martes, 5 de marzo de 2013
PARA EL SEMANARIO LA PROVINCIA DE OCAÑA
MIS DOS PELADAS
Por Orlando Clavijo Torrado
Por supuesto que me produjo mucha alegría la inauguración del viaducto en La Curva (allá estaba también cubriendo la noticia para este egregio semanario y muy animado nuestro director Carlos Jorge Vega). Pero además de eso, saboreé otras satisfacciones.
Me entró un fresquito cuando la ministra de Transporte doña Cecilia Álvarez declaró que se le habían enfermado la mitad de sus colaboradores en el trayecto hacia el viaducto. ¡Eso es para que chupen, para que sepan lo que es sabroso! ¡Para que vivan en carne propia lo que hemos padecido los usuarios durante cerca de setenta años! El angustioso viaje la forzó a admitir que la carretera era un desastre y que sentía pena. Me reconforta que quedó demostrado cómo la queja nuestra de cada día no era infundada, que no nos quejamos por deporte y que por último las altas esferas de la administración nos dieron la razón.
Pero como será el desconocimiento del gobierno de nuestra realidad que la ministra no tuvo empacho en decir que Ocaña era la segunda ciudad de Santander. ¡Por Dios, ministra! ¡Aprenda siquiera geografía! ¡Usted se encontraba en ese momento en Norte de Santander! ¿O su metida de pata obedecería quizá a que venía mareada por los sacudones de su auto y la brincadera en los hoyos de la carretera? ¡Si supiera que en tiempos remotos a nosotros nos tocó trasladarnos en los buses de Peralonso con sillas duras, comiendo tanto polvo que llegábamos monos a Cúcuta o a Ocaña, y que la vomitada hacía parte del vía crucis!
Con relación al mismo tema debo reconocer dos peladas. ¡No, amables lectores, no crean que dejé por ahí en La Curva dos hijas naturales! Fueron las dos equivocaciones en que incurrí en el artículo anterior: me pelé, primero, en creer que al alcalde de Bucarasica lo iban a ignorar en la ceremonia de inauguración del viaducto y en su lugar aparecería el alcalde de Sardinata, y no ocurrió así. Lo invitaron a cortar la cinta junto con la ministra y le fue tan bien al joven mandatario que, según me cuentan, ella lo convidó a que la siguiera acompañando en la correría. En segundo lugar, me pelé respecto a los costes de la obra pues finalmente aseguraron que eran 6.000 millones, aun cuando en La Opinión lo elevaron en una ocasión a 106.000 millones. Yo dije que se habían gastado 163.000 millones (de algún lado saqué esa cifra), realmente un platalón, pero me temo que por ahí anda la cuenta pues ninguno me ha dicho “exagerado el muchacho”, nadie se ha puesto bravo ni ha salido a refutarme y menos, ¡bendito sea Dios!, a demandarme. 6.000 millones para una obra de ese calibre y en este país, son un regalo. Podemos repetir la exclamación de los venezolanos cuando venían a Cúcuta y compraban de todo con sus cotizados bolívares: “¡ta barato, dame dos!”
Creo, entonces, que quedó aclarado lo de mis dos peladas. Presento disculpas por ellas.
orlandoclavijotorrado@blogspot.com
27 de febrero de 2013.
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Datos personales
- Orlando Clavijo Torrado -
- Cúcuta, Norte de Santander, Colombia
- Casa-Museo General Francisco de Paula Santander - Villa del Rosario
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