LOS 113 AÑOS DE NORTE DE SANTANDER

DISCURSO PRONUNCIADO POR ORLANDO CLAVIJO TORRADO, DE LA ACADEMIA DE HISTORIA DE NORTE DE SANTANDER, EN LA SESIÓN SOLEMNE DE LA MISMA CELEBRADA EL19 DE JULIO DE 2023. EN LOS 113 AÑOS DE CREACIÓN DEL DEPARTAMENTO NORTE DE SANTANDER La Ley 25 del 14 de julio de 1910 le dio vida jurídica al departamento Norte de Santander. En el artículo segundo se dijo: “Esta ley entrará en vigor el día 20 de julio próximo”. Sanciona la ley el presidente nortesantandereano nacido en Chitagá Ramón González Valencia con el respaldo de su ministro de gobierno Miguel Abadía Méndez. De esa entrada en vigencia de la ley se cumplen mañana 113 años, y es lo que conmemoramos en este acto solemne. En honor del presidente Ramón González Valencia una población del suroriente adoptó el nombre con el que firmaba los telegramas: Ragonvalia, y allí mismo, en el parque principal hay una columna con dos bustos uno junto al otro: el del Libertador Simón Bolívar y el de González Valencia con vestimenta de magistrado civil. El hospital principal y oficial de Bucaramanga lleva también el nombre del ilustre expresidente. En el parque principal de Chinácota se levanta una estatua suya en la que se le muestra con su uniforme de general, la espada en la mano y la banda presidencial cruzándole el pecho. Y en Chitagá, en la plaza un busto estilo romano lo consagra como el hijo eminente que engendró para la historia. Pero el propio palacio de la gobernación no se quedó atrás en rendirle tributo al creador del departamento y es así como en el año 1960, con motivo del cincuentenario, se erigió un busto suyo fundido en bronce que se encuentra ubicado en el patio principal. Es decir, que por fortuna la gratitud de sus paisanos ha estado presente siempre, y hoy no es la excepción pues también en este momento le dedicamos al esclarecido general nuestra memoria agradecida. Desde la creación del departamento se cuentan 87 mandatos de gobernadores – los mandatarios pueden ser menos pues algunos repitieron –. Víctor Julio Cote Bautista encabeza la lista, con un mandato de dos años, de 1910 a 1912. Por cierto que era tío de quien sería más tarde también gobernador, y de un alto vuelo cultural nacional, Eduardo Cote Lamus. Como dato sociológico podemos decir que Luis Miguel Morelli Navia (2004 – 2008) fue el último gobernador de la élite, de las familias reconocidas en el departamento por su liderazgo político, social y económico, esto es, de los apellidos ilustres. (Decían que los gobernadores y los alcaldes de Cúcuta salían hasta ese entonces del Club del Comercio). De ahí en adelante empieza la era de los gobernadores, tres hasta ahora, extraídos de la clase humilde – eso no es ningún pecado sino democracia - . El primero William Villamizar Laguado. El segundo Edgar Díaz Contreras y el tercero Silvano Serrano Guerrero. Por supuesto que algunos se han destacado más que otros, sobre todo aquellos que han trascendido a las altas posiciones del Estado, como es el caso de Virgilio Barco Vargas, como presidente de la República, exministros de mucho influjo en el gobierno como Argelino Durán Quintero y Lucio Pabón Núñez – Durán Quintero más político y Pabón tanto político como intelectual de alto vuelo - , y el mismo Cote Lamus, el que en el momento de morir trágicamente estaba escogido para ser el ministro de Educación Nacional en el mandato de Guillermo León Valencia. Además, no olvidemos a don Luis Febres Cordero, historiador serio y denso. Igualmente, merece recordarse al doctor Luis Augusto Cuervo, hoy olvidado, un sabio pleno, miembro de la Academia de Historia de Colombia, director de la Biblioteca Nacional y director durante muchos años del Boletín de Historia y Antigüedades, quien falleció justamente víctima de un ataque cardíaco en la imprenta en donde preparaba una edición de dicho Boletín. Estos serían, nada más, y para abreviar, unos botones de muestra de la calidad de quienes han ocupado el solio de la Cúpula Chata. Departamento Norte de Santander: Yo no sé qué pasó para que los vecinos de Santander se apropiaran de un nombre que debía ser nuestro, pues fue aquí en donde nació la gloria y patrimonio nuestro, Francisco de Paula Santander. Por esas cosas inexplicables nosotros vinimos a quedar como un punto cardinal: el Norte de