miércoles, 12 de diciembre de 2018

RECUERDOS NAVIDEÑOS - UN VILLANCICO

Para El Informador del Oriente RECUERDOS NAVIDEÑOS UN VILLANCICO Orlando Clavijo Torrado Sonaba en mi memoria un villancico que oí en mi infancia y que, como por encanto, desapareció. Recordaba algunos trozos de toda la canción: “¡Oh pajarillos que voláis por el monte…” “¡Allá en los montes, hay fría nieve, aquí en la cuna, suave calor! ¿Por qué sonríes? ¿Por qué no duermes? Ro ro mi Niño, duerme mi amor”. En una de mis columnas – subida a mi blog - escribí sobre mi anhelo de conseguir el resto de la letra, y una lectora ocañera, Lina Ramírez, me escribió el 3 de octubre de 2015 este sentido comentario y me dio el regalo de otra estrofa, que no está ni en el disco de SONICO ni en el de las monjas, de los que hablaré adelante. Su comentario es el siguiente: “Mi papá me cantaba esa canción que estabas buscando. También la he querido encontrar "online" pero lo único que apareció fue este blog. Con el paso del tiempo he recordado varios fragmentos de la canción y creo que ya la he completado. Te comparto la letra: …” Lina – a quien agradezco su bondad infinitamente - agrega la tercera estrofa que transcribiré al final. Pues bien: en esa inquietante búsqueda tropecé con un arrume de discos Long Play que no había botado - como muchos lo hicieron al llegar los CDs.- , y cuál sería mi alegría al ver un disco titulado Serenata de Diciembre - Villancicos, de la disquera SONICO, posiblemente editado por los años de 1970 si se considera que por esa fecha lo adquirí. Mucho busqué y rebusqué para encontrar en YouTube el disco mismo y datos sobre el compositor y los cantantes, pero al final tuve que rendirme porque definitivamente nadie ha subido este acetato, pero yo sí lo haré en estos días. De la bendita disquera tampoco hay rastros en Internet. Rescatado, pues, el Long Play, con la ayuda de un nieto logré transferirlo, desde un viejo tocadiscos – o tornamesa - a una memoria USB y luego guardarlo en mi computador. El disco estaba sucio y rayado, pero con agüita, jabón, alcohol y algodón – según me lo enseñó un tutorial de Internet – quedó casi original. Pero en estos días el bicho de la curiosidad me siguió acicateando y reanudé la búsqueda. De pronto me apareció el villancico con el nombre de “¡Oh pajaritos!”, cantado por el coro de las Hermanas Hijas Mínimas de María Inmaculada. Ya supe que el autor de la composición musical es Filiberto Ramírez Puente. En cuanto a las voces de las religiosas la palabra adecuada es bellísimas, del otro mundo. Puedo decir que mi perseverancia tuvo su recompensa, y grande. Transcribo en seguida la letra ya reconstruida, tomando las dos versiones del tan buscado villancico “¡Oh pajarillos!” u “¡Oh pajaritos!”, y el aporte de mi amiga Lina Ramírez. La letra, como lo verán, es un hermoso poema. Primera estrofa : ¡Oh pajaritos que voláis por el monte! / Del cielo azul cantando aquí bajad/ Venid y ved al Niño hermoso y chiquito/ Que sonriendo entre la cuna está/. Coro: Allá en los montes/Hay fría nieve/ aquí en tu cuna/ suave calor/ ¿Por qué sonríes? / ¿Por qué no duermes? /Ro ro mi Niño/ Duerme mi amor/- Segunda estrofa: ¿Por qué en el cielo habitas de gloria lleno/En un pesebre has venido a nacer? / Duerme al arrullo de las aves del cielo/Junto a la madre que te ha dado el ser. Tercera estrofa: Una manzana si te duermes mi Niño, / roja y bonita yo te voy a dar./ Cierra esos ojos que los ángeles bellos,/ si es que te duermes quieren hoy velar. Epílogo: logrado mi objetivo, ¿qué me quedaba? Sencillamente disfrutar de él al máximo. Les confieso que no me canso de oír ese precioso villancico. (A este tema le dediqué una columna titulada “Un villancico olvidado” que escribí el 3 de diciembre de 2014 y publicada en ese mismo mes y año en un semanario ya desaparecido de Ocaña. En ese tiempo mi investigación estaba muy cruda todavía)). orlandoclavijotorrado@yahoo.es … 9 de diciembre de 2018.

sábado, 8 de diciembre de 2018

RECUERDOS NAVIDEÑOS - EL CARÁNGANO

Para El Informador del Oriente RECUERDOS NAVIDEÑOS EL CARÁNGANO Orlando Clavijo Torrado Conocí cuando era niño un instrumento musical muy particular, primitivo, si miramos la precariedad de sus componentes: cuatro cuerdas de alambre ordinario, tendidas y fuertemente tensionadas – o templadas, como decimos por aquí - sobre un madero de al menos tres metros de largo, y una vejiga de res para sacar un tañido ronco al rozar las cuerdas. Se podría decir que era una imitación rústica de un arpa o de una guitarra, que incluso se podía tocar en el suelo – y hasta resultaba más cómodo -. Desde aquel entonces, muchos años ya, no he vuelto a ver tan singular aparato de sonido. El que yo vi, solamente una vez, recuerdo que tenía cuatro cuerdas, aunque don Sócrates Gutiérrez Ardila - a quien he consultado por su experiencia de 92 años - afirma que constaba de seis cuerdas. Don Sócrates es esposo de mi prima Sofía Clavijo López, ambos oriundos de Bucarasica, y residentes hace tiempo en Cúcuta. Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española el carángano – que es el instrumento del cuento - no tiene sino una cuerda. Veamos la definición: “2. m. Col. y Ven. Instrumento musical mixto de cuerda y percusión, de origen africano. Consiste en una tabla o caña a la que se ata una cuerda tensa sobre la que se coloca una vejiga de res inflada que sirve de resonador”. Lo presentaron en un diciembre, dentro de un desfile de disfraces o comparsas de los días de la novena de aguinaldos, por lo que supongo que esas eran las fechas para ser exhibido. Lo cargaban dos hombres de cada extremo y un tercero se ocupaba de sacar el son con la vejiga. Don Sócrates me contradice en cuanto el largor del madero: era de dos metros o menos, dice él, y lo podía llevar al hombro, terciado, una sola persona, y ella misma manejar la vejiga. De pronto él tenga la razón y mis recuerdos de niño sean borrosos y por ello me equivoque. Supongo que el tal carángano desapareció y ya pertenece a la memoria de los viejos solamente. Revivirlo en esta era de tanta tecnología no pasaría de ser un anacronismo romántico. orlandoclavijotorrado@yahoo.es … 6 de diciembre de 2018.

martes, 27 de noviembre de 2018

EL HONOR DE RENUNCIAR

CRONIQUILLA EL HONOR DE RENUNCIAR Orlando Clavijo Torrado No porque los sindicatos del Poder Judicial se lo estén pidiendo y en el Congreso de la república se le cuestione, el doctor Néstor Humberto Martínez debería presentar renuncia como fiscal general de la Nación. Es ya cuestión de dignidad. Sus enlaces con la corrupta y corruptora firma constructora brasileña Odebrecht hacen deleznable su apego al cargo. Sería el primer caso de renuncia por decoro en este siglo XXI y se agregaría a los ejemplos que dieron los expresidentes Rafael Reyes y Marco Fidel Suárez y el exprocurador general Mario Aramburo Restrepo en el siglo pasado. 1. Caso del general Rafael Reyes. Estaba tan alterado el orden público después del atentado que sufrió el presidente y del fusilamiento de quien pretendió asesinarlo que, dicen los cronistas, “para evitar una guerra entre seguidores y opositores entregó secretamente la presidencia al general Jorge Holguín Mallarino el 9 de junio de 1909”. Viajó a Santa Marta y allí se embarcó como cualquier pasajero en el buque Manistí con destino a Europa. Su dimisión la hizo oficial el 27 de julio de 1909. 2. Ejemplo de don Marco Fidel Suárez. La pobreza del presidente era extrema, como lo fue desde su nacimiento. En algún momento tuvo que vender sus sueldos de un semestre al Banco Mercantil Americano de Colombia. Al parecer hubo funcionarios del banco que filtraron la noticia y permitieron que el documento de la transacción se exhibiera en una vitrina de Nueva York. El doctor Laureano Gómez, copartidario pero antagonista del mandatario, lo acusó por indignidad ante la cámara de representantes. Luego, otros factores como las secuelas de la Primera Guerra Mundial, que le atribuyeron injustamente a Suárez, y las ambiciones de poder de algunos políticos, lo indujeron a apartarse del mando. El 4 de noviembre de 1921 solicitó que asumiera el primer designado Jorge Holguín, y él pidió una licencia para poderse retirar desde el 10 del mismo mes. 3. Caso del doctor Mario Aramburo Restrepo. Este era antioqueño y conservador, como don Marco Fidel, quien ejercía el oficio de procurador general de la Nación coincidiendo con el período presidencial de Carlos Lleras Restrepo. Resultó que el aspirante de la oposición a la presidencia, el general Gustavo Rojas Pinilla, por la Alianza Nacional Popular, Anapo, virtualmente le estaba sacando ventaja al candidato oficialista Misael Pastrana, por lo que al doctor Lleras le pareció conveniente echarle una mano y fue así que en una manifestación en el barrio Kennedy de Bogotá el fogoso estadista elogió al conservador y criticó irónicamente al otro que usaba como argumento el alza del costo de la yuca. El 30 de marzo de 1970 el procurador le envió una carta al primer mandatario reprochándole su intervención netamente política, lo que transgredía los límites, deberes e imparcialidad que obligaban al jefe de Estado. Y concluyó el doctor Aramburo que, en consecuencia, presentaba renuncia de su elevada investidura. La respuesta del presidente Lleras ha sido considerada noble y paradigmática pues reconoció su falta y exaltó la conducta del procurador. Por supuesto, no le aceptó la renuncia. El país conoció así la grandeza de dos verdaderos patriotas. Si el doctor Martínez Neira obra con sensatez, quedaría de modelo en estos momentos en que las sospechas de corrupción suben como las aguas hasta las más altas esferas. orlandoclavijotorrado@yahoo.es … 26 de noviembre de 2018.

jueves, 22 de noviembre de 2018

LAS MARCHAS ESTUDIANTILES

Para El Informador del Oriente LAS MARCHAS ESTUDIANTILES Orlando Clavijo Torrado Apenas comenzada la administración de Iván Duque extrañamente se despertó un fervor por pedir dinero a favor de la universidad pública, en cifras inalcanzables y por las malas, mediante marchas en todo el país de miles de estudiantes. La mayoría se encarga de bramar diatribas contra el régimen, y unos pocos, encapuchados, durante todo el trayecto se dedican a tratar de quemar vivos a muchachos policías desprevenidos puestos a la entrada de una cadena radial, y de atacar con palos a carros particulares, y también con palos, piedra y bombas molotov a comercios, edificios oficiales y sistemas de buses urbanos. En las marchas va igualmente un sindicato nacional de maestros cuyas directivas se sabe por todo el mundo que son afines al candidato perdedor Gustavo Petro. La débil reacción de la fuerza pública ha permitido que, en las últimas semanas, calles de ciudades y carreteras de pueblos lejanos se vean colmadas de manifestaciones agresivas. El desafío a la autoridad de Duque es claro. Y, oportunista, porque se aprovechan del lado flaco del presidente, a saber, de que es un cachaco bogotano de finos modales y de pocas decisiones enérgicas. Detrás de los reclamantes se ha visto a senadores enemigos del nuevo mandatario. Muchos creen que estos movimientos le apuestan a tumbar a un vacilante Duque. No deja uno de admirarse de la osadía de los dirigentes, algunos casi niños –aunque algunos muestran mayor edad como para ser estudiantes - enfrentados con la ministra de Educación y el equipo económico del gobierno en una mesa de negociaciones. ¿En dónde y a qué horas se prepararon para discutir temas tan complejos o van solamente a repetir un libreto aprendido con peticiones imposibles de cumplir? Obsérvese la palabra que más usan los jóvenes dirigentes de estas marchas: lucha. Una justa aspiración de atención a la universidad pública no la miran como tal sino como lucha. A ello seguramente obedece la violencia en cada manifestación. Y las capuchas ¿por qué? Alguien montó en la red en estos días un inteligente dibujo que puede darnos la explicación: un hombre participa en una marcha con su pequeño hijo; el tipo lleva capucha, y su hijo le pregunta: “Papá: si ellos son los malos y tú eres de los buenos, ¿por qué te tapas la cara?” Cada quien saque sus conclusiones. orlandoclavijotorrado@yahoo.es … 21 de noviembre de 2018.

