sábado, 9 de mayo de 2009

CRONIQUILLA
¡OJO CON LOS QUE ECHAN OJO!
Orlando Clavijo Torrado

Parece que en el oficio se ocupan solamente los varones. En efecto, no se ve sino a ellos con el palo en la mano; ninguna mujer se le ha medido a coger públicamente una cosiaca de esas, batirla, como lo hacen los hombres, y mostrar con ella el hueco en donde uno se pueda meter. El gremio lo componen muchachos, por lo general. Hay pocos caballeros de la tercera edad. A uno de éstos, por cierto muy respetuoso y amable, lo encontré en San Cristóbal en una concesionaria automotriz. Me confió que le iba a comprar una camioneta a su hija con los ahorros logrados en el parqueadero en el que se instaló hace años.
Espero que no se piense mal: cuando afirmo que por ninguna parte se encuentra una mujer con palo, o palito, es porque realmente quienes se dedican a guardar el estacionamiento de vehículos en la calle, o frente a templos, clubes, colegios, almacenes, conciertos, estadios, canchas deportivas y aglomeraciones, son hombres.
El arma de estos guardianes consiste en un palo. Primero le buscan a uno el lugar propio para aparcarse, lo conducen haciéndole señales con el palo, y cuando uno regresa a recoger su auto ellos presentan la pantomima de que han permanecido allí sin quitarle el ojo. Entonces le ayudan a despejar la vía para que se incorpore al torrente circulatorio sin inconvenientes.
Sin embargo, el abordaje del vehículo es el momento crítico. Surge la incógnita de si el joven veló por nuestro coche o ni siquiera lo miró durante todo el tiempo, pero, eso sí, salta a la ventanilla del chofer tendiendo una mano para recibir la paga mientras en la otra mano agita el bastón, más o menos en tono intimidante. Como persona previsiva, usted debe tener a disposición monedas de quinientos pesos o billetes de mil, calculando recompensarlo con el equivalente a lo que cobran en un parqueadero cerrado. Si le da un poco menos, el tipo hasta se aguanta. Pero no se le ocurra decirle que qué pena, me quedé sin sencillo, cargo puro billete grueso, la próxima vez le pagaré doble, porque el mancebo entra en furia, amenaza con acabarle el carro a garrotazos, le mienta la madre, lo incita a que se baje para que se agarren a coñazos y, si usted acelera, él corre detrás y alcanza a propinarle unos puñetazos y patadas en el baúl. No invento. Esto lo observé en la plazoleta de una iglesia.
Por esta clase de agresiones sostengo que los vigilantes de carros se han convertido en una pandilla peligrosa, a la que la Policía debe meter en cintura, requisarlos y examinar sus antecedentes penales pues es probable que allí haya delincuentes infiltrados.
Por consiguiente, hay que desconfiar de la mayoría de individuos que provistos de un palo se ofrecen a cuidar los autos.
Vuelvo al cuento de que, en cambio, con las damas se puede andar tranquilo y seguro pues ellas, nada que ver con cuidar carros ni con palos. A lo sumo a su paso se puede exclamar: ¡Qué palo de vieja!

orlandoclavijotorrado.blogspot.com

Cúcuta, 8 de mayo de 2009.

Datos personales

Mi foto
Cúcuta, Norte de Santander, Colombia
Casa-Museo General Francisco de Paula Santander - Villa del Rosario

CERCA DE LAS ESTRELLAS

CERCA DE LAS ESTRELLAS
PORTADA

50 años del Diario La Opinión

50 años del Diario La Opinión
cena en el Club del Comercio - 15 de Junio de 2010 - Columnistas

Museo Antón García de Bonilla

Museo Antón García de Bonilla
Orlando Clavijo Torrado y Luís Eduardo Páez García junto a la foto del General Mateo Torrado, tío bisabuelo del primero, quien la donó. Don Justiniano J. Páez, abuelo del doctor Luis Eduardo, en su obra histórica al referirse a la guerra de los Mil Días, da fiel cuenta de las acciones del General Torrado en la contienda, en virtud a haber actuado como su secretario.

Museo Antón García de Bonilla

Museo Antón García de Bonilla
Hermanos Clavijo Torrado, Orlando, Nora, Edilia y Olga. Julio de 2010, Ocaña - Junto a la bandera con la imagen del Libertador Simón Bolívar bordada por señoras de Ocaña al conmemorarse el primer centenario de la independencia (1910).

EN EL AGUA DE LA VIRGEN

EN EL AGUA DE LA VIRGEN
Orlando Clavijo Torrado, sus hijos, nietos y primos.

CERCA DE LAS ESTRELLAS

CERCA DE LAS ESTRELLAS
CONTRAPORTADA

NI TAN CERCA DE LAS ESTRELLAS - Gustavo Gómez Ardila

NI TAN CERCA DE LAS ESTRELLAS - Gustavo Gómez Ardila
COLUMNA DEL 2 DE JUNIO DE 2009 - DIARIO LA OPINION

MONOGRAFIA DE BUCARASICA - Olger García Velásquez

MONOGRAFIA DE BUCARASICA  - Olger García Velásquez
COLUMNA DEL 2 DE JUNIO DE 2009 - DIARIO LA OPINION

Posesión como miembro de la Academia de Historia de Norte de Santander, Cúcuta, 17 diciembre 2007

Posesión como miembro de la Academia de Historia de Norte de Santander, Cúcuta, 17 diciembre 2007
Con sus hijos, de izquierda a derecha Cesar Octavio, Jaime Mauricio, Silvia Andrea y Orlando Alexander Clavijo Cáceres

LANZAMIENTO LIBRO "CERCA DE LAS ESTRELLAS"

LANZAMIENTO LIBRO "CERCA DE LAS ESTRELLAS"
29 DE MAYO DE 2009. CÚCUTA.

En la Academia de Historia de Norte de Santander

En la Academia de Historia de Norte de Santander
Padre Edwin Avendaño, José Antonio Toloza (Q.E.P.D), Secretario de la Academia, y Orlando Clavijo Torrado