lunes, 22 de enero de 2018

LAS CLARISAS DE BOCHALEMA

CRONIQUILLA LAS CLARISAS DE BOCHALEMA Orlando Clavijo Torrado Era el lunes 8 de enero de este recién comenzado 2018, la fiesta de los Reyes Magos, que en realidad cayó el sábado pero que por la Ley Emiliani Román se trasladó para que el trabajador pueblo colombiano pueda descansar de chorizo de viernes a lunes. Escogimos a la vecina y simpática población de Bochalema para el descanso. Pero el objetivo principal era el convento de las hermanas Clarisas. Una prima tiene vínculos con estas siervas de Dios porque una tía suya murió allí cargada de años y en olor de santidad. Está sepultada bajo el altar mayor. La pariente fue nuestra guía y contacto con las hermanas. El monasterio y el santuario, llamado del Perpetuo Socorro, tienen una historia apasionante. Estas monjas vienen de Gramalote en donde en diciembre de 2010 la tierra se hundió y fracturó su convento y su capilla, tan hermosos como este que construyeron en Bochalema preparando y vendiendo masato, arepas y empanadas. La casa pertenecía a la arquidiócesis de Pamplona y ellas fueron tenaces en la recolección de limosnas y en ofrecer rifas para reunir lo suficiente para comprarla; la generosidad de los católicos alemanes contribuyó en grande para completar la platica. La remodelación y adaptación de la vieja edificación es otra obra meritoria suya, con ingentes sacrificios de menos de una docena de religiosas. El lote en donde está la capilla fue donado por particulares. El conjunto, desde la amplia entrada adornada de jardines, reviste sobriedad y elegancia. El toque delicado, femenino y artístico se advierte en todo, en particular en la capilla, bien preciosa por cierto, recinto en donde la piedad acude al instante. La abadesa es María Torcoroma Ramírez. Su solo nombre revela que es ocañera, de modo que hasta de la arepa sin sal hablamos a gusto con ella. Son en total nueve religiosas, una de las cuales yace en lecho de enferma y es cuidada por turnos por las demás. Hoy la clausura no es tan estricta como antes en que a las monjas no se les podía ver el rostro sino apenas oír su voz. No. Estas hermanas hablan con los visitantes en dos salas o locutorios, en donde hay amplias ventanas con rejas de separación. Los visitantes esperan pacientemente a que ellas los reciban; la mayoría les piden oraciones por sus penalidades y es fama que varios milagros se han conseguido por ese medio. Pero también les llevan ofrendas para su subsistencia pues la congregación – de Santa Clara de Asís - tiene voto de pobreza; ellas, al no ganar sueldo alguno se mantienen de la caridad y del producido de sus finas manos de tejedoras de ornamentos sagrados y otros artículos religiosos. Gentilmente nos dedicaron cerca de una hora. En algún momento les comenté que me hubiera gustado oír su coro cantando villancicos en Navidad, y qué grata sorpresa y cuán feliz culminación del paseo me dieron cuando me dijeron al momento de la despedida: “Doctor, lo vamos a complacer. Por favor, pasen a la capilla.”. Y en seguida sonó el órgano y unas voces celestiales cantaron el villancico prometido. Ello quedó grabado en un video. orlandoclavijotorrado@yahoo.es … 21 de enero de 2018.

