jueves, 27 de junio de 2013

CRONIQUILLA LAS DOS CIUDADES Orlando Clavijo Torrado No me voy a referir a una ciudad para los ricos y otra para los pobres, menos aún a las dos ciudades espirituales de San Agustín, la divina y la terrena, fundamentadas en dos amores distintos, sino a algo más prosaico, a esta de acá abajo, nuestra ciudad, la de las calles mugrosas y de huecos espantosos como los del barrio La Merced, la de los andenes invadidos de talleres y olor a fritanga, la del Canal Bogotá cariñosamente llamado Caño Picho. Pero, hablar de huecos y desorden es un tema manido. Para mejor comprensión de mi mensaje cambiemos de tema y enfoquémonos en dos ciudades con un sentido distinto de administración como son Bogotá y Medellín. En efecto, mientras en Bogotá, con un alcalde que se llama progresista pero a quien en realidad no lo dejan dormir los sueños revanchistas y el amor por los desfavorecidos y el odio contra los que tienen, el énfasis está en cierto desprecio por las obras que considera burguesas, consideradas así las holgadas y suntuosas vías y los edificios majestuosos, en Medellín, por el contrario, el alcalde Aníbal Gaviria Correa, liberal, empeña su acción tanto hacia los sectores populares como hacia el orgullo ante la nación y el mundo por lo mejor para su tierra, así como se oye. En cuanto a aquellos, sin reparar en costos hizo instalar una escalera eléctrica para que sus habitantes pudieran subir al cerro en donde está asentado el barrio, por supuesto de clase humilde, pero además logró, apelando a muchas ayudas, construir una lujosa y bien dotada biblioteca en una zona marginal. Entonces, sin desatender a los proletarios, este alcalde y sus predecesores han entendido que no se trata de instalarlos en ranchos y callejones, lo que le daría a la ciudad un aspecto vergonzoso y deprimente, sino de mostrar que Medellín puede estar a la par de cualquier urbe moderna del planeta, y es así como han erigido centros de convenciones y lugares que la hacen atractiva para aquellos inversionistas extranjeros que buscan confort, elegancia, seguridad y motivos para traer su dinero. En Cúcuta, una porción importante de su área está llena de ranchos miserables mientras carecemos de espacios para foros y encuentros de gran nivel, faltan avenidas y parques bien diseñados, limpios y ornamentados que se puedan mostrar sin sonrojarse, y no hay una sola edificación tal que suscite admiración y la gente diga ¡guau! No, con nada de eso contamos. La politiquería, la vanidad de posar como gobernador o alcalde, el afán de satisfacer con cuotas burocráticas a los amigos y patrocinadores, todo junto, ha impedido que se tenga amor propio del terruño y visión futurista. Hay sobra de mediocridad, aterradora incapacidad, para las grandes cosas somos como muy poquitos. Siempre lo he dicho que nada más cuando uno va acá cerca, a Bucaramanga, y regresa a Cúcuta, siente envidia de la buena y vergüenza ajena. Debemos darles gracias a algunos capitalistas que construyeron dos centros comerciales de algún tamaño, que para lo que teníamos es lo más deslumbrante; de otro modo, seguiríamos siendo un pueblo grande. Piénsese que además los excelentes espacios públicos y todo lo ostentoso que se pueda levantar no sólo dignifican y hermosean la ciudad sino que sirven de disfrute a todo el mundo, platudos y sin reales, y que su construcción, su mantenimiento y los establecimientos comerciales que se originen, les dan empleo a muchas personas, particularmente a las más necesitadas. ¿Cuándo llegará ese ansiado redentor de la ciudad? orlandoclavijotorrado.blogspot,com 27 de junio de 2013.
