domingo, 29 de julio de 2012

PARA EL SEMANARIO “LA PROVINCIA DE OCAÑA• BOLIVAR DEFORMADO Orlando Clavijo Torrado Es admirable la sumisión que ha logrado Hugo Chávez de sus seguidores; ya estos le enajenaron su voluntad y sus sentimientos; puede afirmarse que los tiene robotizados, peor aún, idiotizados. En efecto, una vez presenciamos por televisión que arremetió contra Jesucristo, la Iglesia Católica, el papa y los obispos venezolanos, y había que ver la ovación que recibió; luego, con motivo de su misteriosa enfermedad, le imploró a Jesús Nazareno que le diera más días de vida a cambio de soportar su cruz y sus espinas: sus fanáticos rabiaban de aplausos. Uno contempla la multitud que lo rodea y llega a explicarse que se deje electrizar por sus palabras como ha ocurrido en la historia con muchos oradores populacheros: es un fenómeno ya estudiado entre otros por Gustave Le Bon en su obra La Psicología de las masas. Lo incomprensible es que muy cerca de Chávez aparecen personas que dan la apariencia de serias e intelectuales, y que sean las que encabecen las palmas por cualquier cosa que diga, no importa lo absurdo que suene. Eso ocurrió en días pasados en que el extraño mandatario venezolano develó la imagen del nuevo rostro del Libertador Simón Bolívar. Así se tratara de la estampa de un mico, la aclamación de los áulicos hubiera sido cerrada. Los “científicos” hicieron bien el trabajo, a complacencia de su patrono, que les pidió un resultado lo más parecido a él, con sus rasgos fisonómicos de afrodescendiente. Bolívar distaba de ser un adonis, al estilo del general José María Córdova, pero tampoco asustaba, en prueba de lo cual está el éxito que tenía con las mujeres. El rostro del Genio de América en sus diversas edades quedó plasmado en retratos al óleo por pintores contemporáneos. Entre los retratos más conocidos se encuentra el realizado en 1825 por el peruano José Gil de Castro, para quien el Libertador posó, ¿y que ahora nos venga el ex coronel Chávez con el cuento de que por fin vamos a conocer cómo era realmente el héroe? Debiera confesar que así es como él quiere que veamos al prototipo que en su delirio afirma que reencarna. Semejantes exabruptos ocurren cuando la ideología política sojuzga y moldea todas las expresiones culturales. Con negar las raíces españolas de Bolívar no se le rinde tributo a la amalgama de indios, mestizos, negros y mulatos que fundió nuestra raza, cual lo predica Chávez al presentar al Padre de la Patria como el crisol de todos esos elementos. ¡Pobre Bolívar! Debe de estar revolcándose en la tumba y pugnando porque Chávez le oiga sus reclamos:¡No abuses, chico, yo no era así de horrible y no tengo la culpa de que tú seas tan feo y por eso mandes que cambien mi retrato! ¡Tú te podrás parecer al diablo, pero a mí no, cónchale! En definitiva, sigamos admirando y venerando al Bolívar nunca desmentido de la nutrida galería que nos dejaron los pintores de su época, y no le pongamos atención a los desvaríos del deschavetado de Chávez. orlandoclavijotorrado.blogspot.com 29 de julio de 2012.