domingo, 11 de noviembre de 2018

LA VENGANZA DEL ALUMNO

Para El Informador del Oriente LA VENGANZA DEL ALUMNO Orlando Clavijo Torrado Cuando llegó al consultorio médico, este exprofesor del “INEM José Eusebio Caro” y otros colegios reconoció inmediatamente a su antiguo discípulo. “Cómo es el mundo de chiquito”, pensó. “En donde vine a encontrar al alumno más indisciplinado que tuve en mi larga carrera”. Pero, a pesar del cúmulo de recuerdos que le asaltaron de inmediato, no comentó nada. - ¿Qué se le ofrece? - le dijo el galeno sin mirarlo y en tono poco amable. El protagonista de esta historia correspondía a aquella casta de docentes que no aspiraba a ganarse solamente el sueldo. Siempre tomó a pecho su responsabilidad de formar y por ello les exigía alto rendimiento a sus alumnos. Su palabra preferida, dicha en tono jocoso y paternal para sus muchachos, era “bellacos”. “Estudien, bellacos; investiguen, bellacos; la vida no es para pasarla chévere, bellacos, sino para algo útil”. De su natal Condoto, en el Chocó, viajó a Bogotá a estudiar Ciencias Sociales y Filosofía en la Universidad Nacional; de la capital marchó recién graduado a Neiva; de ésta al Líbano, Tolima, y de allí, a Cúcuta. Aquí estudió Derecho en la universidad Libre, se especializó en Derecho Laboral y Comercial y adelantó una maestría en la universidad Santo Tomás. - Vengo a control general -, respondió el antiguo maestro. - Desvístase, quédese en calzoncillos y acuéstese en la camilla - le ordenó el facultativo. El hombre no salía del asombro por el trato tan displicente de su exalumno, pero le obedeció sumisamente. Estando allí tendido, indefenso, el médico contempló a cierta distancia de pies a cabeza los más de uno con ochenta metros del corpulento negro, rodeaba la camilla y al fin se le acercó y le preguntó: - ¿Usted no es el profesor Díaz”? - Sí, respondió, el paciente. - Pues yo soy Galindo, su alumno de 8° del INEM, a quien se la tenía dedicada. Y así era que lo quería ver, empeloto, bellaco; usted me jodió mucho en el colegio, y me llegó el turno de vengarme. Y soltó una tremenda carcajada. Al momento Ulises Díaz se dio cuenta de la broma que le estaba jugando su alumno de otros tiempos y lo comprendió todo. Y para corresponderle le dijo: - Ahora, bellaco, bájeme de aquí. Maestro y alumno se fundieron en un abrazo, y recordaron y rieron de lo pasado, un pasado de al menos treinta años. … 8 de noviembre de 2018. (Adaptado de la Croniquilla “Un caballero de la educación”, publicada en La Opinión el 16 de marzo de 2011).

jueves, 8 de noviembre de 2018

LOS CORRUPTOS SE RÍEN

CRONIQUILLA LOS CORRUPTOS SE RÍEN Orlando Clavijo Torrado Uno no sabe si todo el alboroto en el Congreso de la República y en el palacio de Nariño en razón de la preparación de leyes y decretos para combatir la corrupción obedece a algo serio o es una pantomima. Porque, entre las múltiples prácticas de la corrupción lo cierto es que continúan las de los parlamentarios, diputados y concejales de pedirles a los empleados que tienen en el gobierno bajo su recomendación, contribuciones y parte del sueldo para sus campañas y compromisos. Nada ha cambiado, ni cambia, ni cambiará. Políticos y funcionarios públicos que dependen de éstos devoran el erario día a día. Todos están engrudados en algún torcido. La impunidad está de su parte. Lo de la contratación transparente se volvió un chiste: dicen que consiste en poner el contrato a contraluz y se lee del otro lado el nombre del contratista. Me llegaron informes de que cierto alcalde a quien le dediqué un artículo elogiándolo por su rectitud y presentándolo como ejemplar, no es el tal: la corrupción en los contratos no ha desaparecido en su ciudad, solo que el hombre lo sabe hacer muy bien. Se equivoca uno con ciertos personajes a los que cree honrados y los exalta. Temo contarles a mis nietos tantas porquerías porque, al sentir asco desde muy temprano, pueden formarse un concepto errado de lo que significan democracia, gobierno y representantes del pueblo, y entonces empiezan su apatía y su rechazo y más tarde serán abstencionistas. Hay mandos o subalternos que son solapados tumbadores. Por ejemplo, los encargados de alguna misión se embolsillan la plata que les dan para los gastos del personal. No menciono los casos y no doy detalles de su mezquino proceder porque me pidieron que no revelara nombres. En Bogotá pueden estar redactando estatutos, sacándose los ojos para encontrar las fórmulas antisépticas y lanzando proclamas y ultimátums a los corruptos, mientras aquí éstos siguen con sus malas mañas y burlándose de los majaderos que creen que los van a acabar. He oído decir, en nuestro lenguaje nortesantandereano, que las tales agendas anticorrupción son puras tochadas. Yo no sé en otros lados, pero los corruptos de aquí están que se revientan de la risa. orlandoclavijotorrado@yahoo.es … 5 de noviembre de 2018.

domingo, 4 de noviembre de 2018

MONSEÑOR Y LAS FUFURUFAS

Para El Informador del Oriente MONSEÑOR Y LAS FUFURUFAS Orlando Clavijo Torrado Antes de contar el episodio simpático de mi personaje inolvidable debo dar algunas pistas para la gente joven, los nacidos después de 1995, año en que murió él. Se trata del sacerdote sancalixtense José Francisco Rodríguez Salazar, quien fue vicario general de las diócesis de Santa Marta y Ocaña y párroco de la catedral de Santa Ana durante 31 años. Era un orador florido y un apasionado de la comunicación social. Su programa “Religión y civismo” transmitido por radio Catatumbo gozaba de inmensa popularidad gracias a sus mensajes espirituales y de estímulo al progreso material y a las buenas costumbres. Sin más preámbulos digamos que por la década de 1960 Ocaña era sede de un Tribunal Superior de Distrito Judicial. Quien escribe se desempeñaba como juez promiscuo del circuito allí mismo. Pues ocurrió que la eucaristía dominical que celebraba monseñor Rodríguez a las nueve de la mañana resultó de gran acogida en el gremio de abogados, y entre magistrados, jueces y empleados del Poder Judicial. Ello no dejó de causar curiosidad. ¿De cuándo acá los jurisconsultos se habían vuelto tan devotos? ¿Y por qué no perdonaban justamente la misa del domingo oficiada por el párroco? Pronto se descubriría el misterio. O, como se dice hoy, pronto aparecerían las llaves. (Yo me salgo de la manada, y no por santo sino porque siempre he asistido a misa los domingos y además tenía amistad con monseñor Rodríguez desde niño pues fue él quien me dio la primera comunión. Que conste). Monseñor atacaba firmemente todos los vicios y pecados, pero con más ahínco los cometidos con las mujeres de la vida alegre. Y no había que negarlo: estaba muy bien informado sobre las casas de cita que había en la ciudad y, en especial, sobre las novedades que se iban presentando al respeto. En efecto, el prelado denunciaba desde el púlpito, encolerizado, que “cómo era posible que la inmoralidad no cesara en Ocaña. De muestra estaba que en la calle tal número tal y tal, acababan de instalar un prostíbulo. Ese antro se suma a otro que la semana pasada abrieron en el barrio tal, concretamente en la casa de la carrera X, número tal y tal, sin contar con los que vienen funcionando de tiempo atrás por los lados de la plaza de mercado y uno muy conocido en las afueras de la ciudad”. Como no faltan los mamadores de gallo, comentaban que los doctores iban a la misa con una libretica para tomar nota de las direcciones que monseñor suministraba. Resultaba entonces que su ardorosa campaña por erradicar las mancebías se convertía en una propaganda de las mismas para algunos sinvergüenchones. Éstos, en ese tiempo, tenían que ir a fornicar a dichos lugares, contrario a hoy en que las señoritas prepago ofrecen sus servicios a domicilio. orlandoclavijotorrado@yahoo.es … 1° de noviembre de 2018.

viernes, 26 de octubre de 2018

DEFENSORES DE LA IGLESIA

Para El Informador del Oriente DEFENSORES DE LA IGLESIA Orlando Clavijo Torrado Se dice que el profeta anuncia y denuncia. Y por denunciar, algunos profetas han encontrado la muerte. El Antiguo Testamento da cuenta de los siguientes profetas inmolados por orden de reyes u hombres poderosos: Jeremías, Miqueas, Zacarías – quien sufrió apedreamiento entre el altar y el santuario -, Amós, Ezequiel, Isaías – a quien aserraron en dos -, Juan Bautista – cuya cabeza fue cortada por orden de Herodes Antipas para satisfacer a la hija de Herodías a quien se la entregaron en una bandeja -, y el máximo profeta, Jesús de Nazaret, sacrificado en una cruz. En fechas recientes el sumo pontífice Francisco ha canonizado a dos mártires, verdaderos profetas, asesinados por pasiones políticas: el sacerdote colombiano Pedro María Ramírez Ramos, muerto el 10 de abril de 1948 en Armero a manos de una turba que lo despedazó, y el arzobispo de San Salvador monseñor Oscar Arnulfo Romero, silenciado de un balazo cuando oficiaba una misa el 24 de marzo de 1980. Últimamente, en valentía nadie ha igualado al papa san Juan Pablo II quien dio una batalla tal que fructificó en el derrocamiento del comunismo en Europa y la caída del Muro de Berlín. Sin duda que están haciendo falta profetas aguerridos que se enfrenten a los enemigos de la Iglesia, y particularmente en casos como los siguientes: los obispos de Nicaragua y el mismo Nuncio Apostólico del papa son golpeados por los agentes sandinistas, e igualmente en Venezuela los altos prelados y sacerdotes son ultrajados y amenazados por el régimen de Maduro. En estos casos no ha habido ni un reclamo de la Santa Sede ni siquiera en los términos a veces lambiscones que en el medio diplomático se utilizan. En Mompós, un joven pastor protestante rompió a martillazos en la plaza una imagen de la Virgen María, y …silencio absoluto del clero y la misma ciudadanía. Los que pasaban por el parque vieron aquello con indiferencia, o como un espectáculo semejante a los de los vendedores de yerbas curativas de la selva. Si se quiere, no se mire esto como un caso religioso sino de un atentado a los buenos modales y a un elemental respeto. El actor español Willy Toledo, alegando que protestaba contra la conducta de los curas pedófilos, vociferó que se cagaba en Dios. La señora Teresa Rodríguez lo apoyó y dijo que hacía lo mismo, pero agregando que también con la virginidad de María. El artista fue detenido, y luego de salir en libertad tras prestar una fianza, redobló las groserías. Y en este mes de octubre, la residencia del señor cardenal emérito de México Norberto Rivera fue atacada a tiros. Los maleantes dieron muerte en el interior del edificio a un custodio del prelado. Parece que la orden del día es ser políticamente correcto. Porque, si bien los fieles pueden protestar, como lo hizo la Asociación de Abogados Cristianos en España en el caso de las procacidades del actor y de su amiga, muchos católicos no entendemos por qué Su Santidad guarda un férreo silencio. ¡Qué tristeza! orlandoclavijotorrado@yahoo.es … 26 de octubre de 2018.

sábado, 20 de octubre de 2018

VIVIENDO COMO GRINGOS

Para El Informador del Oriente VIVIENDO COMO GRINGOS Orlando Clavijo Torrado El despacho de noticias de la AFP del 15 de octubre dice que la cadena estadounidense Sears se declaró en quiebra. Las ventas on line le dieron un golpe mortal a esta institución fundada en 1886. Esta sí que es una triste noticia para los que conocimos el sistema de ventas por correo que llegó a todos los rincones del mundo. El recuerdo de aquel sistema que nos permitía vivir como gringos, amerita unas nostálgicas líneas. Significaba mucho adelanto para aquella época. Y para cualquier población, cuando estaban tan aisladas, tan distantes. Pareciera increíble que un pueblerino o un campesino dispusieran de un catálogo particular de ventas por correo, en donde se ofrecía una infinidad de mercancías: chaquetas, camisas, pantalones, faldas, suéteres, abrigos, zapatos, útiles de estudio, martillos y toda suerte de herramientas, instrumentos musicales, cadenas y otras joyas, muebles, jarrones y adornos, vajillas, cortinas, juguetes, pesebres y luces de Navidad, máquinas de coser Singer, radios y tocadiscos, todo, todo, menos comestibles. (No ofrecían televisores porque la televisión en Colombia estaba en pañales). Los catálogos, en color sepia, presentaban las ilustraciones de cada artículo de modo de poderlo examinar a gusto. Quizá los catálogos llegaron por intermedio del telegrafista. Porque el telegrafista, en aquellos años 50 del siglo pasado, era el relacionista del pueblo. El sistema funcionaba sencilla y cómodamente para el cliente: éste escribía una carta a la casa de Ventas por Correo en Bogotá; especificaba el artículo escogido, anotaba su referencia, y depositaba la misiva y el valor del pedido en las honradas manos del telegrafista quien lo giraba a la dependencia regional de los Correos Nacionales y de allí enviaban el dinero a la casa matriz. Al cabo de unas semanas le llegaba al usuario su pedido, perfectamente empacado. El sistema de ventas por correo duró algunos años. Si bien luego vino la modalidad de compra por cuotas o pólizas - que acostumbró a la gente a endeudarse, a vivir al fiado y siempre colgados -, la comodidad y la eficiencia de aquel novedoso sistema favoreció mucho a los pueblos retirados y pequeños y las comunidades rurales. Hoy causa admiración que hubiera llegado allí el modernismo representado en el sistema de ventas por correo, el mismo que estaba de moda en los Estados Unidos, y que hoy prácticamente desaparece en donde nació. orlandoclavijotorrado@yahoo.es ... 17 de octubre de 2018. (Adaptado para El Informador del Oriente de un escrito con el mismo título y contenido publicado el 30 de septiembre de 2015).