Santander. Bien nos hubiéramos podido llamar departamento del Norte de Boyacá o departamento del Suroriente del Cesar. Sospecho que quisieron englobarnos a los dos como santandereanos, y de ahí viene el lío que tenemos en Bogotá para que nos digan nortesantandereanos. En cuanto a integración, hoy vemos que dos municipios que figuran como de Norte de Santander en realidad están integrados con Santander: Se trata de Cáchira y La Esperanza; ésta era corregimiento de Cáchira. Cachirenses si acaso son algunos campesinos, pero, que yo sepa y me consta, la gente acomodada y del pueblo, de Cáchira, llevan a sus mujeres a dar a luz a Bucaramanga. La salud la buscan en dicha ciudad, también la educación y por, supuesto el comercio. Ellos son plenamente santandereanos con fincas o casa de paso en Cáchira. Francamente, Cáchira y La Esperanza tienen muy pocos vínculos con Norte de Santander, salvo los político-administrativos. En cambio, Río de Oro, a quince minutos de Ocaña, pertenece al departamento del Cesar. Es evidente que Río de Oro pertenece a la provincia de Ocaña, por todos los aspectos que se mire: cultural, sociológico, sanguíneo, económico, gastronómico, su idiosincrasia, etc. Son las extrañas divisiones que hacen desde algunos escritorios desconociendo la realidad geográfica y social. Cáchira es un emporio ganadero, pero toda la producción, tanto de vacunos como de leche, y el queso que fabrican allí mismo y que se encuentra en los mercados de cadena, van a parar naturalmente a Bucaramanga. Y volviendo a la desconexión con Cáchira es preciso recordar que en una época se hizo mucha alharaca con la construcción de una vía que redujera la distancia entre Cúcuta y Bucaramanga, en solo tres horas y media. Era la variante de El Escorial. El aspaviento fue por los años 95. En 1999 el Ministerio de Obras Públicas canceló definitivamente el proyecto. Se dijo que voceros de Pamplona se opusieron al proyecto porque dicha carretera amenazaba con aislar a esa ciudad. En estos momentos avanza una gran obra que es la autopista Cúcuta-Pamplona, obra que para nosotros es monumental pues por aquí no habíamos visto túneles modernos de tal envergadura, ni puentes altísimos, ni calzadas anchas. Sin duda que es lo más grande que tenemos para mostrar en estos 113 años de existencia como departamento. Cúcuta, la capital de nuestro departamento, es una ciudad hermosa; y no lo dice nuestro sentimiento y nuestra querencia sino la evidencia. Pero el estado de las calles de Cúcuta es vergonzoso. Cualquier lote o terreno no construido lo toman las gentes de todas las clases sociales como basureros, sin dárseles una pizca de vergüenza. Todo el mundo, y más los dueños de almacenes y los vendedores ambulantes llenan las calles de desperdicios, y hasta desde los buses y taxis la gente arroja envases, empaques y cualquier mugre a la calle. Por ello, impresiona y duele la falta de civismo. Parece que no queremos a nuestra capital. De otro lado, el desempleo nos coloca en el primer puesto de Colombia, y la informalidad en los trabajos campea en nuestro medio. Significa, primero, que no hay autoridad ni gobierno, y segundo, que no hay programas serios para combatir estos males. Esta parece que es la ciudad de nadie, sin Dios y sin ley. De ahí que tengamos que evocar , por contraste, a Bucaramanga. Porque Bucaramanga pronto nos aventajó; eso no podemos ocultarlo. Y esto no es complejo sino sana envidia. Uno se pregunta por qué en Bucaramanga todo se construye en grande, con confort y elegancia y hasta lujo: avenidas, puentes, centros comerciales, hoteles, parques públicos, bancos, clínicas, sistemas de transporte, salas de velación, iglesias, colegios y universidades, para nombrar algunos de sus impresionantes avances, mientras aquí tenemos una visión microscópica, limitada, recortada, de todo. En efecto, aquí las edificaciones de Eps, de bancos, de almacenes de cadena, de instalaciones de los gobiernos nacional, departamental y municipal, en fin, todo, todo es pequeño, incómodo, infuncional. Agreguemos a esta pequeñez el que ni siquiera somos independientes de Bucaramanga en muchos servicios y muchos servicios dependen de las autorizaciones o de la conexión por las redes de Internet con aquella ciudad. No tenemos conexión aérea fluida con las demás ciudades