lunes, 23 de julio de 2012

PARA EL SEMANARIO “LA PROVINCIA DE OCAÑA” CECILIA LEE Orlando Clavijo Torrado Hace tiempo no veía a Cecilia; la encontré en la avenida 5ª de Cúcuta, más arriba del palacio de la gobernación, atendiendo una venta de dulces y de minutos de celular. Su marido, Gustavo, murió violentamente a manos de desconocidos que lo asaltaron. Gustavo y Cecilia fueron mayordomos de una finca de mi padre en el corregimiento La Mutis, hoy del municipio de Villa del Rosario. En aquel entonces ambos gozaban y lucían una vigorosa juventud que se le medía a todas las faenas del campo. Ella era bonita, y pese a sus cincuenta y tantos, se conserva atractiva. Después de los saludos de rigor y de los recuerdos me contó que tras unos años de viudez encontró en otra vereda un novio, muy correcto y con alguna preparación, con quien se unió. El hombre, que da la idea de ser mudo pues apenas se sonríe, quién lo creyera, lideraba el vecindario. Cecilia, entonces, se vio convertida en la esposa de la figura importante y esencial de la comunidad. Debía seguirlo a cuanta reunión y evento surgía, por supuesto, orgullosa de su marido. Pero, ¡qué sufrimiento y desazón cuando le pasaban documentos para que leyera! Se refugiaba siempre en la excusa de la falta de gafas. Si fuera sólo angustia. ¡Sentía vergüenza! Su compañero, con mucho tacto y cariño la incitaba a instruirse: “mi amor –le insistía – fíjese en las oportunidades que está perdiendo por no saber leer”. ¡Ella, ya abuela, y todavía analfabeta! ¡Qué osos los que hacía! En una elección de junta de acción comunal la pusieron de jurado; se dio mañas para que otra persona leyera los nombres de los candidatos mientras ella de memoria llevaba el conteo de los votos y los recitaba en voz alta. ¡Ay de que su ayudante se le apartara un momento! ¡Ahí hubiera sido Troya! ¡Habrían descubierto – como ella dice – que era una burra! Este episodio le definió su futuro. Humildemente se matriculó en una escuela de alfabetización para adultos y no demoró mucho en aprender a leer y escribir. “Cómo son las cosas – me comenta - . De no haber quedado viuda aún seguiría en las tinieblas de la ignorancia, como un animalito. Esta ha sido – aparte de mis hijos y mis nietos - mi mayor realización en la vida”. Cecilia me brindó una gaseosa que sacó de una cava de icopor. Su relato me llenó de emoción y por tal motivo la felicité repetidas veces. Me despedí de ella con todo el aprecio y la gratitud que me inspira como la antigua servidora en la hacienda. Vi que tomó de inmediato la amplia hoja de un periódico que contenía un crucigrama. La devora el ansia de leer. Me confió que no se le escapan ni los avisos clasificados, volantes, folletos, en fin, cualquier papel, y, claro, dado que se volvió evangélica, lee la Biblia, o la palabra, como la llama, al igual que todos los vendedores ambulantes de caimanes para el pelo, manillas, aretes, chitos, papas fritas, delicioso mazato, peto-peto y fritanga, entre cliente y cliente. orlandoclavijotorrado.blogspot.com 23 de julio de 2012.