viernes, 12 de octubre de 2018

DOCE DE OCTUBRE

Para El Informador del Oriente DOCE DE OCTUBRE Orlando Clavijo Torrado ¡Salve, Doce de Octubre glorioso! A los quinientos veintiséis años de tu aurora, mi generación y yo te saludamos. Y hasta muchos de la generación de 1970. Hasta esos años te celebrábamos con las banderas tremolando en los balcones y ventanas de nuestras casas, en los edificios públicos y en los desfiles estudiantiles. Había en tu honor Te Deum en todas las ciudades y pueblos de Colombia, de esta Colombia que fue la única nación del orbe que honró la memoria del descubridor tomando su nombre. Por ley de la República, era día cívico, para conmemorarte, y se obligaba a izar el pabellón nacional a lo ancho y largo de la patria. Esa ley aún está vigente, pero nadie la quiere cumplir ni hacer cumplir. Yo te alabo, Doce de Octubre, porque en aquel día llegó un puñado de valientes de tierras extrañas a este continente a mostrarles a nuestros aborígenes - que aún estaban en la edad de piedra - los beneficios de la civilización, a abrir y a iluminar sus mentes y a redimirlos de tantas ignorancias y crueldades como el sacrificio de niños en aras de ídolos grotescos. Pero, en especial, a enseñar una hermosa lengua y una doctrina de amor y de fraternidad. Por ésta, el Cristianismo halló en América - llamada por los papas el continente de la esperanza - las huestes más numerosas del mundo, por encima de las antiguas de Europa. No importa que la posmodernidad, con algunos historiadores, sociólogos y seguidores seducidos por ideologías iconoclastas, con grandes resentimientos y sedientos de venganza porque algunos descubridores y conquistadores se mancharon las manos y las conciencias atropellando a los indios, te hayan querido borrar de la memoria colectiva, renegar del gran Almirante Cristóbal Colón y de la madre patria. Sigues siendo, ¡oh, Doce de Octubre!, la fecha más estelar después del nacimiento de Jesús en Belén, fecha solo en parte superada por la presencia del hombre en la Luna a bordo de un satélite. ¡Salve, ¡Doce de Octubre, inmortal, porque en este continente se incubaron sabios y líderes del mundo, y por este continente la ciencia recibió el mayor aporte y un progreso asombroso como jamás lo había visto la humanidad! ¡Loor a España, a los Reyes Católicos y a su abanderado Cristóbal Colón por la gran proeza del Doce de Octubre de 1492, al descubrir un Nuevo Mundo, llamado luego las Indias Occidentales y finalmente América. Día del Descubrimiento te llamaron con propiedad durante siglos, y después, dulcemente, Día de la Hispanidad, nombre que reúne hermandad y gratitud. No importa que algunos, con particular dirección política, cambien Descubrimiento por Encuentro de Dos Mundos, o Choque, o Encubrimiento de América, o Invasión, según algunos gobernantes déspotas y sus admiradores. ¡El reconocimiento por lo que nos diste y significas no puede ser opacado por los nombres que se te den, ¡Doce de Octubre, épico! ¡Salve, gran día, radiante, lleno de maravillas! ¡Por siempre bendecido y recordado! orlandoclavijotorrado@yahoo.es … 12 de octubre de 2018.

viernes, 5 de octubre de 2018

MAGNÍFICO DECRETO

Para El Informador del Oriente MAGNÍFICO DECRETO Orlando Clavijo Torrado El presidente Donald Trump se quejó, al principio de su gobierno, de cómo miles de jóvenes mueren por el consumo de sustancias estupefacientes. “Estamos perdiendo varias generaciones”, decía. Las tristes estadísticas en ese país se reflejan en este comentario de prensa: “Más muertes por drogas que por accidentes y homicidios en 2015: Una comisión creada por Trump para estudiar la adicción a las drogas informó que 142 estadounidenses murieron diariamente por sobredosis de drogas en 2015, más que el total de muertos en accidentes automovilísticos y homicidios con armas combinados. // Dos tercios de las muertes por sobredosis de drogas en ese año estaban relacionadas con Percocet, OxyContin, heroína y fentanilo, dijo la comisión.// Las 142 muertes a diario dan un total de 2982 cada tres semanas; es decir, el número es mayor al de los fallecidos en los ataques terroristas del 11 de septiembre, pues ese día 2606 personas murieron en las Torres Gemelas y 125 en el Pentágono, lo que da un total de 2731.// 60 mil muertes en 2016: La sobredosis de cocaína fue una de las causantes de la muerte de 60 mil personas en Estados Unidos en 2016, que representó un aumento del 19% con respecto al año anterior, según estimaciones del diario The New York Times”. En Colombia, como siempre, no contamos con cifras tan exactas. Pero con nuestros propios ojos vemos a diario cómo se desintegran, como maderas podridas, en esquinas, parques, puentes, matorrales y basureros de pueblos y ciudades, adolescentes y jóvenes, y personas mayores atrapadas desde temprano en las redes de una muerte lenta y miserable. Es inhumano y malvado el colombiano que no sienta dolor y compasión por esos pobres seres sucios y malolientes, de rostros tan desfigurados algunos que inspiran terror, ya irracionales y dementes pues las drogas malditas les destruyeron el cerebro. Por ello, es merecedor de un juicio el anterior presidente Juan Manuel Santos que permitió el auge de los cultivos de coca y marihuana hasta un tope inconcebible, y a la vez digno de reconocimiento nuestro actual mandatario Iván Duque que comprendió el corolario trágico de tal crecimiento. De ahí que este lunes 1° de octubre de 2018 sea histórico para Colombia al emitirse un decreto presidencial en favor de la salud y la vida de la niñez y la juventud colombianas. El decreto salvador lleva el número 1844. Principalmente por él se autoriza la incautación de estupefacientes hasta en la dosis mínima portada en espacio público. El jueves 27 de septiembre se anunció la inminente salida del decreto. En respuesta, en las horas de la mañana un grupo de cincuenta personas adictas se congregó frente al Planetario Distrital de Bogotá para protestar mediante lo que llamaron una “fumatón”. Llevaron su porción de hierba y polvos para aspirar, inundaron del venenoso humo el entorno y pintaron grafitis en reclamo de su derecho a destruir sus vidas. Hubo oradores de partidos de izquierda en su apoyo. En otro escenario, el expresidente Cesar Gaviria cuestionó el decreto; reclamó que valía más la seguridad pública. ¡Increíble! Sin duda que con este decreto el nuevo gobernante logra el más alto puntaje de prestigio hasta el momento. Ahora resta esperar los frutos de su aplicación. Naturalmente tendrá que repercutir en los campos plantados de marihuana, coca y amapola. orlandoclavijotorrado@yahoo.es … 5 de octubre de 2018.

jueves, 4 de octubre de 2018

CRONIQUILLA - ¿QUÉ ES SOCIAL?

CRONIQUILLA ¿QUÉ ES SOCIAL? Orlando Clavijo Torrado No es nuevo el asesinato de personas campesinas y de barrios populares miembros de juntas de acción comunal; solo que tales muertes pasaban inadvertidas; pero en estos últimos meses no, porque algunos grupos políticos las reclaman como el asesinato de sus líderes sociales. Para llegar a la almendra de qué es líder social es preciso esclarecer qué significa social. Por supuesto que líder social y líder político son distintos. Podemos mentar como líderes políticos asesinados en nuestro país a Álvaro Gómez Hurtado y a Jorge Eliécer Gaitán. El economista austríaco Friedrich Hayek no deja de observar que se ha abusado de la palabra “social”. “El adjetivo social se convirtió en una palabra que a las expresiones donde se la utiliza, quita todo sentido claro”. Colombia es un Estado social de derecho, según el artículo 1° de la Constitución Política de 1991. Aún se discute qué significa tal definición. Para algunos es algo ambiguo. Para otros es un término demagógico, populista. Tener trato social es observar los buenos modales y ser agradable. La protesta social nunca la hace la clase social alta por la obvia razón de que no tiene de qué protestar. Si los manifestantes protestan con orden y respeto, la Policía los escolta como si fueran amigos; pero si los protestantes se encolerizan y enloquecidos la emprenden a piedra contra vitrinas de almacenes, carros, semáforos y la misma Policía, se dice que hay desorden social, momento en que los agentes intentan calmarlos con gases lacrimógenos y garrote. Un antisocial es un criminal; un desadaptado social está a punto de serlo. Una trabajadora social en Colombia es una empleada del gobierno que va a las casas de la gente pobre y comprueba que viven pobremente. Las viviendas de interés social son las que el gobierno les da gratuitamente o a bajas cuotas a quienes no tienen otra forma de adquirir un techo; son diminutas; en Cúcuta las construyen en los cerros, bien alejados del centro, y en edificios que se agrietan prontamente. Conciencia social la tienen los que ayudan a los necesitados. Ser de la sociedad siempre ha significado pertenecer a la clase alta. De ahí las conocidas páginas sociales de los periódicos a las que antiguamente no accedían los sin dinero y sin prosapias. Los clubes sociales, exclusivos también anteriormente de las élites, ahora albergan a todo el mundo. Los elementos que ofrece el Internet para la comunicación entre las personas, y para difundir noticias, chismes, calumnias, agravios, elogios, pornografía, amarillismo, masoquismo, cursilería, fotos y escritos, instantáneamente, se llaman redes sociales. En política surgió el Nacional Socialismo, partido de derecha, de los Nazis, y el Socialismo, partido de la izquierda; la Iglesia Católica desde el siglo XIX respondió a los diversos tratamientos políticos de la llamada cuestión social con la Doctrina Social en numerosas encíclicas papales. En el actual pensum para primaria y bachillerato se dicta la cátedra de ciencias sociales, que comprende historia, geografía y democracia, temas hoy de segunda, de relleno, para los estudiantes, y hasta para los docentes. Con la palabra social se componen miles de combinaciones: pacto social, estrato, nivel y las siguientes que tomo del DRAE: asistencia, cálculo, capital, carga, diálogo, domicilio (entendido en el ámbito mercantil), fobia, gasto, insecto social (la abeja y la hormiga), novela, obra, persona (en sentido de sociedad jurídica), presión, salario, seguridad y tejido social. Entonces, ¿en qué quedamos respecto a lo que es social? En nada. Porque social es todo. orlandoclavijotorrado@yahoo.es … 3 de octubre de 2018.

domingo, 23 de septiembre de 2018

LOS PRESUNTOS

Para El Informador del Oriente LOS PRESUNTOS Orlando Clavijo Torrado Ha hecho carrera entre los periodistas un marrullero vocablo: “presunto”. Presunto lo define el Diccionario como "participio pasado de presumir; es también adjetivo". Presumir es "sospechar, juzgar o conjeturar una cosa por tener indicios o señales para ello". También significa "vanagloriarse, tener alto concepto de uno mismo". Sin embargo, la acepción que nos interesa aquí es otra. Pues bien: ahora se alega que mientras alguien no sea condenado, tanto el delito como el autor son presuntos. Vean ustedes los noticieros de televisión y los periódicos: no hay nada que no sea presunto. No importa que al atacante lo hayan sorprendido machete en mano acabando a otro, descuartizándolo, y que la Policía lo capture con el arma aún teñida de sangre: eso no pasará de ser un presunto delito de homicidio, y el matarife será un presunto homicida. Al sujeto que detienen con un carro ajeno huyendo a toda velocidad se lo llama con mucho respeto presunto ladrón, y con todo y que la Policía lo agarró con las manos en la masa el hecho apenas llega a un presunto robo. Por ello, nos podemos imaginar el siguiente escenario: los pillos, sabedores de este lenguaje amanerado, le advierten a la víctima, al tiempo que le ponen un cuchillo en el cuello: "este es un presunto atraco". El presunto agredido, a su vez, le deberá preguntar al presunto asaltante: "¿me va dejar vivo o me va a causar una presunta muerte?" Estas sutilezas o falta de claridad es lo que se llama ahora lenguaje políticamente correcto. En ese contexto, ya no se informa que una mina antipersona puesta por el grupo guerrillero tal le amputó una pierna a un campesino de San Calixto, sino que la violencia fue la culpable de la amputación. Esta, de acusar a la violencia, es una forma de no incomodar al gobierno, a los facinerosos y no se sabe a quién más, y un escape a confrontar la verdad, acudiendo a la ambigüedad, Volviendo a nuestro tema central, así, por ejemplo, el excomandante de las Farc alias Santrich, a quien pescaron antes de que enviara diez toneladas de cocaína a los Estados Unidos, para los noticieros es un presunto narcotraficante. ¿Cuántas toneladas más faltarán para que deje de ser presunto? ¿O cuántas puñaladas o tiros tendrá que recibir la víctima para que su muerte no sea un presunto asesinato? ¿Hasta qué momento la violación es presunta? ¿Será hasta cuando el muchachito camine? Es menester revaluar criterios tan equívocos para señalar las cosas. Ya basta de usar ese fementido lenguaje y de maquillar las malas acciones de un malvado alegando que hasta que el juez no lo condene se le debe considerar como el posible autor de un horrendo crimen. A las cosas hay que llamarlas por su nombre: el delito es delito y el delincuente es delincuente. En los demás países del mundo no se andan con eufemismos con los criminales. En Colombia, sí. Por algo somos tan distintos, y por eso estamos como estamos. … (Adaptado de mi artículo “Presunta connotación”, publicado en La Opinión del 7 de diciembre de 1987, y reproducido en el libro “Las crónicas más divertidas de Norte de Santander”, publicado en el 2017). orlandoclavijotorrado@yahoo.es … 22 de septiembre de 2018.

