lunes, 30 de mayo de 2011

CRONIQUILLA
ELEGÍA AL AGUA POTABLE
Orlando Clavijo Torrado

¿Recuerdas, agua, aquel tiempo/en que faltaste en Cúcuta?/ Siempre habías sido esquiva/ - cual mujer deseada - /con tu cuerpo ondulante, inaprensible, lista al escape./De pronto, se te antojó castigarnos/castigar a toda una ciudad /con verdadera saña/en los años 2010 y 2011.
Eran, justamente, tiempos de lluvias./ Un millón de habitantes clamaban por ti./ La gente se amotinó /porque esta gente es bragada y enardecida./Hubo disturbios y por poco/la situación se desborda./Y no es que te hubieras evaporado/Estabas abundante/ Rebosabas/como ubres de hembra preñada/./Venías en los brazos de dos ríos:/Zulia y Pamplonita./
Pero te volviste turbia, sucia/y nadie te podía probar/¡Uf, qué asco! ¡Y qué peligro! /No permitías que te purificaran/¡Terca, terca, terca!
Ocurrió, entonces, que te aparecías a chorritos/Aún así, ¡qué alivio cuando llegabas a mi hogar!/Ahora, si te desparramabas en chorro completo/ provocaba besarte/ besarte toda/ chorro arriba.
Había que recogerte con amor/con extremo cuidado/ en disímiles cuencos. /Si hubieras visto/la alegría de mis nietos/metiendo en el tanque lleno del lavadero/botellas plásticas de Coca-cola/ de dos litros y medio/. (Porque era preciso aprontar/ para el próximo racionamiento/para la sequía del día siguiente).
¡Como se admiraban/ y cómo disfrutaban al verte gorgorear!/”Más tarde, en el bachillerato-/les explicaba yo-/estudiarán las leyes de la física. /Allá comprenderán que el agua/ desplaza al aire. /Por eso hace gluglú”.
Seguramente ellos contarán/pasados los años/ que eran tiempos terribles/como de guerra/en que no había agua/y debía almacenársela en envases de bebidas gaseosas./ ¡Sí, así contarán, escandalizados!/
Los jovencitos te suplican en su lenguaje:/ “No te vayas, por fa, ¿si? -/ Los gomelos te piden:/ “¿Te quedas, okey?”
Confesamos que nunca/te habíamos apreciado como te mereces./Cuando te tenemos ordinariamente/ te derrochamos/¡oh, qué dolor! / te subestimamos, pero en este trance/en que te añoramos día a día,/ minuto a minuto,/sabemos que eres/ un tesoro, el oro mismo, una riqueza.
(¡Y bien cara que eres!/ ¡Cómo cuesta el gozarte!/Pero no importa:/por ti se paga/ lo que sea).
Todos a una te rogamos:/¡Nunca más nos abandones!/ ¡Agüita preciosa!/Agüita linda!/Agüita del alma!/¡Agüita potable!

orlandoclavijotorrado.blogspot.com

Cúcuta, 30 de mayo de 2011.

