlando Clavijo Torrado

Pasan los años y no dejo de maravillarme ante el retablo de la iglesia catedral de Santa Ana. No importa el número de veces que haya entrado allí.
Ocurre que, simplemente, es majestuoso, impactante, por ese brillo del dorado que a veces toma destellos rojizos y por la delicada talla de leves columnas torneadas que sirven de marco para contener toda la imaginería. ¿De quién es el poder sino de Dios? ¿De quién la riqueza y la gloria? Allí, sin duda, la obra revestida en laminilla de oro entraña el más excelso homenaje al Creador que merece lo mejor.
El retablo magnetiza y arroba. Quien lo realizó, se consagró como artífice. Constituye una extraordinaria pieza, un valioso tesoro, y por sí sola, por fuerza de su belleza se ha incorporado en el patrimonio cultural tangible de Ocaña y la provincia al igual que el conjunto entero de la catedral, en buena hora declarado bien de interés cultural de carácter departamental por decreto 1144 del 31 de diciembre 2003 emanado de la gobernación del Norte de Santander.
Por lo general, el esplendor de las cosas anula el sentido de observación. Por ello, un día me dediqué a tomar fotografías y a anotar juiciosamente cada pormenor pues en la errátil mirada de siempre veía una serie de imágenes, sin especificar de qué o de quién se trataba. Así, traté de identificar cada ícono, aunque sin mucha fortuna con todos.
El retablo muestra tres hileras de cinco nichos cada una. En la hilera superior, de izquierda a derecha, vemos, plasmados todos en lienzos, un santo – cuyo nombre no atiné a descifrar – y el Niño Jesús; sigue un bienaventurado en actitud de leer, a continuación Jesús Crucificado, después San Juan Evangelista en cuyo hombro se posa el águila – es evidente la alusión al “Águila de Patmos” -, y termina la serie con la Sagrada Familia.
En las siguientes hileras no hay pinturas sino estatuas. En la segunda desfilan uno tras otro San Roque, San José, Santa Ana y la Virgen, otra santa o la Virgen – no sé -, y un santo franciscano con el Niño.
En la última hilera están Santa Teresita del Niño Jesús, otra santa que semeja Santa Rosa de Lima, Jesús Crucificado, el arcángel San Miguel y una santa, para mí incógnita. (En verdad, hay que conocer al dedillo el santoral para no equivocarse, o disponer para el efecto de un folleto explicativo).
No hay necesidad de escribir o hablar más, sino contemplar y admirar. Es imprescindible, frente a esta manifestación de arte religioso que seguramente desde tiempos inmemoriales luce en el altar mayor de la catedral de Santa Ana de Ocaña.

12 de noviembre de 2009.

martes, 3 de noviembre de 2009

CRONIQUILLA
LAS OREJAS DEL LOBO
Orlando Clavijo Torrado
Es paradójico que la Corte Suprema de Justicia, cuya principal misión es la de guardiana de la Constitución, se niegue a cumplir una de las obligaciones que ésta le impone como es el nombramiento del Fiscal General de terna que le someta a consideración el Presidente de la República.
Ya no hay discusión de si la Corte está o no politizada. Y hacia qué lado. (No se sabe si los dos conservadores también comulgan de esa tendencia o es que no cuentan para nada). El más desapasionado o el más bisoño lo capta. El que no le haya visto las orejas de lobo por entre la piel de oveja, no está en nada, como dicen los muchachos hoy. Y ello, más que lamentable, es doloroso. Viene a propósito la cita de San Mateo en el capítulo 5º de su Evangelio: “Si la sal se corrompe, ¿entonces con qué se la salará?” Se refería Jesús al sabor que le da la virtud a la existencia del hombre.
Esa picazón que le dio a la Corte realmente es inédita. Se ha recordado que el primer Fiscal General Alfonso Valdivieso, liberal de centro, no era ningún penalista, ni siquiera litigante destacado o tratadista o ex magistrado; apenas se conocía como primo hermano de Luis Carlos Galán Sarmiento. Ahora es un político, con asiento en el congreso. Y a fe que se desempeñó con eficiencia y honestidad. Su sucesor, el doctor Alfonso Gómez Méndez, el sí penalista, liberal de izquierda, hoy precandidato presidencial por el Partido Liberal, también hizo una Fiscalía de resonancia, neutral, combatiendo al bandidaje de cualquier ideología.
El nombramiento de Luis Camilo Osorio, conservador, fue cuestionado como el que más pues venía de ser magistrado del Consejo de Estado – los mamagallistas afirmaban que atendía la Sala de Consulta y Servicio de Archivo - , sin ningún entronque con el Derecho Penal. Se aducía como su gran mérito el ser padrino de matrimonio de Andrés Pastrana. Pese a su mediocre y turbulento desempeño se mantuvo en el cargo y fue premiado con la embajada en Méjico. Luego vino Mario Iguarán Arana, también conservador, servidor en la presidencia de la República, él sí fogueado en el Derecho Penal. Y pese a ser tan cercano al actual primer mandatario, la Corte en ese momento no lo vetó. Su gestión fue excelente; cuenta entre sus logros la puesta en marcha del nuevo sistema penal acusatorio.
El alto tribunal, con su tozudez, ha polarizado peligrosamente al país. Un compatriota opina por Internet – comentando una noticia al respecto de Caracol – con ¡vivas! a la misma Corte, a la negra verraca Piedad Córdoba (sic), al Polo Democrático, a Hugo Chávez, a Fidel Castro, al comandante Correa, a la hoz y al martillo y al Partido Comunista, la exhorta a que siga tras los paramilitares, y termina con que la revolución es purificación, mientras que otro entiende la purificación de otro modo: “¿Qué tal un penalista y un burro administrativamente? ¿A dónde iría a parar la Fiscalía? Se la tienen montada al Presidente. Cierre las cortes y gobierne por decreto y se acaba la joda...mientras se arreglan las cargas y se depuran las instituciones”. (Estas citas pueden verlas por Internet).
¡Oh, manes de la Corte Suprema de Justicia de 1930, Corte admirable, sabia, imparcial y desarrolladora de la Constitución y las leyes sanamente, que no pretendía sustituir al Ejecutivo ni al Legislativo, ni manejar las relaciones exteriores, ni el presupuesto nacional, ni la educación, ni la salud, ni las obras públicas! ¡Oh, gloriosas cortes sacrificadas en el holocausto del Palacio de Justicia el 6 y 7 de noviembre de 1985, en donde fenecieron los maestros del Derecho – la mayoría fueron mis profesores -, rectos y sin visos políticos en sus fallos!
¿Se impone, entonces, la modificación de la Constitución para solventar situaciones como éstas? Sería lo correcto, como lo señala el ex vicefiscal Francisco Sintura, pues no tiene sentido la injerencia de la Corte Suprema en el nombramiento del Fiscal General.
Sin alarmismos ni sectarismos, la verdad es que si el Presidente cede ante la impostura de la Corte, el país entra en estado de gravedad, y nubes negras se pueden estar cerniendo sobre Colombia. ¡Dios nos ampare y nos favorezca!, como decían las tatarabuelas.

orlandoclavijotorrado.blogspot.com


Cúcuta, 3 de noviembre de 2009.

jueves, 29 de octubre de 2009

CRONIQUILLA
LUZ EN LA POTERNA
Orlando Clavijo Torrado
En una de las “comisiones” que me dieron como juez de instrucción criminal a Tibú, recuerdo una particularmente por algo que me impactó y hoy se puede traer a colación. Tan pronto despaché los asuntos encomendados, me dirigí a la agencia de la Caja Agraria a saludar al gerente, un caballerazo y viejo amigo. Tuve que esperar algún tiempo mientras él atendía la numerosa clientela. Una vez en su oficina me preguntó si me había fijado en la cola de señores que le habían hecho antesala, y su atuendo, principalmente una mochila terciada. Le dije que sí me había fijado. “Seguramente les notó la metralleta que cargan. Son guerrilleros”, me aclaró. Y agregó:”Vienen por el crédito que el gobierno decretó para los campesinos de las zonas rojas. Simplemente, firman un documento en donde se comprometen a emplear el préstamo en determinados cultivos, y pasan por la ventanilla a retirar un buen fajo de billetes. No presentan sino la cédula, no se les exige ningún fiador, pues el avalista es el gobierno, o mejor, la Caja Agraria con sus recursos. Nadie puede practicarles ningún control, ninguno regresa a pagar, y tampoco se puede ejercer proceso ejecutivo porque al juez no lo dejan acercar ni de lejos a las fincas en donde dicen que trabajan”.
Todo el mundo sabe que la Caja Agraria quebró. Los factores, sin comentar la consabida corrupción, quedaron al descubierto: la largueza del gobierno con los grupos armados de izquierda, con que pretendía calmarlos, y por supuesto la pérdida de ingentes activos; la respuesta de la misma guerrilla a tanta generosidad atacando los edificios de la Caja Agraria en todo el país, al punto de destruir la mayoría; y, paradójicamente, la avaricia de magnates y figuras políticas a las que se concedió préstamos milmillonarios sin que los devolvieran. Para borrar el recuerdo amargo de los nefandos manejos de la otrora benemérita y querida por los pobres Caja Agraria, se creó el Banco Agrario.
La historia de corrupción respecto a dineros destinados a fomentar la producción agrícola y redimir al campesino se repite veinte años después, pero sólo que ahora la plata se la llevaron reinas de belleza, potentados del Magdalena y del Valle, hijos de senadores y procesados extraditables, entre otros. El famoso programa Agro Ingreso Seguro, alimentado con fondos internacionales, sirvió para burlarse de los verdaderos cultivadores y engordar más aún los caudales de los ricos.
Pero, si por el Ministerio de Agricultura llueve, en nuestra parroquia no escampa. Aquí también ha habido alegres donaciones. Cuatro mil millones del tesoro municipal fueron a parar a un simulador llamado Parque Bavaria. Por fortuna, como en la vieja frase castellana, hay luz en la poterna y guardián en la heredad: un joven y debutante concejal, Pedro Durán Barajas, se irguió en el pedestal de su rectitud y virilidad para descubrir y denunciar el oscuro tráfico. No hay duda de que todos en conjunto le debemos un reconocimiento sin reservas pues pocos como el doctor Durán han demostrado verdadero celo porque las cosas se hagan con transparencia y en beneficio general de la ciudadanía.
Es de urgente conveniencia que todos los contratos del municipio se esclarezcan: por ejemplo, la concesión por largos años a los dueños de grúas y garajes para recoger y guardar los carros presuntamente infractores, etc. ¡Ah! ¡Y tampoco se puede descuidar a San Simón!
Nota final: ¿A los cuántos colombianos asesinados en Venezuela reaccionarán sin dejarse amedrantar el presidente de la República, el Congreso Nacional, la Iglesia Católica, las altas cortes, los gobernadores, las asambleas, los alcaldes, los concejos? ¿O como se trata de gente humilde, nunca reaccionarán?
orlandoclavijot@hotmail.com


Cúcuta, 26 de octubre de 2009.