miércoles, 19 de septiembre de 2018

SALVADO POR GRITÓN

Para El Informador del Oriente SALVADO POR GRITÓN Orlando Clavijo Torrado Mi compadre John Fredy, a quien me referí en un escrito reciente, había regresado a Colombia luego de unos años de haberse ido para España como refugiado, protegido de las Naciones Unidas por ser perseguido político, calidad que no sé cómo diablos consiguió pues hasta donde yo sé, la única que lo perseguía era mi comadre para que le cumpliera con los alimentos de mi ahijada. Mi compadre traía la billetera llena de tarjetas de crédito internacionales, al parecer con un cupo amplio, por cuenta del tanque universal de las Naciones Unidas, a las que les meten los dedos a la boca constantemente. Nos invitó a todos en mi familia a un restaurante elegante de la ciudad. “Pidan lo que quieran, de beber y de comer”, nos autorizó. El mesero nos repartió la carta. John Fredy tomó la suya y empezó a preguntarle al dependiente por cada plato. Por poco no encuentra nada de su agrado en el menú. Con su voz chillona iba pregonando que los mejores champiñones de Europa los consumía en Madrid: los conocidos champiñones portobello especiados sobre crema de calabaza. En Ámsterdam había probado el bitterballen, que consiste en deliciosas y crujientes bolitas de carne servidas con mostaza para untar. Nos recomendó el linguini de camarones que había degustado en Paris, especialidad que no la tenía nuestro restaurante. Y elevando más el tono dijo que nada superaba a su plato preferido en Roma, el vitello tonnatto. El mesero le preguntó que qué contenía y mi compa le respondió que ternera con atún y anchoas. Por último, se decidió por un churrasco argentino. Esta invitación y la alharaca sucedió un martes entre las 2 y 3 de la tarde. Por coincidencia, ese mismo día y a la misma hora estallaba una bomba en la puerta de la casa de los exsuegros de nuestro anfitrión. Pasadas unas semanas me llamó angustiado de España. Quería que le averiguara en una fiscalía su caso y que asumiera su defensa por cuanto lo estaban acusando de terrorismo. Había que demostrar que a la hora del atentado John Fredy se encontraba con mi familia y conmigo en un restaurante almorzando. Acudí al restaurante, busqué a los meseros, les refresqué la memoria sobre aquel día, todos oían callados y, finalmente, uno de ellos rompió el silencio y dijo: “Yo fui el que los atendió. Ustedes venían con un negrito alto y flaco que hablaba duro. Se sentaron en aquella mesa. Y por cierto que me llamó la atención el negrito porque mentaba restaurantes europeos y platos que aquí no hay, y recuerdo que los comensales de todas las mesas se embelesaron con él”. Le pedí al joven el favor de ir a la fiscalía a atestiguar sobre tales episodios, y él accedió amablemente. De esa forma libré yo a mi compadre de una condena por terrorismo. O, mejor, él mismo se libró por su gritería en el restaurante. orlandoclavijotorrado@yahoo.es … 14 de septiembre de 2018.

sábado, 15 de septiembre de 2018

LA CORRUPCIÓN QUE NO ES DELITO

CRONIQUILLA LA CORRUPCIÓN QUE NO ES DELITO Orlando Clavijo Torrado Fracasa la ladina consulta sobre la corrupción, y el presidente, sus amigos, sus enemigos y los promotores perdedores se reúnen para desarrollar los puntos derrotados. Si eso no es corrupción, entonces la tierra es cuadrada. ¡Es la Colombia surrealista retratada en la antigua historieta El extraño mundo de Subuso! La corrupción se asocia con dinero. Por supuesto que se trata de los casos más sonados. Mas, como todos sabemos, hay mil modalidades de obrar corruptamente, algunas muy sutiles. Sin embargo, quiero destacar los siguientes ejemplos que pasan como si tal, cometidos activa y pasivamente por personas que a la luz de las apariencias que se ven son tenidas por honradas, trabajadoras, luchadoras, emprendedoras, inteligentes e ilustradas. Llámelos usted a una campaña contra la corrupción y los tendrá de primeros arengando a la multitud. Sin sonrojarse y con la frente en alto. Veámoslos: Aceptar un cargo para el que no se cuenta con los estudios requeridos es un perfecto acto de corrupción. El muestrario es infinito. No es sino repasar las nóminas oficiales y se comprobará que ninguno está preparado para el cargo. Pasar de un puesto a otro por simple ambición y apoyado en la influencia política, económica o social, quitándole la posibilidad a otro que bien lo puede merecer, es corrupción. Repartir honores y cupos en entidades culturales, científicas, profesionales y académicas considerando como méritos de los aceptados o galardonados el dinero o el prestigio, es ser corrompido. (Dañado, dice el pueblo, expresión que junto a corrompido me encanta). Allí la corrupción es de doble vía: del que otorga y del que recibe. Ser un parásito del Estado es ser corrupto. Pero, a los individuos de la especie a que me refiero, yo les aplicaría un neologismo: necroexplotadores. El ejemplo clásico hoy en día son los miembros de la familia Galán. No hay un Galán que no esté succionando la ubre oficial, a cuenta del difunto Luis Carlos Galán Sarmiento. El senador Iván Cepeda, aquejado de cáncer, gran defensor de los que carecen de oportunidades, le quitó la oportunidad de una quimioterapia a una seguidora suya que estaba programada antes que él. (Véase la denuncia en twitter). Todos los casos señalados son públicos; evidentes; comprobables; no hay ningún secreto; sobre casi todos la Internet ofrece abundante información y documentación. A ninguno de los aprovechados nombrados se le puede denunciar penalmente porque en sí sus faltas atentan contra la ética, la moralidad, la delicadeza, la vergüenza y el decoro, la dignidad propia y ajena, y la consideración y el respeto a los demás. No son delincuentes, en el sentido del código penal. Aclaremos que los de abajo solo cometen vivezas y trampas. Para los de arriba la única sanción es la entelequia del reproche social, aunque más palpables entre la ciudadanía son el escándalo y la estupefacción. ¡Pero, gran cosa que les importa! Les resbala, como dicen los muchachos actualmente. orlandoclavijotorrado@yahoo.es … 11 de septiembre de 2018.

viernes, 7 de septiembre de 2018

EL REGRESO DE PUNTILLÓN

Para El Informador del Oriente EL REGRESO DE PUNTILLÓN Orlando Clavijo Torrado Yo estaba de vacaciones en Campoliso. En aquel tiempo no había carretera para el pueblo. Tocaba a lomo de mula. Juan Jorge – o Puntillón, cual era su apodo, por lo alto y desgarbado, aunque en su cara nadie lo llamaba así sino Juanito - me llamó de Bogotá y me dijo que quería visitar su tierra natal, en donde, además, residía una hermana suya. Esta señora criaba nueve muchachitos, en una casa de corredor grande, con una pieza amplia para la tienda y dos dormitorios. Los muchachitos, niños y niñas, andaban, casi siempre, con las nalguitas al aire, dejando sus caquitas aquí y allá. Puntillón y yo fuimos juntos al colegio en Zipaquirá. Él era, lo que se llamaba en esa época, un filipichín. Conociéndolo, como lo conocía, no me lo imaginaba durmiendo en un colchón delgado y deforme por lo viejo, con pulgas de los perros de su hermana, y yendo al inodoro detrás del platanal. “No venga, Juanito”, le insistí, “que esto por aquí es muy feo”. Pero él emprendió el viaje. El autobús lo llevó a Cúcuta y allí tomó un carro de Peralonso. Éste lo dejó en el paradero de Malabrigo. Puntillón le pidió el favor a un arriero de que le bajara la inmensa y lujosa maleta del techo del bus. Su hermana le había enviado un caballo, con un obrero de la finca, para que subiera los 15 kilómetros de camino en zigzag ininterrumpido, hasta el propio Campoliso. De Bogotá a San Gil gozó el joven del clima sabanero al que se había acostumbrado, pero no fue sino entrar allí para que empezara a sudar con desespero. El calor lo atormentó buena parte del recorrido, se ensañó con él en Cúcuta y no lo abandonó ni al llegar a Campoliso. ¡Pobre Puntillón! ¡Nunca había montado a caballo! Por ello, el animal parecía que se había propuesto sacudirle los huesos a gusto. ¡Qué gran regocijo de su hermana al verlo, la hermana desvalida, la incivilizada, mientras el resto de la familia se había anclado en Bogotá! ¡Y qué alboroto el de sus sobrinitos con el tío elegante, al que se le encaramaban por todas partes, manchándole de mocos y mugre la límpida camisa! En su maleta había empacado, a lo largo, varios trajes completos. Se vistió y salió a pavonearse por la calle principal. Miraba de reojo para comprobar que los parroquianos estuvieran deslumbrados. Pero la gente no le prestó atención y no faltaba quien se riera de él. Visitó viejos amigos de su padre. Donde quiera, no hay que negarlo, se destacaba, pues en Campoliso el vestido diario de los hombres consistía en un simple pantalón y una camisa de manga corta. Puntillón permaneció solamente dos días en Campoliso. Había pasado una pésima noche, entre malos olores y sin la menor comodidad. “Aquí no se ve sino atraso”, se lamentó. “Mi hermana también se volvió una campesina. ¡No hay como Bogotá!”. Y juró que jamás volvería a visitar un pueblo tan miserable. “Trataré de sacar a mi hermana de acá, lo más pronto”. Y a la verdad, a los pocos años ella ya estaba viviendo en la capital. orlandoclavijotorrado@yahoo.es … 5 de septiembre de 2018.

martes, 28 de agosto de 2018

EL SEGUNDO "NO"

Para EL INFORMADOR DEL ORIENTE EL SEGUNDO “NO” Orlando Clavijo Torrado Como se esperaba, la llamada Consulta nacional anticorrupción no pasó el umbral. Aunque sin duda este fue otro zarpazo de la izquierda que estuvo cerca de la yugular del Estado liberal de derecho. De los 36.421.046 ciudadanos aptos para votar, 25 millones, en señal de rechazo, nos abstuvimos de concurrir a la farsa; no nos dejamos embaucar. Desde un comienzo descubrimos los propósitos siniestros y por donde iba el agua al molino según la procedencia de la iniciativa: exclusivamente de una pareja de señoras torcidas moralmente coreadas por políticos e ideólogos filocomunistas. De otro lado, el apoyo entusiasta de las Farc también suscitó mucha desconfianza. Para los más perspicaces, tras la consulta había un paquete entero con un peligroso programa en contra de la democracia y la paz del país a posteriori. Otro hecho que alertó a la gente es que los primeros en ofrecer el apoyo a la consulta fueron personajes que salieron a la luz pública en estos días acusados de robarse hospitales – como el de Ábrego -, Eps, alimentos escolares y contratos de obras públicas, y de recibir sobornos como los de Odebrecht. Y había una pregunta que rondaba a todos: ¿qué tan impolutos eran los promotores de la consulta? El solo tener una agenda oculta, es un acto de corrupción. Todas esas consideraciones pesaron en la conciencia del elector. Al pueblo ya no lo encantan con banderas marrulleras como las de la paz y la humanidad, el perdón, la misericordia y otras virtudes. Así sucedió en el plebiscito del 2 de octubre de 2016 en que con un NO mayoritario el soberano rechazó la manguala que montó el presidente Santos con la guerrilla de las Farc en La Habana, bajo la bandera de la paz, y en este 26 de agosto, por segunda vez, Colombia se opuso a la aparente noble propuesta de combatir la corrupción por mandato de una consulta popular. Como dicen por ahí, la gente de boba no tiene nada; ya no come cuento. Menos el cuento del Reino mágico de las maravillas que oíamos de niños. Jesús anunció: a los pobres siempre los tendréis. Tal vez le faltó decir: y a los corruptos. San Pablo mismo fue tentado por un funcionario corrompido que sutilmente le pidió denarios para dejarlo en libertad. Erradicar la corrupción, tan arraigada en el corazón del hombre colombiano y en sus costumbres, calculan los expertos que tarda muchos años, tal vez generaciones. En todo caso, hay que celebrar este triunfo de la ciudadanía consciente, crítica y aplomada. Y felicitarla. Pregonaban los abanderados de la consulta que con ella buscaban el despertar del pueblo. ¡Lo consiguieron! ¡El pueblo despertó! ¡No se dejó engañar! orlandoclavijotorrado@yahoo.es … 26 de agosto de 2018.

sábado, 18 de agosto de 2018

EL MALO DE LA PELÍCULA

Para el Informador del Oriente EL MALO DE LA PELÍCULA Orlando Clavijo Torrado A mí me causa mucha gracia cuando los alcaldes y gobernadores se quejan del gobierno: al parecer, ninguno sabe que ellos son el gobierno. Ahora, los maestros que salen sin pereza a cada rato a protestar contra el gobierno, también son gobierno. Y aunque suene raro, en sentido amplio, el humilde barrendero municipal, nombrado y posesionado, también es gobierno, pero no lo vamos a atacar a piedra porque no suben los sueldos, o porque se cayó el puente de Chirajara. La gran familia del gobierno abarca a más de un millón doscientos mil miembros. Papá Gobierno y mamá Burocracia les dan de comer a todos. De ellos, 350.000 son maestros y 400.000 pertenecen a las Fuerzas Armadas y la Policía. Solo 300.000 empleados son sindicalizados, siendo Fecode el sindicato mayor. Trataré de explicar en términos sencillos y breves estos conceptos de derecho constitucional y administrativo. El gobierno, en general, está constituido por las tres ramas del poder público: ejecutivo, legislativo y judicial. Pero por restricción y teoría política se habla de gobierno para referirse solo al Ejecutivo. La cabeza del gobierno es el presidente de la República. Para referirnos solo a una cuarta parte de los empleados, como el doctor Iván Duque, nuestro actual mandatario nacional, no puede enseñar en todas las aulas y en todo el país, tiene para el efecto al ministro de Educación. Este tampoco puede impartir clases, por lo que delega en diversos funcionarios la organización de la educación, que finalmente recae en los maestros. ¿Se ve cómo éstos, al igual que los otros 900.000 empleados, hacen parte del gobierno? Otro cuento son sus distintos niveles, las atribuciones y manejos presupuestales y de otros órdenes. Luego, no es racional que en un paro el gobierno coja a piedra al gobierno y a cuanto encuentre a su paso. En ese concepto de gobierno-funcionario existe un valor que compromete al servidor oficial cuando presta el juramento al ingresar al mismo, que es el de la fidelidad, sin importar la ideología u orientación política del mandatario del momento. El mejor resumen de ese compromiso lo encontré en el artículo “Funcionario” de Wikipedia. La palabra clave es “fidelidad”. Veamos estos párrafos: “ Reino Unido - La condición de civil servant ("servidor civil" en el "servicio civil de Su Majestad") se asentó en el siglo XIX como una meritocracia profesional y apartidista, neutral políticamente, que alternativamente servía a los gobiernos de distinto signo político que se turnaban en el poder, con una nítida separación de los cargos elegidos. “Vosotros, los funcionarios, no podéis ser miembros del Parlamento y al mismo tiempo permanecer como servidores desinteresados e imparciales de ese Parlamento. El miembro del Parlamento debe tener la libertad de decir lo que piense del Gobierno y de criticar sus acciones cuando y como él quiera. El funcionario no puede tener esa libertad. “Según los mismos principios, un funcionario no debe jugar abiertamente un papel en las luchas políticas… Esto no significa que no debéis tener opiniones políticas, que no debéis votar en las elecciones, sino simplemente que debéis tener en cuenta el no ejercer cualquier cosa que pudiera hacer dudar a la opinión pública de vuestra imparcialidad en el ejercicio de vuestras funciones. Poco importa, naturalmente, el partido político al que pertenezcáis…, y si vuestra fidelidad al Gobierno no es ahora puesta en duda, puede serlo (posteriormente). (Citado en José Ramón Parada, La neutralidad política de los funcionarios). En conclusión, ojo con echarle la culpa al gobierno de todo. ¡Hay más de un millón de culpables! orlandoclavijotorrado@yahoo.es … 16 de agosto de 2018.