PARA EL SEMANARIO LA PROVINCIA DE OCAÑA METE CINCO Y SACA DIEZ Orlando Clavijo Torrado En verdad nadie se pone bravo si le regalan billullos. Como lo que no nos cuesta hagámoslo fiesta, el difunto Chávez se volvió loco con tanta riqueza petrolera y dio comienzo a una feria de dádivas, a muchos países en petróleo y a los colombianos que no dejan escapar una, en dólares contantes y sonantes. Así la gente de la frontera deteste al chavismo, la ganga que le ofrece de hacer la paparrucha consistente en que desde Venezuela se le puede enviar dinero a los parientes, falsos o reales, en Colombia, depositando allá una pequeña suma en dólares que se cobra aquí en dólares mejor cotizados, muchos la están aprovechando. La utilidad para el girador de la remesa no es inferior a quinientos mil pesos por mes. Para ello hay que tramitar un sencillo proceso que consta en una carpeta. Entonces, algunos individuos, con la malicia y la marrullería criollas, hasta a 500 carpetas se han hecho, que les representan doscientos cincuenta millones de pesos mensuales. Repito, ¿a quién no le gusta la plata? Desde chicos mostramos esa ambición. Recuerdo que a los niños de mi escuela nos tocó una ganguita semejante. El padre de uno de los compañeros poseía una próspera tienda y nos invitó a que tan pronto saliéramos de clases fuéramos allí que él nos atendía y nos daba buenos vueltos. ¡Quién dijo miedo! La tienda se inundaba de muchachitos que querían útiles escolares, trompos y demás juguetes y hambrientos de gaseosa, pan, chicles, frunas, hambrositos, masmelos, diablito, galletas, colombinas y leche condensada, todo gratis, pero con ñapa. ¿Cuál era la ñapa? Una operación matemática muy simple: si yo daba cinco centavos por un caramelo, por ejemplo, Gustavo – así se llamaba el generoso condiscípulo – me daba diez de vueltos; por diez daba veinte, y por la moneda más alta que existía en esos años, la de cincuenta centavos, le entregaba al comprador un billete de un peso. ¡Y éramos tan descarados que le peleábamos al vendedor si nos devolvía menos de la tarifa! No señor: si yo daba veinte tenía “derecho” a cuarenta, no a treinta! ¡Tamaño negocio el de los compradores! Por supuesto, nuestros padres no estaban enterados de la maliciosa precocidad de sus inocentes retoños. Don Leonardo, el papá de Gustavo, poca atención le prestaba a su establecimiento por estar en faenas de enamorado. Sí le llamaba la atención que la clientela se le había multiplicado y creía, por tanto, que las utilidades correspondían a ese aumento. Pero una noche tuvo la sensatez de echar una mirada por la gaveta de la plata y se llevó la sorpresa de que no había sino unas pocas monedas. Al día siguiente se propuso observar qué estaba ocurriendo y descubrió al buenazo de Gustavo regalando plata a diestra y siniestra con las golosinas y las bolas de cristal, los cuadernos, lápices de colores, en fin, que su bobarrón hijo le estaba terminando la tienda. Y nosotros - ¡qué pecado!, como dicen las mujeres – estábamos contribuyendo alegremente al acabose. ¡Pobre Gustavito, a quien pusimos “mete cinco y saca diez”! El rabo fue poco para la muenda que se ganó. Y a nosotros se nos acabó la felicidad. Se dice que el derroche de los chavistas no va a durar mucho. La paliza que tendrá que soportar el engañado pueblo venezolano tendrá proporciones catastróficas. Y, obviamente, a los avivados “carpeteros” se les agotará la dicha como se nos desapareció a los mocositos de aquel entonces el disfrute de dulces y dinero de gorra. orlandoclavijotorrado.blogspot.com 26 de junio de 2013.

