lunes, 25 de septiembre de 2017

DE LEJITOS, MEJOR

Para El Informador del Oriente, de Ocaña DE LEJITOS, MEJOR Por Orlando Clavijo Torrado En estos días se informaba que la comunidad del corregimiento de Otaré, municipio de Ocaña, estaba esperando un acuerdo del concejo municipal que aprobara la adquisición de un lote para la construcción del colegio Edmundo Velásquez y retirarlo así de donde está, frente a la estación de Policía, “porque representa riesgo para la integridad de niños y adolescentes”. Nosotros, los colombianos, entendemos el reclamo de la comunidad, pero estoy seguro que para un extranjero una noticia semejante constituye un escándalo pues se preguntará: ¿Cómo es posible que la cercanía de la Policía sea una amenaza? ¿No es, por el contrario, una garantía, una seguridad, una confianza? Pues, señor extranjero, acá las guerrillas comunistas declararon desde hace muchos años objetivos militares los cuarteles, estaciones y puestos de Policía y del Ejército. Y, como en todo el planeta, tales cuarteles fueron construidos en el corazón de los pueblos y ciudades, salvo algunas bases militares que exigen una ubicación diferente por el armamento y demás material bélico que almacenan. Y aquí, señor foráneo, las comunidades, en la mayoría de los casos empujados por los interesados, piden sacar de su lado a la fuerza pública. Y como cosa insólita en el mundo, las altas cortes también han determinado mediante sentencias que las sedes de los organismos armados son como una peste que es preciso mantener a distancia de la población civil. ¡Qué tristeza! Pero más tristeza les debe dar a los comandantes de la Policía y el Ejército un trato semejante. Sin duda que una situación semejante hace parte del subdesarrollo. El ejercicio explicativo es elemental: en los países desarrollados no hay guerrillas; estas pertenecen al panorama de los países del tercer mundo. En segundo lugar, los órganos de seguridad y de defensa en aquellos países son muy estimados, están protegidos, y son valorados como un símbolo de la patria, si no como la patria misma. Confiemos en que en Colombia los hijos de los pobres que componen la Policía y el Ejército, y que son nuestros hermanos y compatriotas, algún día sean respetados y dignificados como se merecen. orlandoclavijotorrado@yahoo.es .. 26 de agosto de 2017.

domingo, 17 de septiembre de 2017

UNA PROPOSICIÓN DE APOYO

Para El Informador del Oriente, de Ocaña UNA PROPOSICIÓN DE APOYO Orlando Clavijo Torrado Afuera una orquesta animaba la inauguración de la plazoleta, con nuevo enlozado, que hace años servía de plaza de toros. Era el viernes 7 de julio de 2017. Caía la tarde cucuteña. Seis miembros de la mesa directiva de la Academia de Historia de Norte de Santander estábamos reunidos en la sala de juntas de la sede de la calle 8ª, costado oriental del llamado Palacio Nacional. Desde un principio repartí la proposición para ser debatida en el punto final del programa, “Asuntos varios”. Antes de empezar la reunión hubo consenso. Los académicos estaban conmovidos. “Estoy de acuerdo con el doctor Clavijo”, fueron diciendo uno a uno. Pero faltaba el debate. “¿Es que está muy grave la situación en Ocaña?”, me preguntó el secretario. Le respondí que sí. “Usted conoce La Ermita, antes de entrar a Ocaña, y el caserío de La Curva, en la carretera Cúcuta-Ocaña: pues en esos lugares atraviesan a diario carros cargados de dinamita”. No hubo lugar a mencionar los secuestros y los atentados al oleoducto en El Carmen y Guamalito y la sed de sus habitantes por el derrame de crudo en sus quebradas. Mi proposición se enderezaba a que en vista del silencio general sobre el caos en la provincia de Ocaña y El Catatumbo, la Academia se pronunciara. Para mí fue muy satisfactorio encontrar el dolor de patria y el sentimiento de nortesantandereanos de mis compañeros ante la tragedia particularmente de la gente pobre de las veredas, y de soldados y policías, por una violencia injustificada. Sin embargo, mi proposición pecaba de demasiado evidente en la acusación. (Por prudencia no puedo revelar ni pocos ni muchos detalles de los argumentos en contra, ni de los intervinientes). Reconocí que el texto no era políticamente correcto. Sospecho que no es mi fuerte. Pese a la virtual derrota me sentí triunfador porque tal vez en muchos años se respiró por primera vez en este centro de intelectuales la solidaridad con nuestros coterráneos, y porque tal vez nunca se había experimentado allí tanta sensibilidad por el padecimiento ajeno, o nuestro, al fin y al cabo. La Academia demostró que no es una institución inerte, sino sintiente y sufriente. Insistí: “No somos una Academia de momias, sino de historia, y esto que estamos viviendo es la historia actual, que será escrita mañana y recordada dentro de no mucho tiempo”. Se concluyó que mi proposición debía ser modificada. Y la reduje a cuatro palabras de cajón, tan protocolaria como un saludo a la bandera. Con todo, creo que conseguí el objetivo: despertar lo más noble oculto, pero que no se puede expresar abiertamente. De ahí que pasados los momentos tensos, el ambiente cordial y amistoso continuó luego con la “sesión extra”, la de fuera de orden, en que adelantamos cuaderno, actualizamos la agenda, que es como hoy se dice cuando cada uno se desembucha del último chisme, cuando empieza el banquete de carne de prójimo. orlandoclavijotorrado@yahoo.es … 3 de septiembre de 2017.