sábado, 11 de agosto de 2018

HERÁLDICA MUNICIPAL

Para el Informador del Oriente HERÁLDICA MUNICIPAL Orlando Clavijo Torrado No hay municipio de nuestro departamento Norte de Santander que no tenga escudo, bandera e himno. En materia de banderas, por lo general, pasan el examen. En cuanto a himnos, unos son horrorosos. Y en lo que se refiere a escudos, miremos solo las divisas de algunos. Advirtamos que la elaboración de un escudo debe ajustarse a las exigentes reglas de la heráldica o el blasón. No se trata de sentarse a pintarrajear montañas, flechas, ahuyamas, vacas, etc. ¿Qué pueden saber los niños de primaria de tales reglas? La pregunta es válida porque conozco un pueblo en donde hubo un concurso entre ellos para diseñar el escudo. ¡Por supuesto que de sus manitas no podrían salir sino mamarrachos! Desde cualquier ángulo, nuestros escudos municipales rompen todas las reglas, con excepción de los de Cúcuta, Ocaña y Pamplona, los que por su belleza e imponencia sin duda se llevarían la palma pues se trata de legados españoles. Fijémonos en las frases que escogieron como divisas. Reflejan de todo: más que nada una robusta fe religiosa, y optimismo, candor, falta de creatividad y mucha cursilería. Vamos al grano, al grano criollo. El escudo de Cácota consiste en un medallón que semeja las sagradas personas de Jesús y María. Y si vamos a rezar ahí tenemos a Cucutilla cuyo escudo lo bordea una camándula. Según su divisa, Cucutilla es “noble, cordial y trabajadora”. “Fe, cultura y trabajo, herencia de los herranenses”. Así habla un pueblo que lleva el nombre del egregio patriota Pedro Alcántara Herrán. Pero si por allá llueve santidad, por acá no escampa: Teorama es, según la cinta de su escudo, “Paisaje de Dios”. ¿Para qué trabaja uno? ¡Para tener bienestar! Trabajo y bienestar, pregona el lazo en la base del escudo de Pamplonita. Pero no hay que quedarse ahí; vamos a lo concreto, y lo concreto del bienestar es tener mazorcas y café; dígalo, si no, el escudo de Labateca. Otro pueblo “trabajoso” es Bucarasica, cuya divisa “humildad y trabajo” ondea al pie. En el escudo de Silos encontramos “valor y nobleza”. Santiago le disputa a Barranquilla el ser “la puerta de oro”. Y si El Carmen ofrece “firmeza, sacrificio y lealtad”, Mutiscua le compite con “grandeza, nobleza, voluntad”. Ahora les toca el turno a los pacíficos. La divisa de La Esperanza, municipio ganadero, es “paz, progreso”; Arboledas le copia: “paz y progreso”, y por igual tono van “Hacarí, municipio de paz y desarrollo”, o sea lo mismo, y Convención: “trabajo, honra y paz”. ¡Qué tristeza que en esta época los violentos que se han impuesto en Hacarí y Convención se burlen de estos lemas! En Bochalema hay “mente y honor”. Villa del Rosario se describe en su escudo como “cuna de las leyes y la libertad”. Y para que nos enteremos, acorde con el lema de su escudo, Chitagá es el lugar “donde florecieron los arrayanes, se cosechó mi trabajo”. Finalicemos este recuento con un municipio que la saca del estadio en heráldica: Lourdes, “tierra hermosa, fértil” según las cintas en la base. Su escudo no muestra una figura geométrica definida. Bien parece una pelota, sí, una pelota de fútbol americano, adornada con unos raros dibujos. ¡Premio para el que los descifre! … 11 de agosto de 2018. (Readaptación y actualización de la Croniquilla "Escudos municipales”, de 2 de noviembre de 2008).

jueves, 9 de agosto de 2018

CAMINOS TORCIDOS

Para El Informador del Oriente CAMINOS TORCIDOS Por ellos es que transitan hoy la historia, la justicia y las leyes penales. Brevemente, porque el espacio de la columna no permite explayar los temas, propondré algunas consideraciones. 1. Historia – Según el despacho de la AFP “el conflicto armado en Colombia deja 262.197 muertos en seis décadas (tal período se contaría desde 1958), el 82% civiles, según un informe del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH)”. Es sabido que este organismo, así como la Comisión de la Verdad, dirigida por el exsacerdote jesuita Francisco de Roux, está contaminado por un interés político. Aunque no lo quieran reconocer - pero aún viven testigos con más de 80 años, y existe abundante prensa de la época -, la violencia partidista empezó en el año 1930. Entonces, hablamos exactamente de 88 años. Las cifras tanto del Centro como de la Comisión no son rigurosamente ciertas. Otro veneno: le cargan más muertos a un bando que al otro. De los grupos criminales analizados, a las Farc les va muy bien. Eso, propiamente, no es una versión historia, sino una perversión histórica. 2. La justicia - El artículo 511 de la Ley 95 de 1936 traía una admonición dirigida a los jurados de conciencia contenida en esta sabia y profunda reflexión, como faro de la justicia: “En todo caso, el Juez debe tener presente, como norma invariable, que la ley exige la absoluta imparcialidad de los Jueces de hecho y que es necesario evitar que haya en ellos cualquier motivo que perturbe la imparcialidad de su conciencia”. Hoy, ni hay imparcialidad ni hay conciencia. ¡Cómo puede haber imparcialidad si se advierte que las cortes le sirven al estalinismo! 3. La legislación penal - Ya es un decir común que hoy los códigos penales están hechos a favor de los delincuentes. Los abogados y jueces que aplicamos los estatutos anteriores recordamos cómo la reincidencia incidía en el monto de la pena, y que se constituía en un instrumento disuasorio de comprobada efectividad. En la actualidad da tristeza ver cómo los delincuentes entran y salen de las cárceles sin que ninguna sentencia ni juez les pare su carrera criminal, y cómo no hay reo con detención domiciliaria o con dispositivo electrónico que no ande delinquiendo en la calle. Los tribunales y jueces, decía el artículo 640 del Código de Procedimiento Penal, “por sí o por medio de comisionado, tendrán el carácter de Jueces de Vigilancia, para el cumplimiento de las sanciones, de acuerdo con las normas del Código Penitenciario”. Durante muchos años rigieron como “circunstancias de agravantes de mayor peligrosidad que agravan la responsabilidad del agente: 1ª Sus antecedentes de depravación y libertinaje. 2ª El haber incurrido, anteriormente, en condenaciones judiciales o de policía” (artículo 36 de la Ley 95 de 1936)”. ¡Qué tiempos aquellos! Ley 4ª de 1943, sobre seguridad rural y represión de los delitos contra la propiedad, que rigió hasta 1980, fue de suma utilidad. Llama la atención el artículo 4°, de este tono: “No se concederá el beneficio de excarcelación a los sindicados o procesados por delitos de hurto o robo de ganado; ni a los condenados por estos mismos delitos se les concederá el beneficio de la condena condicional”. Y una perlita, que hoy causa asombro porque el asunto ya está permitido: Decía el artículo 1° del Decreto 522 de 1971: “En la misma sanción (seis meses a dos años de prisión) incurrirán los que consumen el acceso carnal homosexual, cualquiera que sea su edad”. Pero esta pena se aumentaba cuando se trataba de víctimas especialmente vulnerables y cuando había contaminación venérea. En la era Duque ¿será que su programa de legalidad podrá enderezar los caminos? orlandoclavijotorrado@yahoo.es …. 5 de agosto de 2018.

viernes, 27 de julio de 2018

CRONIQUILLA - CARTA ABIERTA A DOS MANOS A MADURO

CRONIQUILLA CARTA ABIERTA A DOS MANOS A MADURO Orlando Clavijo Torrado Señor presidente Nicolás Maduro Palacio de Miraflores Caracas. Le habla, de primero, un cucuteño: Por ahí supe que usted está enviando tropas y tanques a la frontera y tiene listos aviones para arremeter contra Colombia. Y contaron que el diputado Pedro Carreño, de la Asamblea Nacional que usted armó y que nadie en el mundo reconoce, dizque mostró un plan de ataque contra los siete principales puentes sobre el río Magdalena. En realidad, no sé si será cierto todo eso porque aquí vivimos todos muy ocupados, trabajando, y nadie le para bolas a bobadas, menos a las suyas, pues ya lo conocemos. Imagínese si no lo vamos a conocer si es paisano nuestro, criado allí en el barrio Carora, y mamador de gallo como buen cucuteño. Aquí, desde el presidente para abajo, ninguno se siente amenazado y menos nervioso por la guerra que a usted se le metió en la cabeza. Ahora le habla un ocañero: Hombre, Nicolás, dejate de tonterías. Si vos vieras aquí las señoras amasando las arepas, y preparando las cebollitas rojas en vinagre, y la gente para arriba y para abajo en la calle principal, esta calle llena de antioqueños con almacenes de cuanto coroto hay, y taqueados de compradores, sin que nadie tenga ni la menor idea que vos nos vas a atacar. Y eso que aquí estudió tu papá, Nicolás Maduro García: ahí está el mosaico con la foto de él como bachiller del colegio José Eusebio Caro en el año 1947. Dejate de vainas. ¿Por qué no cogés oficio para que se te quite ese delirio de persecución? El año pasado anunciates que le tenías a Colombia una sorpresita: ¿cuál es? ¿Acaso la sacada de la cárcel de miles de malandros, la expulsión de prostitutas también por montones y la privación de la comida y la salud de los más pobres para que inundaran a Colombia? ¿O el envío de gente con enfermedades contagiosas que no dejan de llegar y lo que sí nos tiene preocupados? ¡Como vos sos puras sorpresas! ¡Una inflación del bolívar de un millón por ciento! ¿Qué es eso? ¿Ignorancia extrema, estupidez o ceguera ideológica? ¿O las tres juntas? ¿Que Colombia se va a prestar para que Estados Unidos invada a Venezuela? ¡Hombre, vos tan grande y tan pendejo! Los Estados Unidos no necesitan de intermediarios para una acción bélica. Con semejante poderío no es sino que le saqués la piedra a Donald Trump y te manda una bombita a Miraflores y se acabó el cuento, y vos te quedás esperando a los gringos en la frontera con Colombia dizque para hacerles morder el suelo venezolano. ¡Hombre, Nicolás! ¿Estás fumando marihuana que salís con esas ridiculeces? ¡No nos hagás reír! En consecuencia, que te quede claro que aquí no hemos sacado tropas para las fronteras, ni hecho preparativos de esa clase, ni nada. De modo que estás perdiendo el tiempo y formándote una película vos solo. No será más. Nosotros tenemos mucho qué hacer. Aquí nada es regalado; y bendito Dios que tenemos trabajo, y con los sueldos que ganamos nos alcanza para ir a los supermercados supersurtidos a regodearnos comprando lo que queramos y sin madrugar para hacer cola. Y no es por echar indirectas. Bueno, chamo. Un saludo de tus paisanos de Cúcuta y Ocaña. Ah, y también de Pamplona. ¡Y tranquilizate, muchacho! orlandoclavijotorrado@yahoo.es … 26 de julio de 2018.

viernes, 20 de julio de 2018

CONTRA FUNDAMENTALISMO, PERNIL DE CERDO.