martes, 18 de junio de 2013

PARA EL SEMANARIO “LA PROVINCIA DE OCAÑA” ODA A OCAÑA (Segunda parte) Orlando Clavijo Torrado Al llegar, todo, al niño que yo era, lo asombraba: las luces de neón que anunciaban, entre saltos de brillantes colores a Everfit y a Valher, y la Rosa Blanca; el parque poblado de enormes árboles; los almacenes abigarrados; las potentes rocolas que giraban pequeños discos y lanzaban música con bajos profundos, hacían estremecer la plaza de mercado y botaban sobre los tragaluces del dormitorio de los castos seminaristas tonadas amorosas: “No es una serenata como todas las que he venido a darte al pie de tu ventana…Yo sé que si te miro me enternezco y si me das un beso me siento esclavo tuyo”; los cantos vallenatos de Escalona, poéticos y alegres que sacaban de las calles y salones la tristeza del bambuco y el pasillo; los retablos dorados de los templos; las columnas soberbias y el alto coro de la catedral de Santa Ana; los anchos corredores del Seminario; la pequeña capilla del Dulce Nombre, íntima y discreta; la estatua del más grande poeta de Colombia frente al colegio de su nombre; los campos colmados de guayabos, de barbatuscos, jaboncillos y caña dulce; el juego de beisbol en el Tíber con duras semillas de cualquier arbusto; las frescas aguas del Algodonal, en un sábado de paseo con el sol tan ardoroso que secaba los pañuelos sobre nuestras cabezas; recorrer a Pueblo Nuevo, Buena Vista y la Ermita, remontando las laderas resecas con la alegría y el vigor de los once años sin conocer el cansancio. Un domingo, el Cristo Rey se nos vino encima. ¡Cómo parecía que besaba la tierra! Fue cuando el terremoto de Arboledas. Todo era maravilla y novedad: tantos carros, hoteles y casonas, principalmente en la calle del Tamaco - donde el tío Luis Felipe -; la Luz Polar con su fábrica de bebidas gaseosas; tantos personajes a los que mi padre frecuentaba porque era político y afirmaba que debía visitar los directorios. Era cierta la fama de las mujeres bonitas: de hecho, había tenido un anticipo de tanto pregón con mis primeras maestras Eulalia Barbosa y Aidé Navarro en la escuela parroquial de monseñor Rodríguez; los grandes no las dejaban dictar clase de tanto piropearlas; pero yo, el más pequeño, era su consentido. Cuando regresé en la mocedad una bella prima me esperaba con el amor más puro. A las seis de la tarde se oían los primeros rasgueos de las guitarras para la serenata que la novia sospechaba. Pero, por fin, conocí el Agua de la Virgen a la que Luis Antonio García Lemus, el alto y apuesto sacerdote cantaba con su acordeón los versos de Alfonso Carrascal Claro -“por montes y cañadas entre notas alegres…Virgen de Torcoroma, vela por mi terruño, con tu manita santa dame tu bendición”-. El camino retorcido y los ventorrillos esparcidos a su recodo. El mismo relato de la aparición tiene la forma del milagro y el poema: Era hermoso el boscaje y el aire encantado. Al tiempo que el aroma de las flores inundaba el monte, y el agua curativa y refrescante nacía de la hojarasca, Ella brotaba del corazón del árbol derribado para hacer el dornajo que recogería la miel. Quedé arrobado por tantas maravillas de Dios y de la breña tupida y el monte formidable. Me así, cual un infante, a la falda de la madre. Desde entonces siento que jamás me deja, me protege siempre y es mi guía. Como un amante pertinaz sufro si no las veo asiduamente porque ya son dos amores eternos como si fueran uno solo, Ella y Ocaña, Ocaña y Ella, dos caras de la misma moneda: la Virgen de Torcoroma y Ocaña, o viceversa. Cúcuta, mayo de 2013.

