sábado, 7 de abril de 2018
FURIBUNDA PETRISTA
Para El Informador del Oriente, de Ocaña
FURIBUNDA PETRISTA
Orlando Clavijo Torrado
La señorita X me llamó la semana antepasada. Continuamente nos comunicamos pues además del vínculo de sangre hay aprecio mutuo, cariño y respeto. O por lo menos hasta aquel día los había.
Luego de hablar de generalidades, llegamos al tema político. Entonces le pregunté si había visto la última encuesta según la cual el candidato a la presidencia Iván Duque iba encabezando, muy por encima de Gustavo Petro, el que había tomado ventaja en un principio para desinflarse al poco tiempo. Mi consanguínea “se calentó”, como decimos por acá; o, en términos más plebeyos, “se arrechó”, o “se emberracó”; o, para ser elegantes, reaccionó violentamente. Ella es maestra –o profesora como se les nombra ahora – y abogada especializada, mas no puede ejercer directamente por su condición de empleada pública. El caso es que empezó a recriminarme, como si yo fuera culpable, de toda la historia patria, desde el descubrimiento de América, la Conquista, la Independencia, la República, la muerte de Uribe Uribe, la revuelta de las bananeras y el 9 de abril. Creo que hasta la guerra de los Mil Días me la achacó. Para ser exactos, no solo a mí sino a mi partido y a todos los gobiernos. Cuando me echó en cara la muerte de Gaitán hizo una pausa para tomar aire, instante que aproveché para referirle algo que ella desconocía, pues no me daba oportunidad de responderle la catarata de reproches. Logré dispararle un solo tiro: que en general estaba mal informada por leer solo una visión parcializada de la historia, y que en cuanto a ese punto, la muerte de Gaitán, leyera “Palabras pendientes” de Alfonso López Michelsen, un liberal nada sospechoso, en cierta época socialista como ella ahora, quien reveló allí que el homicida, el tal Juan Roa Sierra, no era más que un desarrapado, esperanzado en que Gaitán le consiguiera un trabajo, para lo cual lo hacía ir a la oficina frecuentemente sin que le concretara nada, por lo que el hombre decidió vengarse. Por ese relato sin destellos de heroísmo la familia de Gaitán no volvió a hablarle a López. Y éste comentaba que al caudillo rojo no lo mató ni la oligarquía conservadora ni la liberal, como se enseña en los libros escritos por liberales radicales y marxistas en los colegios y universidades, sino un paria, cachoneado y abandonado por su compañera, motivos también que lo llevaron a cometer el crimen para que al menos la mujer lo recordara según se lo anunció cuando le dijo que iría a salir en la prensa por algo grande.
No exagero: mi rabiosa interlocutora afirmó que en Venezuela no sucedía nada anormal y que todo lo inventábamos los enemigos de Maduro.
Al recordarme que su cargo de maestra se lo debía al M19 y que así se lo contaba a sus alumnos, le expresé que obviamente me parecía de justicia y gratitud que apoyara a Gustavo Petro.
Menos mal que la parientica me colgó bruscamente, porque ya presentía que me iba a inculpar de las muertes de Hugo Chávez y Fidel Castro.
orlandoclavijotorrado@yahoo.es
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6 de abril de 2018.
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Datos personales
- Orlando Clavijo Torrado -
- Cúcuta, Norte de Santander, Colombia
- Casa-Museo General Francisco de Paula Santander - Villa del Rosario
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