Para El Informador del Oriente CONTRA FUNDAMENTALISMO, PERNIL DE CERDO 0rlando Clavijo Torrado Han pasado once años desde que escribí un relato sobre mi compadre John Fredy, del cual no volví a tener noticias. No sé si aún continúa en España. Dije en aquel relato, titulado con el mismo título de este de hoy, que mi compadre John Fredy - “negro valluno, con mucho orgullo”, como se presentaba - era un tipo jodido (ser jodido es distinto a estar jodido), pues a pesar de no llegar aún a los cuarenta ya gozaba de cierta solvencia económica en el exterior, y se desempeñaba como gerontólogo en un importante centro de salud de la península. (Sus amigos comentamos que este es mucho negro vivo. ¿Cómo haría para meterse en esas casas de reposo de obispos y sacerdotes viejos, lograr que éstos le hicieran donaciones de cuantiosos bienes, y convencer a los directivos que era médico gerontólogo? ¡Este es mucho negro jodido!) Aunque caleño, mi compadre se crio en Cúcuta. En un tiempo hizo amagos de ser monje, pero no salió con nada. Puso una venta de bicicletas en el barrio San Luis y quebró. Cuando se perdió por varios años supimos luego que había estado por la Guajira dándoselas de brujo y adivinando el tabaco. Inventó que era perseguido político y se estableció en España. Desde allá me llamó para contarme que había cumplido el sueño de visitar las antigüedades de Egipto. John Fredy adquirió turbante y túnica para pasear por el desierto en camello, posar con los nativos cual un jeque, y contemplar las pirámides. Y él mismo se reía de cómo se veía montado en medio de aquellas jorobas. Su periplo había empezado en Madrid. De allí había volado a bordo de una aeronave de Iberword a Luxor en donde tomó el barco. Cuando en el avión le descubrieron la provisión de whisky y del fino jamón patanegra pretendieron decomisárselos con el argumento de que en Egipto aquello está prohibido; entonces él amenazó con cancelar el tour. Justo lo esperado: la primera vez que en el lujoso trasatlántico intentó echarse una copa de su botella se le acercó un camarero para impedirle el placer, recordándole la prohibición de los egipcios. “Es que yo no traigo el whisky para los egipcios sino para mí”, alegó mi “compa”, y, como refiere él, se lo jartó de buena gana. Ya dije que adquirió una túnica. Pues esta le servía para ocultar su bebida y su menú. Si los guardias y camareros le preguntaban por lo que tenía debajo les contestaba francamente y con picardía que un salchichón negro. Ahora, si eran muchachas las preguntonas, con mayor malicia les respondía, agregando que le daba pena mostrarles. En definitiva, este negro condenillo se dio sus mañas para consumir todo el whisky y el jamón que llevaba, burlando todas las requisas y vigilancias. “Compadre: esos artículos son muy caros en Egipto; por eso tuve que llevar mi abastecimiento de Europa”, me explicaba. “¿Y que yo coma fundamentalismos? No, compadre. Yo como pernil de cerdo curado. Allá Alá, los egipcios y los marranos muriéndose de viejos”. orlandoclavijotorrado@yahoo.es … 20 de julio de 2018. ( Readaptado de la Croniquilla del mismo nombre, del 27 de abril de 2007).

jueves, 19 de julio de 2018

EL MÉDICO PASEADOR

Para El Informador del Oriente EL MÉDICO PASEADOR Orlando Clavijo Torrado La rutina aburre, desespera y enferma. Pero, en algunos casos, salir de ella también puede originar un rumbo inesperado y abrupto. El siguiente ejemplo lo confirma. En la población de Ábrego había un médico respetado y querido por todos debido a su ejercicio benéfico y acertado. Tenía su consultorio frente a la plaza principal, y su domicilio a unas cuadras de allí. A las seis de la tarde, tan pronto acababa de examinar a sus pacientes y recetarlos, retornaba a su hogar y no volvía a salir hasta el otro día a las siete de la mañana. Incluso los domingos y festivos permanecía enclaustrado. Su mujer no estaba contenta con que cultivara tal reclusión y lo peleaba diciéndole que hiciera como los demás hombres que luego del trabajo iban a jugar a fútbol, o billar, o al menos iban a sentarse en las bancas del parque o se citaban con amigos a tomarse un tinto o un trago. De tanto cantaletearlo, el galeno decidió empezar a dar tímidamente unos pasos fuera: un día caminaba una cuadra, al otro día dos, y poco a poco se fue alejando hasta llegar a un extremo del pueblo. En aquel extremo vivía una dama en edad primaveral, agraciada, viuda y sin hijos. A ella le llamó la atención que el circunspecto médico anduviera por allí solo y lo invitó a entrar y tomarse un café. Él no se atrevía a aceptar pues en modo alguno había visitado a mujeres que no estuvieran acompañadas de sus maridos o de sus padres. Además de su ética profesional imperaban en su conciencia la fidelidad y el respeto por su propia esposa y jamás hubiera provocado que pensaran algo en contra de sus tan sagrados principios. Lo cierto es que la joven señora le insistió tanto que por pura caballerosidad nuestro protagonista accedió a entrar. Con suma atención le brindó pastelillos preparados por sus manos, y exquisito café; charlaron cordialmente y al despedirse ella le dijo: que no sea la primera y última visita. Como el tipo no regresó temprano a su casa como siempre sino una hora después, su mujer, al verlo llegar satisfecho, se puso también muy contenta. Eso era lo que ella quería: que él dejara de ser retraído y monótono. Digámoslo de una vez que nuestro hombre siguió frecuentando a la viudita. ¿Viudita? ¡Una exuberante diosa! Cada vez que la veía, se repetía para sus adentros: “Dios me perdone, pero esto es demasiada tentación; ¡ni qué comparación con mi mujer, ya madura, simple y desaliñada!” La relación entre los dos se fue consolidando, y ya pasaban horas platicando felizmente. Por su parte, la esposa no cesaba de felicitarse por haber logrado sacarlo del encierro. ¡Tal era el marido que ella prefería: de buen humor, activo, saltarín, desparpajado! Inocentemente no sospechaba quién se lo estaba cambiando. El final de la historia es que el señor conoció a través de la hermosa muchacha otro estilo de vida, un mundo más interesante y agradable, y se quedó a vivir definitivamente con ella. Su esposa se quedó sola y lamentándose amargamente: ¡Ay, Dios mío! ¡Yo no sabía que al hombre no se lo puede sacar de la casa porque se pone a perrear! orlandoclavijotorrado@yahoo.es … 16 de julio de 2018 (Adaptado de un artículo del mismo título del 13 de mayo de 2014).