jueves, 12 de julio de 2012

PARA EL SEMANARIO “LA PROVINCIA DE OCAÑA” LA SUBLEVACIÓN DEL CAUCA Orlando Clavijo Torrado Hace unas décadas aún los indios usaban taparrabos. Una señora de Málaga, ya fallecida y que llegó vivir cerca de los cien años, me refería que en la hacienda de su padre contrataron a un indígena para que le diera vueltas a una máquina de manivela. El nativo no soportó el trabajo sino un día; al preguntársele el porqué del abandono contestó: al mover la manivela sacudírseme y jodérseme mucho la turmera. Actualmente todo cambió: salvo una pequeña tribu del Amazonas que se mantiene en la Edad de Piedra y con sus vergüenzas al aire, nuestros aborígenes se visten como el “hombre blanco”. Algunos varones lucen una especie de falda pero no significa que no usen ropa interior (pienso yo). Los indígenas fueron decisivos en la redacción de la Constitución Política de 1991. Por ejemplo, impusieron que se eliminara la invocación de la Constitución de 1886 que expresaba “en nombre de Dios, fuente suprema de toda autoridad, y con el fin de afianzar la unidad nacional y asegurar los bienes de la justicia, la libertad y la paz…” Alegaron que ellos no creían en ese Dios pues son panteístas y algunos como Lorenzo Muelas abiertamente ateos. Los constituyentes miembros del M-19 y del Partido Liberal los acompañaron en tal posición. Los conservadores, liderados por Álvaro Gómez Hurtado, lograron que se dijera tímidamente “invocando la protección de Dios”. Otras conquistas suyas quedaron plasmadas en el artículo 7º, “El Estado reconoce y protege la diversidad étnica y cultural de la Nación colombiana”, y en los artículos 329 y 330 sobre entidades territoriales indígenas. En el numeral 17 del artículo 330 se puntualiza que son obligaciones de los consejos indígenas “colaborar con el mantenimiento del orden público dentro de su territorio de acuerdo a las instrucciones y disposiciones del gobierno nacional”. Pero los indígenas no están sujetos, como los demás colombianos, a prestar el servicio militar, aunque paradójicamente sí se les ha visto formando en las filas guerrilleras. ¿Qué está pasando con los naturales del Cauca? ¿Por qué casi linchan al presidente de la República en Toribío en estos días? ¿Por qué desmantelaron una estación de Policía y exigen que salgan las Fuerzas Militares, a la par de un rechazo a la guerrilla? ¿Qué se esconde detrás de todas estas repulsas? Uno cavila que si todo el mundo está mangoneando al gobierno – incluidos Chávez, Correa, Castro y la guerrilla - ¿por qué no lo iban a hacer los indios empuñando unos palos con cinticas? (Algún gracioso anotó que no se levantaron en armas sino en palos). De hecho, en Bogotá, una guardia indígena no quería permitir que a uno de los suyos, el expersonero Rojas Birri, condenado penalmente, lo pusieran preso. Sin duda que la indiada debe entrar en razón y respetar las leyes de la República y a las autoridades legítimamente constituidas. Los primitivos de hoy no son los del cuento de la turmera sino individuos plenamente civilizados, como que son presidentes izquierdistas como Evo Morales, toman whisky y bailan rock. orlandoclavijotorrado.blogspot.com 12 de julio de 2012.

jueves, 5 de julio de 2012

PARA EL SEMANARIO “LA PROVINCIA DE OCAÑA” CRITICAR SI, LEER NO Orlando Clavijo Torrado Todo el mundo habló de la fallida reforma constitucional sobre la justicia, pero la realidad es que de los millones de colombianos que saben leer – supongamos 35 – apuesto a que el 99, 80 por ciento no leyeron ni una palabra del texto; esto es, que solo un 0,20 % lo leyeron, completo o no, no sabemos. ¡Cómo será que ni el presidente de la Cámara de Representantes, Simón Gaviria, ni el ministro de Justicia, Juan Carlos Esguerra, lo leyeron! Los graciosos, recordando la cartilla de leer de primaria “Nacho lee” salieron de una vez con otra, “Simón lee”, y al pobre hijo del expresidente le acomodaron la poesía de Pombo “Simón el bobito”. El texto de la reforma no fue socializado. Yo, lo confieso, vine a conseguirlo después de muchos esfuerzos. Ahora, como nadie quiere que lo tengan por ignorante, no hay quien no diserte con suficiencia sobre el tema, ocultando que cuanto captó se debe a los comentarios de los noticieros radiales y de la prensa, aunque quedó en evidencia que muchos periodistas se referían a la reforma sin haber posado sus ojos sobre ella. Así se maneja la opinión pública en este país. Si el amable lector quiere constatar con sus amigos y vecinos cuántos leyeron la propuesta enmienda constitucional haga el ensayo. Yo lo hice, y ni mis colegas abogados pudieron demostrar que la habían leído. El propio Simón Gaviria admitió que el escrito es extenso y complicado. Entonces, si pensamos que en el Congreso no todos son abogados sino que hay ingenieros, médicos, economistas, ganaderos, comerciantes, pastores protestantes, sin profesión, o de profesión políticos o sea encantadores de serpientes que viven del blablablá, hágame usted el favor de contestarme qué porcentaje de esos señores leyeron y entendieron los 27 artículos, la mayoría con largos parágrafos. De los 27 artículos 8 estaban dedicados a la creación del Sistema de Gobierno y Administración Judicial y Consejo Nacional de Disciplina Judicial, organismos que reemplazarían al desprestigiado Consejo Superior de la Judicatura. Otros artículos tocaban con la Procuraduría y la Fiscalía General de la Nación. ¡Pero quién dijo miedo para criticar! ¡Ahí estamos! Tal vez lo que exaltó los ánimos fueron los resguardos que los congresistas quisieron consagrar contra las cortes, porque no hay qué negar el pánico tan arrecho que les tienen al punto que temblaban cuando tuvieron que desbaratar lo construido, archivar el proyecto de reforma. ¿La Corte Suprema de Justicia nos irá a investigar? se preguntaban, mas el pocotón de abogados del Palacio de Nariño los tranquilizaron. Para mi esos resguardos son justificados, pues particularmente la Corte Suprema de Justicia está politizada y por encima de ella no existe poder humano en Colombia. ¡Es la verdad! En fin, sin entrar a debatir si toda la reforma era buena o mala, o si había alguna parte buena o qué parte era mala, si de ella algo se salvaba o no había nada qué rescatar, lo que quiero resaltar es una característica de nuestra idiosincrasia: la superficialidad, el dejarnos llevar, el hablar por hablar – como se llama un programa de medianoche de una cadena radial -, criticar sin conocer, rajar a gusto. ¡Claro!¡No se olvide que criticar es el principal deporte nacional! Porque de lectura andamos de últimos. Creo que la respuesta de un encuestado mío a la pregunta de si había leído el proyecto de reforma lo dice todo: “Yo de esa vaina no sé ni mierda; pero que es mala, es mala”. orlandoclavijotorrado@yahoo.es 5 de julio de 2012

