martes, 27 de noviembre de 2018

EL HONOR DE RENUNCIAR

CRONIQUILLA EL HONOR DE RENUNCIAR Orlando Clavijo Torrado No porque los sindicatos del Poder Judicial se lo estén pidiendo y en el Congreso de la república se le cuestione, el doctor Néstor Humberto Martínez debería presentar renuncia como fiscal general de la Nación. Es ya cuestión de dignidad. Sus enlaces con la corrupta y corruptora firma constructora brasileña Odebrecht hacen deleznable su apego al cargo. Sería el primer caso de renuncia por decoro en este siglo XXI y se agregaría a los ejemplos que dieron los expresidentes Rafael Reyes y Marco Fidel Suárez y el exprocurador general Mario Aramburo Restrepo en el siglo pasado. 1. Caso del general Rafael Reyes. Estaba tan alterado el orden público después del atentado que sufrió el presidente y del fusilamiento de quien pretendió asesinarlo que, dicen los cronistas, “para evitar una guerra entre seguidores y opositores entregó secretamente la presidencia al general Jorge Holguín Mallarino el 9 de junio de 1909”. Viajó a Santa Marta y allí se embarcó como cualquier pasajero en el buque Manistí con destino a Europa. Su dimisión la hizo oficial el 27 de julio de 1909. 2. Ejemplo de don Marco Fidel Suárez. La pobreza del presidente era extrema, como lo fue desde su nacimiento. En algún momento tuvo que vender sus sueldos de un semestre al Banco Mercantil Americano de Colombia. Al parecer hubo funcionarios del banco que filtraron la noticia y permitieron que el documento de la transacción se exhibiera en una vitrina de Nueva York. El doctor Laureano Gómez, copartidario pero antagonista del mandatario, lo acusó por indignidad ante la cámara de representantes. Luego, otros factores como las secuelas de la Primera Guerra Mundial, que le atribuyeron injustamente a Suárez, y las ambiciones de poder de algunos políticos, lo indujeron a apartarse del mando. El 4 de noviembre de 1921 solicitó que asumiera el primer designado Jorge Holguín, y él pidió una licencia para poderse retirar desde el 10 del mismo mes. 3. Caso del doctor Mario Aramburo Restrepo. Este era antioqueño y conservador, como don Marco Fidel, quien ejercía el oficio de procurador general de la Nación coincidiendo con el período presidencial de Carlos Lleras Restrepo. Resultó que el aspirante de la oposición a la presidencia, el general Gustavo Rojas Pinilla, por la Alianza Nacional Popular, Anapo, virtualmente le estaba sacando ventaja al candidato oficialista Misael Pastrana, por lo que al doctor Lleras le pareció conveniente echarle una mano y fue así que en una manifestación en el barrio Kennedy de Bogotá el fogoso estadista elogió al conservador y criticó irónicamente al otro que usaba como argumento el alza del costo de la yuca. El 30 de marzo de 1970 el procurador le envió una carta al primer mandatario reprochándole su intervención netamente política, lo que transgredía los límites, deberes e imparcialidad que obligaban al jefe de Estado. Y concluyó el doctor Aramburo que, en consecuencia, presentaba renuncia de su elevada investidura. La respuesta del presidente Lleras ha sido considerada noble y paradigmática pues reconoció su falta y exaltó la conducta del procurador. Por supuesto, no le aceptó la renuncia. El país conoció así la grandeza de dos verdaderos patriotas. Si el doctor Martínez Neira obra con sensatez, quedaría de modelo en estos momentos en que las sospechas de corrupción suben como las aguas hasta las más altas esferas. orlandoclavijotorrado@yahoo.es … 26 de noviembre de 2018.