lunes, 17 de junio de 2013

CRONIQUILLA MAGNÍFICO FORO Orlando Clavijo Torrado La prensa no le dio mayor importancia al encuentro de dirigentes de la Mesa de Unidad Democrática de Venezuela con el exvicepresidente Francisco Santos y seguidores del expresidente Uribe en el hotel Casino Internacional de Cúcuta el próximo pasado 13 de junio. Para las dos grandes cadenas de radio no constituyó noticia ninguna. Es entendible: son momentos en que hablar mal de Maduro y de la componenda del presidente Santos con las Farc causa problemas. ¿A dónde va Vicente? A donde va la gente. Se perdieron de oír las más autorizadas voces disidentes de los dos países. Al fondo del pódium había una pancarta que decía “Venezolanos con Francisco Santos”. Para comprender los acontecimientos políticos hay que ponerles atención a la personas que saben, a quienes están bien informados, a quienes tocan aquello a lo que la mayoría no puede acercarse. Por ejemplo, el propio Pacho Santos – como gusta que lo llamen- reveló que la visita de Henrique Capriles a nuestro mandatario nacional no fue tan casual sino autorizada por Nicolás Maduro. ¡Por Dios! ¡El presidente Santos a órdenes de un usurpador! En otro momento, el gran orador que es Néstor Solana Prada, veterano dirigente de Copei, trajo cifras puntuales impactantes sobre los desastres causados por el chavismo en 14 años de dominio como el cierre de centenares de miles de empresas, los siete millones de venezolanos sin techo, y los miles de millones de dólares regalados a Cuba, Bolivia, Nicaragua y Ecuador. Otro expositor habló del caso único en la historia actual de un país en el que fallece un presidente y no hay partida de defunción en donde se especifique en qué lugar y cuándo murió. Mas, eso no es todo: de quien asumió como presidente no se conoce su registro o partida de nacimiento para desentrañar si es venezolano o extranjero. De ser extranjero, la Constitución le impediría ejercer como presidente y por tanto su elección y posesión son ilegítimas. No quedó por fuera el tema de las amenazas. Quienes estábamos en el foro – por cierto en un salón con lleno completo - , según las autoridades venezolanas no hacíamos ningún debate sino que nos entrenábamos como paramilitares para invadir a Venezuela y asesinar a Maduro. En verdad los únicos armados que había allí eran los policías nacionales que prestaban seguridad; de resto no teníamos en las manos sino libretas y bolígrafos. Y a propósito del supuesto plan del gobierno y la oligarquía colombiana de matar por medio de virus o bacterias al hombre que habla con pajaritos, al auditorio le causó mucha gracia la noticia de que Maduro prohibió la importación de papel higiénico de Colombia porque por ahí podrían inocularle la enfermedad mortal. ¡Ja,ja,ja! La escasez de dicho papel en Venezuela provocó que alguien comentara con sorna que no se había visto nunca que la gente hiciera cola para comprar con qué limpiarse la cola. En resumen, se trataba de brindarle a la oposición venezolana, tan solitaria y desconocida en todas partes salvo en el parlamento hondureño, un respaldo para que pueda continuar con esa admirable valentía la batalla de detener el castrocomunismo cuya receta se está aplicando y extendiendo en la América Latina. De multiplicarse las voces de inconformismo frente al aherrojamiento del chavismo de los poderes en Venezuela y con la política errada de Juan Manuel Santos en sus arreglos con las Farc, los valores democráticos se recuperarán incluso para aquellos otros pueblos que ya transitan por los caminos del socialismo del siglo XXI. Ya allí se depositó la semilla y con gran fe y trabajo organizado se verán pronto los frutos. orlandoclavijotorrado.blogspot.com 17 de junio de 2013

