miércoles, 28 de mayo de 2014

METERETE Y LOS RATONES

PARA “LA PROVINCIA”
METERETE Y LOS RATONES
Orlando Clavijo Torrado

Siguiendo con los cuadros costumbristas que he traído en ediciones anteriores, hoy quiero recordar un episodio de confusiones muy simpático.  
En crónicas pasadas me referí a la  costumbre en los pueblos de denominar a ciertas familias por apodos, al punto que de tanto usarlos los apellidos se pierden, y así llega un momento en que nadie sabe que fulano y zutano llevan, por ejemplo, el apellido Ramírez, sino que los nombran como los “guanábanos” o los “jeteburro”.
Vamos al grano. En aquel pueblo de tierra fría había dos familias que habitaban casas vecinas, bautizados los unos como “los gatos” y los otros como “los ratones. En verdad, extraña convivencia, ya que no es habitual que gatos y ratones se simpaticen, pero estas dos especies allí hasta compartían el mismo plato. ¡Por supuesto, hablamos de seres humanos!
Sucedió que la maestra advirtió que uno de sus alumnos, hijo de un policía, mostraba signos de enfermedad, que en su concepto podría tratarse de paperas. De inmediato mandó a llamar al padre para que llevara al niño al médico o a su casa. La maestra aconsejó entre los remedios caseros que conocía mucho reposo y envolverle el cuello con lana negra virgen.

El policía acató la sugerencia de la lana, de manera que se dedicó a buscarla.
-         ¿Dónde la consigo? -   indagó aquí y allá –.
-         No sé –era la respuesta de todos.
Por fin halló a cierta señorita que sí sabía quién tenía la bendita lana.
-         Pregunte usted por Meterete – le dijo – ,  el que vive al final de aquella calle, la calle larga o real – y  le señaló con la mano. Junto a la casa de los “ratones”. Ahí recogen hilos, trapos, cartones, latas, de todo, y lo amontonan.
-         ¿Los ratones amontonan de todo y dentro de eso amontonan lana?
-         No señor – replicó la muchacha. El que recoge cosas es Meterete. El vive al lado de los “ratones”.
-         Bien: ¿y los “ratones” dónde viven?
-         Pues al lado de los “gatos”.
El  agente miró a su interlocutora y pensó para sus adentros que la chica era traviesa y poco seria. Sin embargo, para aclarar el embrollo volvió a preguntarle:
-         Dígame en cuál casa, exactamente. La informante le respondió:
-         La casa de “los gatos” es la de puertas amarillas y la de los “ratones” es la del portón azul.
 El policía se echó a reír; sin duda que la otra quería gozar a su costa, y para seguirle el juego le preguntó:
-         ¿Y acaso esos gatos no cazan ratones?
-         No se ría que no es mamadera de gallo. Ocurre que aquí los gatos y los ratones no solo son vecinos sino buenos amigos.  

Ahí sí que al policía le dio más ataque de risa. Entonces, la pueblerina, percatándose del equivoco, le aclaró:
-         Señor agente: los “gatos” y los “ratones” son dos familias conocidas por esos apelativos. Nadie los distingue por sus apellidos.

Así, disipadas las cosas, el policía se dirigió a la casa de Meterete, y en efecto allí consiguió la lana negra de oveja virgen para curar a su hijo de las paperas.

Después quiso conocer a los vecinos de Meterete. Apenas pudo ver a los “ratones”, una familia humilde, pobre, pero muy cordial. Concluyó que definitivamente el pueblo posee una precisión admirable para poner motes. Si era por los ojillos, la cara alargada, el color gris de la piel y los pelos largos, a estas amables personas les caía a la maravilla el apodo. Le quedó la intriga de conocer a los “gatos”, por verificar si eran tan “gatos” como los llamaban, porque respecto a los “ratones” no había pierde.   
 

27 de mayo de 2014. 

martes, 20 de mayo de 2014

EL CHIVO EXPIATORIO



CRONIQUILLA

 

EL CHIVO EXPIATORIO

Orlando Clavijo Torrado

 

¿Qué es esto? ¿Qué está pasando en Colombia?

Sentemos primero que las conversaciones del gobierno con las Farc en La Habana en búsqueda de acuerdos, no tienen  fuerza de ley, sino un propósito particular del presidente y en estos días una bandera para su reelección. Sí son obligatorias las leyes para el post conflicto que Santos hizo aprobar, o sea, su ensillada antes de traer las bestias. Ahora, que el Fiscal General Eduardo Montealegre se haya entusiasmado con los llamados “diálogos de paz” o con las Farc, como está comprobado que es amigo de las Farc el ministro de Justicia Alfonso Gómez Méndez, es otro cuento, que es impropio  mezclar con su alta misión, en esencia imparcial y justiciera.

Pues, pasmosamente, Santos y Montealegre están repitiendo la comedia de Venezuela. Y el chivo expiatorio – porque otros contradictores como Uribe son huesos duros de roer –lo encontraron en Andrés Fernando Sepúlveda Ardila, un inteligente joven de 31 años, antagonista de la farsa de La Habana,  quien sin formación universitaria se las sabe todas en telemática y al que acusan de haberse dedicado al espionaje general, como en el programa “Infieles” de una cadena norteamericana. Por supuesto que entre sus intrusiones está cuanto se viene pactando en La Habana.

