lunes, 15 de septiembre de 2014
BIENAVENTURADOS LOS QUE HUYEN
CRONIQUILLA
BIENAVENTURADOS LOS QUE HUYEN
Orlando Clavijo Torrado
El Fiscal General de la Nación, Eduardo Montealegre, se ha convertido en el coco para algunos, pues tan pronto lo ven salen corriendo. ¡Y quién no si en sus apariciones en la tv y en la prensa va anunciando a quién va a poner preso y por cuántos años! Tomar las de Villadiego fue el camino más expedito que encontró la ex Contralora General de la República, Sandra Morelli Rico, al oler que su archirrival, dueño del garrote, el Fiscal General, por nada le perdonaría que lo siga acusando de presuntamente haber suscrito contratos con honorarios de miles de millones de pesos con SaludCoop.
No es ningún secreto la filiación política de Montealegre y su afinidad con el presidente Santos. Y demostrado está que cuando mete la mano en una investigación, ¡sálvese quien pueda! Ahí está el ejemplo del ex ministro de Agricultura Andrés Felipe Arias, quien sin apropiarse de un solo peso, gracias al empeño de Montealegre fue condenado por la Corte Suprema de Justicia a una pena de 17 años de prisión, mientras el mismo fiscal aboga porque los dirigentes guerrilleros, autores de masacres, robos, extorsiones, secuestros, torturas y destrucciones, no paguen ni un día de cárcel.
El comentario general es que si la doctora María del Pilar Hurtado, ex directora del DAS, regresara a Colombia, se la comerían viva. Como se van a comer vivo al “peligroso hacker” Sepúlveda, un pobre bobarrón a quien el presidente de la República y el mismo Fiscal General le han atribuido tanto poder como el de poner a tambalear el Estado y las instituciones patrias. Como diría el caudillo Gilberto Alzate Avendaño, ¿así está de débil el régimen que no aguanta ni una hemorragia nasal?
En verdad, y para ser justos y equitativos, si asustan las facultades que tiene el Procurador General de la Nación y se pretende limitarlas, ¿por qué no se legisla también para mermarle el predominio punitivo que posee el Fiscal General? Otra reforma necesaria es la terminación de la justicia show, la justicia del micrófono, al igual que resulta urgente despolitizarla e imparcializarla de las ideas y pasiones de los ejecutores.
¿Y de las víctimas que deben ir a La Habana a enfrentar a Timochenko y sus muchachos, qué?
Porque ocurre que falta por desfilar por allá el mismo Estado colombiano con sus puentes tumbados y la infraestructura vial hecha añicos, las sedes de la Caja Agraria destruidas, los puestos de policía, las escuelas públicas, las alcaldías, gobernaciones y centenares de edificios oficiales incendiados, las refinerías, los oleoductos y el petróleo arremetidos y perdidos, las ambulancias y carros oficiales atacados con bombas, y un largo etcétera. ¿Quién responderá de tan inmensos destrozos y quién los va a pagar?
Como van las cosas, los negociadores de las Farc negarán que ellos fueron los responsables, y los del gobierno, para no disgustarlos dirán que está bien, que dejemos así.
Entonces, dejemos así.
orlandoclavijotorrado@yahoo.es
13 de septiembre de 2014
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- Cúcuta, Norte de Santander, Colombia
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