miércoles, 11 de mayo de 2011

CRONIQUILLA

DE COLAPSOS, FALENCIAS Y TEMÁTICAS
Orlando Clavijo Torrado

Hace un buen tiempo que no me refiero a las últimas expresiones idiomáticas pues sabido es que la lengua cambia o se remoza constantemente, en particular ahora por concepciones sociológicas, filosóficas y políticas. Entonces, es el momento de echar un vistazo.
Recuerdo que en la cartilla de leer de primaria la letra E la ilustraban con la figura de un enano. Uno, niño y cruel inocentemente como todo niño, se reía a gusto - ¡ja, ja, ja! miren un enano! ¡ja, ja, ja! - mas lo cierto es que la letra le quedaba grabada para siempre. Hoy están abolidos semejantes ejemplos. Además, las leyes de la no discriminación censuran que a los enanos se les llame enanos sino minusválidos o discapacitados. Pero así también hay que llamar a los que popularmente se conocían como mochos, tuertos, bizcos, cojos, ciegos. Dentro de las modernas corrientes Simón el bobito no era tal bobito: habrá que cambiar la famosa poesía de Pombo: “Simón el discapacitado llamó al pastelero…”
Asimismo, prohibido está decir negro por afrodescendiente, indio por individuo de cultura diversa (indio es un modo despectivo para referirse a los aborígenes de América); discriminatorio es también llamar homosexual, menos aún marica o maricón (muy castizos) a los mismos; el nombre social y políticamente correcto es gay.
En la transmisión de la reciente boda del príncipe Guillermo y Kate Middleton, escuchaba yo por la televisión española que a la chica no se le debía decir plebeya sino persona de clase diferente. ¡Vaya eufemismo! Antiguamente la gente de poco dinero era gente de clase pobre; ahora es de clase vulnerable.
Por fortuna, a los que pasamos de los ticinco nos cambiaron el apelativo de viejo, abuelo o anciano por el de adulto mayor o persona de la tercera edad. ¡Ya es mucho alivio!
Pero se ha caído en tal perversión o distorsión del lenguaje que el problema no es problema sino problemática, los asuntos no son graves sino complicados, por estos días de tanto invierno casas y calles que antes se derrumbaban o se caían o se hundían hoy se colapsan. Los estetas no se han puesto de acuerdo sobre si el verbo es reflexivo o no. En todo caso, los únicos que no colapsan o se colapsan son los precios de los víveres y las facturas de los servicios públicos. Todo colapsa: la salud, las carreteras, el acueducto en Cúcuta. Realmente, el colapso nada tiene que ver con caída o derrumbe, pero como nos volvimos tan sofisticados para hablar…Hoy, puente que se respete no se cae sino colapsa. Una carretera a la que continuamente le invierten plata sin estudios ni soportes técnicos como la de Cúcuta-Ocaña no cesa de colapsar.
Los municipios no tienen carencias en sus presupuestos sino falencias – que etimológicamente tampoco se relaciona con carecer o faltar -, pero eso se llama hablar bonito y fino (sólo en Argentina y Perú significa carencia, según el DRAE). Suena elegante hablar de las falencias en escuelas, colegios y universidades, pero nadie le pone bolas a las carencias en el buen hablar.
De otro lado, todo ahora es tema: el tema del agua, el tema de la salud, el tema de la corrupción.
De pronto, más adelante encuentro otros ejemplos de los nuevos giros del lenguaje. Termino aquí porque me quedé sin tema.

orlandoclavijotorrado.blogspot.com
Cúcuta, 11 de mayo de 2011.

Datos personales

Mi foto
Cúcuta, Norte de Santander, Colombia
Casa-Museo General Francisco de Paula Santander - Villa del Rosario

CERCA DE LAS ESTRELLAS

CERCA DE LAS ESTRELLAS
PORTADA

50 años del Diario La Opinión

50 años del Diario La Opinión
cena en el Club del Comercio - 15 de Junio de 2010 - Columnistas

Museo Antón García de Bonilla

Museo Antón García de Bonilla
Orlando Clavijo Torrado y Luís Eduardo Páez García junto a la foto del General Mateo Torrado, tío bisabuelo del primero, quien la donó. Don Justiniano J. Páez, abuelo del doctor Luis Eduardo, en su obra histórica al referirse a la guerra de los Mil Días, da fiel cuenta de las acciones del General Torrado en la contienda, en virtud a haber actuado como su secretario.

Museo Antón García de Bonilla

Museo Antón García de Bonilla
Hermanos Clavijo Torrado, Orlando, Nora, Edilia y Olga. Julio de 2010, Ocaña - Junto a la bandera con la imagen del Libertador Simón Bolívar bordada por señoras de Ocaña al conmemorarse el primer centenario de la independencia (1910).

EN EL AGUA DE LA VIRGEN

EN EL AGUA DE LA VIRGEN
Orlando Clavijo Torrado, sus hijos, nietos y primos.

CERCA DE LAS ESTRELLAS

CERCA DE LAS ESTRELLAS
CONTRAPORTADA

NI TAN CERCA DE LAS ESTRELLAS - Gustavo Gómez Ardila

NI TAN CERCA DE LAS ESTRELLAS - Gustavo Gómez Ardila
COLUMNA DEL 2 DE JUNIO DE 2009 - DIARIO LA OPINION

MONOGRAFIA DE BUCARASICA - Olger García Velásquez

MONOGRAFIA DE BUCARASICA  - Olger García Velásquez
COLUMNA DEL 2 DE JUNIO DE 2009 - DIARIO LA OPINION

Posesión como miembro de la Academia de Historia de Norte de Santander, Cúcuta, 17 diciembre 2007

Posesión como miembro de la Academia de Historia de Norte de Santander, Cúcuta, 17 diciembre 2007
Con sus hijos, de izquierda a derecha Cesar Octavio, Jaime Mauricio, Silvia Andrea y Orlando Alexander Clavijo Cáceres

LANZAMIENTO LIBRO "CERCA DE LAS ESTRELLAS"

LANZAMIENTO LIBRO "CERCA DE LAS ESTRELLAS"
29 DE MAYO DE 2009. CÚCUTA.

En la Academia de Historia de Norte de Santander

En la Academia de Historia de Norte de Santander
Padre Edwin Avendaño, José Antonio Toloza (Q.E.P.D), Secretario de la Academia, y Orlando Clavijo Torrado