de Colombia y menos con el exterior. Los pasajes aéreos en Cúcuta cuestan más que en cualquier otra ciudad. El turismo está apagado, como se apagó hace pocos años el Faro del Catatumbo. No tenemos museos. Bucaramanga es sede de muchas entidades oficiales que tienen como subalternas a oficinas de Cúcuta. ¿Por qué no podemos ser sede de cualquier actividad, o servicio público o privado? ¿Eso no es falta de liderazgo y de empuje de nuestros líderes políticos y de los capitalistas de la región? Ahora, estas carencias no obedecen a la falta de capital, porque es claro que en el ranking de las empresas más grandes del país no estamos por fuera. Y hay capitales de negocios privados con asiento acá, en Cúcuta, con activos superiores a los 20.000 millones de pesos. El mismo movimiento comercial y urbanístico tanto en Cúcuta como en las demás ciudades importantes como Ocaña, Pamplona, Chinácota, Los Patios y Villa del Rosario, indica que hay suficiente circulante, que el atraso respecto a nuestro referente que es Bucaramanga no es por falta de plata. Y en este respecto, ninguna gestión de nuestros gobernantes, del Departamento y de Cúcuta, se ve por lado alguno. Pero volvemos a tomar aire cuando sacamos a relucir nuestra industria carbonífera. Que es de neta iniciativa privada. Tengámoslo en cuenta. La industria carbonífera aquí es poderosa. Entre esas 1000 empresas más grandes de Colombia que mencionamos antes, tres, de Norte de Santander, ocupan apreciable puesto: la primera, Minex Compañía Internacional, en el puesto 221; la segunda, C.I. Bulk Trading Sur América, en el puesto 283; y Excomin, ubicada en el puesto 392, empresas todas del comercio minero-energético. Exportación de carbón. Leo: “ El mineral de la región llega hoy a una treintena de países de América, Asia, Europa y África. Solo en 2021, el departamento exportó más de 2,4 millones de toneladas de carbón, entre coque, subcoque y carbones metalúrgico y térmico, según datos del Sistema de Información Minero Colombiano (Simco)”. Igual puede decirse de la industria del calzado con marcas ya posicionadas a nivel nacional. De otro lado, la explotación de la arcilla con sus productos de cerámica es también otra de nuestras industrias banderas. Todas estas industrias están apalancadas por capitales privados. En cuanto a la agricultura, la calificación es mediocre. No estamos entre los primeros productores agrícolas. Somos el 10° departamento productor agrícola. Esto también se mide por la cantidad de campesinos. Boyacá, con 117.484 varones campesinos y 255.932 mujeres campesinas, ocupa el primer lugar; es una fuerza de 373.416 brazos. Nosotros solo tenemos 11.153 campesinos y 47.024 campesinas. (Por eso yo escribí una Croniquilla hace unos meses titulada “Se acabaron los campesinos”). En este ítem, por supuesto, ha faltado el liderazgo y la acción oficial. Petróleo Otro de nuestros recursos de gran valor es el petróleo. Desde el descubrimiento de los yacimientos por el general Virgilio Barco Martínez a finales del siglo XIX en El Catatumbo, la expectativa de progreso fue inmensa, y de verdad que los campos petrolíferos de Tibú rindieron mucho petróleo. Sin embargo, hoy en día aquel boom se desinfló. En efecto, según informe de CAMPETROL suministrado por el diario La República de agosto de 2021, el 86.6 % de la producción de petróleo se concentra en cinco departamentos, a saber: Arauca, Meta, Santander, Casanare y Huila. El 50,6% se extrae en el Meta. Hoy Norte de Santander no tiene reservas probadas de crudo, en cambio sí tiene de gas con 19 gigapies cúbicos y una participación del 1° entre los 14 departamentos con reservas probadas de gas. El departamento pionero en gas es Casanare. Hoy los pozos de Tibú están viejos y abandonados y por los continuos ataques y atentados al oleoducto Caño Limón-Coveñas la exploración y la explotación se paralizaron. Además, no se cuenta con la simpatía del nuevo gobierno hacia estas fuentes de energía. Bueno, pero si no tenemos petróleo tenemos gasolina en las que llamamos bombas. En 2015 había 125 gasolineras en Norte de Santander. Hoy, en el 2023, 8 años después, existen 250. Proliferaron de un momento a otro. Y no solo en Cúcuta sino en ciudades como Ocaña y Ábrego. En Cúcuta, sólo en la autopista llamada “Anillo vial occidental” en