domingo, 15 de julio de 2018

BRISAS DE MIRAFLORES

Una visión realista del Nuevo Gramalote BRISAS DE MIRAFLORES Por Orlando Clavijo Torrado Preámbulo Aprovecho la compra de los tamales para el desayuno dominical y les hago una breve entrevista a los gentiles expendedores, don Ramón Rodríguez y su esposa Rosa Sánchez. Ellos viven en una amplia casa del barrio Gratamira de Cúcuta. Él tiene 62 años; ella, 60. Son gramaloteros de pura cepa, de ahí que por un dolor en el alma se resistan a ir a contemplar los despojos de su tierra. Tenían su cómoda morada a una cuadra del parque principal. Su fuente de subsistencia era la carpintería. Le agradecen al gobierno nacional la ayuda que les ha prestado desde hace ocho años, cuando tuvieron que abandonar su hogar. Esa ayuda consiste en doscientos mil pesos mensuales para el arriendo y un mercado mensual suficiente, compuesto de dos kilos de arroz, un litro de aceite, dos libras de leche en polvo, granos y harina de maíz. Comparando sus ganancias de allá, en el pueblo, y las de Cúcuta, no se sienten animados a regresar. Acá ellos preparan un delicioso masato y 250 tamales que despachan semanalmente a razón de $ 2.500 cada uno, lo que les significa un recaudo en el mes de $2.500.000, con un beneficio mínimo de la mitad, cifra que en el pueblo nunca vieron ni verán. Saben que su nueva vivienda va a quedar en lo más alto de todo lo construido. El andar cuesta arriba y cuesta abajo, a su edad, por supuesto que no los ilusiona. Conscientes, además, de la pequeñez de las casas, no muestran mucho interés en retornar. El pueblo más joven de Colombia La mañana era clara aquel viernes 22 de junio de 2018. Todo lucía despejado. Brillaba el sol sobre la ladera en que se construyó el nuevo pueblo. Un sol de tierra fría que quema la nariz y los brazos, y deja ardor en la nuca y un recuerdo de cachetes colorados a los calentanos. Una ventisca glacial azotaba nuestros rostros. Algunos habían llevado chaquetas y abrigos: su previsión no fue en vano pues la temperatura a los 1040 metros sobre el nivel del mar, que no debiera ser helada, lo es, porque la cordillera está ahí, encima. “¿Dónde conseguiremos un aguardiente para el frío?”, preguntó alguien. “No, todavía no hay tiendas”, contestó otro. Se trataba del paseo por el Día de la familia. ¿Los paseantes? Treinta y cinco integrantes de la Asociación de Pensionados del Poder Judicial, Ministerio Público y Afines – Asopenjur – y sus invitados. Todos retozones, cual alegres colegiales, olvidados de los achaques de la edad y, como buenos nortesantandereanos, mamadores de gallo y descomplicados. Ya hemos visitado varios pueblos cercanos a Cúcuta. Yo insistí en que cambiáramos de destino y les propuse ir a conocer al Gramalote nuevo y a contemplar las ruinas del Gramalote viejo. (Igualmente les planteé que la próxima excursión sea a la provincia de Ocaña, comprendiendo a Piedras Negras, de Ábrego, Los Estoraques, de La Playa de Belén, y en Ocaña la montaña de Torcoroma en donde apareció la Virgen, los dos museos, el Complejo Histórico de San Francisco y los templos. “Le caminamos”, dijeron entusiasmados mis compañeros). No se puede negar que la vista del nuevo pueblo es impresionante. “¡Hermoso!”, exclamó Ubaldina, nuestra secretaria. “¡Qué belleza!”, según la doctora Myriam Blanco. “¡Espectacular!”, dijo el doctor Eduardo Martínez Chipagra. El doctor José Antonio Cote no quedó menos maravillado. No sé quién comentó: “¡Bacano! ¡Qué chimba!” Debió ser alguien contagiado del lenguaje de los muchachos de hoy. Repito que, de repente, es impactante la panorámica de aquella mole de viviendas. Pero pasados los momentos del deslumbramiento y una vez que uno se restriegue los ojos y recobre el polo a tierra, se empieza a desvanecer el espejismo. Hay que aceptar que Gramalote, el hermoso pueblo de Gramalote, como tal, desapareció, está sepultado bajo la maleza; solo partes de la antigua imponente iglesia aún permanecen en pie; en el parque, hundido y con sus baldosas rotas, subsisten dos palmeras, el quiosco y trozos de los pedestales de las estatuas del sacerdote Secundino Jácome y el expresidente Laureano Gómez. La estatua del padre Jácome, que permanecía a un costado del atrio, perdió la cabeza. En cambio, a la estatua del doctor Laureano Gómez no la afectó el alud. Esta fue llevada a la gobernación del departamento, en cuyo jardín exterior reposó por varios años, hasta que fue instalada en el parque del nuevo pueblo. Gramalote pertenece al pasado. Por ello, si miramos lo que se llama hoy Gramalote, en mi concepto no estamos siendo fieles a la realidad. Se pregona que Gramalote fue reconstruido; no comparto esa idea. El gobierno nacional, es cierto, realizó una inversión faraónica. Se habla de trescientos mil millones de pesos: no puede ser para menos el movimiento de toneladas de tierra, las vías de acceso al poblado, pavimentadas, excelentes y modernas, y las mil casas de uno o dos pisos de tipo viviendas de interés social, el parque y el centro administrativo municipal, entre las obras que logramos contemplar. Todo, absolutamente todo, es nuevo. La estatua de Laureano Gómez es lo único viejo. Hay que admitir que el gobierno de Juan Manuel Santos no escatimó gasto alguno en la gigantesca obra. El nuevo pueblo fue levantado bastante distante del antiguo, de manera que por ese aspecto ya vamos entendiendo que se trata de cosas totalmente distintas, sin la mínima relación de la una con la otra, salvo porque al nuevo conglomerado lo bautizaron como Gramalote, cuando en puridad de verdad no lo es. Hubo una disputa en la elección entre el sector Pomarroso de la vereda Valderrama y la vereda Miraflores para erigir el pueblo; esta ganó el pulso, afirma el ingeniero Álvaro Orlando Pedroza Rojas. Allí, en la falda de la cordillera, hay dos referencias: o más arriba o más abajo: Miraflores queda más arriba que Pomarroso. La escogencia del terreno, en mi parecer, no fue lo más acertado. Un geólogo amigo, egresado de la Universidad Nacional, que vino de Bogotá por esos días integrando una comisión especializada, comentaba que Pomarroso, entre todo lo quebrado que es aquello, constituía el sitio ideal, según sus estudios. Los opuestos a su escogimiento adujeron que aquel lugar, aunque más propicio y con algo de planicie, era arenoso y carecía de fuentes cercanas de agua. Pese al concepto de los geólogos de la Universidad Nacional en favor del sitio Pomarroso, se optó por el terreno de la vereda Miraflores. El terreno tiene una inclinación de aproximadamente 45 grados. En el parque hay unas franjas planas que se habilitan para montar casetas y realizar espectáculos que no requieran de muchas personas. Una bola de cristal puesta en la cúspide del parque rueda fácilmente hasta la calle. Los niños no pueden jugar allí, ni en bicicleta, ni saltando o corriendo, ni con balones: su integridad corre peligro, es decir, el parque se hizo para que no vayan niños; los viejos también están vetados porque las resbaladas son infalibles. No se tuvo en cuenta al protagonista de todo: el ser humano, y su primacía y sus derechos. De todo lo anteriormente expresado se colige que trazar un pueblo en una mesa de dibujo, y de pronto en un computador, es muy fácil, pero otra cosa es edificar cuerdas de diez casas separadas por peñascos, de modo que no hay continuidad; no se ven barrios de cincuenta o cien casas. Resaltemos la particularidad de que cada hilera de casas está encaramada en una terraza. No se concibe en pleno siglo XXI fundar un pueblo en un peñasco. Allí no son dables los conceptos de vecindad, calor humano, integración y comunidad. Según la distribución democrática, a todos los propietarios de las viviendas destruidas se les resarció con casas del mismo tamaño; la igualdad cobija tanto a los miembros de aquellos linajes que disfrutaban de espaciosas mansiones con muchos cuartos, como los de familias de mediano peculio o los de hogares modestos. En tales viviendas no pueden establecerse las tiendas tradicionales, las amplias bodegas para almacenar las cargas de café de los compradores mayoristas, los bultos de cacao, de maíz, de frijol y de plátano. Tampoco pueden albergar los almacenes de misceláneas y las cafeterías y restaurantes con aquellas simpáticas leyendas escritas en rústicas tablas que invitaban a los clientes: “Entren pa dentro”, “Asientensen”. En fin, todo aquello que conocimos en el antiguo Gramalote. Mucho menos existen las conocidas afueras de todo pueblo, con sus cantinas y pequeños negocios y sitios para amarrar las mulas mientras el campesino va a la misa, se echa sus cervezas y hace el mercado. Y también en las afueras, la quebrada o el río que espera los paseos de fines de semana de los pueblerinos. Nuestro departamento no cuenta sino con cuatro valles propiamente dichos: el de Ábrego, el de Sardinata, el del Zulia y el de Cúcuta, y con algunas planicies como Los Patios, Tibú y El Tarra. El territorio restante es quebrado. Por ello nuestros pueblos son caprichosos en su conformación física, graciosamente torcidos, con calles mal trazadas, enrevesadas, largas unas y recortadas de improviso las más. El afamado escritor ocañero doctor Luis Eduardo Páez Courvel describió a la perfección en “Calles de mi tierra” esas características, así: "Calles de mi tierra, trazadas por la geometría de la emboscada, prestas a la asechanza, recogidas en el silencio, abrazadas a los caminos, en perpetua vigilia; calles de mi tierra, tatuadas en su piel centenaria…”. Con todo, esos son nuestros pueblos, su sabrosura y su encanto. La mayoría, con arquitectura española y otras republicana. En las viviendas de esta nueva población, tal vez por el declive del suelo, hay unas en niveles, circunstancia que las hace incómodas. Es patente que quienes diseñaron el nuevo pueblo no consultaron en absoluto con los moradores antiguos sobre sus costumbres, tradiciones y creencias para tomar inspiración y transmitir algo de ello en su trabajo de recreación del pueblo de Gramalote. Asimismo, debió de haberse buscado la asesoría de la Academia de Historia de Norte de Santander la que, sin duda, algo tenía qué decir. A última hora dispusieron de un barranco para la construcción de la iglesia, a un costado del parque, a donde hay que trepar no sin dificultad. Allanar ese barranco demandará mucho costo. Ojalá que el templo remede en algo al imponente que se niega a sucumbir del todo. Quiero decir que esto que se fabricó con torrentes de dinero no es pueblo, entendido como el típico y tradicional pueblo nortesantandereano que conocemos. No. Esto es, a lo sumo, un barrio de Cúcuta, de Cali, Barranquilla, Bucaramanga o cualquier otra ciudad de Colombia, pero pueblo-pueblo, nuestro, no lo es. “Parece más bien un barrio de conjunto cerrado”, opinó alguien en la red. (Adelante concluiremos que se trata de una ciudad moderna). Tan gigantesca construcción no tiene esencia, sabor e identidad de pueblo. Son unas simples colmenas en donde las personas que se vayan a vivir estarán encerradas, sin nada qué hacer, sin actividad mercantil, sin la plaza de mercado –aunque ya se anuncia su construcción -, el parque y la iglesia que los pueda congregar. Insisto, podría ser un barrio de Cúcuta recién construido, pero no en terreno llano sino en loma. Ahora, en cuanto al nombre, no considero correcto que se llame Gramalote. Ya lo dije: Gramalote desapareció, y los constructores del nuevo pueblo se cuidaron de guardar algún recuerdo. A estas pequeñas urbanizaciones agrupadas en lo más escarpado y en donde no pueden vivir ancianos porque todo es subida y bajada, habrá que buscarles un nuevo nombre. Seguramente será necesario hacer un concurso para bautizarlas. La Asamblea del Departamento, que ordenó la reconstrucción de Gramalote, es la encargada de cambiar los nombres de los municipios. Aquí va una lista sugerida para un posible nombre: Nuevo Gramalote, Ciudad Jácome – en honor a su primer párroco -, El Renacer de Gramalote, Laureano Gómez, Los Barrancos, Las Peñas, Cuestarriba, Altoviento, El Rodadero, La Ascensión, Las Lomas de Miraflores, Los Suspiros – porque la respiración se corta subiendo-, El Filo, Las Subidas, San Ascensión, San Rafael o Nuestra Señora de Monguí - en recuerdo de los patrones del templo y de la antigua parroquia-, Brisas de Miraflores, Cuatrovientos, Ciudad Bolívar, Paramillo, Las Terrazas, Lenguazaque II– voz indígena y aquí apropiada porque hay que sacar la lengua al llegar a la cima; ya existe un Lenguazaque en Cundinamarca -, Los Tepuyes – que son mesetas abruptas con cimas planas -, San Isidro o San Juan Pablo Segundo. En fin. Convengamos, entonces, que no puede hablarse de que Gramalote fue reconstruido. No, porque no se construyó sobre las ruinas, que es el verdadero sentido de reconstruir. En la edificación nueva a varios kilómetros de distancia del asiento del pueblo destruido, no se conservó nada de lo tradicional y de lo original. No se olvide que en arquitectura lo tradicional es también lo novedoso. Aquí no hay un arco, un zaguán, un andén a lo antiguo: todo es recto, sin gracia. Si quiere usted conocer al llamado nuevo Gramalote vaya a una urbanización cualquiera de Cúcuta de viviendas de interés social –que es lo mismo que decir para los más pobres - y ya lo vio todo: la diferencia es que el nuevo Gramalote queda no en una loma sino en varias lomas. Y con seguridad que en dichos barrios cucuteños existe el concepto de vecindad, de amistad, del compadrazgo, de la unión. Los recelos Don Ramón y doña Rosa manifiestan un temor que otros han referido en el diario cucuteño La Opinión respecto a la calidad de los materiales utilizados en la construcción de las casas, a los agrietamientos tempranos que se están presentando, no solo en casas sino en andenes y calles, y los hilos de agua que manan de las peñas y corren por las casas, causando filtraciones que amenazan con socavar tanto el terreno como las edificaciones. Ahora, debido al alto presupuesto consumido allí, y a los continuos descubrimientos de aprovechamiento por los corruptos organizados en todo el país, situación que ha hecho exclamar desesperado al Contralor General de la Nación doctor Edgardo Maya Villazón que en Colombia todo es una robadera, se oyen voces de los que apuestan a que no demoran mucho tiempo en aparecer las denuncias por peculado, contratación irregular, soborno, falsedad documental, concierto para delinquir, estafa, hurto, defraudaciones y cuanto delito están cometiendo para apropiarse de los recursos del Estado. Esperamos que ello no suceda, y que la transparencia en el manejo de tanto dinero y de tantos contratos sea una excepción a lo que se impuso como práctica corriente en los ocho años de gobierno de Juan Manuel Santos. Hasta el momento aparece que los recursos han sido manejados honradamente. Conclusiones La obra, en general, es formidable. En realidad, no se construyó un pueblo sino una ciudad moderna, con las técnicas y avances vigentes en todos los ramos – ingeniería, arquitectura, geología, etc.-, con pretensiones de dotarla de sistema bioclimatizado. El aspecto negativo es que se hubiera elegido lo más escarpado de una montaña para levantar la ciudad. Informó La Opinión que en el mes de julio el ministro de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible llevó las semillas de 62.500 árboles frutales y maderables para que fueran plantadas en el nuevo casco urbano por habitantes de las veredas. Ello compensa la aridez que nosotros vimos, como si no se hubiera pensado en la vegetación, pues solo unas flores en las jardineras en la entrada del centro administrativo municipal rompían la monotonía del cemento. La despedida – Indio comido… El señor alcalde, que había prometido recibirnos, infortunadamente no nos pudo atender porque debió viajar a Cúcuta en cumplimiento de sus funciones. Sin embargo, en el pasillo del primer piso del centro administrativo municipal – lo que antes se llamaba palacio municipal -, lugar en donde por cierto el viento sopla más frío y más violento -, dos parejas de jóvenes bailarines de una escuela folclórica local nos deleitaron con piezas autóctonas. Al mediodía fuimos a buscar el almuerzo. Vale advertir que a algunas casas se les dejó un pequeño cuarto que bien puede ser utilizado para huéspedes o para montar una tienda. En ese contexto digamos que la sala- comedor, dicho cuarto extra y el patio tienen que habilitarse como restaurante, por ejemplo, como lo hizo la dueña de la casa en donde disfrutamos de un sancocho de pollo. De allí iríamos a un extremo de la carretera llamado El Mirador, desde el cual se observa el extenso poblado, y luego terminaríamos el periplo visitando el Gramalote que fue, el desaparecido para siempre. Cúcuta, 15 de julio de 2018.

viernes, 6 de julio de 2018

ANIMA AQUAE - Para El Informador del Oriente, de Ocaña.

ara El Informador del Oriente ANIMA AQUAE Orlando Clavijo Torrado Por los años sesenta del siglo pasado se empezó a hablar de la posible causa de una próxima guerra mundial: el agua. Pero es sorprendente que por esta época hace ochenta años un poeta ocañero se anticipara a todos los vaticinios y ya se lamentara por el agua ida y orara por su alma. Si resucitara Adolfo Milanés – no, mejor que no resucite -, su amargura sería inconsolable al contemplar nada más los ríos Algodonal y Tejo exhaustos – como en su poema – y la gente pasando penurias y luchando porque el líquido llegue a sus casas para sobrevivir. Ante tanta desolación, nuestro admirado vate no resistiría. De seguro el felibre derramaría sobre el cántaro vacío todo un caudal de lágrimas al ver que no solamente el agua escasea sino que la poca que hay es costosa, que fue necesario establecer el “Día mundial del agua” para fomentar su cuidado, que en Colombia la ley establece sanciones para los derrochadores, y que en Venezuela un presidente aconsejó bañarse con la luz apagada, en manada y en dos minutos sin peligro de quedar cochino. Definitivamente, ¡qué gran poeta y qué gran profeta era don Euquerio Amaya, digo Adolfo Milanés! No divaguemos más y comprobemos el augurio leyendo su famoso poema, Anima aquae : Sobre el lecho arenoso de las fuentes exhaustas rezo, ¡quien lo creyera!, por el alma del agua. Las fuentes se durmieron rumorosas y mansas. ¿Qué sentirán los cántaros por las fuentes exhaustas? En mi espíritu enfermo una tristeza canta. ¿Qué soñarán los musgos por las fuentes exhaustas? Y en mi interior Una tristeza llora y canta, Una tristeza ingenua. ¿Será el alma del agua? … 6 de julio de 2018. (Readaptado del artículo del mismo título para la revista “Valor y Compromiso”, de mayo de 2010).

domingo, 24 de junio de 2018

¿HAY PELIGRO DE CAER EN EL COMUNISMO?

Para El Informador del Oriente ¿HAY PELIGRO DE CAER EN EL COMUNISMO? Orlando Clavijo Torrado La alta votación que obtuvo Gustavo Petro en la segunda vuelta electoral por la presidencia de la República me hace responder que sí. Y no porque esos ocho millones de votos sean de comunistas, porque hasta una anciana maestra que conozco y que se prepara para ingresar a un convento le dio el suyo (ella ignoraba que Petro hubiera sido guerrillero, su ateísmo, el holocausto del palacio de Justicia, el secuestro de Álvaro Gómez Hurtado por el M.19, el asesinato de José Raquel Mercado, etc.). Hay peligro de caer en el comunismo y no por las razones de los que en él creen: que los viejos partidos políticos están desprestigiados, que la corrupción, que la desigualdad, que ya es hora de un cambio, etc., lo cual suena bonito y encantador para todo el mundo. Cuando se generaliza y no se analiza, es fácil confundir y convencer. No. Creo que existen otras razones que ponen en peligro nuestra democracia liberal, la libertad civil, la libertad política, social y religiosa, la libre empresa y la propiedad privada. Sucintamente son: la fiebre juvenil, la ignorancia, la manipulación, la violencia por imponer tal ideología, y el lucro personal. En cuanto a la fiebre juvenil, todo está dicho en la sentencia de Winston Churchill y Willy Brandt: “Quien de joven no es comunista, es que no tiene corazón. Quien de viejo es comunista, es que no tiene cabeza”. Respecto al lucro personal, me quedé asombrado por las palabras de un alto oficial de la Policía Nacional al comentar ladinamente que así como en Venezuela las Fuerzas Armadas gozaban de todos los privilegios sociales y económicos a cambio de sostener primero a Chávez y ahora a Maduro, así en Colombia ellos podrían estar al mismo nivel de sus colegas de al lado al apoyar a Petro. Confesó que no lee sino la revista Semana. Otros compatriotas no entran en Internet para averiguar sobre el tema, cuestionar e ilustrarse, no leen diversos periódicos y revistas, no ven distintos canales de televisión, y no dialogan con personas de diferentes ideologías, por lo que son fácil presa de quienes las halagan con la promesa de un paraíso terrenal sin necesidad de trabajar porque el Estado les dará todo. Mucho menos se llegan a enterar de que tales promeseros han violado niñas, han secuestrado, han incendiado y han asesinado, en nombre de una revolución a favor del pueblo. Otros conciudadanos viven en zonas en donde los grupos de credo comunista los someten a punta de fusil y los obligan a votar por sus candidatos. Y otros – idiotas útiles - son miembros de sindicatos cuya dependencia del partido comunista o de sus brazos armados, es un secreto a voces. Se dice que los propiamente comunistas quizá lleguen a los 500.000 en Colombia; no más. Así, los compatriotas de los demás grupos arriba mencionados conforman esa mole que, contradiciendo su condición de católicos hasta de comunión diaria, cristianos de todas las denominaciones, verdaderos trabajadores, creadores de pequeñas y medianas empresas, y personas desprevenidas, puede montar a un comunista en el poder. orlandoclavijotorrado@yahoo.es … 23 de junio de 2018.