jueves, 22 de noviembre de 2018

LAS MARCHAS ESTUDIANTILES

Para El Informador del Oriente LAS MARCHAS ESTUDIANTILES Orlando Clavijo Torrado Apenas comenzada la administración de Iván Duque extrañamente se despertó un fervor por pedir dinero a favor de la universidad pública, en cifras inalcanzables y por las malas, mediante marchas en todo el país de miles de estudiantes. La mayoría se encarga de bramar diatribas contra el régimen, y unos pocos, encapuchados, durante todo el trayecto se dedican a tratar de quemar vivos a muchachos policías desprevenidos puestos a la entrada de una cadena radial, y de atacar con palos a carros particulares, y también con palos, piedra y bombas molotov a comercios, edificios oficiales y sistemas de buses urbanos. En las marchas va igualmente un sindicato nacional de maestros cuyas directivas se sabe por todo el mundo que son afines al candidato perdedor Gustavo Petro. La débil reacción de la fuerza pública ha permitido que, en las últimas semanas, calles de ciudades y carreteras de pueblos lejanos se vean colmadas de manifestaciones agresivas. El desafío a la autoridad de Duque es claro. Y, oportunista, porque se aprovechan del lado flaco del presidente, a saber, de que es un cachaco bogotano de finos modales y de pocas decisiones enérgicas. Detrás de los reclamantes se ha visto a senadores enemigos del nuevo mandatario. Muchos creen que estos movimientos le apuestan a tumbar a un vacilante Duque. No deja uno de admirarse de la osadía de los dirigentes, algunos casi niños –aunque algunos muestran mayor edad como para ser estudiantes - enfrentados con la ministra de Educación y el equipo económico del gobierno en una mesa de negociaciones. ¿En dónde y a qué horas se prepararon para discutir temas tan complejos o van solamente a repetir un libreto aprendido con peticiones imposibles de cumplir? Obsérvese la palabra que más usan los jóvenes dirigentes de estas marchas: lucha. Una justa aspiración de atención a la universidad pública no la miran como tal sino como lucha. A ello seguramente obedece la violencia en cada manifestación. Y las capuchas ¿por qué? Alguien montó en la red en estos días un inteligente dibujo que puede darnos la explicación: un hombre participa en una marcha con su pequeño hijo; el tipo lleva capucha, y su hijo le pregunta: “Papá: si ellos son los malos y tú eres de los buenos, ¿por qué te tapas la cara?” Cada quien saque sus conclusiones. orlandoclavijotorrado@yahoo.es … 21 de noviembre de 2018.

domingo, 11 de noviembre de 2018

LA VENGANZA DEL ALUMNO

Para El Informador del Oriente LA VENGANZA DEL ALUMNO Orlando Clavijo Torrado Cuando llegó al consultorio médico, este exprofesor del “INEM José Eusebio Caro” y otros colegios reconoció inmediatamente a su antiguo discípulo. “Cómo es el mundo de chiquito”, pensó. “En donde vine a encontrar al alumno más indisciplinado que tuve en mi larga carrera”. Pero, a pesar del cúmulo de recuerdos que le asaltaron de inmediato, no comentó nada. - ¿Qué se le ofrece? - le dijo el galeno sin mirarlo y en tono poco amable. El protagonista de esta historia correspondía a aquella casta de docentes que no aspiraba a ganarse solamente el sueldo. Siempre tomó a pecho su responsabilidad de formar y por ello les exigía alto rendimiento a sus alumnos. Su palabra preferida, dicha en tono jocoso y paternal para sus muchachos, era “bellacos”. “Estudien, bellacos; investiguen, bellacos; la vida no es para pasarla chévere, bellacos, sino para algo útil”. De su natal Condoto, en el Chocó, viajó a Bogotá a estudiar Ciencias Sociales y Filosofía en la Universidad Nacional; de la capital marchó recién graduado a Neiva; de ésta al Líbano, Tolima, y de allí, a Cúcuta. Aquí estudió Derecho en la universidad Libre, se especializó en Derecho Laboral y Comercial y adelantó una maestría en la universidad Santo Tomás. - Vengo a control general -, respondió el antiguo maestro. - Desvístase, quédese en calzoncillos y acuéstese en la camilla - le ordenó el facultativo. El hombre no salía del asombro por el trato tan displicente de su exalumno, pero le obedeció sumisamente. Estando allí tendido, indefenso, el médico contempló a cierta distancia de pies a cabeza los más de uno con ochenta metros del corpulento negro, rodeaba la camilla y al fin se le acercó y le preguntó: - ¿Usted no es el profesor Díaz”? - Sí, respondió, el paciente. - Pues yo soy Galindo, su alumno de 8° del INEM, a quien se la tenía dedicada. Y así era que lo quería ver, empeloto, bellaco; usted me jodió mucho en el colegio, y me llegó el turno de vengarme. Y soltó una tremenda carcajada. Al momento Ulises Díaz se dio cuenta de la broma que le estaba jugando su alumno de otros tiempos y lo comprendió todo. Y para corresponderle le dijo: - Ahora, bellaco, bájeme de aquí. Maestro y alumno se fundieron en un abrazo, y recordaron y rieron de lo pasado, un pasado de al menos treinta años. … 8 de noviembre de 2018. (Adaptado de la Croniquilla “Un caballero de la educación”, publicada en La Opinión el 16 de marzo de 2011).