viernes, 23 de octubre de 2009

CRONIQUILLA
¡ÁNIMAS BENDITAS!
Orlando Clavijo Torrado

Aunque estoy escribiendo en octubre pero esta columna puede aparecer en noviembre – le sucede como a la publicación “Sabatinas” de don Antonio García Herreros que salía cuando podía - , entonces adelanto de una vez un tema de dicho mes: las ánimas.
En Puerto Berrío, Antioquia, hay personas especializadas en sacar las almas durante todo el mes de noviembre: son los “animeros”. La ceremonia transcurre así: el “animero” se dirige a las doce de la noche al cementerio, toca las tumbas de los muertos invitados, y parte de allí sin mirar hacia atrás. En las afueras están los centenares de feligreses con velas encendidas, que acompañarán al “animero” en la procesión por las principales calles. Adelante van los fieles, detrás el “animero” y en seguida las almas de los difuntos. El “ánima sola” camina de último; es sumamente peligrosa pues destroza a quien pretenda mirarla. El “animero” entona las plegarias. Desde sus casas, los curiosos, por entre las mirillas de puertas y ventanas, se esfuerzan por ver algún ánima. Terminado el recorrido, el “animero” regresa a la necrópolis, se pone de espaldas y permanece en la puerta el espacio suficiente para que todas las almas que sacó hayan tomado sus fosas. ¡No sea que a alguna fiestera le dé por amanecer! Tanto el “animero” como sus acompañantes cumplen por lo general promesas a las ánimas.
Que las almas del Purgatorio son milagrosas, son milagrosas, y más si se las saca a dar una vuelta. (¡No sé por qué se nombra a las del Purgatorio y no a las del cielo!) Lo comprobó cierto amigo de un pueblo de la provincia de Ocaña. Para proteger su identidad pongámoslo Rufiano Ortegón. Monseñor había permitido que don Rufiano, hombre de consideración en el poblado, dueño de una tienda principal, católico practicante, manejara las arcas de la iglesia a su arbitrio. Pues ocurrió que el ecónomo parroquial se enfrascó en pésimos negocios y la gente comentaba que de dónde le llegaban los reales para surtir tanto la tienda, para remodelar y decorar su casa y derrochar.
El párroco se alarmó y lo llamó a cuentas. Por supuesto, Rufiano no pudo entregarle ni un centavo. El sacerdote lo conminó: o reintegraba en determinado plazo todo el caudal de que se había apropiado o lo denunciaba penalmente y en el púlpito.
El pobre de Rufiano se acordó de las almas del purgatorio. Les pidió fervientemente que le concedieran conseguir el dinero. Hecho el pacto, una noche, solo, apenas con una campana y un cirio, marchó en medio de las sombras al osario. Allí, desde la entrada, convocó a las ánimas a dar un paseo, con el compromiso de retribución ya sabido. Les dio un tiempo prudencial – seguramente las almas de las mujeres lo hicieron esperar más mientras se ponían las tangas, se maquillaban, se perfumaban y escogían en el ropero el traje adecuado para la noche – . Sabía que lo acompañaban por aquel vientecillo helado que le agitaba la camisa.
Cuando Rufiano calculó que ya todas estaban en orden, prendió el cirio y salió tocando la campanita hacia la iglesia. Una vez allí, se ubicó detrás de la puerta central, oculto de sus amigas invisibles, así como debía ocultarse de ellas en el cementerio. Es un misterio el sitio que ocuparon en el templo: si se acomodaron en las bancas o se quedaron de pie. Ellas le contestaban en su lenguaje ininteligible de voces muy finas – ellas son hombres y mujeres -. Terminada la oración, dio la orden de salir con la campanita y encabezó el retorno. (Alguien muy gracioso que oía el relato, le añadió que antes de llevarlas a la cripta les brindó arepa con queso y café negro para calmar tremendo frío).
Para abreviar, es cierto que los aldeanos, sorprendidos, vieron a un Rufiano Ortegón deambulando por las calles a medianoche con un cirio ardiente y una campanita – se dijeron que estaba chiflis – y lo vieron abrir la iglesia – al fin y al cabo todavía tenía las llaves - , y luego de rezar media hora desandar el camino hasta el camposanto, como también es cierto que este devoto de las ánimas pudo reunir toda la plata y cancelarle al cura a satisfacción la deuda.

orlandoclavijot@hotmail.com


Cúcuta, 21 de octubre de 2009.

miércoles, 7 de octubre de 2009

CRONIQUILLA
ENSEÑANZAS DEL GALLINERO
Orlando Clavijo Torrado

Para gozar de buena salud y sacarle provecho al tiempo, acostarse con las gallinas y levantarse con las gallinas era el consejo en otros tiempos. En tiempos tranquilos, sin tanto agite, con el encanto de la vida que discurría despacio y del disfrute de las cosas elementales. Como aquella de ver las gallinas a las cinco de la tarde desfilar por el patio y encaminarse hacia la vara puesta sobre el árbol escogido de gallinero, ver las pollas encaramarse en lo más alto, correr las rezagadas y finalmente arruncharse todas para dormir. A las cinco de la mañana comenzaba el revoloteo y el cacaraqueo de las aves madrugadoras. Las primeras que volaban al suelo eran las veteranas, a las que les había tocado las ramas más bajas. Enseguida comenzaban su trajín de picotear aquí y allá buscando las lombrices de tierra, los granos y cuanto pudiera llenarles el buche. Con plena libertad, sin prisiones de jaulas, galpones o incubadoras como hoy. Sólo había dos motivos para amarrar la gallina de una pata: o porque era insoportable o porque ya estaba escogida para la olla.
Quienes pasamos la infancia en pueblos fuimos privilegiados al vivir tantos episodios naturales y hermosos que hoy ya son historia remota y difícil de entender para nuestros sucesores. Eran épocas en que en todas las casas y, por supuesto, en el campo, se criaban animales domésticos, en amplios solares llenos de árboles variados.
La observación aguda de los lugareños extrajo sentencias sencillas pero sabias de aquellas costumbres: “ser más necio que una gallina”, por ejemplo, quedó como refrán; “pisarle la cabuya” (a otro) sigue significando que se le siguen los pasos bien de cerca; o “se fue con cabuya y todo” indica la acción completa del ladrón. Dentro de esa didáctica, no podía haber nadie más infortunado que una vara de gallinero. Claro que la gente no lo decía tan elegantemente sino de forma escueta y sin melindres: “más cagado que vara de gallinero”. Venga otro ejemplo: un sociólogo de lenguaje complicado explicaría la suerte de los de abajo y la de los de arriba diciendo que la evolución intrínseca del devenir de la especie humana siempre ha mostrado un posicionamiento ligado a la posesión de las riquezas o al acceso a las fuentes del poder en detrimento de los individuos vulnerables. (¡Qué frase tan enredada y descrestadora la que me acabo de fabricar!) Pues bien: esto es algo que la gente del pueblo concretaba mirando como espejo aquellos cobijos de las gallinas: “el mundo es como un gallinero, las gallinas que en un momento están arriba se cagan en las de abajo, y la cosa se puede invertir al otro día”. ¿Habrase visto un concepto tan rotundo y henchido de profundidad filosófica? Tal vez no, sólo que expresado en el lenguaje del común.
¡Quién creyera que las gallinas enseñaran tanto!

orlandoclavijot@hotmail.com

Cúcuta, 6 de octubre de 2009.

jueves, 24 de septiembre de 2009

CRONIQUILLA
AVENTURAS EN MICOLANDIA
Orlando Clavijo Torrado

Marc Gonsalves, Keith Stansell y Tom Howes, ya “Lejos del infierno”, le relataron al escritor independiente Gary Brozek las vivencias de su “odisea de 1.967 días en manos de las FARC”.
Cada uno de los cautivos va tomando la palabra y reflejando con sabiduría, y en duras palabras a veces, sus percepciones del entorno, sus análisis del propio comportamiento, el de los compañeros de infortunio y la personalidad de sus verdugos (Mono Jojoy, Mantequillo, Sombra y su compañera La Mujer Araña, El Plomero, etc.) –– “Como rehenes o prisioneros, no había mucho que nosotros pudiéramos hacer directamente para derrotar a las FARC. Pero sí había cosas pequeñas que podíamos hacer, como no creer en su propaganda marxista de mierda y comportarnos de tal manera que contrarrestáramos su idea de que éramos unos cerdos imperialistas” -. - “Comprendimos que los seres más cercanos a nuestros afectos eran quienes podían infligir el dolor más grande, pero también procurarnos la mejor de las alegrías” -. - “Finalmente llegaríamos a comprender que los de las FARC no actúan por nada cercano a la lógica o a nuestros valores”- .
La miseria del corazón humano en sus tristes espectros de ambición, egoísmo y deslealtad, se mostró descarnada y cruel en aquellos momentos de desamparo. Entre ellos mismos se pelearon; Ingrid Betancurt no fue mejor que ninguno – “la princesa quería un castillo para ella sola” - . Las diferencias sociales se trasladaron a la lejana y umbrosa montaña - “había una clara jerarquía, con Ingrid y Lucho en la cima, Gloria y Jorge en el siguiente nivel, y los otros tres - Clara, Consuelo y Orlando –, un poco al margen de esa camarilla”-. Orlando – Gato Grande – Beltrán, de extracción humilde, es pintado como un hombre bondadoso y transparente. La pasión carnal también despertó bajo el verde dosel. No tardaron en formarse las parejas: Ingrid con Luis Eladio Pérez – que además compartían su repudio hacia los Estados Unidos – y Consuelo Polanco viuda de Lozada con Jorge Eduardo Géchem Turbay.
Por supuesto, los favorecedores del grupo guerrillero como Hugo Chávez no reciben ningún comentario favorable – “¿Por qué diablos ese bastardo izquierdista camisa roja se entromete? – exclamó Keith apenas escuchó la noticia -. Me parece bien que cualquiera intervenga en esto, pero ¿por qué tiene que ser este tipo? Si Uribe se va a reunir con él, será para cagarse en su boina y devolverlo a Caracas con ese recuerdito”- .
Algo que impactó a los norteamericanos y que exaltan a menudo es el valor y dignidad de los militares y policías secuestrados, su disciplina y su férrea voluntad para no doblegarse, íntegramente ejemplares.
Su agradecimiento no es menos elocuente: “Hay algunas personas y organizaciones a quienes debemos hacer un reconocimiento particular. Estamos profundamente agradecidos con el gobierno, el ejército y la gente de Colombia, en especial el general Mario Montoya, el ministro de Defensa Juan Manuel Santos, el presidente Álvaro Uribe Vélez, y los valientes hombres y la mujer que participaron en la planeación y ejecución de la Operación Jaque”.
Ciertamente no se trata de un libro lleno de anécdotas y chismes sino de una visión objetiva y perspicaz de acontecimientos y personas alrededor de su secuestro, sin odio ni resentimiento pese al agravio. Incluso alguno de ellos llega a concluir que por su forma de vivir antes del secuestro había perdido su libertad tanto como las FARC se la habían quitado.
Son 458 páginas para reflexionar y aprender.

orlandoclavijot@hotmail.com


Cúcuta, 24 de septiembre de 2009.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