domingo, 17 de junio de 2018

FRUTOS DEL ARTÍCULO "EL CENSO"

Para El Informador del Oriente, de Ocaña. FRUTOS DEL ARTÍCULO “EL CENSO” Orlando Clavijo Torrado El anterior artículo lo dediqué a comentar en broma el cuestionario elaborado por el Dane para conocer cuántos colombianos somos hoy, en el 2018, y cómo vivimos. La crítica no iba propiamente contra la joven encuestadora sino contra los que yo llamo “los científicos de Bogotá”, que son los que muy apoltronados en sus cómodos despachos se imaginan al país muy distinto a como realmente es. Pues bien: el escrito originó dos gratas reacciones, a las que quiero referirme. Primera, de mi excelente amigo Timoteo Anderson, predicador cristiano, doctor en teología y arqueólogo, compañero en la Academia de Historia de Norte de Santander. Pues Timo se encargó de divulgar “El censo” entre sus amigos y parientes residentes en la costa, llegándole a su hermana Priscilla, quien desde su lecho de enferma le contestó en inglés, que él me tradujo: “No tiene precio el artículo. Me encantó”. Pensar que a Priscilla la hice sonreír es mi mejor premio. Robándole sus palabras diría que esa sonrisa no tiene precio. En segundo lugar, otro asiduo lector y también amigo muy estimado, el doctor Néstor Aristizábal, psicólogo, tuvo a bien hacerme una sustanciosa acotación, que con su venia transcribo: “Dr. Clavijo: Un saludo. Leí con mucha atención su gracioso artículo "EL CENSO", que pudiera haber titulado EL CENSO CON HUMOR. Después de leerlo, entendí lo siguiente: la encuestadora pertenece a la generación NET, que está más cerca de la realidad virtual que de la realidad real. Su forma de pensamiento es binario. En cambio Ud. que es de una generación anterior está más en la realidad real que en la realidad virtual (migrante digital). Su forma de pensamiento es todavía analógica. La niña quedó desconcertada cuando tuvo que cambiar la Tablet por el formulario de papel, y su mente siguió funcionando en la realidad virtual: una pregunta, varias opciones de respuesta, click en la seleccionada, según la respuesta, sin mirar alrededor (realidad real): un apartamento, piso de granito, paredes de concreto, etc. Su chiste del fogón de leña con tres piedras en medio de la calle no la hizo reír porque es un chiste de lógica analógica, y la lógica de la generación net es binaria. El pensamiento binario no entiende ese tipo de chistes. Prepárese, Dr. Clavijo, porque en el próximo censo el DANE no le va a enviar una encuestadora de la generación Net sino un pequeño robot que le haga las preguntas”. Vean cómo son las cosas: yo creía que la encuestadora tenía una mente primaria y no era así: según el doctor Néstor su mente es binaria. Además, yo la clasificaba en una categoría que denomino DSC, esto es, deficiencia de sentido común. Respecto a los “científicos” rolos nada analizó mi psicólogo de cabecera. En mi concepto caben en la categoría RI, o sea realidad irreal, o en términos más coloquiales, se la fumaron verde. Sin querer queriendo, como dijo el Chavo del Ocho, contribuye uno en algo a ciertos estudios. Eso da inmensa satisfacción. … 15 de junio de 2018.

domingo, 10 de junio de 2018

EL CENSO

Para El Informador del Oriente EL CENSO Orlando Clavijo Torrado Está corriendo el XVIII Censo de Población y VII de Vivienda, que empezó el 9 de enero y termina el 30 de junio de este 2018. Como se sabe, su desarrollo está a cargo del Dane (Departamento administrativo nacional de estadística). El último censo se cumplió hace 13 años. Hasta ese momento, para el efecto se destinaba un solo día. Y los más veteranos recordamos que por muchos años el día del censo se decretaba la ley seca y prácticamente toque de queda para obligar a la gente a permanecer en su casa y asegurar el éxito del certamen. Dicho esto, entro en materia: Ya vinieron a censarnos al apartamento, que hace parte de un edificio de cinco pisos, no ultramoderno, pero sí moderno. Nos tocó una chica. Dijo que la encuesta la haría utilizando una tableta. Yo pensé para mis adentros: “¡Qué bien que nos vayamos modernizando con lo último en tecnología!” “¿Entonces aquellos formularios de antes ya no los usan?”, le pregunté. “No, señor”, me contestó. “En la tableta tomamos los datos y de inmediato los vamos transmitiendo a una central. Ocasionalmente se emplea el formulario”. Nos sentamos todos en la sala; a un lado, visible, está la cocina. Hizo las primeras preguntas, pero la pequeña computadora no le funcionó, o no se pudo contactar, de modo que acudió a su inmenso maletín, buscó en el fondo, y suspiró: “Menos mal que eché unos formularios”. Y ahora sí comenzó el interrogatorio. Un extraño interrogatorio, ante el cual tuvimos que contener la risa muchas veces para no hacer de la entrevista una recocha. Sí, porque preguntó que si el piso era de tierra. “Es de granito”, le respondimos. Preguntó por el material de las paredes, si eran de bahareque, concreto u otro, y que si el techo era de palma, madera o teja. “¿Tienen cocina?”, preguntó mirando a la cocina. “¿En dónde cocinan? ¿En pieza aparte, o al aire libre? En ese momento sí me permití hacerle la broma: “No tenemos cocina, señorita; cocinamos en la mitad de la calle, ponemos tres piedras y metemos en medio unos troncos, los prendemos con fósforos y soplamos”. No sé si la encuestadora o era muy seria o no entendió el chiste. Preguntó que si teníamos agua, de dónde y cómo la traíamos, si por tubería, por manguera o de algún pozo. Le faltó que preguntara si por canales de guadua. Siguiendo el formulario nos preguntó por la raza, si éramos indígenas, negros, afrocolombianos (por primera vez oímos esa clasificación), raizales, palanqueros, gitanos, u otra. Le respondimos que más bien tirando a blancos. Se quedó dudando porque seguramente en los renglones que rellenaba no estaba esa raza: “tirando a blancos”. Con otras preguntas, algunas de buena orientación y la mayoría sin relevancia, terminó la encuesta. Nos quedó una sensación. O varias sensaciones. Primera: que la persona no estaba bien entrenada. Segunda: que el formulario que sacó del fondo del maletín estaba diseñado para el área rural. Y tercera: que se rajan los científicos de Bogotá encargados de elaborar esta suerte de cuestionarios. orlandoclavijotorrado@yahoo.es … 8 de junio de 2018.

martes, 29 de mayo de 2018

MI GATO GAMÍN

Para El Informador del Oriente MI GATO GAMÍN Orlando Clavijo Torrado Hacía largo tiempo que estábamos descansando de la plaga cuando empezó a merodear uno que otro ratón. Los pesticidas resultaban ineficaces; parecía que multiplicaban los bichos, de modo que resolvimos no darle más vueltas al asunto y acudir al remedio infalible: un micifú. Pedimos a parientes y amigos que nos ayudaran a buscar un buen cazarratones. No pasaron muchos días antes de que se aparecieran en casa con dos pequeños felinos: el uno, de hermoso pelaje amarillo cruzado en el pecho por una franja negra, con patitas blancas, de buen tamaño, bien nutrido y de porte displicente como diciendo “me importa un pepino quiénes son ustedes, y apúrense con mi ración”; el otro, un ejemplar de hirsutos pelos grises, desmirriado, de escasa altura para los días que tenía de estar caminando en cuatro patas por este mundo, sin gracia especial, pero de mirada vivaz, atento a cualquier sonido o movimiento. Había que ponerles nombre. Surgieron estos: Oligarca y Estrato Diez para el primero, y Gamín y Estrato Cero para el segundo. Al fin quedaron bautizados como Oligarca y Gamín. Ahora, el dilema de cuál debía de quedarse lo definió al otro día Gamín: del cuarto de san Alejo sacó un ratón de casi su misma talla y lo devoró con la técnica de un gato viejo, sin dejar rastros del ratonicidio, vale decir, ni ojos, uñas, pelo o huesos regados. Mientras, Oligarca rozaba las piernas de todos para recordar que era la hora de servirle el alimento concentrado. Gamín pasó a ser, de consiguiente, un miembro más de la familia. Duerme en la cama que se le antoja, se encarama sobre los carros y vigila desde allí, y acude al comedor cuando la doméstica nos llama. Entiende a la perfección que cada cosa debe ser en su sitio, en cada área, así que en repetidas ocasiones ha traído su menú al comedor, pues seguramente se dirá que “si todos manducan aquí, ¿por qué yo no puedo?” Le advertimos que los ratones debe despacharlos en otro lado, en el patio o en el garaje, por ejemplo. No. Él insiste en embutírselos ahí mismo, y no se retira hasta que la cola del infortunado animalucho no desaparece en su boca. Pero el minino también se desordena por días. O por noches, mejor, porque regresa en las mañanas despelucado, hambriento y sediento. Mi esposa lo reprende pues asume que estaba de enamorado, y mirándonos de reojo a los varones de la familia le dice: “¡qué problema con estos perros!”. Prácticamente ya cumplió su misión de limpiar la casa de ratones. Y a pesar de los muchos que se ha echado al pico no creció como debía, ni engordó. Naturalmente, se le está suministrando alimento concentrado desde que empezó a dar señales de que la dieta ratonil lo indigesta a veces o lo hastía. En este momento en que escribo, Gamín está echado sobre la impresora y de cuando en cuando lanza sus garras sobre el teclado. Se cree, seguramente, mi secretario. Por fortuna para mi trabajo se convenció de que no se puede comer el “ratón” y apenas le sigue con sus ojazos verdes el movimiento sin que pretenda atraparlo. Claro que para convencerse me echó a perder dos mouses con cables incluidos, los que a pesar de morder insistentemente no pudo tragar. Tengo que bajarlo de la mesa y pedirle que me deje escribir pues el tema es él. Entonces, se acomoda en mis piernas y empieza a ronronear. … 27 de mayo de 2018 (Readaptado de la Croniquilla “¡Qué gato tan perro!” del 3 de diciembre de 2003).

Datos personales

Mi foto
Cúcuta, Norte de Santander, Colombia
Casa-Museo General Francisco de Paula Santander - Villa del Rosario

CERCA DE LAS ESTRELLAS

CERCA DE LAS ESTRELLAS
PORTADA

50 años del Diario La Opinión

50 años del Diario La Opinión
cena en el Club del Comercio - 15 de Junio de 2010 - Columnistas

Museo Antón García de Bonilla

Museo Antón García de Bonilla
Orlando Clavijo Torrado y Luís Eduardo Páez García junto a la foto del General Mateo Torrado, tío bisabuelo del primero, quien la donó. Don Justiniano J. Páez, abuelo del doctor Luis Eduardo, en su obra histórica al referirse a la guerra de los Mil Días, da fiel cuenta de las acciones del General Torrado en la contienda, en virtud a haber actuado como su secretario.

Museo Antón García de Bonilla

Museo Antón García de Bonilla
Hermanos Clavijo Torrado, Orlando, Nora, Edilia y Olga. Julio de 2010, Ocaña - Junto a la bandera con la imagen del Libertador Simón Bolívar bordada por señoras de Ocaña al conmemorarse el primer centenario de la independencia (1910).

EN EL AGUA DE LA VIRGEN

EN EL AGUA DE LA VIRGEN
Orlando Clavijo Torrado, sus hijos, nietos y primos.

CERCA DE LAS ESTRELLAS

CERCA DE LAS ESTRELLAS
CONTRAPORTADA

NI TAN CERCA DE LAS ESTRELLAS - Gustavo Gómez Ardila

NI TAN CERCA DE LAS ESTRELLAS - Gustavo Gómez Ardila
COLUMNA DEL 2 DE JUNIO DE 2009 - DIARIO LA OPINION

MONOGRAFIA DE BUCARASICA - Olger García Velásquez

MONOGRAFIA DE BUCARASICA  - Olger García Velásquez
COLUMNA DEL 2 DE JUNIO DE 2009 - DIARIO LA OPINION

Posesión como miembro de la Academia de Historia de Norte de Santander, Cúcuta, 17 diciembre 2007

Posesión como miembro de la Academia de Historia de Norte de Santander, Cúcuta, 17 diciembre 2007
Con sus hijos, de izquierda a derecha Cesar Octavio, Jaime Mauricio, Silvia Andrea y Orlando Alexander Clavijo Cáceres

LANZAMIENTO LIBRO "CERCA DE LAS ESTRELLAS"

LANZAMIENTO LIBRO "CERCA DE LAS ESTRELLAS"
29 DE MAYO DE 2009. CÚCUTA.

En la Academia de Historia de Norte de Santander

En la Academia de Historia de Norte de Santander
Padre Edwin Avendaño, José Antonio Toloza (Q.E.P.D), Secretario de la Academia, y Orlando Clavijo Torrado