domingo, 23 de febrero de 2025

CRONIQUILLA - LA LEY DE LA SELVA

CRONIQUILLA LA LEY DE LA SELVA Orlando Clavijo Torrado A uno, como observador y columnista, le satisface que sus análisis tengan acogida. Por ejemplo, el doctor Manuel Guillermo Cabrera, prestigioso abogado y empresario, concuerda con mi denuncia de la completa ausencia de valores morales en el gabinete de Gustavo Petro. E intelectuales destacados como Luis Eduardo Páez García, presidente de la Academia de Historia de Ocaña, y Juan Manuel Ramírez Pérez, exalcalde de Cúcuta, exdiplomático y escritor, también se identifican conmigo en que la “región del Catatumbo” es una ficción, no existe sino como cálculo político. Y satisface ver que algunas cosas que uno advierte se cumplen cabalmente. En efecto, he precisado en columnas anteriores que hay personas que no están capacitadas para un cargo, pero lo desean ardientemente, se mueren por el honor nada más, sin asumir el compromiso, porque, repito, no les importa estar o no preparados. Es el caso del actual alcalde de Cúcuta. Irresponsable, fue lo menos que le dijeron todos los periodistas de un noticiero radial nacional al comentar que dejó a Cúcuta incendiada y se fue al concierto de Shakira en Barranquilla. De ahí que nadie le crea sus slogans de “Cúcuta, ciudad destino”, “Cúcuta, ciudad segura”, “Cúcuta, la de las calles pavimentadas”, y mil etcéteras de proclamas populistas. También he subrayado sobre la falta de inteligencia militar, policiva y judicial para anticipar o prevenir los delitos en el departamento y en su capital. En estos días veo que por fin el gobernador reconoció tal anomalía. Y aquí vale resaltar la valentía del doctor Luis Fernando Niño López, Alto consejero para la paz y la reconciliación de Norte de Santander, quien ha evidenciado la inutilidad de las medidas adoptadas para la mal llamada región del Catatumbo, cuyo baño de sangre continúa. En octubre de 2024 hubo seis homicidios perpetrados por guerrilleros en La Playa y Ábrego. Ante esas masacres el señor obispo de Ocaña, monseñor Orlando Olave, dijo: “Es necesario estrechar lazos de fraternidad entre los pueblos y buscar caminos de convivencia pacífica”. Declaraciones como estas, buenistas, dan tristeza y decepción. Obsérvese que el jerarca no habló de violación de la ley, ni condenó a los asesinos, ni pidió los castigos pertinentes. El 8 de noviembre del mismo año, en el caserío de La Sanjuana, municipio de Bucarasica, dos guerrilleros que iban a bordo de una moto, porque no detuvo su camioneta dispararon contra el joven y brillante médico cirujano Julián Quintero, adscrito al hospital Emiro Quintero Cañizares, de Ocaña. Nadie protestó ni reclamó que la ley recayera sobre los criminales. Al contrario, se produjo esta declaración del buenismo en boga, de la Asociación nacional de enfermeros certificados (Andec) en la voz de su presidente Julio Lizcano: “El llamado a las partes en conflicto es que se llegue a un entendimiento y se deje por fuera del conflicto a la misión médica pero también a la población civil” (La Opinión, 15 de noviembre de 2024). No reconocen que hubo un asesinato; por tanto, que reine la impunidad. Ni el doctor Quintero tenía conflicto alguno como para buscar un entendimiento, ni era parte de bandas enfrentadas, ni la misión médica pelea con nadie. ¿De qué lado están? Conclusiones: Una sociedad sin ley no es sostenible ni se puede desarrollar. Aquí no hay ley. ¡Ah, sí, la ley del monte, o, mejor, la ley de la selva…de la selva del Catatumbo! orlandoclavijotorrado@yahoo.es … Cúcuta, 23 de febrero de 2025.