martes, 11 de junio de 2013

PARA EL SEMANARIO “LA PROVINCIA DE OCAÑA”. PRIMERA PARTE DE UN POEMA Orlando Clavijo Torrado Debo confesar a mis lectores que, como decía Carlos Lleras Restrepo, yo también he “cometido poesía”, que hace largo tiempo no reincidía y que reincidí porque sentía que no había cumplido una promesa y un anhelo. Así nació en el pasado mes de mayo la ODA A OCAÑA. Es mi más reciente trabajo en ese campo, incluido ahora en una colección llamada Jardín de luz con la que concursé hace un buen tiempo y que está a la espera de la edición. La composición en su forma tradicional ocupa 8 páginas porque los versos van adecuadamente separados, pero para poderla acomodar al espacio de esta columna le di la forma de poesía en prosa. Sin más preámbulos, presento aquí la primera parte. ODA A OCAÑA En mi hogar desde el amanecer no se hablaba sino de Ocaña, como la estrella más brillante de todo el firmamento, misteriosa, y como un rico castillo hechizado. Mi abuelo Ramón Torrado traía recios toros de Ocaña para las corridas de Ábrego. No los había mejores en la comarca. Eran legendarias su bravura y su imponencia. El mejor criador se llamaba Medardo Urquijo. Y tan honrado era papá Ramón que le dejaban las reses al fiado. ¡Para una tierra de gentes bizarras, toros bragados! Avanzaba la manada de las corridas de diciembre por el Alto de los Seborucos en donde el pueblo aguardaba. De pronto el novillo amarillo con manchas blancas, rebelde entre los rebeldes, se esgaritó y agarró el camino real. Sobraron los voluntarios de Ábrego para salir al encuentro del toro desbocado cantando vaquerías. El abuelo se solazaba refiriendo las hazañas de su tío el general Mateo Torrado -nuestro héroe de la guerra de Los Mil Días – quien después de la lucha buscó el remanso ocañero. Me contó que en una tienda del barrio San Francisco un impertinente se propuso impedirle saborear una cerveza. El general lo amonestó paternalmente pero el “sangripesado” no accedió a comportarse. Entonces le asestó tal puñetazo que lo envió volando por los aires sobre un bulto de leña sobre el que se asarían las arepas con pellejo. “Para que aprendás a respetar”, le dijo. Según mi madre, todos los abuelos, Mateo, Federico y Benjamín, eran hombres serios, “categóricos”, que apenas usaban las palabras precisas, y no admitían las injusticias. De otra forma, no contendían. Mi padre, adolescente, pasaba por Ábrego, pero antes había saludado a lo lejos, de donde salía el humo de una pipa, a su bisabuelo Pedro Clavijo, de cien años, en la mítica vereda Piedras Negras. Iba para Ocaña, con su padre, arreando una de las recuas más grandes de Bucarasica. En el parque de San Agustín se reunían hasta mil mulas. ¿Exageraba mi padre? Pero es que cargaban el café de toda la provincia. Regresaban con el trueque: sal, velas esteáricas, alpargatas, manteca en voluminosas latas, pescado de Gamarra y de La Gloria, queroseno, telas, carne en lonjas que montaban sobre el lomo de las bestias. ¡Qué temporadas en Ábrego! ¡Qué calor de familia, qué evocación de los ancestros, de leyendas y de nobles orgullos! Y el gran escape: la inmensa ciudad, Ocaña. Por ello, cuando me dijo mi padre “estudiarás en Ocaña” ¡qué noticia tan hermosa! ¡Coronaba un sueño! orlandoclavijotorrado.blogspot.com 11 de junio de 2013

viernes, 7 de junio de 2013

PARA EL SEMANARIO “LA PROVINCIA DE OCAÑA” PLEGARIA POR LA PATRIA HUMILLADA Orlando Clavijo Torrado Otra vez Colombia fue objeto de las agresiones venezolanas. ¡Otra vez! ¿Cuántas veces Venezuela ha roto relaciones con Colombia? Mil veces. ¿Y cuántas veces Colombia ha roto relaciones con Venezuela? Ni una sola vez. Además, Colombia nunca ha sido dada a romper relaciones con nadie, salvo en la Segunda Guerra Mundial que rompió con Alemania, un rompimiento romántico, simbólico, tonto, por conveniencia y complacencia con Estados Unidos. Menos mal que Alemania, tan enredada en el conflicto, no se dio cuenta de la acción de este paísito, porque, de lo contrario, se voltean y nos dan una muenda bien grande. Este es un cuento de nunca acabar: en plena guerra de la Independencia que ambas naciones libraban contra España, por allá por 1816 el general José Antonio Páez apresó a Santander y lo liberó cuando se le antojó; el recién instalado gobierno neogranadino tuvo que comerse esa lagartija sin chistar. Después el mismo Páez desacató la autoridad central de Bogotá y el propio presidente Simón Bolívar tuvo que ir a contentarlo, se abrazaron y Venezuela más tarde se separó de la Gran Colombia, no sin amenazas de atacar con su Ejército a la Nueva Granada. Jamás Colombia ha cerrado la frontera con Venezuela por capricho de un gobernante, mientras que Venezuela durante el siglo XX la cerró en infinidad de ocasiones, en algunas por orden del sargento de un retén, y en el actual siglo los cierres ya son consuetudinarios y violatorios de todos los derechos. Con Álvaro Uribe Colombia recuperó su dignidad frente a Venezuela, aunque no pudo pararle el macho con las armas por la superioridad bélica que el dictador Chávez logró, pero nuestro actual presidente volvió a caer arrodillado ante un ignorante usurpador de la presidencia llamado Nicolás Maduro, el que, siguiendo el discurso atrabiliario de su antecesor, se cree con derecho de decirle a Santos con quién debe hablar y con quién no, con quién debe pactar y con quién no. Agréguese a esto la presencia de una canciller blandengue y tendremos que por los lados de la Casa de Nariño se desconocen valores como la independencia, la autoestima, el orgullo patrio, el honor nacional y el respeto a un pueblo soberano. Conscientes de tan miserable condición y viendo a Maduro pisotear estos postulados éticos, otros, como Correa, Morales, los Castro y Ortega, aprovechan para hacer lo mismo cuando les viene en gana. ¡Cómo sueña uno con un presidente que no permita que los vecinos maten a los nuestros impunemente, que agravien a nuestros expresidentes, que ofendan al presidente en ejercicio y que humillen rompiendo relaciones sin motivo serio y justificado! ¿Cuándo el Señor Todopoderoso se apiadará de esta nación tan mancillada por los vecinos y le socorrerá un mandatario con los calzones bien puestos, con la dignidad en alto y que le arda la sangre de colombiano? ¿Cuándo, Señor, ocurrirá eso? orlandoclavijotorrado.blogspot.com ………………………………………………………………......... 5 de junio de 2013.

