viernes, 20 de septiembre de 2013
¿NACIONES CIVILIZADAS?
PARA EL SEMANARIO LA PROVINCIA DE OCAÑA
¿NACIONES CIVILIZADAS?
Orlando Clavijo Torrado
Dijo Jesús: no todo el que clama ¡Señor, Señor! entrará en el reino de los cielos. De igual modo, no todo el que predica respeto por los derechos humanos es digno de credibilidad.
En Suecia, país que nos asesora tanto en derechos humanos, nos vigila, nos exige y nos critica, hace unos años mataron a su primer ministro Olaf Palme en plena calle el 28 de febrero de 1986. Es un ejemplo de que allá, pese a tanta cultura, también se desconocen los derechos humanos a los ojos de todo el mundo.
En Amstetten, Autriche, Austria, la culta Austria, a finales de abril del 2008, se conoció un caso que horrorizó al mundo entero: Josef Fritzi mantuvo en cautiverio a su hija Elisabeth, en dicha fecha de 42 años, y la forzó a mantener relaciones sexuales durante 24 años, procreando en ella 7 hijos que vienen a ser también sus nietos. El hombre acumuló ya 77 años de vida. Rosemarie, la esposa del malvado, o permitió todo aquello deliberadamente, o fue intimidada para que lo permitiera.
En la cuna de la civilización, Irak, y en los países aledaños, igualmente asiento de la raza humana en sus períodos de expansión cultural, las matanzas y las inmolaciones arrastrando otras víctimas, son pan de cada día. En Siria, otro de los pueblos más antiguos del mundo, en donde San Pablo comenzó su nueva vida de evangelizador cristiano, su presidente, el médico oftalmólogo Bashar al-Assad y dictador desde el 2000 al morir su padre que gobernó durante treinta años, ejerce una feroz represión contra sus opositores y mató en el pasado mes de agosto a 1.700 personas, entre ellas 400 niños, y dejó heridas a 5.000, mediante el uso de una terrible arma química como es el gas sarín.
En España, nuestra madre patria, ¡pero qué madre!, la xenofobia es patente. La tv mostró hace unos años ataques a patadas contra inmigrantes sudamericanos perpetrados por jóvenes pasajeros de autobuses e incluso por propios guardias de trenes. La razón: que no soportan ver en sus transportes a mestizos y a los despectivamente llamados sudacas (suramericanos). Y aún así tienen a un señor Baltasar Garzón, ex juez de corte socialista, predicando por los países no socialistas, la inviolabilidad de los derechos humanos.
En consecuencia, hay que desconfiar de todos los que proclaman respeto a los derechos humanos, y más de los estados que los reclaman para estos pueblos subdesarrollados cuando en los suyos son materia de burla y los convierten en bandera de exportación. Exijámosles que primero los cumplan en sus territorios antes de venir aquí a cuestionarnos. No miran la paja en el ojo propio sino en el ajeno.
orlandoclavijotorrado. blogspot.com
18 de septiembre de 2013.
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- Orlando Clavijo Torrado -
- Cúcuta, Norte de Santander, Colombia
- Casa-Museo General Francisco de Paula Santander - Villa del Rosario
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