Había que ver al presidente Santos bramando contra Sepúlveda, pidiendo prácticamente la cadena perpetua pues su crimen es horrendo - en el magín del presidente, dijo alguien, es peor que todos los crímenes de las Farc -, y a continuación al Fiscal Montealegre agarrando el micrófono y anunciando, pálido de la ira, la puesta en movimiento de todo su aparato investigador y punitivo contra el temible “hacker”. Sepúlveda puso en peligro la democracia y la institucionalidad, declaró a El Tiempo sin sonrojarse.

Mi amigo Mario Javier Pacheco en la revista virtual KienyKé hace bien las cuentas y estima que el peligroso husmeador pagaría una pena que ronda los 43 años de prisión teniendo en cuenta los delitos que le recitó el Fiscal por radio y televisión. Ni Luis Alfredo Garavito, que violó y asesinó a 172 niños, purgaría efectivamente una cantidad semejante de tiempo.

La opinión pública no merece ser engañada. Se le debe destapar que detrás del escándalo del “hacker” Sepúlveda hay puro interés político. Si no es así,  ¿por qué, por ejemplo, la Fiscalía no evitó la muerte anunciada de una modesta mujer hace pocos días en Bogotá, a pesar de que acudió dos veces para advertir que su marido la iba a asesinar? ¿En dónde el Fiscal General fue eficiente, rápido e implacable como lo ha sido con Sepúlveda?

La corrupción no consiste solamente en el tráfico de dinero. La corrupción, se ha repetido, lleva distintos disfraces. También, que la política es la cara de la corrupción. Yidis Medina se quejó de que los acuerdos entre grandes jefes políticos se llaman acuerdos, y los acuerdos con la gente humilde como ella es corrupción.

Este es el perfil del corrupto en sus propias palabras: recibo euros, dólares, pesos – menos bolos venezolanos -, casas, carros y becas, aviones, lanchas, ganado, viajes, abonos, pagos, prepagos, acciones, cuentas, giros, consignaciones, remesas, sobres cerrados, flores, whisky, cargos, honores, diplomas, defensas de la democracia, las instituciones, la justicia y la libertad, por encima, por debajo, por los lados, con disimulo o a campo abierto, en fin, cualquier cariñito o cualquier cosita que le sirva a mi ego.

 


 

16 de mayo de 2014

Datos personales

Mi foto
Cúcuta, Norte de Santander, Colombia
Casa-Museo General Francisco de Paula Santander - Villa del Rosario

CERCA DE LAS ESTRELLAS

CERCA DE LAS ESTRELLAS
PORTADA

50 años del Diario La Opinión

50 años del Diario La Opinión
cena en el Club del Comercio - 15 de Junio de 2010 - Columnistas

Museo Antón García de Bonilla

Museo Antón García de Bonilla
Orlando Clavijo Torrado y Luís Eduardo Páez García junto a la foto del General Mateo Torrado, tío bisabuelo del primero, quien la donó. Don Justiniano J. Páez, abuelo del doctor Luis Eduardo, en su obra histórica al referirse a la guerra de los Mil Días, da fiel cuenta de las acciones del General Torrado en la contienda, en virtud a haber actuado como su secretario.

Museo Antón García de Bonilla

Museo Antón García de Bonilla
Hermanos Clavijo Torrado, Orlando, Nora, Edilia y Olga. Julio de 2010, Ocaña - Junto a la bandera con la imagen del Libertador Simón Bolívar bordada por señoras de Ocaña al conmemorarse el primer centenario de la independencia (1910).

EN EL AGUA DE LA VIRGEN

EN EL AGUA DE LA VIRGEN
Orlando Clavijo Torrado, sus hijos, nietos y primos.

CERCA DE LAS ESTRELLAS

CERCA DE LAS ESTRELLAS
CONTRAPORTADA

NI TAN CERCA DE LAS ESTRELLAS - Gustavo Gómez Ardila

NI TAN CERCA DE LAS ESTRELLAS - Gustavo Gómez Ardila
COLUMNA DEL 2 DE JUNIO DE 2009 - DIARIO LA OPINION

MONOGRAFIA DE BUCARASICA - Olger García Velásquez

MONOGRAFIA DE BUCARASICA  - Olger García Velásquez
COLUMNA DEL 2 DE JUNIO DE 2009 - DIARIO LA OPINION

Posesión como miembro de la Academia de Historia de Norte de Santander, Cúcuta, 17 diciembre 2007

Posesión como miembro de la Academia de Historia de Norte de Santander, Cúcuta, 17 diciembre 2007
Con sus hijos, de izquierda a derecha Cesar Octavio, Jaime Mauricio, Silvia Andrea y Orlando Alexander Clavijo Cáceres

LANZAMIENTO LIBRO "CERCA DE LAS ESTRELLAS"

LANZAMIENTO LIBRO "CERCA DE LAS ESTRELLAS"
29 DE MAYO DE 2009. CÚCUTA.

En la Academia de Historia de Norte de Santander

En la Academia de Historia de Norte de Santander
Padre Edwin Avendaño, José Antonio Toloza (Q.E.P.D), Secretario de la Academia, y Orlando Clavijo Torrado