miércoles, 13 de septiembre de 2017

NO HAY CONSTITUCIÓN VÁLIDA

CRONIQUILLA NO HAY CONSTITUCIÓN VÁLIDA Orlando Clavijo Torrado En quienes han jurado cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes no es admisible, por ningún motivo, su burla, además de encarnar los delitos de traición a la patria, prevaricato por acción, abuso de función pública, y quién sabe qué otras transgresiones. El título XXI de la antigua Constitución Política de Colombia, rubricada en 1886, decía en su artículo 218, posteriormente modificado en 1968: “La Constitución, salvo lo que en materia de votación ella dispone en otros artículos, solo podrá ser reformada por un Acto Legislativo, discutido primeramente y aprobado por el Congreso en sus sesiones ordinarias; publicado por el Gobierno, para su examen definitivo en la siguiente legislatura ordinaria; por ésta nuevamente debatido, y, últimamente aprobado por la mayoría absoluta de los individuos que componen cada Cámara. Si el Gobierno no publicare oportunamente el proyecto del Acto Legislativo, lo hará el Presidente del Congreso. (Acto Legislativo N° 1 de 1968, artículo 74). “En adelante las reformas constitucionales sólo podrán hacerse por el Congreso en la forma establecida por el artículo 218 de la Constitución. (Plebiscito de diciembre 1° de 1957, art.13)”. Así, se le echó cerrojo a la tentación y al vicio de estar reformando alegremente la Constitución. En adelante, los cambios satisficieron rigurosamente aquellos requisitos, hasta el año 1991, en que, transando acosado por un grupo violento, el M19, el Gobierno convocó a una Asamblea Nacional Constituyente que hizo trizas la Constitución del 86, de 218 artículos, y elaboró una nueva, de 380 artículos principales y 65 transitorios. En 2016 la historia se repitió, por exigencia de otra agrupación también fuera de la ley, las Farc. La diferencia es que en esta oportunidad el presidente, como si fuera un monarca de otras épocas, la trastocó utilizando un exótico sistema en nuestro ordenamiento jurídico, el fast- track (adjetivo inglés que significa rápido, por la vía rápida). El dicho fast- track, en sustancia, apresura los tiempos de debate en el Congreso y atribuye únicamente al Gobierno la iniciativa, además de castrar a los demás poderes. Se hizo caso omiso de que la Carta Magna de 1991 hubiera tomado sus resguardos, como el del artículo 374: “La Constitución Política podrá ser reformada por el Congreso, por una Asamblea Constituyente o por el pueblo mediante referendo”. Introdujo aquí dos reformadores nuevos: la Asamblea Constituyente y el pueblo. Y ese pueblo le negó en plebiscito al presidente Santos sus tratados con las Farc en La Habana. Pese a ello él siguió adelante e incorporó los pactos en la Constitución; detrás suyo, como sumisos aquiescentes, marcharon las cortes y el Congreso, y la prensa en general como corifeos. ¿Ante quién se acusa en Colombia el desconocimiento de la Constitución y la arrogación de los tres poderes por el Ejecutivo? Ante nadie, porque no se cuenta siquiera con los órganos de investigación y de control que son también apéndices de la Casa de Nariño. Por tanto, quebrantado el estado de derecho, opino que debe ser una instancia internacional la que se encargue de restablecerlo. Por fortuna, ya cursan dos demandas ante la Corte Penal Internacional: una entablada por el doctor José Miguel Vivanco, director de Human Rights Watch, y otra presentada por el doctor Víctor Mosquera a nombre del Centro Democrático, aunque tales apelaciones solo enfatizan en la carga de impunidad que conllevan las reformas a la Constitución para beneficio de las Farc. orlandoclavijotorrado@yahoo.es … 9 de septiembre de 2017.

