miércoles, 18 de agosto de 2010

CRONIQUILLA
MEMORIA DEL BARRIO LA MERCED (IV)
Orlando Clavijo Torrado

El sitio preferido para patinar en patines de hierro era el canal Bogotá por su perfecta pavimentación. A propósito del canal, quedaba por allí el grill Canaima, el lugar de “perversión” del barrio pero con cierto aire de elegancia, que ofrecía pista de baile, bar con variados licores y habitaciones exclusivas para los goces amatorios.
Evocan, mi sobrino Francisco Fernando Rincón Clavijo, desde Bucaramanga, y el doctor Edgar Eduardo González Durán, desde Bogotá, otro cúmulo de episodios y nombres de familias cada una con mucha significación. Aun en aquella época, no muy lejana, nadie se traumatizaba como hoy porque lo corregían con un reglazo en la mano y lo paraban detrás del tablero por indisciplina, cual lo estilaba doña Tina en su liceo. De otra parte, no era este el único establecimiento de educación privado: igualmente existía una Academia de Comercio de doña Olga de Urdaneta.
En anterior Croniquilla hablé de la familia alemana cuyo jefe de hogar tenía el apellido Kreutser – no Klausen - , padre de Erick, Manfredo y unas preciosas niñas que preferían de novios a los jugadores uruguayos como Agustín Latorre y Luis Decevo. Sin embargo, conste que no eran ellos los únicos extranjeros ya que estaban también los Pozoni con su prole de Marita, Bunny, Chandor y Mito.
Hablando de fútbol, es digno de rememorar que las calles servían de canchas, por algún tiempo fungió de animador el joven Kiko Urbina, afectado de demencia, y los rivales los “equipos” de Juana Rangel y Pescadero. Hubo un tiempo en que no cesaban las derrotas frente a Pescadero. Gracias a que se hallaba en la ciudad de descanso el famoso jugador “Burrito” González – por entonces integrante del Deportivo Cali, novio de Ema González, nieta del periodista Montegranario y hermana del no menos célebre “Tuco”- , y a la mediación de su primo Pablo Pérez y del destacado miembro de la selección de básquet Darío Pinzón Rodríguez, accedió el “Burrito” a reforzar al glorioso conjunto de La Merced que por fin ese día le propinó a Pescadero una solemne goleada.
¿Quién no reconocía a los muchachones de la década 1960 – 1970 generalmente no por sus nombres sino por sus graciosos apodos? ¿A los mellizos Duarte, al "Gorila Cote”, a Kirika o Ricardo Ojeda, a Tripa o Pablo Pérez, a Matachulo o Jorge Ramírez , al gordo Gustavo Barroso, a Tonina o Hugo Pérez, al Tuerto o Darío Pinzón , a Tuco o Montegranario Sanchez III, a Moco de Pisco o Luis Casanova cuyo hermano Sergio se salvó de algún mote, quien ha brillado como psiquiatra, a Felipillo (Luis Felipe Dávila, hijo) y su hermano Polilla, a Néstor Miranda, quien según el doctor González Durán es un pensador de talla nacional, sin remoquete como los Durán Porto y Régulo y León García Herreros, así como don Polo era simplemente don Polo, el de la tienda de la esquina con el canal?
Terminemos con un recuerdo nostálgico por algo indescriptible como las novenas navideñas en el parque Juana Rangel de Cuéllar que congregaban no solo a La Merced sino a los barrios circunvecinos, celebraciones tan esperadas y sumamente animadas.

orlandoclavijot@hotmail.com


Cúcuta, 17 de agosto de 2010.