CRONIQUILLA
EL DIA DEL JUICIO FINAL
Orlando Clavijo Torrado

Buscando un tema antiestrés – que alivie la preocupación de que el único enemigo de Chávez, visible y a la mano para atacar con sus poderosas armas no es sino Colombia, y pronto – barajé para escribir o sobre la aparición del primer avión en el campo y el susto de los labriegos, o acerca de la inauguración en Cúcuta de unos inodoros en una escuela, con himnos, corte de cinta e ingreso a los cubículos para probar el funcionamiento. Me incliné por el primer tema. Lo otro me pareció una cagada, en el casto sentido de la palabra.
José Antonio Peñaranda y Salomé Leal formaban una pareja ejemplar. Ambos procedían de Ábrego. Ella leía las Sagradas Escrituras con mucho garbo, y la gente se arremolinaba a su alrededor para oírla leer. El libro semejaba una jamuga – algo comparable a una enjalma – y estaba impreso en letra que parecía manuscrita. Doña Salomé pronosticaba que algún día los hombres volarían, pero no sabía explicarlo. Si ella lo decía, por algo sería, pues no todo el mundo sabía leer la Biblia.
Estos honrados esposos eran los padres de Antonia – que se casó con Eladio Peñaranda, de los que nacieron los sacerdotes Reyes de Jesús y Onofre Peñaranda Peñaranda -. Además, procrearon a Pastor, Daniel, Francisco, Blas y Elena Peñaranda Leal.
Don Victoriano Arias – otro abreguense establecido a principios de aquel siglo en la vereda - tenía por costumbre bajar al pueblo los domingos para asistir a la misa y comprar el mercado, en el que no faltaba el hueso carnudo, la carne de costilla, la tripa para el mute, el bofe, la pajarilla y la chinchurria. Un niño que vivía cerca era invitado especial al almuerzo allí en tales días. Contaba él unos siete años. ¡Con semejante mercado, no podía faltar por nada del mundo! Uno de aquellos domingos percibió en el firmamento una sonoridad que le pareció muy hermosa, como una música dulcísima. La esposa de don Victoriano, doña Chiquinquirá, que se encontraba en la cocina preparando un sancocho cuyo aroma se regaba hasta el camino real, abandonó el fogón y salió a explicar qué era aquel sonido: ni más ni menos que los ángeles del Señor que venían con sus trompetas a anunciar la “acabasón” del mundo. Por tanto, debían todos doblar las rodillas en tierra y ponerse a orar. Las bestias que dormitaban tranquilas enloquecieron, pues corrían sin rumbo, presas del pánico. Don Victoriano, el niño vecino y cuantos andaban por el ancho patio de cal, se arrodillaron y rezaron. A poco apareció el objeto que producía aquel rumor: muy alto surcó una figura alargada con destellos de plata, de nombre desconocido, y se perdió en el infinito. Jamás había cruzado los cielos de la vereda El Alto un avión. El vaticinio de doña Salomé Leal se estaba cumpliendo.
Coetáneamente, en San Calixto, los aires de la vereda Balsamina crujieron de modo espantoso. Y mientras las vacas, las mulas, los cerdos y las gallinas huían despavoridos, las mujeres gemían y los perros las miraban y también gemían, y los niños lloraban al ver llorar a sus mamás, Eliseo Ramírez – que no le temblaban los calzones por nada - se escondía en una zanja. Con los años, en la vereda supieron que aquel ruido no lo hacían Lucifer y todos sus demonios escapados de las llamas del infierno sino un aparato inventado en países lejanos llamado avión.
Eran los años 30 del siglo XX.

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Cúcuta, 16 de septiembre de 2009.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

CRONIQUILLA
IMPRESIONES DE LA MARCHA DEL 4 DE SEPTIEMBRE
Orlando Clavijo Torrado

El final de la caminata fue emocionante. Con fervor y batiendo las dos banderas cantamos primero el himno nacional de Colombia y a continuación el de la vecina república. ¿Quién en esta frontera no lo sabe? ¡Gloria al bravo pueblo que el yugo lanzó! Porque ha de quedar claro que los dos pueblos se respetan y se aman de verdad. Y, para rematar el acto, resonaron los vivas a las dos patrias hermanas.
No importaba que los rayos del sol calentaran a 35 grados; al fin y al cabo los cucuteños ya hicimos el curso para soportar altas temperaturas.
Tampoco importó que la convocatoria fuera tan apresurada, sin mucha divulgación, sin prensa ni televisión como ocurrió con la marcha contra las Farc. (¡Qué cosa curiosa: dos marchas mundiales sobre dos temas relacionados: las Farc y Chávez! ¿Cuándo se ha promovido una concentración contra Fidel Castro, por ejemplo? ¡Nunca!)
De todos modos constituyó un éxito el movilizar a tantas personas en cien países de la Tierra y en treinta ciudades de Colombia, con manifestaciones enormes en Caracas, Honduras y Bogotá.
Acá, en Cúcuta, en donde poco se conocía de esta protesta pues no todos entran al facebook, la reunión del medio millar de ciudadanos no pudo ser más pacífica, alegre, entusiasta y convencida. Porque no había divisas de odio sino de repudio al gobernante venezolano, mas con mucho ingenio y humor: “¡Chávez, Uribe es tu papá! ¡Chávez, igualado! ¡Chávez es terrorista! ¡Sí a los gringos en las bases!” Alguien gritó una consigna con una palabra terminada en uta, que provocó risas, pero nadie la coreó. Es cierto que se trataba de rechazar a Chávez, pero sin imitar su lenguaje soez. Hasta un noble perro nacionalista desfiló con una cartulina colgada al cuello con el lema del momento “¡No más, Chávez!”
No faltó quien luciera una graciosa máscara de Chávez, y el simpático personaje conocido como el “loco de los potes “ agitó el mundo de latas que lleva en un costal y echó un viva al Polo Democrático, sin respuesta de algún manifestante. Entonces, continuó mirando la parada desde la orilla del parque.
Está por verse a qué distancia estamos de que el coronel se dé por aludido.
A propósito de mi anterior Croniquilla en que invitaba a marchar al lado de los muchachos corajudos, un autorizado historiador nuestro me envió un mensaje para ofrecerme mayor ilustración sobre las patanadas de los gobernantes venezolanos en los años 80 del siglo XIX y me remite al efecto a las obras de Carlos Martínez Silva. Mi amigo agrega que el general Cipriano Castro no fue menos despiadado con Colombia. Este sátrapa impuso un bloqueo desde 1903 hasta 1908, año en que lo levantó otro militar dictador, Juan Vicente Gómez. El tránsito por el río Zulia estaba suspendido, y sólo hasta 1914 lo abrió Gómez. Para usar los refranes de algunos de nuestros pueblos: es que Venezuela siempre se la ha tenido chocheca a Colombia. O como se dice hoy: se la monta.

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Cúcuta, 9 de septiembre de 2009.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

CRONIQUILLA
A MARCHAR CON LOS MUCHACHOS CORAJUDOS
Orlando Clavijo Torrado

Las afrentas –llamémoslas por su nombre y dejemos de lado los eufemismos – de los funcionarios de Venezuela en sus distintos estamentos contra Colombia y sus ciudadanos no son de hoy. En plena campaña independentista en 1818, el general Páez mantuvo inmovilizado durante unos diez días al ya también general de brigada Francisco de Paula Santander, y sólo la intervención del Libertador le permitió avanzar en Venezuela. En el mismo siglo XIX y en el transcurso del siglo XX los impedimentos para el paso de mercancía colombiana, el aumento de los fletes de navegación, el abuso en las aduanas y los cierres cíclicos de la frontera, son la queja continuada de los comerciantes e industriales. Por los años 80 del siglo XX el presidente del Congreso de Colombia doctor Edmundo López Gómez fue detenido en la Guajira colombiana y llevado a Caracas, ante el silencio del gobierno y el pueblo de Colombia. Ni una queja se musitó. En un desfile ex profeso el presidente Caldera mandó exhibir todo el armamento que poseían como en acto de notificación a nuestro intimidado presidente Misael Pastrana. La expulsión de campesinos y obreros y hasta asesinatos de nuestros compatriotas se han sucedido durante los años y han quedado registrados en la prensa, sin que Colombia pronuncie ni mú, y menos que intente romper sus relaciones diplomáticas. En la Guerra de los Mil Días, las tropas revolucionarias de Uribe Uribe recibieron considerables recursos logísticos de los gobiernos de Venezuela, Ecuador y Nicaragua. ¡Qué coincidencia con el apoyo a las Farc actualmente!
Uno piensa cuál sería la dirección que se le imprimieran a las relaciones internacionales si la capital de la república estuviera en una ciudad de clima cálido. En muchos foros y algunas personas insisten en que Colombia debe buscar el diálogo con sus agresores, pero nunca hablan de que éstos se disculpen y cesen de agredir. Como si de nuestra parte en algún momento de la historia se hubieran presentado manifestaciones contra cualquier otra nación. Esa es la diplomacia rola - o solapada - que ya linda con la indignidad. Da lástima y vergüenza ver al presidente Uribe acorralado y ultrajado por el gran pecado de no ser socialista y juzgado como un criminal en Santo Domingo y en Bariloche, implorándole perdón a Correa, haciéndole risitas a la señora Fernández de Kirchner y a la doctora Bachelet, lambiendo a Chávez, a Daniel Ortega y al ignorante indio Morales, y tratando de ganarse una mirada de Lula, de Insulza, de Obama, de Raimundo y todo el mundo.
Ahora el coronelito Hugo Chávez viene a coronar los siglos de ultrajes contra Colombia con sus amenazas de invadirnos, de aplastarnos con sus aviones Sukhoi, insulta e irrespeta todo el día y todos los días con su vocabulario soez a nuestro primer mandatario, arroja al cesto de la basura los tratados comerciales y los convenios internacionales, ordena cerrar la frontera, en fin, hace cuanto se le antoja con este pueblo que se excede en humildad y aguante. Pero afortunadamente, un grupo de jóvenes corajudos y el excelente actor Rodrigo Obregón recogieron ese dolor patrio y organizaron para este viernes 4 de septiembre la marcha nacional y mundial con el grito NO MÁS CHÁVEZ. Si en nuestras arcas no hay el dinero de Chávez, si nuestro armamento es escaso y débil frente al de Chávez, si en nuestros dirigentes faltan la hombría y la dignidad, éstas si la tienen el pueblo colombiano y estos muchachos que la han sabido encausar. Por fin va a resonar el clamor sentido en el alma de todo colombiano que ama la patria: ¡Basta ya de humillaciones! ¡Aquí hay un pueblo en pie con dignidad!
En consecuencia, todos debemos salir a decir ¡No más, Chávez!

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Cúcuta, 2 de septiembre de 2009.

miércoles, 26 de agosto de 2009

HISTORIA VERDADERA DE BUCARASICA
Estudio para la enciclopedia virtual Wikipedia
Por Orlando Clavijo Torrado