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Cúcuta, Norte de Santander, Colombia
Casa-Museo General Francisco de Paula Santander - Villa del Rosario

CERCA DE LAS ESTRELLAS

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50 años del Diario La Opinión

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cena en el Club del Comercio - 15 de Junio de 2010 - Columnistas

Museo Antón García de Bonilla

Museo Antón García de Bonilla
Orlando Clavijo Torrado y Luís Eduardo Páez García junto a la foto del General Mateo Torrado, tío bisabuelo del primero, quien la donó. Don Justiniano J. Páez, abuelo del doctor Luis Eduardo, en su obra histórica al referirse a la guerra de los Mil Días, da fiel cuenta de las acciones del General Torrado en la contienda, en virtud a haber actuado como su secretario.

Museo Antón García de Bonilla

Museo Antón García de Bonilla
Hermanos Clavijo Torrado, Orlando, Nora, Edilia y Olga. Julio de 2010, Ocaña - Junto a la bandera con la imagen del Libertador Simón Bolívar bordada por señoras de Ocaña al conmemorarse el primer centenario de la independencia (1910).

EN EL AGUA DE LA VIRGEN

EN EL AGUA DE LA VIRGEN
Orlando Clavijo Torrado, sus hijos, nietos y primos.

CERCA DE LAS ESTRELLAS

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CONTRAPORTADA

NI TAN CERCA DE LAS ESTRELLAS - Gustavo Gómez Ardila

NI TAN CERCA DE LAS ESTRELLAS - Gustavo Gómez Ardila
COLUMNA DEL 2 DE JUNIO DE 2009 - DIARIO LA OPINION

MONOGRAFIA DE BUCARASICA - Olger García Velásquez

MONOGRAFIA DE BUCARASICA  - Olger García Velásquez
COLUMNA DEL 2 DE JUNIO DE 2009 - DIARIO LA OPINION

Posesión como miembro de la Academia de Historia de Norte de Santander, Cúcuta, 17 diciembre 2007

Posesión como miembro de la Academia de Historia de Norte de Santander, Cúcuta, 17 diciembre 2007
Con sus hijos, de izquierda a derecha Cesar Octavio, Jaime Mauricio, Silvia Andrea y Orlando Alexander Clavijo Cáceres

LANZAMIENTO LIBRO "CERCA DE LAS ESTRELLAS"

LANZAMIENTO LIBRO "CERCA DE LAS ESTRELLAS"
29 DE MAYO DE 2009. CÚCUTA.

En la Academia de Historia de Norte de Santander

En la Academia de Historia de Norte de Santander
Padre Edwin Avendaño, José Antonio Toloza (Q.E.P.D), Secretario de la Academia, y Orlando Clavijo Torrado