sábado, 11 de julio de 2015

EL SIMULACRO

Para el semanario La Provincia EL SIMULACRO Orlando Clavijo Torrado En el tiempo en que me ocurrió aquello, apenas merodeaba y amenazaba al corregimiento de Las Mercedes, del municipio de Sardinata, la facción terrorista llamada “Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia” o Farc. De ello han pasado veinte años o más. El asunto ahora es distinto: al menos dos veces han arremetido contra el vecindario como para acabarlo, y a la Policía la ametrallan constantemente, con saldo de agentes muertos y heridos. No es difícil concluir quién domina allí. Me desempeñaba como juez de instrucción criminal. Recibí una comisión de la Dirección Seccional de Instrucción Criminal de Cúcuta para que desarrollara una investigación por un homicidio. Mi secretario y yo nos instalamos en el único hospedaje del pueblo, ubicado junto al cuartel de Policía. Grave error, pero no había manera de subsanarlo pues en nuestros pueblos por más de que queramos promocionarlos como turísticos y se cuente con bellos paisajes la cultura de los hoteles, verdaderos hoteles, no ha arraigado. Se llamaba allí “el hotel” a una casa vieja en la que un largo corredor lo habían dividido con tablas para formar las habitaciones. Aquella noche nos acostamos temprano pues nada había qué hacer. A las siete, la semioscuridad por una luz eléctrica débil, la soledad y el silencio reinaban. Esporádicamente un perro latía. Se imponía, sí, sobre aquella serenidad, el fuerte rumor de la quebrada cercana. Es cierto que ya no había orden público sino desorden público por culpa de las guerrillas comunistas. Por ello los policías estaban arrinconados en el cuartel pues en cualquier momento los podían embestir. No se les permitía ni siquiera asomarse a la quebrada por el peligro de los francotiradores al asecho. Contado este escenario, ya se entiende el episodio siguiente: Sería la medianoche cuando una balacera me despertó. Después de esta ráfaga siguieron otras a intervalos de cinco minutos. De inmediato me senté en la cama a la espera de que alguna bomba cayera sobre el frágil techo de eternit. Mi secretario me dijo desde la habitación de al lado: “¿Qué hacemos, doctor?” “Nada, solamente confiar en Dios”, le respondí. Transcurrió una hora y en vista de que el fuego había cesado, decidí continuar mi descanso. “Acuéstese, Manuel”, le indiqué a mi secretario. “Parece que los atacantes se retiraron”. A la mañana siguiente, estando sentado a la mesa para tomar el desayuno, se me acercó la dueña de la posada y me preguntó: “Qué tal el susto de anoche?” “Más o menos”, le contesté. Y añadió ella: “Qué pena con usted, doctor, que no le advertí que los policías iban a hacer un simulacro de toma guerrillera”. Honestamente, en esa oportunidad cavilé de esta manera: Si en realidad me llegó la hora, es más digno morir acostadito en mi cama, como dice la canción “Cabeza de hacha”, que morir escondido debajo de ella. Hoy veo que todos los simulacros de nada le han valido a la Policía porque las guerrillas los cogen a plomo cada vez que se les antoja, como de nada sirven los vigilantes y cámaras en los almacenes para evitar los robos de los asaltantes, a no ser de testigos aquéllos y de evidencias las filmaciones de éstas. orlandoclavijotorrado@yahoo.es ……….. 8 de julio de 2015.

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Cúcuta, Norte de Santander, Colombia
Casa-Museo General Francisco de Paula Santander - Villa del Rosario

CERCA DE LAS ESTRELLAS

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50 años del Diario La Opinión

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cena en el Club del Comercio - 15 de Junio de 2010 - Columnistas

Museo Antón García de Bonilla

Museo Antón García de Bonilla
Orlando Clavijo Torrado y Luís Eduardo Páez García junto a la foto del General Mateo Torrado, tío bisabuelo del primero, quien la donó. Don Justiniano J. Páez, abuelo del doctor Luis Eduardo, en su obra histórica al referirse a la guerra de los Mil Días, da fiel cuenta de las acciones del General Torrado en la contienda, en virtud a haber actuado como su secretario.

Museo Antón García de Bonilla

Museo Antón García de Bonilla
Hermanos Clavijo Torrado, Orlando, Nora, Edilia y Olga. Julio de 2010, Ocaña - Junto a la bandera con la imagen del Libertador Simón Bolívar bordada por señoras de Ocaña al conmemorarse el primer centenario de la independencia (1910).

EN EL AGUA DE LA VIRGEN

EN EL AGUA DE LA VIRGEN
Orlando Clavijo Torrado, sus hijos, nietos y primos.

CERCA DE LAS ESTRELLAS

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CONTRAPORTADA

NI TAN CERCA DE LAS ESTRELLAS - Gustavo Gómez Ardila

NI TAN CERCA DE LAS ESTRELLAS - Gustavo Gómez Ardila
COLUMNA DEL 2 DE JUNIO DE 2009 - DIARIO LA OPINION

MONOGRAFIA DE BUCARASICA - Olger García Velásquez

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COLUMNA DEL 2 DE JUNIO DE 2009 - DIARIO LA OPINION

Posesión como miembro de la Academia de Historia de Norte de Santander, Cúcuta, 17 diciembre 2007

Posesión como miembro de la Academia de Historia de Norte de Santander, Cúcuta, 17 diciembre 2007
Con sus hijos, de izquierda a derecha Cesar Octavio, Jaime Mauricio, Silvia Andrea y Orlando Alexander Clavijo Cáceres

LANZAMIENTO LIBRO "CERCA DE LAS ESTRELLAS"

LANZAMIENTO LIBRO "CERCA DE LAS ESTRELLAS"
29 DE MAYO DE 2009. CÚCUTA.

En la Academia de Historia de Norte de Santander

En la Academia de Historia de Norte de Santander
Padre Edwin Avendaño, José Antonio Toloza (Q.E.P.D), Secretario de la Academia, y Orlando Clavijo Torrado