Bucarasica es uno de los 40 municipios del departamento Norte de Santander en la república de Colombia, Sudamérica.
“Es una pequeña vena en la ramificación de la Cordillera Oriental de los Andes colombianos; pertenece a hoya del lago de Maracaibo y a la subregión norte del departamento. Le corresponden las siguientes coordenadas geográficas: 8º 03 Latitud Norte; 72º Longitud al Oeste de Greenwich; X = 1’374.000; X= 1’398.000; Y= 1’117.000; Y= 1’137.000.
Su extensión territorial es de 267 kilómetros cuadrados, que equivalen al 1.23% del total del departamento”.
Limita con los siguientes municipios: al Norte con Ábrego y Sardinata; al Sur con Lourdes y Villacaro; al Oriente con Sardinata y Lourdes; al Occidente con Villacaro y Ábrego.
La cabecera municipal se encuentra a 1.125 metros sobre el nivel del mar. Goza de una temperatura promedio de 22º. La población, según el censo del 2005-2006 se discrimina así: área rural 3958 personas, cabecera municipal 549, para un gran total de 4507 habitantes.
Distancias a los principales centros urbanos: a Sardinata, 25 kilómetros; a Cúcuta, 95 kilómetros; a Ábrego, 110 kilómetros; a Ocaña, 135 kilómetros.
Historia
A finales del siglo XIX aún se estilaban las divisiones territoriales de corte español. Así, en el actual territorio de Bucarasica se encontraban el partido de La Sanjuana, con extensión hasta La Victoria, hoy corregimiento de Sardinata, y el partido de El Playón, cuyo centro era el punto o sitio de La Florida. También se denominaban a las pequeñas aglomeraciones cuadrillas. Por ello, se habla primero de El Playón y poco después, cuando el caserío de La Florida ha logrado algún desarrollo, aquel nombre es sustituido por éste. Los nombres de El Playón y La Florida se conjugan, por lo que en documentos oficiales de las dos primeras décadas del siglo XX se usan al tiempo, alternándolos de esta forma: La Florida – El Playón y El Playón – La Florida. Se pretendía que no hubiera la menor duda sobre el ente político-administrativo. Pero ha de entenderse que La Florida hacía referencia al poblado que se estaba formando y que con el tiempo sirvió de cabecera municipal. Hasta 1889 estos partidos pertenecieron al municipio de La Cruz – actual Ábrego – de la provincia de Ocaña, y luego al municipio de San Pedro – hoy Villacaro –, de la misma provincia. En 1921 figura La Florida como corregimiento de San Pedro.
El caserío ya tomó cuerpo en 1893. Lo comprueba la existencia de una capilla. El 24 de abril de dicho año se administró por primera vez un sacramento: fue el bautizo del párvulo Pedro María Granados, al que apadrinaron Benjamín Torrado Pérez y su esposa Evarista Sánchez. Esta fecha puede considerarse válidamente fundacional. La parroquia fue erigida por decreto del 8 de diciembre de 1908, refrendado por decreto del 31 de diciembre, dados por el obispo de Santa Marta Fray Francisco María Primo Simón y Ródenas, un capuchino español que mereció ser declarado venerable por la Iglesia Católica. Es un error señalar al obispo Rafael Celedón como fundador de la parroquia ya que su muerte acaeció en 1902. Igualmente constituye un despropósito atribuirle el estímulo a la colonización ya que por la época en que se desarrolló él se hallaba difundiendo la doctrina cristiana como simple sacerdote entre los indios guajiros. En definitiva, nada fundó Celedón.
Se ha sugerido que entre las riberas de los ríos Tarra y Sardinata habitaba la tribu de los Bucarasicas, mas, si fue cierto, no hay historia de su existencia. Todo rastro aborigen se borró a mediados del siglo XVII. Y, por supuesto, resulta apócrifo el relato difundido sobre la existencia de los indios búcaros, del cacique Búcaro y la princesa Curasica (con este último nombre se conoce una vereda de La Playa). Con todo, Bucarasica es, a no dudarlo, una voz indígena. La migración se nutrió de gentes blancas provenientes de La Cruz, inicialmente, y luego de Gramalote, Sardinata, Santander, Boyacá y otros lares. La raza negra no tuvo presencia alguna. En 1897 el villorrio empezaba en la morada de Gabriel Clavijo, hoy propiedad de José Antonio Quintero Torrado; a continuación venía la vivienda de Benjamín Torrado, que lindaba por el Oriente con la plazuela. En la escritura de venta a Ignacio García se dice que Benjamín Torrado construyó a sus expensas la casa, en terreno adquirido a Raimundo Osorio. Hoy están edificados allí el centro de salud y la alcaldía municipal. Aun no existía el barrio El Palomar.
Se pueden citar entre los primeros habitantes del caserío de La Florida por aquellos años, a juzgar por los títulos escriturarios, a Benjamín Torrado, Ignacio García, Gabriel Clavijo, Telésforo García, Felipe Maecha, Enrique Pérez, Raimundo Osorio, Vicente Arévalo, Rafael Rolón, Antonio Rolón (padre del anterior), Florencia Álvarez, Miguel Arteaga, Justo López, Jacinto Cañizares y Juan María Suárez.
El nombre de Bucarasica aparece inicialmente en una escritura del 21 de enero de 1679 por la cual Juan de Arévalo vende a don José Álvarez de Herrera las tierras de Bucarasica y Turmeros. “El alcalde ordinario de Ocaña Luis Téllez Blanco aprueba la transacción”. .
Hay enajenaciones hasta 1766. Por más de una centuria no se conoce actividad escrituraria. Empero, en las dos últimas décadas del siglo XIX la feracidad de las montañas vírgenes despertó una febril pasión de apoderamiento de los terrenos baldíos, que los colonizadores se afanaron por asegurar mediante documentos, primero en la notaría de Ocaña y a partir de 1893 en la notaría de Gramalote, principalmente, a donde acudían a granel.
Sin mencionar aquí los actos notariales de Ocaña, los documentos de escrituración hallados en la Notaría de Gramalote reflejan el movimiento de dos clases de pioneros: colonizadores propiamente dichos o colonos de baldíos, como se llamaban textualmente, y de ocupantes de las tierras colonizadas por compraventas, en el entendido que no son la misma cosa puesto que no cumplieron igual misión.
Hallamos, entonces, como colonizadores, a manera de ejemplo, en el partido de El Playón, a Feminiano Llanes en el sitio “El Presidio” (1882) – en la actual vereda de El Alto -, José Dolores Rincón en El Carmen – vereda del mismo nombre hoy en día – (1893), y Raimundo Peñaranda en el punto “La Azucena” (1893); y en el partido de La Sanjuana a Sixto Rosales (1892), Andrés A. Montaña (1893), Salustiano Clavijo Parada en el punto “Gallinetas” (1893), José Peña en el sitio “ Miraflores” (1896), y Manuel Botello en el sitio “San Isidro” (1896).
Por consiguiente, haciendo la salvedad de que la enunciación no es exhaustiva, entre los primeros colonizadores, compradores y colindantes de los predios baldíos transaccionados estuvieron: Secundino Rincón, Félix Ortíz, Heliodoro Celis, Juan Esteban Ovalle, Federico Vitolas, Ángel María Pérez, Antonio Arias, Cesareo Nova, Santiago Salcedo, Carmelo Ibarra, Nepomuceno Álvarez, José Peña, Román Rincón, Benito Esparza, Hernán Botello, Guillermo Vivas, José Escalante, Ramón García, Raimundo Suescún y los mentados Feminiano Llanes, José Dolores Rincón, Raimundo Peñaranda, Sixto Rosales, Andrés A. Montaña, Salustiano Clavijo, José Peña y Manuel Botello.
La mayoría de tierras fueron dedicadas al cultivo del café, de modo que para el año 1926 en el municipio de San Pedro, en general, y en su corregimiento La Florida, particularmente, sobresalían los siguientes caficultores: Ambrosio Carvajal, Víctor J. Rangel, Juan Arévalo y Francisco Aya, quienes en su finca “Provincias” mantenían 85.000 árboles; Manuel Botello, Sebastián del Castillo y Silvestre Rincón, con sembrados de 45.000 árboles por predio; Francisco Pérez y Laureano Afanador, propietarios de heredades con 35.000 árboles cada una; Florentino Rincón, cuyo fundo “La Pedregosa” estaba poblada con 30.000 árboles; Leonardo Becerra, José V. Durán, Ignacio García, Raimundo López, Campo E. Salamanca, Laureano Afanador, Tritón Calvo, Juan Carrillo, Pulcrecio Rodríguez, Carlos Méndez, Raimundo Serrano, José M. Gutiérrez, Salustiano Clavijo e hijos, Santos Calvo y Claudio Arteaga, todos con sembrados de 20.000 árboles; Manuel Soto, poseedor de “El Espejo” con 15.000 árboles; Bernabé García en cuyo campo “Aguadita” prosperaban 12.000 cafetos; e Ignacio García y José Escalante, con un floreciente cafetal de 20.000 árboles en su finca La Florida.
La Ordenanza Nº 51 del 30 de junio de 1938 le otorgó la categoría de municipio al corregimiento La Florida, dependiente entonces de San Pedro, y le varió el nombre por Bucarasica, dejando a San Pedro como su corregimiento. Surgieron desavenencias entre los dos conglomerados por ostentar la municipalidad. La Asamblea departamental dirimió el conflicto en 1948 mediante la Ordenanza Nº 9 del 25 de noviembre que los reconoció a ambos como municipios. La Ordenanaza Nº 25 del 23 diciembre del mismo año ratificó la decisión y le cambió el nombre al segundo ente, de San Pedro del Norte, dado en la Ordenanza Nº 9, por el de Villacaro, nombre que siguió rigiendo en adelante.
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Fuentes consultadas: Cerca de las estrellas: registro histórico, minucioso y documentado de Bucarasica, población de la antigua provincia de Ocaña, en el departamento Norte de Santander, Colombia, por Orlando Clavijo Torrado, impreso en la editorial Nueva Granada, Cúcuta, mayo de 2009; Notarías Primera de Ocaña y Única de Gramalote; Colombia cafetera nació en Cúcuta. 1794-1870, por Rafael Eduardo Ángel, Litografía Guevara, diciembre de 2007.
CRONIQUILLA
VALORES OCAÑEROS
Orlando Clavijo Torrado
Me referiré a dos personalidades de la provincia de Ocaña: a la una, por su fallecimiento el pasado 18, y a la otra, por la alusión perversa a su vida en un libro recién aparecido.
Decir que Gabriel Neira Quintero fue un personaje representativo de Ocaña y la provincia no es un lugar común. Quizá los epítetos polifacético y dinámico condensan todo su quehacer. Lo mismo fundaba un periódico o un colegio que acompañaba y aconsejaba a sus jefes, e intervenía tras bambalinas en el desarrollo de una convención conservadora o en la confección de una lista a la Asamblea o al Congreso. Como había adquirido gran ascendencia política, el reverso del papel plateado de una cajetilla de cigarrillos le servía para recoger los nombres de los aspirantes a maestros o inspectores de policía de Ábrego, Hacarí o cualquier otro municipio de la provincia. El gobernador le hacía caso y tal como iba la lista así salían los nombramientos. Con tal acervo de recuerdos y vivencias en él, que estuvo cerca de Lucio Pabón Núñez, David Haddad Salcedo, Carlos Pérez Escalante y Argelino Durán Quintero, le insinuaba no hace mucho en que lo visité en su casa de La Primavera en Ocaña, que bien podía escribir muchas páginas de verdadera historia patria enfatizadas en estos y otros dirigentes y en la política del departamento durante varias décadas. Jovialmente me respondió que de pronto se ponía en la obra. Con su energía lo hubiera intentado, pero la lucha con la enfermedad, combatida con tanta fe y durante más del tiempo calculado, lo abatía por momentos. Haciendo gala de tanto denuedo y luciendo un elegante vestido para la ocasión, hizo de maestro de ceremonias el pasado mes de abril con motivo de la sesión solemne para conmemorar el 181 aniversario de la Gran Convención. Sonriente, y generoso como era en todo, me concedió los minutos extras que le pedí para concluir mi intervención.
Además de leer y estudiar y de ingeniarse cosas que parecían alocadas, era un divertido gozador, como en aquella ocasión que conducía un carro con placa diplomática de Egipto en Bucaramanga a alta velocidad y fue objeto de persecución por un agente de tránsito. Cuando éste le dio alcance, Gabriel se puso de inmediato un turbante y empezó a hablarle al oficial en un simulacro de árabe – jarabaraalhajabenali- . A su acompañante también le entregó un turbante y le ordenó que permaneciera mudo. El policía se cansó de reprocharle todas las infracciones que había cometido y de recibir por respuesta trabalenguas, y dándose por vencido le permitió que se marchara. Le recordé aquel episodio y se estallaba de la risa.
Con su muerte se suman muchas pérdidas: para su familia, obviamente, para sus amigos, para la Academia de Historia de Ocaña, para el periodismo, para el Partido Conservador, y para su Ocaña entrañable y los pueblos de la provincia.
El segundo personaje muy de la esencia comarcana es Isabel Celis Yáñez. De verdad que introducirse en su alcoba constituye grave atrevimiento contra un sagrario como es una mujer, y un irrespeto hacia un valor no solo de la provincia sino del Norte de Santander. Aquí ninguno es tarado para no entender a quién se refiere Édgar Artunduaga en su libro Sexopolítica en el capítulo reproducido por La Opinión en Imágenes del domingo 9 de agosto, bajo el título “Dime con quién te acuestas y te diré quién eres”.
¡Respeto, señores, con las comunidades, con los íconos, con la intimidad de cada quien! ¡Vayan a hacer escándalos y pretender fama a otra parte! Con todo, manejar rumores y chismografía no le resta un ápice al pedestal que se merece esta hija procera de Villacaro.