el trayecto de un kilómetro hay siete estaciones. De modo que no hay excusa para vararse por gasolina. AN EN ESigamos con los dolorosos. (No se preocupen que después vienen los gozosos). En donde también la inacción oficial se palpa ostensiblemente es en dos frentes bien desastrosos: la inseguridad y el narcotráfico. (Vamos para atrás, como el cangrejo). El departamento casi entero es inseguro. Su capital, Cúcuta, está entre las 30 ciudades más inseguras del mundo. En el 2021 hubo 334 muertes violentas con una tasa de 33 homicidios por cada 100.000 habitantes. No ha habido prevención del delito ni políticas para combatirlo. Ningún programa de gobernador o alcalde incluye algo tan de su obligación como es respetar la Constitución y la ley y hacerlas respetar. El fenómeno del secuestro tiene atemorizado al departamento. Según las estadísticas, en el año 2018 hubo en Norte de Santander 31secuestros; en el 2019, 21; en el 2020, 26, y en el 2021, 58. Ocaña ha sido la más castigada con este flagelo. De otro lado, la inmigración de venezolanos no ha sido controlada. Equivocadamente le chutan la pelota al gobierno nacional cuando eso es un problema local y regional que debe ser manejado por la respectiva autoridad. En el año 2022 llegaron a Colombia 2.500.000 migrantes venezolanos, de los cuales se asentaron en todo el departamento 253.911, y de los que en Cúcuta se han quedado 167.678 – 50.000 más que la población de Ocaña - y 24.196 en Villa del Rosario. No se puede negar que ha habido aporte del trabajo y el ingenio venezolanos a nuestra capital. Nombremos de paso a empresas como el supermercado Los Montes, creada en Cúcuta pero comprada por una cadena venezolana de supermercados. Nombremos a los restaurantes La Nota y la Doña y a la panadería La Cosecha, de emprendedores venezolanos. La otra cara de la moneda de la inmigración es que un grueso número de los llamados eufemísticamente extranjeros – que no son más que venezolanos – han sido un factor de aumento de la delincuencia, y en muchos casos muy graves, como robos a mano armada y asesinatos, éstos, incluso cometidos contra personas de buen corazón que les han dado alojamiento. Atender a esta masa ingente de inmigrantes le ha costado al gobierno nacional unas sumas enormes que no estaban previstas en el presupuesto. Nada más los hospitales han tenido que soportar un flujo de gastos porque a tales inmigrantes se les ha prestado una atención completa, excelente y prioritaria. Los hospitales de Norte de Santander, particularmente el Erasmo Meoz, han estado a punto de quiebra. Es verdad que se debe practicar la hoy llamada solidaridad o antiguamente caridad, pero con responsabilidad. Y en cuanto al problema del narcotráfico debemos sacar el mugre de debajo de la alfombra. Sí, porque en estas estas efemérides se acostumbra a hacer apologías y panegíricos, y es políticamente incorrecta la autocrítica. Pues no. Debemos sincerarnos. ¿No dizque somos un pueblo franco y sincero y frentero? ¿Y honrado, trabajador, honesto, abnegado, noble, etc.? Pero el que algunos miles de nuestros campesinos se dediquen a cultivar marihuana y coca, ¿ eso es ser honrado? ¿Eso es ser honesto? ¿Acaso no es ilegal, criminal, sancionado penalmente? ¿Que Norte de Santander desplace a Nariño como el primer narcocultivador es ser un pueblo íntegro? No. No lo ocultemos ni lo soslayemos, ni lo relativicemos. Somos deshonestos. ¿En dónde se ha visto que los narcocultivadores se asocien con el beneplácito y aprobación y apoyo y estímulo de los gobiernos nacional, departamental y municipal? ¿Qué se asocien en cooperativas? ¿No es igual a que los atracadores, o los violadores, o los secuestradores o los sicarios le pidieran el aval del gobierno para asociarse? Eso es la mayor inmoralidad que se haya visto. Aquí está el cuadro de los municipios de Norte de Santander que tienen sembradíos de coca con la indicación del número de hectáreas que dedican. Tibú es el municipio que cuenta con mayor número de hectáreas: 19.333,88. Aquí leo un informe: “Según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), en el 2020, este departamento fue el “más afectado por la coca en Colombia, superando en cerca de 10.000 ha a Nariño, que ocupó esta posición por más de diez años”. La concentración de estos cultivos se