domingo, 10 de septiembre de 2017

SIGNIFICADO DE LOS NOMBRES

Para el semanario El Informador del Oriente, de Ocaña. SIGNIFICADO DE LOS NOMBRES Por Orlando Clavijo Torrado ¿Pega Sterling con Gómez, apellido bien criollo, o un Jefferson con un apellido chibcha como Guateque? Aquí hay cursilería y esnobismo. Sería mejor que los padres averiguaran qué significa John para que no bautizaran al pobre angelito John Juan, como un caso real que conozco. Por ahí deambula otro maltratado con el nombre: un Henry Enrique. Yilider, Kmilo, Cristy, Yilberth, Edwin, Andis, Duball, Ider, Iader, Wilder, Jaider, Raymon , Jester y James – como el de nuestro gran jugador James Rodríguez– una mala transposición al castellano del inglés Jaime -, Lis Zamara – que suena a inglés con árabe -, Ibis, Yulieth, Haidee, Yaritza, Xiomara y Derly: he ahí algunos de los nombres del momento. En los anteriores no hay mucha dificultad para entender cuáles nombres son de hombre y cuáles de mujer, ¿pero Gueyler y Criss a qué sexo se aplican? ¿Quién me dirá? También se están utilizando nombres que la gente inventa, compone o arregla tomando nombres de los padres o abuelos o padrinos. Conozco a un Euseleudin, “euse” por Eusebio, su papá, “le” por Leonardo, su tío, y “udin” no sé por qué carajos. A la escuela en donde es maestra una amiga llegó en estos días un niño venezolano de nombre Ear; dijo que significaba las iniciales de sus padres. Otro capítulo es el de los nombres de difícil pronunciación. En la revista Semana del 5 de mayo de 2016 encontré estos, tomados de la Registraduría Nacional del Estado Civil: Olocuaynabibilel, Milermaxalfredy y Niguaresleides. Al fin y al cabo son pasables, ¿pero qué me dicen de Xfrytrhiapkwn? ¡Premio para este trabalenguas! Les parecerá gracioso y exagerado a mis lectores, pero los reto a que busquen nombres así y verán que abundan. En fin, que la moda extranjerizante se impuso. Cómo nos gusta llamarnos Albert en lugar de Alberto, Johan por Juan, Peter en lugar de Pedro, Katherine en vez de Catalina, Melanie por Melania, Elizabeth en vez de Isabel, Richard en lugar de Ricardo. ¡Ni que fuéramos gringos! A veces se linda con la chabacanería. Hace tiempos me invitaron al bautizo de un niño al que los progenitores lo “castigaron” con el nombre de Yatapawa. Si lo vuelvo a ver, me ofrezco como abogado para meterles la tutela a los papás por ese atropello al buen gusto, a su dignidad y a “su buen nombre”. En casos semejantes, el “perjudicado” puede acercarse a la notaría y manifestar que quiere cambiarse de nombre. Pero que no haga lo de aquel italiano llamado Petronio Letrina que fue al notario, le expuso su caso, el funcionario lo comprendió y estuvo de acuerdo en la vergüenza que sentía, y al preguntarle cómo quería llamarse en adelante le respondió: ¡Giovanni Letrina! Por supuesto que la elección del nombre de la criatura es libre y respetable. No negamos eso. Y tampoco invitamos a que volvamos a los nombres del santoral católico: Sempronio, Cástula, Gervasio, Anastasia, Mardoqueo, Gertrudis, como se acostumbró por nuestros abuelos. No. Tenemos muchos nombres castizos, tradicionales, elegantes, bonitos, por ejemplo, para las mujeres, Azucena, Olga, Ángela, Teresa, Aurora, Luisa, Margarita, y el más hermoso, María, y para los hombres José, Luis, Eduardo, Ramón, Federico, Andrés, Álvaro, etc. Dándoles tales nombres a nuestros herederos demostramos amor a la tierra y sentido de pertenencia e identidad, y rendimos tributo a nuestros ancestros. orlandoclavijotorrado@yahoo.es … 20 de agosto de 2017.