orlandoclavijot@hotmail.com


Cúcuta, 25 de agosto de 2009.
PARA LA REVISTA “¿CÓMO VAMOS?”
LA CULPA ES DE LA VACA
Por Orlando Clavijo Torrado
En los días que corren la comunidad cucuteña entró en estado de shock cuando recibió la factura de Centrales Eléctricas del Norte de Santander. El cobro venia aumentando mes tras mes, pero el que tiene fecha de corte del 13 de julio sí que superó, no el alza, sino el abuso. Alegó el gerente que con motivo de las altas temperaturas muchos hogares se proveyeron de aparatos de aire acondicionado. Un señor que se identificó como Memo Neira respondió por Internet:”Yo no tengo aire acondicionado en la casa. Tengo solo bombillos ahorradores y no he comprado ningún nuevo electrodoméstico, al contrario, suprimí el computador. Yo pagaba entre $ 70.000 y $ 80.000 mensuales por consumo de energía y la última factura llegó aproximadamente por $ 160.000”1. Surge de inmediato la pregunta: ¿de quién es la culpa de estos aumentos que parecen más bien un atraco? La culpa es de la vaca, según el gerente. La vaca aquí se llama “Comisión de regulación de energía y gas” – Creg- . Afortunadamente esta entidad regula las tarifas, no impone. ¡Con esos reguladores, para qué enemigos! ¡Y qué vaca tan lechera!
Hay otros interrogantes por responder. Una amiga me recomendaba que observara las fechas de las facturas para que comprobara, como ella lo hizo, que la empresa no cobra por el mes completo sino por fracciones, de modo que el usuario no paga propiamente doce sino trece meses. ¿Será cierto? Con la misma colaboradora nos concentrábamos en el capítulo VII de una factura que está al día titulado “Detalle de la cuenta”, por la cantidad de conceptos que le cargan: consumo residencial, costo unitario fijo, interés de mora CENS varios, interés por mora, cuota capital inspecciones, ajuste a la decena resolución CREG 108-97, impuesto alumbrado público, manejo de recaudo variable residencial, comercialización y recaudo fijo residencial, recolección y tr. (sic) residencial, barrido y /o limpieza áreas públicas. Estos ítem terminan con el “saldo convenio inspecciones”. La lógica indica que si continúa el crecimiento de alzas a ese ritmo – aproximadamente del 20% mensual - , la factura analizada, que hoy llegó por $ 221.610, vendrá dentro de un año por medio millón de pesos. Paradójicamente, me mostraron en Bucaramanga la última factura de un apartamento de estrato cuatro – el mismo de la cuenta arriba mencionada - , apartamento en donde usan la licuadora y el horno microondas todo el día y la lavadora hasta cuatro veces a la semana, sólo por $ 45.000. Entonces, ¿qué pasa en Cúcuta?
¿Cuál era el cuento de que Centrales Eléctricas del Norte de Santander constituía patrimonio de los nortesantandereanos? Me disculpan, pero yo nunca lo he creído.
Digamos, pues, con el Chavo: ¿Y ahora, quién podrá defendernos de Centrales Eléctricas?

orlandoclavijotorrado.blogspot.com

Cúcuta, 22 de julio de 2009.

jueves, 13 de agosto de 2009

CRONIQUILLA
LOS BISABUELOS EN GRAMALOTE
-II-
Orlando Clavijo Torrado

Había un fuerte contraste entre mis dos bisabuelos: José Salustiano Clavijo era un varón de índole dulce, paciente y tolerante, más inclinado al campo que a los afanes citadinos. A su turno, Benjamín Torrado tenía un carácter controversial, portaba revólver y sable – lo llamaban general1 -, dirigente político tenaz – llevaba en fila a los correligionarios del Cincho a votar a Ábrego y buscaba hasta debajo de las camas a los que se ocultaban eludiendo salir a cumplir el sagrado deber con el Conservatismo, ora por desidia, ora por desinterés -. Mientras aquel tenía posesiones en los partidos de La Sanjuana y El Playón (así se llamó inicialmente Bucarasica y luego La Florida), y en las veredas La Provincia y El Alto del mismo partido, éste era dueño del lote en que se construyó el primer hospital de Sardinata, vendido por él mismo al padre Domiciano Valderrama, propietario de predios en el actual corregimiento de La Victoria, del espacio en donde están hoy la plaza y el centro de salud de Bucarasica, y de varias casas levantadas a sus expensas, como rezan las escrituras. Don Benjamín poseía también fundos en La Cruz (Ábrego) y en El Cincho, del municipio de La Playa, en donde murió. Parte – porque son numerosos - de los documentos firmados por ambos bisabuelos los hice fotocopiar para estudiarlos y guardarlos como verdaderas reliquias.
--¿Te regresás a La Cruz o a La Florida? – le diría el joven Benjamín al otro hombre que a la sazón culminaba la treintena de años. Ahora, con la instalación de la Notaría en Gramalote, es opcional ir a la Notaría de Ocaña, aunque el registro sigue correspondiendo allí.
- Según lo que le convenga a uno – replicaría don José.
- Yo debo regresar a La Cruz a ver a mi esposa y a los pegotes2 – comentaría Benjamín. Saludáme a mi ahijado Pedro María Granados, por cierto con cuyo bautizo se inauguró la capilla el 24 de abril de 1893.
- Por mi parte regreso a La Florida en donde también me esperan; vos sabés que pese a mi edad ya soy viudo y me quedaron siete hijos, unos solteros y otros casados. Y a propósito de bautismos, hay otro programado, será el segundo, para el 17 de marzo de 1894. Es el de María Florencia Ladino Melo, hija de mi compadre Wenceslao y mi comadre Ignacia. Mi hija Tomasa y yo seremos los padrinos.
- Entonces hagamos el viaje en compañía, y mientras vos te quedás en La Sanjuana, yo sigo para La Cruz.
Y así viajarían juntos mis dos bisabuelos en sus fuertes mulas, asistidos de peones, en jornadas con escalas por aquellos caminos de miedo y por aquella serranía en la que recién germinaba la agricultura a expensas de la deforestación, y en cuyo vientre surgían los nuevos pueblos por su obra y el de un puñado más de titanes, o se estaban despertando los antiguos sumidos en el marasmo, en aquellos años finales del siglo XIX.

orlandoclavijot@hotmail.com


1 Su hermano Mateo sí ostentó oficialmente los galones de general y tuvo destacada actuación en la guerra de Los Mil Días como lo señala Justiniano J. Páez en su obra Noticias históricas de la ciudad y provincia de Ocaña.

2 Niños.

Cúcuta, 11 de agosto de 2009.

jueves, 6 de agosto de 2009

CRONIQUILLA
LOS BISABUELOS EN GRAMALOTE
-I-
Orlando Clavijo Torrado

Hace pocos meses había tocado Gramalote de paso para Lourdes. Pero a principios de julio del año en curso sí hice allí una visita formal, durante dos días. Estaba acompañado de Silvia Andrea, mi hija, quien en mis andanzas tras la historia funge de secretaria y coinvestigadora. El señor Notario Hugo Mora y su secretaria Carolina son diligentes y respetuosos funcionarios y, fuera de ello, hacen gala de la amabilidad gramalotera. Con su concurso, Silvia y yo, provistos de tapabocas, nos dimos a la tarea de escudriñar los añejos legajos abarcando un período significativo desde 1893, año de iniciación de la Notaría.
De Cúcuta a Gramalote se gastan a lo sumo cuarenta y cinco minutos por una carretera aceptable. Hay excelente servicio de transporte. Además de su clima moderado y su incrustación en la montaña – refugio seguro en caso de que el loco de Chávez quiera satisfacer su delirio de emperador y comience a bombardear a nuestra querida capital departamental -, además, digo, se añaden otros encantos como su templo parroquial, bello y majestuoso, la capilla del colegio de las hermanas Betlemitas y el colegio Simón Bolívar. Son edificaciones que hoy resultaría sumamente costoso levantar. El tiempo no alcanzó para visitar el convento de las hermanas clarisas, de cuya sobria elegancia oímos muchos encomios.
La estatua del padre Secundino Jácome, presunto hijo de Bolívar, como lo predica la placa en el monumento, mira hacia la plaza desde el atrio de la iglesia. Asimismo, el ex presidente Laureano Gómez tiene allí su estatua, al parecer la única en Colombia. Por su colocación es recordada la disputa entre los dirigentes conservadores Lucio Pabón Núñez, quien se oponía, y Álvaro Gómez Hurtado, hijo del prohombre. Los caricaturistas reflejaron en los diarios de la época un virtual enfrentamiento de los dos caudillos en un duelo al estilo del oeste americano, apostados en las esquinas del parque.
En un viaje imaginario al pretérito le hacía notar a mi hija cómo hacía 116 años, por aquel parque, sin duda rústico, y por aquellas calles de simple greda, transitaban José Salustiano Clavijo Parada y Benjamín Torrado Pérez, mis bisabuelos y sus tatarabuelos, emigrados de La Cruz, hoy Ábrego, y cómo en la misma Notaría, de modesta oficina en su tiempo, vigorosos e inflamados de sueños, se presentaban continuamente para formalizar en escrituras públicas sus derechos de colonizadores de las recién descubiertas tierras de lo que se prospectaba como Bucarasica.
Continuará…
orlandoclavijot@hotmail.com

Cúcuta, 6 de agosto de 2009

domingo, 2 de agosto de 2009

Palabras introductorias a la presentación del video-beam en el conversatorio sobre el libro Cerca de las estrellas, por Orlando Clavijo Torrado, el viernes 31 de julio de 2009 a las 4 p.m., en la sede de la Academia de Historia del Norte de Santander, Cúcuta.
(Tomadas de la grabación hecha por Silvia Andrea Clavijo Cáceres)
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Muchas gracias señor presidente y señores miembros de la Junta Directiva de la Academia por programar este conversatorio en torno a mi libro Cerca de las estrellas, y muchas gracias a todos ustedes, colegas académicos y amables asistentes.

Voy a explicar brevemente, la estructura y lo que los alemanes llaman en materia musical el leitmotiv o “tema musical conductor”. Digamos que es un ejercicio por encontrar el hilo conductor del libro y su desarrollo.