ubica, principalmente, en la región del Catatumbo. No obstante, la siembra se ha extendido a la capital del departamento y a sus municipios del área metropolitana”. Fuente: Observatorio de Drogas Colombia (2020). Y agrego yo: la siembra se ha extendido al área rural de Cúcuta impunemente. Sigo leyendo: “ Así mismo, el Observatorio de Drogas de Colombia tiene en sus registros que Norte de Santander culminó el año 2020 con: 40.083,70 hectáreas de cultivos de coca, 16.689,81 kilogramos de clorhidrato de cocaína incautados, 55 laboratorios de clorhidrato de cocaína desmantelados y 637 laboratorios de producción primaria destruidos”. Mientras los cultivos ilícitos y el narcotráfico crecen en nuestro departamento, ¿dónde están y dónde han estado los gobernadores y los alcaldes que no los han combatido? No, no es válida la excusa de que es un problema y una política que atañen al gobierno nacional. Pasemos estas dolientes hojas y miremos nuestra cara amable en estos 113 años de existencia como departamento. Descansemos el espíritu, elevemos el alma, y respiremos con deleite porque tenemos con qué deleitarnos, y enorgullecernos, y mirar altivos. El premio Nobel de Literatura Thomas Mann dijo de Pablo Casals, el famoso violonchelista, que era de uno de aquellos extraños artistas que vienen a salvar el honor de la humanidad. También Menéndez Pelayo dijo de José Eusebio Caro que es uno de aquellos hombres que ennoblecen la especie humana. (Sin duda que José Eusebio Caro era un ser fuera de serie, pero no pertenece al período de existencia de nuestro departamento). ¿A dónde voy con estas citas? A resaltar lo que hemos tenido de más valioso, lo que nos representa ante Colombia y el mundo. Los especímenes que traeré a colación, escogidos con lupa, opacan, bendito sea Dios, las sombras que tenemos y hemos tenido. Y debemos mostrarlos, particularmente a los niños y jóvenes, para que miren cómo hay muchas personas a las que el Creador les dio determinados talentos que ellas han sabido aprovechar, y para que eliminen de sus mentes la idea de que el facilismo, el placer, el dinero mal habido, el relativismo moral, el ocio, la habilidad para engañar y esquilmar el otro, la violencia, y la violación de las normas civiles y de los preceptos divinos, no deben ser la vocación, ni el destino, ni la culminación de una vida. A esta galería de nortesantandereanos destacados, algunos, como he dicho, fuera de serie, y no pocos verdaderos genios, es a la que se debe admirar e imitar. Se me viene a la memoria de primero el sacerdote José Rafael Faría Bermúdez, pamplonés. ¡Uf! ¡Qué sabio! Hasta hace poco supe que era consultor en asuntos de dogma de la Santa Sede y del propio papa. ¡Qué orgullo! ¡Un nortesantandereano! ¿Cuál fue su obra y su legado? Además de ser el principal gestor de la creación de la universidad de Pamplona, institución benemérita, orgullo nortesantandereano, se distinguió como autor, de muchas obras, entre otras, de las siguientes: Curso de Filosofía, en tres tomos; Curso Inferior de Religión; Curso Superior de Religión - Dogma – Moral – Culto - Apologética, (tuve el privilegio de estudiar en este libro cuando en el pénsum oficial figuraba tal materia); Historia de la Filosofía – en que trata los sistemas y doctrinas filosóficas desde los griegos hasta la criteriología de Mercier -; Moral Familiar; Amor y Matrimonio; Catecismo Elemental; Nociones de Catecismo; Ética, Lógica y Matemática; Cosmología. El padre Faría nació el 13 de junio de 1896 en Pamplona y murió allí mismo el 17 de diciembre de 1979. ¡Y qué decir del llamado telepadre, el reverendo Rafael García- Herreros Hunda! La larga enumeración de sus obras hablan por él elocuentemente: Con el nombre El Minuto de Dios creó: un banquete anual para conseguir apoyo económico para construirles casas a los pobres; un espacio en televisión todas las noches desde hace más de 50 años; una ciudadela completa en Bogotá; una emisora; un colegio; una universidad; una librería; teatro, y una fundación, todo enfocado a servir a Dios a través del servicio a la comunidad. Pero, además, el presbítero García -Herreros era un hombre de una cultura eminente: filósofo, hablaba inglés y francés, además del latín y el griego. Autor de varias obras, entre ellos un ameno libro de cuentos (el cual