jueves, 13 de febrero de 2025

LA VERGÜENZA

CRONIQUILLA LA VERGÜENZA Orlando Clavijo Torrado Siempre me llamó la atención que mi padre nos insistía por sobre todo en tener vergüenza. Quien pierde la vergüenza, decía, lo pierde todo. Para el caso nos interesa el primer significado que trae el diccionario de la RAE: “Turbación del ánimo ocasionada por la conciencia de alguna falta cometida, o por alguna acción deshonrosa y humillante”. Por supuesto que se debe partir de conceptos elementales y mayoritariamente aceptados como son: primero, que existen cosas prohibidas por inmorales, ilícitas, ilegales y nocivas; y segundo, que hay acciones deshonrosas y humillantes en que no se debe caer. Pero si el individuo ha borrado de su conciencia, de su mente, de su corazón y de su conducta esos conceptos o valores, no hay nada qué hacer. Ese término, vergüenza, fue el que se paseó y campeó en todos los ámbitos de Colombia el 4 de febrero con motivo del consejo de ministros del gobierno de Colombia, transmitido por televisión que, justamente, debería llamarse el “consejo de la vergüenza”. Los colombianos, con las excepciones de los turiferarios del régimen, sin duda que experimentaron lo que se llama vergüenza ajena ante el mundo. En el imaginario colectivo bullía la idea de algo respetable, honorable y ejemplar de un consejo de ministros. O, por decirlo más claro, de la deliberación, junto al presidente de la república, de las personas más sabias en cada materia, íntegros moralmente, elegantes en su presentación, y paradigmas ante todos. No el zaperoco que se vio de unos individuos vestidos a lo gamín (qué falta de respeto con la dignidad que se les otorgó), y, lo grave, sin conocimiento de los temas de su despacho, pero peor aún que la incompetencia, la irresponsabilidad al no ejecutar nada de lo encomendado. Al sacarse los cueros al sol parecía aquello una jauría; se armó una batalla campal, sin salvarse quien funge como presidente de la república; éste, acorralado, reclamaba que lo respetaran como presidente. Sí, muy democrático el tal consejo, con gentes de todas las regiones del país, de todos los partidos, todos sin religión o mejor anticatólicos, de todos los llamados hoy sexos o géneros que no son sino gustos carnales: heterosexuales, transexuales, homosexuales, lesbianas y quién sabe qué más, y con la representación de todos los vicios: drogadictos, borrachos, maltratadores de mujeres, escritores de libretos televisivos de pornografía y de series de mafiosos, exconvictos sin pagar una pena de prisión como el propio presidente incurso en rebelión, en fin. (Debo sí sacar de ese desorden a nuestro coterráneo Juan Fernando Cristo que es un hombre decente e ilustrado). ¿Cuál de los participantes, incluido el señor Petro, el primero, siente vergüenza por el show, por no saber, por no hacer nada, por su conducta que sirve de todo menos de ejemplo para los colombianos? ¡Ninguno! Y para comprobar que el respeto al orden legal les importa un comino, al igual que la moral y los buenos modales, la cereza del pastel la pusieron con la violación de la Ley 63 de 1923, aún vigente, que en su artículo 9° ordena: “Las sesiones del consejo de ministros como cuerpo consultivo son absolutamente reservadas”. Concluyamos con lo que dicen los campesinos boyacenses: “Eso sí fue pa las meras vergüenzas”. orlandoclavijotorrado@yahoo.es … Cúcuta, 13 de febrero de 2025.

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Cúcuta, Norte de Santander, Colombia
Casa-Museo General Francisco de Paula Santander - Villa del Rosario

CERCA DE LAS ESTRELLAS

CERCA DE LAS ESTRELLAS
PORTADA

50 años del Diario La Opinión

50 años del Diario La Opinión
cena en el Club del Comercio - 15 de Junio de 2010 - Columnistas

Museo Antón García de Bonilla

Museo Antón García de Bonilla
Orlando Clavijo Torrado y Luís Eduardo Páez García junto a la foto del General Mateo Torrado, tío bisabuelo del primero, quien la donó. Don Justiniano J. Páez, abuelo del doctor Luis Eduardo, en su obra histórica al referirse a la guerra de los Mil Días, da fiel cuenta de las acciones del General Torrado en la contienda, en virtud a haber actuado como su secretario.

Museo Antón García de Bonilla

Museo Antón García de Bonilla
Hermanos Clavijo Torrado, Orlando, Nora, Edilia y Olga. Julio de 2010, Ocaña - Junto a la bandera con la imagen del Libertador Simón Bolívar bordada por señoras de Ocaña al conmemorarse el primer centenario de la independencia (1910).

EN EL AGUA DE LA VIRGEN

EN EL AGUA DE LA VIRGEN
Orlando Clavijo Torrado, sus hijos, nietos y primos.

CERCA DE LAS ESTRELLAS

CERCA DE LAS ESTRELLAS
CONTRAPORTADA

NI TAN CERCA DE LAS ESTRELLAS - Gustavo Gómez Ardila

NI TAN CERCA DE LAS ESTRELLAS - Gustavo Gómez Ardila
COLUMNA DEL 2 DE JUNIO DE 2009 - DIARIO LA OPINION

MONOGRAFIA DE BUCARASICA - Olger García Velásquez

MONOGRAFIA DE BUCARASICA  - Olger García Velásquez
COLUMNA DEL 2 DE JUNIO DE 2009 - DIARIO LA OPINION

Posesión como miembro de la Academia de Historia de Norte de Santander, Cúcuta, 17 diciembre 2007

Posesión como miembro de la Academia de Historia de Norte de Santander, Cúcuta, 17 diciembre 2007
Con sus hijos, de izquierda a derecha Cesar Octavio, Jaime Mauricio, Silvia Andrea y Orlando Alexander Clavijo Cáceres

LANZAMIENTO LIBRO "CERCA DE LAS ESTRELLAS"

LANZAMIENTO LIBRO "CERCA DE LAS ESTRELLAS"
29 DE MAYO DE 2009. CÚCUTA.

En la Academia de Historia de Norte de Santander

En la Academia de Historia de Norte de Santander
Padre Edwin Avendaño, José Antonio Toloza (Q.E.P.D), Secretario de la Academia, y Orlando Clavijo Torrado