Se ha empleado un método semejante al filosófico llamado deductivo, que va de lo general a lo particular. Antes de entrar en la materia histórica, hay un capítulo, el capítulo IV llamado Edafología. En él se da una noción de la formación geológica de nuestro departamento en general y luego de las masas telúricas de la provincia de Ocaña “en los lejanos tiempos opaleozoicos, hace aproximadamente unos 400 millones de años”.
Entramos luego a los orígenes de la provincia de Ocaña, con un ligero estudio de la fundación de la ciudad de Ocaña el 14 de diciembre de 1570. En el libro se trae un precioso documento citado por Luis Eduardo Páez Courvel titulado Capitulaciones, en donde se da cuenta de los linderos que le fija el fundador Francisco Fernández de Contreras a “esta ciudad de la Nueva Ocaña”. Los términos –como dice el documento – o lindes, tienen por finalidad el que los vecinos tengan cómo sustentarse. Para el efecto de la obra, recordemos que la Nueva Ocaña comprendía todas las vertientes de la laguna de Maracaibo. Vale decir, que el territorio de la actual provincia de Ocaña, el valle de Simalloa, parte de los departamentos del Cesar y el Magdalena, y hasta cercanías de la ciudad de Pamplona, se entendía como la Nueva Ocaña. No se quedaban los españoles en la comprensión de ciudad en el puñado de casas, sino en todo el contorno.
En ese entendimiento, podemos decir que si pensamos en las veredas actuales de Balcones, de Convención, La Quina de San Calixto, Capitán Largo, de Ábrego, por ejemplo, Los Corazones de Villacaro, y La Sanjuana y La Curva de la actual Bucarasica, El Cincho, en La Playa, doctor Guido, estamos hablando de la ciudad de la Nueva Ocaña.
En 1578 se produce lo que llamo la Primera Monografía de la Provincia de Ocaña. Es una discreción o descripción mandada por decreto del rey Felipe II el Prudente, que este dictó para todos sus territorios. El mandato real le llegó a su gobernador en Santa Marta, don Lope de Orosco, quien comisionó al alcaide Garcilaso de la Vega – no el poeta español, ni el conquistador del Perú ni el poeta mestizo peruano; parece que el nombre de Garcilaso de la Vega era muy común por aquella época –para que hiciera la representación – representación llamaban al pedido – ante el cuerpo administrativo de la ciudad de Ocaña. Se dice allí que ocho años atrás la ciudad de la Nueva Ocaña se componía de 20 vecinos, y agora, en 1578, hay veinte vecinos encomenderos de indios. Se describe allí la fauna, la flora, los accidentes geográficos, los ríos y en general el sistema fluvial, las distancias que hay de Ocaña a Santa Marta, a Pamplona, a Tunja y Santa fe. Y en un capítulo apasionante se nombran cuidadosamente las tribus existentes en la provincia, empezando por el pueblo de indios llamado Zeytama, sigue con Buxeriama, Caracica, Borotaré, etc., hasta terminar con Visera y Ercosa y Aytara, anotando las distancias en leguas que tienen las agrupaciones indígenas con la ciudad de Ocaña.
En 1765 ya hay suficientes habitantes en los Llanos de Santa Bárbara de la Cruz para que las hermanas ocañeras Ana María y Josefa de la Encarnación Maldonado donen el terreno para edificar una población en forma. En 1808 se crea la parroquia de Santa Bárbara de La Cruz, con jurisdicción hasta el paraje de San Pedro, distante dos días de camino, que comprendía también las montañas desoladas de lo que se llamó después Bucarasica. En 1822 se creó el municipio de La Cruz, comprendiendo un extenso territorio de los cinco municipios actuales de Hacarí, Cáchira, Ábrego, Villacaro y Bucarasica.
El partido de San Pedro se va desarrollando hasta que en 1889 se lo erige en municipio. Eclesiásticamente sigue ligado a La Cruz. Los pobladores del embrión de lo que sería Bucarasica acudían a la capilla de San Pedro, que no tenía la categoría parroquial, como les sucedió a los jóvenes bucarasiquenses José Mercedes Sepúlveda y Dolores Suescún, quienes se casaron en la capilla de San Pedro el 10 de noviembre de 1878 pero la partida fue asentada en la parroquia de Santa Bárbara de La Cruz, hoy Ábrego. Sólo en 1889 se crea la parroquia de San Pedro.
Por esos años ya aparecen los colonos en las montañas inexploradas de Bucarasica. El lunes 24 de abril de 1893 se celebra la primera ceremonia religiosa en la capilla de La Florida, hoy Bucarasica. Se trata de un bautismo. El 8 de diciembre de 1908 se erige la parroquia de La Florida. Se independiza Bucarasica eclesiásticamente de San Pedro, el actual Villacaro. Sigue vinculada en lo político. Un cambio en las fuerzas políticas gobernantes permite la erección del municipio de Bucarasica mediante la Ordenanza Nº 51 del 30 de junio de 1938. San Pedro o Villacaro pasa a ser subalterno como corregimiento. Se desata una lucha legal y partidista. Villacaro defiende sus títulos para ser cabecera municipal. Los organismos judiciales le dan la razón a Villacaro, pero el gobernador Miguel Durán Durán, aliado con la Asamblea liberal y sus correligionarios de Bucarasica, eluden el cumplimiento de los fallos judiciales. El doctor Manuel Buenahora, que algunos conocimos, es el apoderado de Villacaro. Resulta que Bucarasica se había aparentemente liberalizado mientras Villacaro hacía resistencia como fortín conservador. Al fin, la disputa, que tiene episodios novelescos y simpáticos, se dilucida mediante la Ordenanza Nº 9 de noviembre 25 de 1948 que salomónicamente determina que ambos poblados sean cabeceras de municipio, el uno llamado Bucarasica y el otro San Pedro del Norte, nombre que fue cambiado en diciembre por el de Villacaro.
Nos situamos entonces ya en lo que es civil, política y eclesiásticamente Bucarasica, después de llamarse El Playón, luego La Florida y finalmente Bucarasica, y tras ser parte de la ciudad de Ocaña, del distrito de La Cruz o Ábrego y del municipio de Villacaro.
Para el detalle de los acontecimientos en todos esos órdenes he seguido el método de don Justiniano J. Páez en su obra Noticias de la ciudad de Ocaña y su provincia desde 1810 hasta la guerra de Los Mil Días, consistente en plasmar año por año los sucesos destacados, método que me parece muy práctico, didáctico y asimilable. En lo político se empieza con el año 1909. En lo eclesiástico desde 1893. Esta puntualización abarca hasta algunos acontecimientos de 2008.
A continuación veremos el video-beam que fue elaborado para el acto de lanzamiento del libro realizado en el elegante paraninfo de Asinort de esta ciudad el 29 de mayo del presente año. Contiene las fotografías insertadas en el libro. La preparación del video beam se debe principalmente a mi hija Silvia Andrea Clavijo Cáceres, que además del ejercicio de su profesión de abogada y especialista en solución de conflictos y derechos humanos, funge de mi secretaria, y se ha adentrado en los secretos de la informática, de modo que a ella se debe la composición del material físico del libro, con sus ribetes, adornos, ubicación, colores y todos aquellos aspectos agradables.

jueves, 30 de julio de 2009

CRONIQUILLA
ÁNGELES Y ÁNGELAS
Orlando Clavijo Torrado


Lectores y lectoras, cucuteños y cucuteñas: todos y todas han visto que últimamente la lucha de géneros ha impuesto la obligación de emplear invariablemente junto a un vocablo masculino el correspondiente femenino, si es que existe, a veces malsonante y no autorizado como “las detectivas”. De seguir así, hasta el Evangelio habrá que cambiarlo en honor a los y las feministas, de modo que ya no se podrá predicar que Jesucristo redimió con su muerte al hombre, sino que redimió al hombre y a la mujer. En ese tenor, Jesús no habría dicho “dejad que los niños vengan a mí” sino “dejad que los niños y las niñas vengan a mí”. En la misma tónica, la “Comuna del Ñero” de Cúcuta habrá que rebautizarla y llamarla “La Comuna del Ñero y de la Ñera”.
Tradicionalmente, empleando las voces “hombre”, para indicar el género humano, “niño”, para señalar a infantes varones y hembras, y “ñero”, para referirse a niños y niñas abandonados, nadie se quedaba sin entender lo que los tratadistas llaman “el valor extensivo del masculino” que obedece a un principio de Economía Lingüística.
Hoy crece una campaña por abolir los sustantivos que representan a los dos géneros; quien los use se expone a que lo acusen de machista, discriminador y violador de los derechos humanos del sexo femenino. Para estar en la onda feminista hay que decir: colombianos y colombianas, feligreses y feligresas, sicario y sicaria, televidentes y televidentas, fiscal y fiscala. Entre las excepciones está “hombre perro”. Prohibido decirlo en femenino.
¡Qué costumbre tan antipática! Por ejemplo, que alguien me explique por qué si me conocen en el Consejo Seccional de la Judicatura y los tribunales y juzgados de Cúcuta, y saben que soy hombre, macho, varón, masculino, me envían oficios con el encabezamiento aquel de doctor(a). Entiendo que se trata de formatos, pero la “a” sobra pues la secretaria sabe a quién se está dirigiendo, la comunicación es concreta, y no debe albergar dudas. O ¿por qué han de escribirme “señor (a) Orlando Clavijo Torrado”, si les consta que no soy ninguna señora?
Esto se volvió un mal, un suplicio. La Constitución Política de Venezuela está plagada de “ciudadanos y ciudadanas”. No hace mucho tomé un texto de historia regional y a las pocas líneas me fatigué. Me permito exagerar un poco, pero no estoy del todo desorbitado. Los autores(as) no avanzan mucho por el sonsonete del femenino a cada instante. Se lee allí que el libro está dirigido a profesionales (as), estudiosos (as), comerciantes (as), público (a) en general, y en particular a niños (as), estudiantes (as) y adolescentes (as), amantes (as) de aquellos (as) verdaderos (as) ídolos (as), los (las) héroes (heroínas), mártires (as) y próceres (as), entonces insurgentes (as), que en medios (as) difíciles (as) de dolores (as), vertieron su sangre (a) por el (la) suelo (a) patrio (a), que los (as) venera en el (la) recuerdo (a) colectivo (a).
¡Qué bien justificada está en este caso la expresión de los muchachos de hoy: ¡Qué mamera!
Según un gracioso gramático, ahora se peca de discriminación si uno dice que el perro es el mejor amigo del hombre. Entonces, ¿cómo queda bien: el perro y la perra son los mejores amigos y amigas del hombre? Tampoco, porque se omite a la mujer. El refrán equilibrado será de este estilo: el perro y la perra son los mejores amigos y amigas del hombre y de la mujer. En otro adagio muy conocido hay que cuidar de poner la “a” o la “o” para que no surja discriminación. Es el que pregona: “no hay que poner todos (as) los (as) huevos (as) en la (el) canasta (o) de una vez”.
Nos enseña el profesor que al llamarse presidenta de los argentinos y las argentinas doña Cristina Fernández de Kirchner está demostrando una ignorancia mayúscula. Los verbos tienen participios, que se derivan de los verbos. Los participios activos regulares terminan en ante, ente o iente. El participio de presidir es presidente.
Vean este abuso del femenino: “La pacienta era una estudianta adolescenta sufrienta, representanta e integranta independienta de las cantantas y también atacanta, y la velaron en la capilla ardienta existenta”.
Concluye el catedrático pidiendo que: “nos permitan o permiton regresar a nuestro y nuestra nivel lingüístico y lingüística, ya que hemos sido y sidas muy pacientes y pacientas hasta ahora y hasta ahoro. Saludos y saludas y besitos y besitas… Atentamente, W.Molina, Licenciado en castellano y Literatura y no en castellana y Literaturo”.

orlandoclavijot@hotmail.com
Cúcuta, 28 de julio de 2009.

viernes, 24 de julio de 2009

SOLAPA DEL LIBRO "CERCA DE LAS ESTRELLAS"

Orlando Clavijo Torrado
De su curriculum vitae
Estudios:
Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, Facultad de Derecho e Instituto de Ciencias Penales y Penitenciarias de la misma Facultad. Títulos obtenidos: Doctor en Derecho, Ciencias Políticas y Sociales y Especialista en Ciencias Penales y Penitenciarias/Desarrollo gerencial- Proceso administrativo. Ministerio de Justicia - Escuela Judicial “Rodrigo Lara Bonilla”. Cúcuta, 1988/ Primer Seminario de Derecho Penal. Colegio de Abogados Penalistas, Cúcuta, 1990/Estatuto para la defensa de la justicia. Escuela Judicial “Rodrigo Lara Bonilla”. Bogotá, 1990/Actualización de Medicina Legal. Cúcuta, 1992/ Plan Nacional de Capacitación. Escuela de Investigación Criminal y Criminalística - Departamento de Justicia de los EE.UU. OPDAT. Cúcuta, 1995-1996/ Primer Encuentro-Seminario de Fiscales y Comandantes del GAULA. Cartagena, 2001.
Docencia:
Legislación Agraria. Instituto Superior de Educación Rural – ISER – (Piloto) Pamplona/ Cursillo de redacción de informes para miembros del Bloque de Búsqueda- GAULA, componente Policía Nacional, Cali/ Curso de Procedimiento Penal para investigadores del CTI, DAS y SIJIN, Cúcuta.
Academias y agremiaciones:
Academia de Historia del Norte de Santander/Academia de Historia de Ocaña/Centro de Historia de Convención/Asociación de egresados de la Universidad Nacional de Colombia, Seccional Norte de Santander/Colegio Nacional de Abogados-CONALBOS-Seccional Norte de Santander/Colegio de Abogados Penalistas del Norte de Santander/JURISCOOP- Cooperativa del Sistema Nacional de Justicia/COOMEVA –Cooperativa médica del Valle y de los profesionales de Colombia.
Obras sin publicar:
Canicas y caramelos (novela breve), 30 páginas/ Jardín de luz (poemas), 30 páginas/ Cuentos, 50 páginas/Selección de Croniquillas (columnas semanales publicadas en el diario cucuteño La Opinión desde 1983), 300 páginas/ Nuestros ancestros (estudio genealógico de los apellidos Clavijo y Torrado en Ábrego), 60 páginas/Acciones del general Mateo Torrado en la guerra de los Mil Días, 30 páginas.
(INTERIOR DE LA CONTRAPORTADA)

San José de Cúcuta, 1 de octubre de 2007

Doctor
MARIO VÁSQUEZ RODRÍGUEZ
Presidente y demás miembros Junta Directiva
Academia de Historia de Norte de Santander
L. C.