jueves, 8 de noviembre de 2018

LOS CORRUPTOS SE RÍEN

CRONIQUILLA LOS CORRUPTOS SE RÍEN Orlando Clavijo Torrado Uno no sabe si todo el alboroto en el Congreso de la República y en el palacio de Nariño en razón de la preparación de leyes y decretos para combatir la corrupción obedece a algo serio o es una pantomima. Porque, entre las múltiples prácticas de la corrupción lo cierto es que continúan las de los parlamentarios, diputados y concejales de pedirles a los empleados que tienen en el gobierno bajo su recomendación, contribuciones y parte del sueldo para sus campañas y compromisos. Nada ha cambiado, ni cambia, ni cambiará. Políticos y funcionarios públicos que dependen de éstos devoran el erario día a día. Todos están engrudados en algún torcido. La impunidad está de su parte. Lo de la contratación transparente se volvió un chiste: dicen que consiste en poner el contrato a contraluz y se lee del otro lado el nombre del contratista. Me llegaron informes de que cierto alcalde a quien le dediqué un artículo elogiándolo por su rectitud y presentándolo como ejemplar, no es el tal: la corrupción en los contratos no ha desaparecido en su ciudad, solo que el hombre lo sabe hacer muy bien. Se equivoca uno con ciertos personajes a los que cree honrados y los exalta. Temo contarles a mis nietos tantas porquerías porque, al sentir asco desde muy temprano, pueden formarse un concepto errado de lo que significan democracia, gobierno y representantes del pueblo, y entonces empiezan su apatía y su rechazo y más tarde serán abstencionistas. Hay mandos o subalternos que son solapados tumbadores. Por ejemplo, los encargados de alguna misión se embolsillan la plata que les dan para los gastos del personal. No menciono los casos y no doy detalles de su mezquino proceder porque me pidieron que no revelara nombres. En Bogotá pueden estar redactando estatutos, sacándose los ojos para encontrar las fórmulas antisépticas y lanzando proclamas y ultimátums a los corruptos, mientras aquí éstos siguen con sus malas mañas y burlándose de los majaderos que creen que los van a acabar. He oído decir, en nuestro lenguaje nortesantandereano, que las tales agendas anticorrupción son puras tochadas. Yo no sé en otros lados, pero los corruptos de aquí están que se revientan de la risa. orlandoclavijotorrado@yahoo.es … 5 de noviembre de 2018.