jueves, 11 de enero de 2018

¡ADIÓS, PRECIOSA¡

CRONIQUILLA ¡ADIÓS, PRECIOSA! Orlando Clavijo Torrado El año 2017 fue el del destape del acoso sexual. El escándalo empezó con la denuncia pública de varias actrices contra Harvey Weinstein, el empresario más poderoso de Hollywood. El hombre cayó estrepitosamente de su elevado pedestal. Detrás de él cayeron en los mismos Estados Unidos directores de influyentes diarios, músicos, actores y conductores de programas, y resultaron salpicados honorables senadores, respetados ministros, magnates de todos lados, y hasta el presidente Donald Trump. Las féminas los acusaron de haberse aprovechado de ellas como requisito para lanzarlas al estrellato en el mundo de la farándula y sostenerlas, o simplemente para darles empleo. Todo, según su queja, iba desde las propuestas indecentes y el manoseo hasta la violación. La avalancha se extendió y llovieron revelaciones de todo el planeta Tierra. En consecuencia, a los acosadores los tienen acorralados, pagan escondederos a peso y niegan a pie juntillo que hayan ofendido el pudor y la libertad femeninos; aducen que todo ello es falso, que son calumnias, a veces malentendidos o también deseos de figuración porque ser acosada por un tipo importante da caché. Ya hay campañas en las redes sociales y demás medios de comunicación alentando a las mujeres a que denuncien a los acosadores. Y las denuncias no paran. Por supuesto que todo acto que lesione la dignidad de la mujer y su autonomía sexual debe ser castigado severamente. Siendo un ser humano como el varón, merece por ese solo concepto inmenso respeto. Y su condición de mujer, de ser especial que Dios puso para preservar la especie, aumenta la consideración y la veneración que se le debe. Sin embargo, yo tengo un pero. Opino que esto está pasando de castaño oscuro. Creo que se llegó al radicalismo. Porque ya el mirar a una mujer detenidamente con admiración puede tomarse como un acoso sexual, o lanzarle un piropo que subjetivamente a ella no le parezca puede ser motivo de denuncia penal. ¿Por ese extremismo se va a acabar el enamoramiento? ¿El romanticismo? ¿Habrá que condenar a la hoguera a los poetas que le cantaron a la mujer nombrando sus senos y sus curvas encantadoras, como lo hizo Porfirio Barba Jacob en la Canción de la vida profunda? (“tras de ceñir un talle y acariciar un seno, la redondez de un fruto nos vuelve a estremecer”). No se diga del maestro García Márquez, maestro en la descripción de la anatomía de la hembra, fascinado siempre con las tetas enormes. Como están las cosas, los hombres tendremos que abstenernos de alabar la belleza femenina, y sin duda que corren peligro aquellos a quienes pillen mirándoles sus atributos, que a veces saltan a la vista. ¿Cómo hacemos para no mirar? ¡No exageren, señoras! ¡Cálmense! ¡Relájense! orlandoclavijotorrado@yahoo.es … 4 de enero de 2018.

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Cúcuta, Norte de Santander, Colombia
Casa-Museo General Francisco de Paula Santander - Villa del Rosario

CERCA DE LAS ESTRELLAS

CERCA DE LAS ESTRELLAS
PORTADA

50 años del Diario La Opinión

50 años del Diario La Opinión
cena en el Club del Comercio - 15 de Junio de 2010 - Columnistas

Museo Antón García de Bonilla

Museo Antón García de Bonilla
Orlando Clavijo Torrado y Luís Eduardo Páez García junto a la foto del General Mateo Torrado, tío bisabuelo del primero, quien la donó. Don Justiniano J. Páez, abuelo del doctor Luis Eduardo, en su obra histórica al referirse a la guerra de los Mil Días, da fiel cuenta de las acciones del General Torrado en la contienda, en virtud a haber actuado como su secretario.

Museo Antón García de Bonilla

Museo Antón García de Bonilla
Hermanos Clavijo Torrado, Orlando, Nora, Edilia y Olga. Julio de 2010, Ocaña - Junto a la bandera con la imagen del Libertador Simón Bolívar bordada por señoras de Ocaña al conmemorarse el primer centenario de la independencia (1910).

EN EL AGUA DE LA VIRGEN

EN EL AGUA DE LA VIRGEN
Orlando Clavijo Torrado, sus hijos, nietos y primos.

CERCA DE LAS ESTRELLAS

CERCA DE LAS ESTRELLAS
CONTRAPORTADA

NI TAN CERCA DE LAS ESTRELLAS - Gustavo Gómez Ardila

NI TAN CERCA DE LAS ESTRELLAS - Gustavo Gómez Ardila
COLUMNA DEL 2 DE JUNIO DE 2009 - DIARIO LA OPINION

MONOGRAFIA DE BUCARASICA - Olger García Velásquez

MONOGRAFIA DE BUCARASICA  - Olger García Velásquez
COLUMNA DEL 2 DE JUNIO DE 2009 - DIARIO LA OPINION

Posesión como miembro de la Academia de Historia de Norte de Santander, Cúcuta, 17 diciembre 2007

Posesión como miembro de la Academia de Historia de Norte de Santander, Cúcuta, 17 diciembre 2007
Con sus hijos, de izquierda a derecha Cesar Octavio, Jaime Mauricio, Silvia Andrea y Orlando Alexander Clavijo Cáceres

LANZAMIENTO LIBRO "CERCA DE LAS ESTRELLAS"

LANZAMIENTO LIBRO "CERCA DE LAS ESTRELLAS"
29 DE MAYO DE 2009. CÚCUTA.

En la Academia de Historia de Norte de Santander

En la Academia de Historia de Norte de Santander
Padre Edwin Avendaño, José Antonio Toloza (Q.E.P.D), Secretario de la Academia, y Orlando Clavijo Torrado