Respetados Académicos:

De conformidad a lo dispuesto por la H. Junta de la Academia en su sesión del día 10 de septiembre, con relación a la elaboración de un Informe sobre el Trabajo presentado por el Dr. Orlando Clavijo Torrado, para su ingreso como Miembro Correspondiente de nuestra Institución, me permito presentarlo de la siguiente manera:

“Cerca de las estrellas “ es una obra que contiene la Historia de Bucarasica, narrada en varios capítulos, en cada uno de los cuales trata de los diferentes temas que sirven para identificar plenamente y sin confusión alguna, no solamente el municipio en sí, sino a todos aquellos que fueron sus fundadores y que hicieron grande esta población que está muy cerca de las estrellas por su ubicación territorial.

El Dr. Orlando Clavijo Torrado nos muestra, en esta descripción histórica de Bucarasica, los grandes esfuerzos que tuvo que hacer para lograrla, ya que a medida que avanzamos en su lectura nos damos cuenta de todas las investigaciones que realizó, de las visitas efectuadas a los diferentes archivos entre los que incluye los de la Diócesis de Santa Marta, de Ocaña, los archivos del Departamento de Norte de Santander y los del Estado de Santander ubicados en Bucaramanga, los de la Academia de Historia del Norte de Santander y de Ocaña, archivos privados de familias Bucarenses incluyendo la suya propia.
…………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………
Por todo lo anterior doy mi concepto favorable al trabajo presentado por el Dr. Orlando Clavijo Torrado para su ingreso como Miembro Correspondiente de la Academia, ya que su trabajo es digno de ser tenido en cuenta, en las investigaciones que quieran adelantar en este sentido, por quienes conformamos la Academia.
Cordialmente,
FERNANDO VEGA PÉREZ.


……………………………………………………………………………….
Estimado señor Presidente:
……………………………………………………………………………………………………………………………………………………………….
Esta Monografía de Bucarasica es un estudio meritorio y muy minucioso de la historia de esta población de más de 100 años de existencia, investigada exhaustivamente en todos los archivos históricos de Cúcuta, Ocaña – provincia a la cual perteneció inicialmente - , Santa Marta, y los archivos eclesiásticos de iglesias y diócesis, con un acopio muy completo de los eventos religiosos, civiles y militares ocurridos a través de su devenir histórico.
…………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………
Es una obra muy bien presentada, muy bien escrita, con muy buena elaboración idiomática…………………………………………..
……………………………………………………………………………….
Tanto el valor histórico de esta obra, como sus amenas columnas costumbristas, semanales de prensa, el ejercicio ético y honorable de su profesión de Abogado y su ejemplar vida privada, son sobrados méritos para que sea aceptado como Miembro de la Academia de Historia del Norte de Santander.
Del señor Presidente cordialmente
PABLO EMILIO RAMÍREZ CALDERÓN
CERCA DE LAS ESTRELLAS

Registro histórico, minucioso y documentado de Bucarasica, población de la antigua provincia de Ocaña, en el departamento Norte de Santander, Colombia.
A través de la puntualización de las circunstancias geográficas, estadísticas, económicas, políticas y religiosas, y del universo de acontecimientos que a veces parecieran de leyenda - en casos cargados de nobles alientos y altruismo y en ocasiones envilecidos como muestra de nuestra frágil condición - , sin faltar en el recuento tanto los aciertos como los errores y hasta el histrionismo, que han marcado este municipio ignorado de la antigua provincia de Ocaña y del Norte de Santander, y por el conocimiento de la vida y minucias de sus próceres y del acontecer cotidiano de sus gentes, encontramos, como en un microcosmos, los hechos y desarrollos, el palpitar y la comprensión de la asombrosa convulsión de las ideas, del sentir y del obrar del departamento y la nación desde finales del siglo XIX.
SINOPSIS

Pág.
Prólogo 12
Capítulo I 21
Entre la historia y el mito
Capítulo II 24
Retrato del pueblo
Capítulo III 35
Ubicación y linderos
Capítulo IV 39
Edafología
Capítulo V 45
Sistema orográfico
Capítulo VI 47
Sistema fluvial
Capítulo VII 49
Pasaron los indios
Croniquilla La nochebuena en mi pueblo 71
Capítulo VIII 74
Fenotipo
Capítulo IX 76
Los primeros pobladores y la primera fiesta
Croniquilla Lo que se llama arepa 82
Capítulo X 84
La pre – parroquia
Capítulo XI 86
Un acontecimiento extraordinario: la creación de la parroquia por un santo
Cosquillejas Apariciones 96
Capítulo XII 98
El primer párroco
Capítulo XIII 111
Empezó como El Playón
Croniquilla La Muerte de Marcos 115
Capítulo XIV 118
Tierras de Ábrego
Capítulo XV 129
Siguiendo a los pioneros
Capítulo XVI
135
Insertada en la provincia de Ocaña
Croniquilla Zorrochucha 145
Capítulo XVII 147
Sardinata le arrebata el corregimiento a San Pedro
Capítulo XVIII 163
Vida religiosa en La Florida
Croniquilla Hablemos de calzones 176
Capítulo XIX 178
Sucesos del corregimiento
Capítulo XX 214
Nace el municipio
Capítulo XXI 220
Primera etapa de vida municipal
Croniquilla Añoranzas navideñas 227
Capítulo XXII 228
De nuevo corregimiento y otra vez municipio
Capítulo XXIII 232
La Iglesia en las últimas décadas
Croniquilla El zapato de Navidad 264
Capítulo XXIV 279
¿Qué ocurrió desde 1941?
Croniquilla Acorralado por ella 341
Capítulo XXV 383
Funcionarios a lo largo de la historia
Croniquilla La gallina impertinente 394
Colofón 396
Fuentes 397
Agradecimientos 401
SEMBLANZA DEL AUTOR DEL LIBRO CERCA DE LAS ESTRELLAS CUYO LANZAMIENTO REALIZAMOS HOY, DOCTOR ORLANDO CLAVIJO TORRADO


De su curriculum vitae
Estudios:

Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, Facultad de Derecho e Instituto de Ciencias Penales y Penitenciarias de la misma Facultad. Títulos obtenidos: Doctor en Derecho, Ciencias Políticas y Sociales y Especialista en Ciencias Penales y Penitenciarias.

Desarrollo gerencial- Proceso administrativo. Ministerio de Justicia - Escuela Judicial “Rodrigo Lara Bonilla”. Cúcuta, 1988.

Primer Seminario de Derecho Penal. Colegio de Abogados Penalistas, Cúcuta, 1990.

Estatuto para la defensa de la justicia. Escuela Judicial “Rodrigo Lara Bonilla”. Bogotá, 1990.

Actualización de Medicina Legal. Cúcuta, 1992.

Plan Nacional de Capacitación. Escuela de Investigación Criminal y Criminalística - Departamento de Justicia de los EE.UU. OPDAT. Cúcuta, 1995-1996.

Primer Encuentro-Seminario de Fiscales y Comandantes del GAULA. Cartagena, 2001.

Docencia:

Legislación Agraria. Instituto Superior de Educación Rural – ISER – (Piloto) Pamplona.

Cursillo de redacción de informes para miembros del Bloque de Búsqueda- GAULA, componente Policía Nacional, Cali.

Curso de Procedimiento Penal para investigadores del CTI, DAS y SIJIN, Cúcuta.

Academias y agremiaciones:

Academia de Historia del Norte de Santander.

Academia de Historia de Ocaña.

Centro de Historia de Convención.

Asociación de egresados de la Universidad Nacional de Colombia, Seccional Norte de Santander.

Colegio Nacional de Abogados-CONALBOS-Seccional Norte de Santander.

Colegio de Abogados Penalistas del Norte de Santander.

JURISCOOP- Cooperativa del Sistema Nacional de Justicia.
COOMEVA –Cooperativa médica del Valle y de los profesionales de Colombia.

Obras sin publicar:

Canicas y caramelos (novela breve), 30 páginas.

Jardín de luz (poemas), 30 páginas.

Cuentos, 50 páginas.

Selección de Croniquillas (columnas semanales publicadas en el diario cucuteño La Opinión desde 1983), 300 páginas.

Nuestros ancestros (estudio genealógico de los apellidos Clavijo y Torrado en Ábrego), 60 páginas.

Acciones del general Mateo Torrado en la guerra de los Mil Días, 30 páginas.


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Orlando Clavijo Torrado nació el 4 de enero de 1943 en La Victoria (corregimiento de Sardinata, departamento Norte de Santander, Colombia) en donde fue bautizado. Por singulares circunstancias se conocieron allí sus padres, Leoncio Clavijo Suescún - instalado en el lugar con un almacén al amparo de su tío Eligio Ovallos Suescún, luego de prestar el servicio militar en Cúcuta - y Elvira Torrado Torrado, quien procedía de Ábrego por cuanto su padre Ramón Torrado Vergel, tesorero de aquella población, se había visto obligado a emigrar con toda su familia ante la hostilidad de un bando político. El suegro y tío de don Ramón, don Benjamín Torrado Pérez, era dueño de una extensa propiedad agrícola en La Victoria, lo que les prometía una segura fuente de sustento.

Don Leoncio, que era natural de Bucarasica, decidió regresar a su tierra, hecho que ocurrió cuando su hijo Orlando tenía pocos meses de nacido. Por consiguiente, la infancia y la niñez de éste, hasta el momento de emprender estudios de bachillerato, transcurrieron en Bucarasica, pueblo que considera como su patria chica. También, algunos meses de su adolescencia y juventud, en intervalos, los vivió allí.

Terminada la escuela primaria, en 1955 ingresó al Seminario Menor del Dulce Nombre, en Ocaña, en donde estudió hasta el tercer año de bachillerato. Allí tuvo de acudiente a su tío abuelo Luís Felipe Torrado Vergel, primer alcalde de Ocaña del Frente Nacional. En el colegio Virrey Solís de Bucaramanga cursó el 4º grado y el 5º y 6º en el colegio Santander de la misma ciudad, obteniendo en este último el título de bachiller. Contó como acudientes allí a su tío Eliécer Torrado Torrado y a Leopoldo López Celis.