miércoles, 5 de junio de 2013

CRONIQUILLA LA MUJER Y LOS CAFRES Orlando Clavijo Torrado Definitivamente aquí, frente a Venezuela, estamos muy avanzados respecto al trato al bello sexo. Vean ustedes el problemonón en que se metió Hernán Darío Gómez - alias Bolillo, entrenador de la Selección de Colombia - por haber agredido a una prostituta, de la que nunca se supo su nombre, en su bar preferido. Hasta el presidente de la República intervino, pidió que lo destituyeran y en efecto lo destituyeron, lo masacraron en la prensa, y recibió el rechazo de hombres y mujeres y de organismos nacionales y mundiales. Esto es, que sufrió un merecido castigo y nadie le congració la infortunada reacción en una borrachera. Al contrario, el “patán de al lado” – como llama la periodista española Salud Hernández a Nicolás Maduro – no se inmutó ni condenó el que a una diputada de la Asamblea Nacional, María Corina Machado, la hubieran golpeado los chavistas en desarrollo de una sesión. Es de imaginar el gesto de contento, moviendo su mostacho de lado a lado, al conocer la paliza que sus correligionarios y matones le propinaban a una inteligente y valerosa opositora. Sabíamos que la querida Venezuela había entrado en un estado de fanatismo, de ignorancia y de fundamentalismo que ha enceguecido inclusive a mentes consideradas lúcidas; que la camarilla gobernante – encabezada por un sujeto virtualmente analfabeta – está llevando a su pueblo a la miseria y la desesperación; que ya el poco pudor que les quedaba para cometer fraudes electorales lo arrojaron el pasado 14 de abril al robarle el triunfo a Henrique Capriles; y que la persecución a los disidentes no tiene límites; pero que llegaran a ensañarse contra las mujeres rebosa toda idea, aunque ya había antecedentes como el de la juez María Lourdes Afiuni, encarcelada por orden de Chávez, violada en prisión por los custodios, embarazada y forzada a abortar. Resultan, no increíbles sino insoportables éticamente, las expresiones de los dirigentes máximos del chavismo como Pedro Carreño, Mario Silva – el del programa La Hojilla – y Diosdado Cabello- el grosero presidente de la Asamblea Nacional -, al referirse a la despiadada golpiza contra los diputados opositores y entre ellos a María Corina Machado. Cualquier varón enrojecería al pronunciar las frases que ellos no tuvieron empacho en decir: “ se lo merecía”, “esa nariz de burguesa no aguanta coñazo” y “las quejas de María Corina Machado son una vaina loca”. Nadie en el continente protestó. Por allí no aparecieron los derechos humanos, la OEA, la ONU, ni las organizaciones feministas. Mucho menos nuestro presidente, que ha resultado un verdadero traidor, y quien se descargó fuertemente contra el Bolillo Gómez pero que se asusta ante el patán de al lado y le pasa todas sus excreciones seguramente porque lo tiene atenazado del cuello al ser aquel patrono de las Farc. Menos aún dijo esta boquita es mía la ministra de Relaciones Exteriores, una señora bogotana – ¡los bogotanos y su insufrible melosería! – quien con su hipócrita vocecita se lava las manos afirmando que Colombia no se me inmiscuye en los asuntos de las demás naciones, pero sí permite que cualquier patán de al lado lo haga en la nuestra. Quiero significar con todo lo anterior que cuando el maltrato a la mujer ya es oficial, particularmente a la mujer intelectual y valiente, y aplaudido por los altos jerarcas de un régimen, ese país cayó en la ley de la selva, en el salvajismo extremo. Sin duda que un país así es sumamente peligroso. orlandoclavijotorrado.blogspot.com 3 de junio de 2013

