jueves, 21 de noviembre de 2013
¡BIENVENIDA NAVIDAD!
PARA EL SEMANARIO “LA PROVINCIA DE OCAÑA”
¡BIENVENIDA NAVIDAD!
Orlando Clavijo Torrado
“La nochebuena se viene, la nochebuena se va, y nosotros nos iremos, y no volveremos más”.
Gran verdad encierra esta antigua copla colombiana. La nochebuena, la Navidad, a pesar de ser transitoria, se renueva eternamente, al contrario de lo que nos ocurre a los humanos.
Cada año como que se apresura la Navidad. Desde octubre, propiamente desde el día de Halloween, empieza el festejo decembrino. En noviembre ya han descargado los containers con los adornos navideños que vienen de la China. (¡Qué paradoja! Los orientales, que tienen otra cultura y otras religiones, aprovechan nuestras creencias y costumbres cristianas – Navidad, pesebre, papá Noel, guirnaldas, arlequines, hombres de nieve, luces, bolas para el árbol - y como buenos mercaderes, obrando cual cualquier redomado capitalista y dejando a un lado su comunismo de papel, nos fabrican cuanto consumimos masivamente en esta temporada). Y a la altura de finales de noviembre ya los comerciantes de los almacenes y los vendedores callejeros han desempacado los brillantes adornos navideños y ya algunas luces se han dañado porque los chinitos son jodidos para hacer cosas desechables.
La gente se anticipó a la novena de aguinaldos y ya hizo las compras para armar el pesebre y el árbol de Navidad de modo que todo está listo. El whisky también entró en los preparativos. Y las anchetas, que es justo regalar a ciertos colaboradores, por ejemplo, en el ámbito doméstico, a los vigilantes y la empleada de la cocina. Entonces, una vez logrado que la casa esté resplandeciente y con todos los símbolos navideños, en la última semana de este mes, o, a más tardar, en la primera de diciembre, saldremos a comprar la ropa del estreno para los pelados de la familia y para nosotros mismos. Y ahora si, a descansar y a esperar que lleguen las fiestas para beber el licor preferido y comer las viandas consabidas, el pavo, las hayacas, el jamón y el pernil de cerdo, la gallina rellena, los buñuelos y la natilla y las conservas de higo. ¡Uumm! ¡Qué rico!
El espíritu de la Navidad se ha extendido por hogares, calles, oficinas, edificios, centros comerciales; en estos suenan los villancicos. Hablando del espíritu de la Navidad, algunos ponen por todos lados un muñeco, semejante a un duende, que lo representa. Dicen que trae buena suerte, billetes al por mayor y gran dicha. En una bella competencia, por doquiera los arreglos deslumbran y admiran. Los rojos, los verdes y los dorados predominan.
Ya noviembre es diciembre. El hombre quiere gozar pronto, sin más esperas, de las dulces recordaciones del nacimiento de Jesús. ¡Bien que así sea! Para eso trabajamos durante doce meses, de modo que nos merecemos darnos los gustos que queramos al arrimo de la Navidad y el año nuevo. El comercio ayuda a la alegría con sus ofertas de todos los tipos y para todos los gustos y presupuestos. ¡Bienvenida Navidad!
orlandoclavijotorrado.blogspot.com
orlandoclavijotorrado@yahoo.es
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- Orlando Clavijo Torrado -
- Cúcuta, Norte de Santander, Colombia
- Casa-Museo General Francisco de Paula Santander - Villa del Rosario
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