domingo, 3 de septiembre de 2017

FINAL CON AREPA

PARA EL SEMANARIO “EL INFORMADOR DEL ORIENTE”, DE OCAÑA FINAL CON AREPA Orlando Clavijo Torrado Uriel había comprado un queso suave, bajo en sodio. Era el relleno perfecto para la arepa. “Sigan, están en su casa”, nos dijo la dueña, “y con toda confianza pasen para la cocina”. La amabilidad de la señora nos dio aliento para aceptar la invitación. Todos fuimos a parar a la cocina. Yo, hacía muchos años, realmente desde mi lejana infancia, no veía moler el maíz cocido. Solo que ahora en este hogar ya la molienda se hace con molino eléctrico. Recordé los tiempos del molino Corona, y la pereza cuando nos tocaba el turno de mover la manigueta con nuestras escasas fuerzas. Aquí las mujeres no utilizan, como antaño, tiesto de barro sino una sartén, y en lugar de las hojas de plátano de las abuelas, hojas de papel plástico para cubrir ambas caras. En mis tiempos la arepa la sostenían ante el fuego, parada, con una “puya” o trocito de madera. Ahora vi que la sostienen con una plancha metálica. La señora nos dio a escoger entre arepa de maíz amarillo o de maíz blanco. Una y otra quedaron exquisitas. La cáscara o pellejo, crocante, como una galleta. Y de tal tamaño que a duras penas cada uno podía con su arepa. Uriel salvó a mi esposa, quien le endosó gran parte de la suya. Con inmenso agrado alzamos aquella venerada hostia - la que también se ha llamado la “pizza ocañera” -, y ¡zas, el primer mordisco! La fórmula sacramental manda que se acompañe con café negro. Y así nos lo sirvieron. La fama de las mejores arepas de Ábrego, con la que nos llevó Uriel allí, era cierta. - No solamente de Ábrego, sino del mundo – le dije. Para no hablar más, quedamos como mozos de cocinera. A punto de reventar, pues aún no le habíamos hecho en forma la digestión al bien trancado almuerzo que nos despachamos en “Los recuerdos de Anascanio”. Con esa barriga templada, y sumamente agradecidos, nos despedimos pues ya entraba la noche. Pero antes de salir de Ábrego era obligatorio darle un breve saludo al primo Ramón Peñaranda Torrado, el hijo de la tía Delia. Ramón, su esposa Ligia y su hija Mildred pretendieron que esperáramos mientras nos preparaban “alguito”. - ¡Santa Bárbara bendita! – exclamamos invocando a la patrona de Ábrego. Gracias, primos, pero ¿dónde nos cabe más? Y ni por estas nos creían. Prácticamente nos tuvimos que escapar porque estaban empeñados en embutirnos otra cena. Ahora sí, rumbo a Ocaña. Y aquí le pongo el punto final al recuerdo de aquel domingo glorioso, 16 de julio de este 2017 , todo debido al cariño y la generosidad de Uriel y Astrid, los primos maravillosos. orlandoclavijotorrado@yahoo.es …. 11 de agosto de 2017.

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Mi foto
Cúcuta, Norte de Santander, Colombia
Casa-Museo General Francisco de Paula Santander - Villa del Rosario

CERCA DE LAS ESTRELLAS

CERCA DE LAS ESTRELLAS
PORTADA

50 años del Diario La Opinión

50 años del Diario La Opinión
cena en el Club del Comercio - 15 de Junio de 2010 - Columnistas

Museo Antón García de Bonilla

Museo Antón García de Bonilla
Orlando Clavijo Torrado y Luís Eduardo Páez García junto a la foto del General Mateo Torrado, tío bisabuelo del primero, quien la donó. Don Justiniano J. Páez, abuelo del doctor Luis Eduardo, en su obra histórica al referirse a la guerra de los Mil Días, da fiel cuenta de las acciones del General Torrado en la contienda, en virtud a haber actuado como su secretario.

Museo Antón García de Bonilla

Museo Antón García de Bonilla
Hermanos Clavijo Torrado, Orlando, Nora, Edilia y Olga. Julio de 2010, Ocaña - Junto a la bandera con la imagen del Libertador Simón Bolívar bordada por señoras de Ocaña al conmemorarse el primer centenario de la independencia (1910).

EN EL AGUA DE LA VIRGEN

EN EL AGUA DE LA VIRGEN
Orlando Clavijo Torrado, sus hijos, nietos y primos.

CERCA DE LAS ESTRELLAS

CERCA DE LAS ESTRELLAS
CONTRAPORTADA

NI TAN CERCA DE LAS ESTRELLAS - Gustavo Gómez Ardila

NI TAN CERCA DE LAS ESTRELLAS - Gustavo Gómez Ardila
COLUMNA DEL 2 DE JUNIO DE 2009 - DIARIO LA OPINION

MONOGRAFIA DE BUCARASICA - Olger García Velásquez

MONOGRAFIA DE BUCARASICA  - Olger García Velásquez
COLUMNA DEL 2 DE JUNIO DE 2009 - DIARIO LA OPINION

Posesión como miembro de la Academia de Historia de Norte de Santander, Cúcuta, 17 diciembre 2007

Posesión como miembro de la Academia de Historia de Norte de Santander, Cúcuta, 17 diciembre 2007
Con sus hijos, de izquierda a derecha Cesar Octavio, Jaime Mauricio, Silvia Andrea y Orlando Alexander Clavijo Cáceres

LANZAMIENTO LIBRO "CERCA DE LAS ESTRELLAS"

LANZAMIENTO LIBRO "CERCA DE LAS ESTRELLAS"
29 DE MAYO DE 2009. CÚCUTA.

En la Academia de Historia de Norte de Santander

En la Academia de Historia de Norte de Santander
Padre Edwin Avendaño, José Antonio Toloza (Q.E.P.D), Secretario de la Academia, y Orlando Clavijo Torrado