presté, nunca me lo devolvieron, lo busqué y lo dí por perdido). Fue profesor de griego, y catequesis. Nacido en Cúcuta en 1909, falleció en Bogotá en 1992 justamente cuando se desarrollaba el Banquete del Minuto de Dios. Perteneció a la comunidad de los Sagrados Corazones de Jesús y María fundada por san Juan Eudes; por ello se llaman eudistas. Entre estas eminencias he querido recordar a un sabio y autoridad en Gramática Española, el padre Próspero González Ruiz, autor de dos obras profundas, Análisis Gramatical y Análisis Lógico, según la doctrina de Bello, Cuervo, Caro y Marco F. Suárez, que fueron textos de estudio del bachillerato durante muchos años. Nacido en Pamplona el 31 de agosto de 1903, se unió también a la comunidad de los eudistas. Siendo un hombre de una inteligencia extraordinaria, los problemas de salud de carácter psíquico lo empiezan a atormentar desde los 23 años, pese a lo cual estudia Teología en la Universidad Gregoriana, que no puede culminar. Se especializó en la enseñanza de la lengua y la gramática españolas, en el griego y la teología moral. Dicta clases inicialmente en el seminario de Pamplona y luego en otros seminarios de los eudistas en Colombia. El 27 de junio de 1981, a los 78 años de edad, muere en la clínica Palermo de Bogotá. Continuando con los sacerdotes nortesantandereanos de prestigio nacional tenemos al padre Manuel Briceño Jáuregui, nacido el 3 de junio de 1917 en Cúcuta y fallecido en Madrid el 28 de octubre de 1992, cuando asistía a los actos del V Centenario del Descubrimiento de América en representación de la Academia Colombiana de la Lengua, de la cual era subdirector. Su obra es impresionante y nos releva de abundar en datos sobre su trayectoria como escritor, ensayista, historiador, poeta, hagiógrafo, crítico y miembro de distintas academias nacionales e internacionales. En la pantalla mostramos su valiosa producción : El genio literario griego, El imperio literario romano, Raíces clásicas de nuestra cultura, Nuestro mundo es descendiente espiritual de Grecia y Roma, La poesía en latín en Iberoamérica, Los gladiadores de Roma, una traducción de la Politeia de Aristóteles, Rubén Darío, artífice del epíteto, La poesía en latín en Colombia, Historia de una ciencia: la crítica literaria en la escuela de Alejandría, Danielis Restrepo S. I., Carmina latina, Homenaje a D. Andrés Bello: cuarenta poemas latinos, La agricultura de la Zona Tórrida (interpretación latina). Y a propósito de escritores prolíficos tenemos la fortuna de tener actualmente uno que vive en Bogotá, oriundo de Ocaña. Se trata del profesor Jorge Meléndez Sánchez. Él es licenciado en Filosofía e Historia egresado de la facultad del mismo nombre de la Universidad Nacional de Colombia. Jorge Meléndez Sánchez es químicamente un historiador, transpira historia, ama la historia y le ha dedicado al menos 50 años de su vida a investigar rigurosamente, y a enseñar. Lo dice su currículo de profesor en la Universidad La Gran Colombia; profesor de Historiografía colombiana en la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá; en ITUSCO (Instituto Universitario Sur Colombiano de Neiva, hoy Universidad Sur Colombiana); en la Universidad Externado de Colombia; en la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Colombia (Bogotá), y, por último, profesor de historia de planta de la Universidad Pedagógica Nacional en donde obtuvo su pensión. Como nadie es profeta en su propia tierra ciertamente la obra de Meléndez Sánchez no ha sido reconocida en el departamento, ni a él se le ha tributado el homenaje que con creces se ha ganado como hijo ilustre de Norte de Santander, exponente ante Colombia de nuestro talante y nuestra valía. Escribir 50 obras, todas bien concebidas, densas, profundas, es una proeza que pocos alcanzan. Pues ello es lo que ha hecho el profesor Meléndez Sánchez. Termino su semblanza con la presentación en el video del catálogo de sus obras, invitando a los amables asistentes a que apoyemos a este insigne nortesantandereano. La poesía femenina no ha estado ausente en nuestra cultura. Del ramillete de poetisas – poetisas, no poetas, que no me gusta, poetisa es más femenino - he entresacado a dos, que estimo que nos representan ante toda Colombia no solo con decoro sino con muchos destellos. Se