domingo, 4 de noviembre de 2018

MONSEÑOR Y LAS FUFURUFAS

Para El Informador del Oriente MONSEÑOR Y LAS FUFURUFAS Orlando Clavijo Torrado Antes de contar el episodio simpático de mi personaje inolvidable debo dar algunas pistas para la gente joven, los nacidos después de 1995, año en que murió él. Se trata del sacerdote sancalixtense José Francisco Rodríguez Salazar, quien fue vicario general de las diócesis de Santa Marta y Ocaña y párroco de la catedral de Santa Ana durante 31 años. Era un orador florido y un apasionado de la comunicación social. Su programa “Religión y civismo” transmitido por radio Catatumbo gozaba de inmensa popularidad gracias a sus mensajes espirituales y de estímulo al progreso material y a las buenas costumbres. Sin más preámbulos digamos que por la década de 1960 Ocaña era sede de un Tribunal Superior de Distrito Judicial. Quien escribe se desempeñaba como juez promiscuo del circuito allí mismo. Pues ocurrió que la eucaristía dominical que celebraba monseñor Rodríguez a las nueve de la mañana resultó de gran acogida en el gremio de abogados, y entre magistrados, jueces y empleados del Poder Judicial. Ello no dejó de causar curiosidad. ¿De cuándo acá los jurisconsultos se habían vuelto tan devotos? ¿Y por qué no perdonaban justamente la misa del domingo oficiada por el párroco? Pronto se descubriría el misterio. O, como se dice hoy, pronto aparecerían las llaves. (Yo me salgo de la manada, y no por santo sino porque siempre he asistido a misa los domingos y además tenía amistad con monseñor Rodríguez desde niño pues fue él quien me dio la primera comunión. Que conste). Monseñor atacaba firmemente todos los vicios y pecados, pero con más ahínco los cometidos con las mujeres de la vida alegre. Y no había que negarlo: estaba muy bien informado sobre las casas de cita que había en la ciudad y, en especial, sobre las novedades que se iban presentando al respeto. En efecto, el prelado denunciaba desde el púlpito, encolerizado, que “cómo era posible que la inmoralidad no cesara en Ocaña. De muestra estaba que en la calle tal número tal y tal, acababan de instalar un prostíbulo. Ese antro se suma a otro que la semana pasada abrieron en el barrio tal, concretamente en la casa de la carrera X, número tal y tal, sin contar con los que vienen funcionando de tiempo atrás por los lados de la plaza de mercado y uno muy conocido en las afueras de la ciudad”. Como no faltan los mamadores de gallo, comentaban que los doctores iban a la misa con una libretica para tomar nota de las direcciones que monseñor suministraba. Resultaba entonces que su ardorosa campaña por erradicar las mancebías se convertía en una propaganda de las mismas para algunos sinvergüenchones. Éstos, en ese tiempo, tenían que ir a fornicar a dichos lugares, contrario a hoy en que las señoritas prepago ofrecen sus servicios a domicilio. orlandoclavijotorrado@yahoo.es … 1° de noviembre de 2018.

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Cúcuta, Norte de Santander, Colombia
Casa-Museo General Francisco de Paula Santander - Villa del Rosario

CERCA DE LAS ESTRELLAS

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PORTADA

50 años del Diario La Opinión

50 años del Diario La Opinión
cena en el Club del Comercio - 15 de Junio de 2010 - Columnistas

Museo Antón García de Bonilla

Museo Antón García de Bonilla
Orlando Clavijo Torrado y Luís Eduardo Páez García junto a la foto del General Mateo Torrado, tío bisabuelo del primero, quien la donó. Don Justiniano J. Páez, abuelo del doctor Luis Eduardo, en su obra histórica al referirse a la guerra de los Mil Días, da fiel cuenta de las acciones del General Torrado en la contienda, en virtud a haber actuado como su secretario.

Museo Antón García de Bonilla

Museo Antón García de Bonilla
Hermanos Clavijo Torrado, Orlando, Nora, Edilia y Olga. Julio de 2010, Ocaña - Junto a la bandera con la imagen del Libertador Simón Bolívar bordada por señoras de Ocaña al conmemorarse el primer centenario de la independencia (1910).

EN EL AGUA DE LA VIRGEN

EN EL AGUA DE LA VIRGEN
Orlando Clavijo Torrado, sus hijos, nietos y primos.

CERCA DE LAS ESTRELLAS

CERCA DE LAS ESTRELLAS
CONTRAPORTADA

NI TAN CERCA DE LAS ESTRELLAS - Gustavo Gómez Ardila

NI TAN CERCA DE LAS ESTRELLAS - Gustavo Gómez Ardila
COLUMNA DEL 2 DE JUNIO DE 2009 - DIARIO LA OPINION

MONOGRAFIA DE BUCARASICA - Olger García Velásquez

MONOGRAFIA DE BUCARASICA  - Olger García Velásquez
COLUMNA DEL 2 DE JUNIO DE 2009 - DIARIO LA OPINION

Posesión como miembro de la Academia de Historia de Norte de Santander, Cúcuta, 17 diciembre 2007

Posesión como miembro de la Academia de Historia de Norte de Santander, Cúcuta, 17 diciembre 2007
Con sus hijos, de izquierda a derecha Cesar Octavio, Jaime Mauricio, Silvia Andrea y Orlando Alexander Clavijo Cáceres

LANZAMIENTO LIBRO "CERCA DE LAS ESTRELLAS"

LANZAMIENTO LIBRO "CERCA DE LAS ESTRELLAS"
29 DE MAYO DE 2009. CÚCUTA.

En la Academia de Historia de Norte de Santander

En la Academia de Historia de Norte de Santander
Padre Edwin Avendaño, José Antonio Toloza (Q.E.P.D), Secretario de la Academia, y Orlando Clavijo Torrado