lunes, 2 de agosto de 2010

CRONIQUILLA
MEMORIA DEL BARRIO LA MERCED (III)
Orlando Clavijo Torrado

Era mi propósito dejar estas anotaciones solamente en dos columnas, como contribución a la futura historia de Cúcuta y sus barrios, pero unos reclamos cordiales y unos correos electrónicos me imponen que agregue unas líneas.
Se me había quedado en el tintero consignar, al alabar la comodidad de aquellas construcciones, su modelo americano en cuanto al aparcamiento o garaje, perfectamente separado de la entrada a la casa, y no como hoy en día en que el ahorro o una visión egoísta hacia el usuario hacen que el arquitecto ponga garaje y entrada juntos.
Era famosa la fábrica de “vikingos”, unos refrescos helados envasados en bolsitas, de distintos sabores y colores, consumidos con ansias por toda la muchachada de la ciudad. La factoría pertenecía a don Iván y don Alfredo Mattos. Por cierto que un amigo compró en alguna ocasión un bulto para llevar a su pueblo y vender en la tienda, lo dejó en el garaje de la casa de mi padre con la promesa de regresar pronto pero se embolató en otros asuntos y sólo volvió a los ochos días cuando la mercancía, sin congelación, iba saliendo en un hilillo rojo hasta el andén y la calle hasta quedar las bolsas vacías.
Como en el poema de Zalamea, crece la audiencia, así crece la lista, que sería interminable, de las dignas familias que allí residían. La doctora Lucy Villamil muy cariñosamente me entregó el recado del reclamo de su señora madre, de 92 años, quien estaba muy brava conmigo por no haber nombrado a muchos otros apellidos. Sea entonces la oportunidad para mencionar a Julián y Santander Pinzón, a Luis Eduardo Chona, Amelia Cabrales de Franco, Jesús y Julio Ramírez, honrados peseros, a los Barroso y los Villamil Cañizares. Venga a cuento también el noble doctor Álvaro Niño Duarte, ex gobernador del departamento, recientemente fallecido, una enciclopedia de la vida y milagros de cada ciudadano cucuteño, contados con gracia y malicia; su esposa Conchita, también desaparecida no hace mucho, y sus hijos, mi comadre Lucha y Tata, Yolanda y Fabio. También que salgan a relucir en este recuento de los antiguos moradores del barrio La Merced los Hernández Yáñez – Gustavo, Yamile, Gilberto, Alvaro y Gloria-, los Hernández Valderrama - Martha Elena, Tana, Nela, Sergio, Pacho -, los Estévez, Mariana Azula, don Hugo Santos y doña Helena, la familia Casanova cuyo jefe de hogar era sastre, don Jesús Ramírez, los Barreto, don Pablo Mogollón, hermano de don Arturo y la familia Godoy. Uno de los Salcedo Baldión era nuestro vecino pues vivía en Juana Rangel.
No podemos olvidar a don Víctor, así simplemente, don Víctor, el famoso “sereno” – equivalente al celador de hoy – . El santo y seña convenido cuando aparecían los que él llamaba “maripositas” – o ladrones – eran tres pitazos. En anterior columna relaté cómo los dueños de casa tenían todos revólver, de modo que oída la alarma dada por don Víctor desde cualquier esquina, se formaba el plomeo, remedio inequívoco para desterrar del barrio a estos maleantes.
Sin duda que la lista no está agotada pero confío en que figura aquí un buen porcentaje de familias. Si se me escapa alguna, le ruego excusarme.
Gracias a doña María Fernanda Conde Serrano y a los doctores Iván Vila Casado, Lucy Villamil Cañizares, Olga Mantilla Suárez y Martha María Mattos Hurtado por sus aportes para estos apuntes. Ah, y a mi hermana Nora, mi principal fuente, quien reúne unas buenas décadas de vivir allí.

orlandoclavijot@hotmail.com
Cúcuta, 2 de agosto de 2010.

Datos personales

Mi foto
Cúcuta, Norte de Santander, Colombia
Casa-Museo General Francisco de Paula Santander - Villa del Rosario

CERCA DE LAS ESTRELLAS

CERCA DE LAS ESTRELLAS
PORTADA

50 años del Diario La Opinión

50 años del Diario La Opinión
cena en el Club del Comercio - 15 de Junio de 2010 - Columnistas

Museo Antón García de Bonilla

Museo Antón García de Bonilla
Orlando Clavijo Torrado y Luís Eduardo Páez García junto a la foto del General Mateo Torrado, tío bisabuelo del primero, quien la donó. Don Justiniano J. Páez, abuelo del doctor Luis Eduardo, en su obra histórica al referirse a la guerra de los Mil Días, da fiel cuenta de las acciones del General Torrado en la contienda, en virtud a haber actuado como su secretario.

Museo Antón García de Bonilla

Museo Antón García de Bonilla
Hermanos Clavijo Torrado, Orlando, Nora, Edilia y Olga. Julio de 2010, Ocaña - Junto a la bandera con la imagen del Libertador Simón Bolívar bordada por señoras de Ocaña al conmemorarse el primer centenario de la independencia (1910).

EN EL AGUA DE LA VIRGEN

EN EL AGUA DE LA VIRGEN
Orlando Clavijo Torrado, sus hijos, nietos y primos.

CERCA DE LAS ESTRELLAS

CERCA DE LAS ESTRELLAS
CONTRAPORTADA

NI TAN CERCA DE LAS ESTRELLAS - Gustavo Gómez Ardila

NI TAN CERCA DE LAS ESTRELLAS - Gustavo Gómez Ardila
COLUMNA DEL 2 DE JUNIO DE 2009 - DIARIO LA OPINION

MONOGRAFIA DE BUCARASICA - Olger García Velásquez

MONOGRAFIA DE BUCARASICA  - Olger García Velásquez
COLUMNA DEL 2 DE JUNIO DE 2009 - DIARIO LA OPINION

Posesión como miembro de la Academia de Historia de Norte de Santander, Cúcuta, 17 diciembre 2007

Posesión como miembro de la Academia de Historia de Norte de Santander, Cúcuta, 17 diciembre 2007
Con sus hijos, de izquierda a derecha Cesar Octavio, Jaime Mauricio, Silvia Andrea y Orlando Alexander Clavijo Cáceres

LANZAMIENTO LIBRO "CERCA DE LAS ESTRELLAS"

LANZAMIENTO LIBRO "CERCA DE LAS ESTRELLAS"
29 DE MAYO DE 2009. CÚCUTA.

En la Academia de Historia de Norte de Santander

En la Academia de Historia de Norte de Santander
Padre Edwin Avendaño, José Antonio Toloza (Q.E.P.D), Secretario de la Academia, y Orlando Clavijo Torrado