trata de Alma Luz -seudónimo de Ana María Vega Rangel - y de Ofelia Villamizar Buitrago. Alma Luz – el solo nombre evoca la poesía – o Ana María Vega Rangel – nació en Cúcuta en 1897 y murió en Bogotá en 1991. Su poesía es profunda, elevada, en que exalta el humanismo, la religión, lo patriótico y lo filosófico. Sus versos son finamente elaborados, de un clasicismo perfecto, y bellos. La poetisa María Ofelia Villamizar Buitrago (1921-1991) (ambas murieron en el mismo año), nació en Villasucre, corregimiento de Arboledas, y falleció en Cúcuta. Publicó cuatro libros de poesía. Fue premio nacional en Zipaquirá con el poema Mater Admirábilis en concurso mariano. Además, finalista en el concurso internacional Carabela de Plata en Barcelona (España). Su prestigio de poetisa le alcanzó para figurar en la revista Antología Hispanoamericana. Y como se trata nada más de un muestrario dentro de la pléyade de poetas nortesantandereanos mentemos de Ocaña a Adolfo Milanés – seudónimo de Euquerio Amaya -, a Jorge Pacheco Quintero y a Eligio Álvarez Niño. Y no olvidemos al autor de la letra del himno de Norte de Santander, don Teodoro Gutiérrez Calderón, nacido en San Antonio del Táchira en 1890 , y bautizado y formado aquí cerca, en San Cayetano, y fallecido en Bogotá en el año 1968. Culminamos el cuadro de cantores de la poesía con los nombres reconocidos a nivel nacional de Jorge Gaitán Durán y Eduardo Cote Lamus, ellos dos amigos inseparables y contrincantes políticos, aquél liberal y éste conservador. Del mérito de estos poetas nacionales aún se sigue hablando, y su fama no decrece. A vuelo de pájaro nombremos otros nortesantandereanos que han tenido brillo a nivel nacional o lo tienen actualmente, en distintas áreas, y no pasan desapercibidos para la comunidad particularmente en estos tiempos por la amplitud de los medios de comunicación. Volmar Pérez Ortiz, de Ábrego, Defensor del Pueblo en dos períodos. Fernando Canosa Torrado, jurista, nativo de Ocaña, autor de varios textos de Derecho Procesal Civil, textos de uso en varias universidades y que he visto utilizados en despachos judiciales. Luis Eduardo Páez García, ocañero, actual miembro de la Academia Colombiana de Historia. Eduardo Ramírez Villamizar, escultor, pamplonés. Noé Léon, ocañero, pintor, máximo representante del primitivismo en Colombia. Sin ningún estudio en el arte pictórico, a los 50 años se dio cuenta de su talento; era un hombre del común; murió pobre y sin conocer la fama. Alberto Donadío Copello, cucuteño, periodista, premiado por sus numerosas investigaciones de acontecimientos y personajes de Colombia que han dejado huella. Oriol Rangel Rozo, pamplonés, pianista, compositor. José Contreras Rozo, natural de Bochalema, compositor, docente, encargado por el gobierno nacional para arreglar la melodía del himno nacional de Colombia. James David Rodríguez, cucuteño, futbolista que ha integrado equipos de fama europeos, mundialista; pertenece a la Selección Colombia. Dice Wikipedia que es internacional absoluto. Gregorio Pernía, cucuteño, y Ana Karina Soto, ocañera, actores y productores en medios de comunicación nacionales. Camilo Daza, pamplonés, de profesión piloto, fue el pionero de la aviación colombiana. Leonor Duplat Sanjuán, cucuteña, fue nuestra cuota ganadora en el concurso nacional de belleza en 1963. Jossimar Calvo Moreno, cucuteño, gimnasta profesional, imparable en los Juegos Suramericanos 2022. Fabiola Zuluaga Acevedo , cucuteña, la mejor tenista profesional que ha tenido Colombia. María Camila Osorio, cucuteña, actualmente la mejor tenista colombiana en el plano femenino. Y, emocionado, quiero terminar esta selección de aquellos que constituyen nuestro orgullo, con una noticia de última hora: triunfa en Estados Unidos, una jovencita, una niña, de 17 años, Cristal Aparicio, nuestra paisana cucuteña, que protagoniza la película Sound of Freedom. Esta película desbancó este reciente 4 de julio a otro estreno de mucho peso, Indiana Jones. (Un aplauso para nuestra paisanita). En agosto llega este filme a Colombia. Sin duda, tenemos todos que ir a verlo. Todos los personajes citados y los que involuntariamente he omitido o las circunstancia no lo permiten, indican que, como dice la Biblia “El temor del Señor es la Sabiduría, huir del mal, la