En Bogotá, adelantados los estudios reglamentarios, la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Colombia le otorgó el diploma de Doctor en Derecho, Ciencias Políticas y Sociales. Gracias a la amistad de su padre y la suya con el caudillo Lucio Pabón Núñez, en ese momento rector de la Universidad La Gran Colombia, fue presentado ante el presidente del Tribunal Superior de Ocaña, Urbano Pérez Sepúlveda, quien lo postuló para juez promiscuo del circuito de dicha ciudad, constituyendo éste su primer servicio público.

Ha sido también Abogado Asesor del Incora en Duitama, Boyacá, y en Pamplona juez penal municipal, fiscal de los juzgados del circuito penal, fiscal del juzgado superior, Abogado Auxiliar de la Procuraduría Regional, Procurador Regional y profesor de legislación agraria en el Iser, como ya se dijo. Su actividad política pasa por la de presidente del concejo municipal de Bucarasica, y a nivel departamental, miembro del Directorio Conservador, diputado a la Asamblea, Secretario de Hacienda y Director de Justicia. Vinculado de nuevo a la rama judicial, sus destinos hasta alcanzar la pensión de jubilación en el año 2004 fueron los siguientes, desempeñados todos en Cúcuta: juez de instrucción criminal ambulante, juez de orden público, fiscal regional, fiscal delegado ante los jueces penales del circuito especializados y fiscal delegado especializado ante las Unidades Investigativas del Departamento Administrativo de Seguridad – DAS - , Fuerzas Militares, Policía Nacional, Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía General de la Nación – CTI – y Grupo de Acción Unificada por la Libertad Personal – GAULA – . Ha ejercido su profesión de abogado con intermitencia, y actualmente se dedica a ella, a la par que a la investigación histórica y el mantenimiento de sus columnas periodísticas.

En sus épocas de colegial fundó en Bucaramanga con el hoy general retirado de la Policía Nacional Guillermo León Diettes el periódico El Derecho, a la vez que escribía en el diario El Deber. Igualmente participaba en los órganos informativos y políticos editados en Ocaña por el recordado dirigente y escritor Juan Romano Marún. En Cúcuta fundó y dirigió el quincenario Pregón Conservador que alcanzó pocos números.

Sus escritos en columnas semanales han aparecido en los diarios cucuteños El Comercio, Diario de La Frontera y La Opinión. En este último mantiene desde hace 23 años la columna Croniquilla. Colabora con sus páginas en los semanarios Ocaña 7 días y La Provincia de la misma ciudad y últimamente en El defensor público, órgano periodístico del colegio seccional de defensores públicos de Cúcuta.

Contrajo matrimonio en Bucaramanga con la abogada Esperanza Cáceres Casas, cuyo fruto son Orlando Alexander, bacteriólogo, Jaime Mauricio, médico, César Octavio, fisioterapeuta, y Silvia Andrea, quien siguió la carrera de sus padres.

Con la obra que sale hoy a la luz pública ingresó a las Academias de Historia de Ocaña y del Norte de Santander en diciembre de 2007 como miembro correspondiente.


Su raigambre genética en la provincia de Ocaña – ya que su madre, como se expresó atrás, era nativa de Ábrego, al igual que sus abuelos paternos y maternos – se reflejan en el reconocimiento en todas sus creaciones, y particularmente en Cerca de las estrellas, de la influencia tanto de Ocaña como de Ábrego en el nacimiento y prosperidad de la población llamada primitivamente El Playón, luego La Florida y por último Bucarasica.



(Cúcuta, 29 de mayo de 2009).
MENSAJES RECIBIDOS CON MOTIVO DEL EVENTO DE HOY

Un fuerte abrazo‏
De: Alba Lucía Parada Reyes




Doctor Orlando:

Quiero felicitarlo porque me enteré que pronto saldrá su libro al conocimiento de toda una comunidad. Esto es hermoso. Felicitaciones muy extensas a toda su familia. Que pasen un excelente día.

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Gracias y felicitaciones‏
De: Edwin Leonardo Avendaño








Gracias por la amable invitación, esperamos Dios nos conceda la gracia de poder acompañarle.

Saludos.

Padre Edwin.


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De: Jorge Melendez




Reciba mis felicitaciones por su aporte al conocimiento de su municipio. Celebro la aparición de su libro y espero adquirirlo en cualquier momento para hacer el respectivo comentario.

Renuevo mi aprecio y amistad.

Saludos

Jorge Melendez Sanchez
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De: Tilcia Vergel Bermudez




Dr. Orlando‏

Buenas noches.

Mil gracias por la invitación, pero me encuentro en Bogotá. Estoy trabajando en el Ministerio de Cultura. Desde acá le envío mis más sinceras felicitaciones por su esmero y amor a nuestra historia, Cordial saludo, Tilcia.


De:
María Angela Haddad Linero




Dr. Orlando, muchas gracias por hacernos extensiva esta invitación. Lo congratulamos por este trabajo tan interesante.

Cordialmente,

Mariángela H.

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De:

Nelly Raguá Casas


HOLA ORLANDO: MUCHAS FELICITACIONES Y ESPERO QUE ME ENVIE UN LIBRO PORQUE CON ESE AUTOR SERA MUY BUENO LEERLO.
RECIBA DE MI PARTE Y MI FAMILIA MUCHAS FELICITACIONES…..
SU NOVIA
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________________________________________


De: Alfredo Barriga Ibáñez



Apreciado Dr. Orlando:

Con gusto acompañaré a Ud . en el feliz lanzamiento de su obra. Gracias por la invitación.

Alfredo Barriga Ibáñez

________________________________________
Felicitaciones‏
De: Alonso Ojeda



Dr. Orlando Clavijo.

Cordial saludo.

Permítame expresarle mis más efusivas felicitaciones por tan significativo esfuerzo académico.

Cordialmente.

Alonso Ojeda Awad
Director Programa Paz.
Universidad Pedagogica Nacional de Colombia.
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Muchas Gracias‏
De: Mariana Tolosa Rico

Doctor Clavijo.... muchas gracias por su invitación... lo acompañaré con gusto... un abrazo, Mariana.
________________________________________OBRA DEL DOCTOR ORLANDO CLAVIJO TORRADO‏
De: Luis Eduardo Páez García






Atento saludo a todos:

El próximo viernes 29 de mayo, el abogado y académico Orlando Clavijo Torrado estará presentando en Cúcuta su libro "CERCA DE LAS ESTRELLAS", completa monografía histórica del municipio de Bucarasica. Les invitamos muy especialmente a acompañar a nuestro consocio de la Academia de Historia de Ocaña a este acto que demuestra una vez más el interés creciente de nuestros historiadores por recobrar la memoria histórica de los municipios nortesantandereanos.

Cordialmente,


LUIS EDUARDO PÁEZ GARCÍA
ACADEMIA DE HISTORIA DE OCAÑA
Museo Antón García de Bonilla


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Del señor alcalde de Ocaña :

Doctor Orlando:

Aún no sé si pueda acompañarlo en Cúcuta.

Sería un verdadero placer para mí, porque honor de hecho ya es su sola invitación.

Muchas gracias

YEBRAIL HADDAD LINERO
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De: Federico Canosa Torrado

"Felicitaciones primo por el lanzamiento de la nueva obra”.
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De: José de la Cruz Vergel Jaimes.

Abrego, 28 de Mayo de 2009

Doctor
ORLANDO CLAVIJO TORRADO.
Cúcuta.
Respetuoso saludo.
Permítame expresarle en nombre de las gentes humildes de mi noble tierra mi saludo sincero de felicitación por este libro, que no dudo será del interés de todo el pueblo nortesantandereano, producto del esfuerzo, dedicación y sacrificio de un hombre que hace honor a nuestra raza. Las nuevas generaciones encontrarán en su maravilloso libro un espacio y la luz que ilumina el camino del tiempo. Estamos deseosos de conocer esas maravillosas páginas, convencidos que estarán llenas de recuerdos de ese trasegar histórico de nuestras bucólicas aldeas, escritas con el lenguaje sencillo y picaresco propias de su pluma.

Lamento no poderlo acompañar, compromisos adquiridos con anterioridad no me lo permiten.
Reitero en nombre de mi familia mi abrazo sincero de felicitaciones

Con cariño, respeto y admiración,
JOSÉ DE LA CRUZ VERGEL JAIMES.
Director Casa de la Cultura-Ábrego
Nota: favor regalarme por este medio su teléfono y sé que tendré un ejemplar de su excelente libro.
________________________________________



De: Ledy del Carmen Parada Reyes, desde Suecia:

¨El arte de la palabra¨

Para contar cuentos hace falta solo una herramienta: El amor . Con el amor como herramienta podemos recibir de manera natural el arte en la palabra y a través de este arte que se encuentra dentro de nosotros, podemos descubrir el gran potencial en algo tan sencillo como contar cuentos. En éste caminar del mundo del cuento, todos somos bienvenidos, padres, abuelos, jóvenes, docentes, y todo aquel que le apetezca narrar una historia. Pero el escribirlo no es nada fácil. Escribir es un don que Dios concede a algunos de sus hijos y precisamente te escogió a vos para hacer esta hermosa obra, la que obviamente te acerca más a él, al Creador, porque mira hacia las estrellas...

Ledy del Carmen

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Cúcuta, Norte de Santander, Colombia
Casa-Museo General Francisco de Paula Santander - Villa del Rosario

CERCA DE LAS ESTRELLAS

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PORTADA

50 años del Diario La Opinión

50 años del Diario La Opinión
cena en el Club del Comercio - 15 de Junio de 2010 - Columnistas

Museo Antón García de Bonilla

Museo Antón García de Bonilla
Orlando Clavijo Torrado y Luís Eduardo Páez García junto a la foto del General Mateo Torrado, tío bisabuelo del primero, quien la donó. Don Justiniano J. Páez, abuelo del doctor Luis Eduardo, en su obra histórica al referirse a la guerra de los Mil Días, da fiel cuenta de las acciones del General Torrado en la contienda, en virtud a haber actuado como su secretario.

Museo Antón García de Bonilla

Museo Antón García de Bonilla
Hermanos Clavijo Torrado, Orlando, Nora, Edilia y Olga. Julio de 2010, Ocaña - Junto a la bandera con la imagen del Libertador Simón Bolívar bordada por señoras de Ocaña al conmemorarse el primer centenario de la independencia (1910).

EN EL AGUA DE LA VIRGEN

EN EL AGUA DE LA VIRGEN
Orlando Clavijo Torrado, sus hijos, nietos y primos.

CERCA DE LAS ESTRELLAS

CERCA DE LAS ESTRELLAS
CONTRAPORTADA

NI TAN CERCA DE LAS ESTRELLAS - Gustavo Gómez Ardila

NI TAN CERCA DE LAS ESTRELLAS - Gustavo Gómez Ardila
COLUMNA DEL 2 DE JUNIO DE 2009 - DIARIO LA OPINION

MONOGRAFIA DE BUCARASICA - Olger García Velásquez

MONOGRAFIA DE BUCARASICA  - Olger García Velásquez
COLUMNA DEL 2 DE JUNIO DE 2009 - DIARIO LA OPINION

Posesión como miembro de la Academia de Historia de Norte de Santander, Cúcuta, 17 diciembre 2007

Posesión como miembro de la Academia de Historia de Norte de Santander, Cúcuta, 17 diciembre 2007
Con sus hijos, de izquierda a derecha Cesar Octavio, Jaime Mauricio, Silvia Andrea y Orlando Alexander Clavijo Cáceres

LANZAMIENTO LIBRO "CERCA DE LAS ESTRELLAS"

LANZAMIENTO LIBRO "CERCA DE LAS ESTRELLAS"
29 DE MAYO DE 2009. CÚCUTA.

En la Academia de Historia de Norte de Santander

En la Academia de Historia de Norte de Santander
Padre Edwin Avendaño, José Antonio Toloza (Q.E.P.D), Secretario de la Academia, y Orlando Clavijo Torrado