jueves, 14 de marzo de 2013
PARA EL SEMANARIO LA PROVINCIA DE OCAÑA
SAN HUGO CHÁVEZ
Por Orlando Clavijo Torrado
¿Pero acaso alguien conoce que este nuevo miembro del santoral se haya confesado y comulgado alguna vez? Nadie. ¿Recibió la extremaunción? De ello no existe noticia ni registro, a no ser que como todo en su vida era guardado con absoluto secreto, sí hubiera tenido esos sacramentos. Lo público y sabido, porque todos lo vimos, fue su clamor en la Semana Santa del año pasado ante un Cristo sangrante para que le pasara todas las espinas y dolores pero que no se lo fuera a llevar, así como le dio la vuelta al mundo su aferramiento a un crucifijo cuando ya la mortal enfermedad lo llevaba por su cuenta. ¿Un cristiano de última hora? ¡O una conversión fingida después de que había pregonado que primero estaba él y luego Dios!
El edecán de los postreros momentos dijo que al presidente moribundo se le entendía por el movimiento de los labios que no quería morir, que no lo dejaran morir, lo que contrasta con la idea que vendió Horacio Zerpa en reciente escrito de que Chávez había sido un valiente ante la muerte. Es natural que todos temamos a la parca, pero se ha dicho que también para morir hay que conservar la dignidad. Sin embargo, el problema de estos dictadores a quienes el culto a la personalidad les llega a hacer creer que son inmortales, es ese: cuando comprueban que son tan humanos y vulnerables como cualquiera, se desesperan, y como Chávez, consideran que echando mano a última hora de la religión y sus símbolos que tanto despreciaron y atacaron, se van a librar del prosaico destino que a todos nos toca. Recuérdese que antes de esos arrebatos místicos no confiaba sino en chamanes, le rindió culto a todos los fetiches y utilizó los billetes al efecto, poniendo allí a toda la corte espiritista como la reina María Lionza, el cacique Guacaipuro, el negro Felipe, el chamo Candela y El Cuchillero de la corte de los malandros, Babalú Ayé de la corte africana, faltando tal vez la corte de los donjuanes entre ellos Don Juan El borracho, y El Piojoso de la corte de los destripadores.
Y no crean, amables lectores, que lo de san Hugo Chávez es cuento: ya en la vecina población de San Antonio del Táchira se oyó a gente rezando el nuevo credo revolucionario: “Creo en dios padre Hugo Chávez todopoderoso…” (Tanta idolatría por el coronel les dio pie a sus enemigos para sacar aquella burla de doble sentido: si Chávez está metido en el corazón de los venezolanos, ¿en dónde se meterán a Maduro?)
¿Cuál será el propósito de embalsamar su cuerpo y conservarlo por los siglos de los siglos? ¿Lo querrán poner en un nicho para veneración de los devotos fieles chavistas?
Todo parece indicar que así sucederá.
orlandoclavijotorrado,blogspot.com
12 de marzo de 2013.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Datos personales
- Orlando Clavijo Torrado -
- Cúcuta, Norte de Santander, Colombia
- Casa-Museo General Francisco de Paula Santander - Villa del Rosario
No hay comentarios:
Publicar un comentario