Inteligencia” (Job, 28,28). Es decir, la disciplina, el estudio, el trabajo, el tesón, la constancia, en contra de los caminos torcidos y de fácil tránsito. La cultura salvará la humanidad, dijo alguien. La cultura, la ciencia y la tecnología. Cultura – etimológicamente viene de cultivar -; cultura son todos los oficios en los que se han destacado muchos nortesantandereanos. Nunca serán cultura los oficios relacionados con la corrupción, el vicio, la inmoralidad y el delito. Entonces, afortunadamente, tenemos inteligencia, sabiduría, disciplina y trabajo encarnados en los hombres y mujeres de la lujosa galería que he mostrado. Este es nuestro panorama en todos los escalafones, sucintamente, en 113 años de vida como departamento. Muchas gracias. Orlando Clavijo Torrado Miembro de número de la Academia de Historia de Norte de Santander Cúcuta, 19 de julio de 2023

ORACIÓN POR LA JUVENTUD

CRONIQUILLA ORACIÓN POR LA JUVENTUD Orlando Clavijo Torrado Con mucho entusiasmo y fe la colonia ocañera y todos los devotos de la Virgen de Torcoroma, del 7 al 15 de agosto celebramos su novena en la capilla consagrada a esta devoción en la urbanización El Rosal del barrio Blanco. La familia a la que le correspondía cada día llevaba una oración. En mi día, le dirigí al Señor la siguiente, que me permito transcribir: Señor Dios Todopoderoso: Venimos a implorarte por nuestros jóvenes, a suplicarte que los protejas, que no los dejes de tu mano. Te rogamos que los acompañes en todo momento, lugar y circunstancia para que puedan llegar victoriosos e indemnes a la adultez. Señor: la maldad asecha y amenaza a esa población tan vulnerable. Ellos, Señor, tus jóvenes creaturas, están rodeados de muchos peligros. Y con ellos, se encuentran en riesgo los niños apenas concebidos, pues hay quienes no quieren que nazcan. Existen movimientos legalizados que consideran un derecho el abusar de los niños incluso desde la cuna. Aducen que el ser humano tiene derecho a su complacencia sin ninguna cohibición. Los recién nacidos, los niños ya más crecidos y los adolescentes no son respetados. Los depredadores infantiles primero los secuestran y se los toman como objeto de placer y de negocio vil, mas no se detienen allí: una vez que sacian sus enfermizas pasiones, no los desechan, los aprovechan para continuar su negocio espantoso, tal como lo muestra la reciente película Sound of Freedom, hecha por católicos y que ha sido un gran éxito mundial. Da dolor y repugnancia, Señor, revelar esto, pero no nos podemos callar ni ocultar la realidad que, por supuesto, tú bien conoces. Por eso te pedimos, Señor, que se devuelva al niño su inocencia. La perversión de pretender ser lo que no se es naturalmente y el aborto han llevado a la destrucción de las familias y a la baja tasa de natalidad con el consiguiente despoblamiento en Europa y América, principalmente. Pero no solo eso sino que las mutaciones en el cuerpo, trasplantes de órganos sexuales y otras excentricidades están conduciendo a la juventud al suicidio. Sin contar con la corrupción que implica el comercio de los estupefacientes. Tal comercio, sin moral ni consideración alguna envenena a los jóvenes y los marchita pronto. Pero, mientras llega su fin, los condena a llevar una vida de indignidad, infrahumana y en la mayoría de los casos delictuosa pues la adición los conduce a cometer robos, asaltos y hasta homicidios para obtener el dinero con el cual compran la mercancía maldita. Ese comercio, antes de que el consumidor se agote, lo convierte en un zombi, en un muerto en vida que deambula por la calle, duerme en el suelo y no se alimenta sino de su dosis de marihuana, cocaína, metacualona u otra sustancia estupefaciente. Esto, Señor, es lo mínimo que se puede decir de las aberraciones que se están predicando, enseñando, practicando e imponiendo a nuestra juventud. Son muchas, infinitas las ideas y modelos inmorales que se le están proponiendo. Señor Dios Todopoderoso: por favor, salva a nuestra juventud de tan oscuro ambiente. Los malvados disfrazan la depravación de progreso, de libertad y de derechos. Salva, Señor, a nuestros bebés, a nuestros niños, a nuestros adolescentes y a nuestros jóvenes, pronto y urgente. No tardes, Señor, en salvarlos. Amén. orlandoclavijotorrado@yahoo.es … Cúcuta, 15 de agosto de 2023