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Cúcuta, Norte de Santander, Colombia
Casa-Museo General Francisco de Paula Santander - Villa del Rosario

CERCA DE LAS ESTRELLAS

CERCA DE LAS ESTRELLAS
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50 años del Diario La Opinión

50 años del Diario La Opinión
cena en el Club del Comercio - 15 de Junio de 2010 - Columnistas

Museo Antón García de Bonilla

Museo Antón García de Bonilla
Orlando Clavijo Torrado y Luís Eduardo Páez García junto a la foto del General Mateo Torrado, tío bisabuelo del primero, quien la donó. Don Justiniano J. Páez, abuelo del doctor Luis Eduardo, en su obra histórica al referirse a la guerra de los Mil Días, da fiel cuenta de las acciones del General Torrado en la contienda, en virtud a haber actuado como su secretario.

Museo Antón García de Bonilla

Museo Antón García de Bonilla
Hermanos Clavijo Torrado, Orlando, Nora, Edilia y Olga. Julio de 2010, Ocaña - Junto a la bandera con la imagen del Libertador Simón Bolívar bordada por señoras de Ocaña al conmemorarse el primer centenario de la independencia (1910).

EN EL AGUA DE LA VIRGEN

EN EL AGUA DE LA VIRGEN
Orlando Clavijo Torrado, sus hijos, nietos y primos.

CERCA DE LAS ESTRELLAS

CERCA DE LAS ESTRELLAS
CONTRAPORTADA

NI TAN CERCA DE LAS ESTRELLAS - Gustavo Gómez Ardila

NI TAN CERCA DE LAS ESTRELLAS - Gustavo Gómez Ardila
COLUMNA DEL 2 DE JUNIO DE 2009 - DIARIO LA OPINION

MONOGRAFIA DE BUCARASICA - Olger García Velásquez

MONOGRAFIA DE BUCARASICA  - Olger García Velásquez
COLUMNA DEL 2 DE JUNIO DE 2009 - DIARIO LA OPINION

Posesión como miembro de la Academia de Historia de Norte de Santander, Cúcuta, 17 diciembre 2007

Posesión como miembro de la Academia de Historia de Norte de Santander, Cúcuta, 17 diciembre 2007
Con sus hijos, de izquierda a derecha Cesar Octavio, Jaime Mauricio, Silvia Andrea y Orlando Alexander Clavijo Cáceres

LANZAMIENTO LIBRO "CERCA DE LAS ESTRELLAS"

LANZAMIENTO LIBRO "CERCA DE LAS ESTRELLAS"
29 DE MAYO DE 2009. CÚCUTA.

En la Academia de Historia de Norte de Santander

En la Academia de Historia de Norte de Santander
Padre Edwin Avendaño, José Antonio Toloza (Q.E.P.D), Secretario de la Academia, y Orlando Clavijo Torrado