martes, 11 de marzo de 2014
EL CANDIDATO
PARA EL SEMANARIO “LA PROVINCIA DE OCAÑA”
EL CANDIDATO
Orlando Clavijo Torrado
Importante advertencia: cualquier coincidencia con hechos reales no es pura coincidencia. Los nombres han sido cambiados para proteger al autor de cualquier demanda.
El período del alcalde Héctor Julio estaba por terminarse. A él le interesaba, y bastante, entregarle el puesto a un amigo, pero más que amigo alguien de su absoluta confianza pues dejaba algunos “enreditos” de plata que convenía que el otro le guardara la espalda. Esta era una constante en la alcaldía de Alto Chiquito. La Contraloría del departamento nunca descubría ningún chanchullo porque al menos los tres últimos alcaldes habían sido el uno subalterno o tesorero del otro, de modo que todo estaba muy bien amarrado y secreto.
Héctor Julio se trasnochaba pensando en qué manos depositar las riendas del poder de Alto Chiquito. Estando en estas cavilaciones en su oficina apareció su compadre Abraham.
- ¿En qué piensa, compadre? – le dijo don Abraham.
- En mi próximo sucesor. Ayúdeme, compadre, a escoger dentro de nuestro movimiento un buen candidato – contestó Héctor Julio.
Los dos dirigentes se concentraron en la labor. Se rascaban la cabeza al ver que no daban con el aspirante de los tantos nombres que barajaban: Estolano Arévalo no tenía ni el voto de la familia; Ruperto Chona tampoco serviría por su desmedida ambición; si se descuidaban les quitaba hasta los calzones, y como afirmaba el propio Héctor Julio con desparpajo:” aquí se puede robar pero hay que dejar algo”; y agregaba mientras señalaba los bolsillos del pantalón: ”miti y miti está bien: mitad para el municipio y mitad para uno”. Eccehomo Soto tampoco convenía porque jugaba doble y hasta triple, se cambiaba de bando sin ponerse colorado; y Canuto Ascanio, aunque buen copartidario, era muy borracho.
- Entonces, ¿qué hacemos, compadre? ¿a quién escogemos de candidato? -, volvió a preguntar Héctor Julio.
Su compadre no le respondió al momento, pero al cabo de unos minutos exclamó como si hubiera hecho un gran descubrimiento:
- ¡Pues a yo, compadre!
- ¿A usted? ¿Cómo se le ocurre que usted? ¡No, no, compadre, está loco!
Abraham trató de salirse de su eje, mas no tardó en reaccionar:
- ¿Y por qué no puedo ser yo? ¿Qué tiene usted que no tenga yo, compadre? Tan ignorante como usted, con quinto de primaria que hice en la escuela de la vereda, y un arrancayucas igual que usted.
Estos argumentos aplastaron al alcalde Héctor Julio que no tuvo más que admitir:
- Tiene razón, compadre. Usted tiene todas las calidades para ser el próximo alcalde de Alto Chiquito.
Epílogo: Abraham fue elegido alcalde de aquel municipio, y como le confesó a un amigo común: cumplió un mandato decente, sin pasarse del diez por ciento en el cobro de contratos, sin robar igual que su compadre Héctor Julio que fue muy descarado, y obteniendo apenas como provecho de su período de cuatro años un edificio de ocho apartamentos en la capital y dos taxis.
- La verdad – le dijo a mi amigo, con profunda humildad - no fue más lo que saqué de esa alcaldía. Pa qué le digo mentiras, no saqué más.
orlandoclavijot@hotmail.com
orlandoclavijotorrado.blogspot.com
10 de marzo de 2014.
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Datos personales
- Orlando Clavijo Torrado -
- Cúcuta, Norte de Santander, Colombia
- Casa-Museo General Francisco de Paula Santander - Villa del Rosario
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