miércoles, 30 de octubre de 2013

EL ALTO DE LAS BRUJAS

PARA EL SEMANARIO “LA PROVINCIA DE OCAÑA” EL ALTO DE LAS BRUJAS Orlando Clavijo Torrado El abuelo Anastasio Cote transportaba oro en recuas, como era la costumbre y la modalidad de aquel tiempo, por los años 1920. El oro lo recibía en Pamplona; el camino hacia Bogotá que él frecuentaba pasaba por Silos; el largo viaje se hacía llevadero gracias a algunas fondas ubicadas a ciertos trechos. Aclaremos que llamamos abuelo al señor Cote si lo miramos en esta época pero en aquel entonces era un mocetón de unos treinta y cinco años. Uno de aquellos paraderos era atendido por tres hermanas. La menor, llamada Aurora, la más hermosa siendo todas hermosas, se prendó del abuelo, pero éste, fiel a su promesa matrimonial, no hacía caso de ella. En aquella ocasión en que ocurrieron los hechos que vienen a continuación, Anastasio pernoctó muy plácidamente en la posada de las hermanas. Apenas podía descansar un día. La enamorada le preparó un par de arepas de maíz como avío para la prosecución del viaje. Cuando el transportista iba bastante lejos, en un recodo de la travesía destapó el paquete envuelto en hojas de bijao, y en lugar de comer las arepas se las dio a un perro que siempre lo acompañaba. El animalito devoró aquello con mucha ansia y deleite. Continuó don Anastasio la jornada montado en su corcel en tanto que las mulas con el metal precioso marchaban detrás. Obreros a su servicio lo seguían. Súbitamente se posó una nube oscurísima muy poco encima de su sombrero. El caballo se encabritó. Anastasio se afianzó cuanto pudo pero al final un salto de la cabalgadura lo tiró por un peñasco. El noble cuadrúpedo quedó clavado en su sitio mirando cómo su amo rodaba pendiente abajo. Anastasio, con la ayuda de los peones, se levantó del zarzal que poblaba el pie de la peña, se sacudió, y salió de nuevo al camino. Le preguntaron por su estado de salud y él ya repuesto del golpe y la insólita arremetida de aquella fuerza extraña contenida en la borrasca les respondió que se encontraba bien, solo con unas leves escoriaciones. Se disponían a reanudar la jornada cuando alguno de los obreros reparó en el perro al que vio de pronto exhausto. Se acercaron a examinarlo y ante su asombro constataron que al pobre se le estaba cayendo el pelo. Sin explicación alguna quedó en pocos minutos completamente calvo, liso, y no duró mucho en caer muerto. Se preguntaron si este desenlace tendría relación con las arepas que se había comido. No había otra causa. ¿Y aquella extraña tormenta que solo cobijó a don Anastasio, que provocó que lo arrancara de la bestia y lo lanzara al abismo, qué razón tendría? Pues bien, concluyeron: las señoras de la última posada tenían fama de ser brujas. Si era así, todo estaba muy claro: Anastasio había desdeñado a Aurora; ella había pretendido envenenarlo con las arepas, pero para mayor seguridad de dañarlo hizo el conjuro de la tempestad. Superado el trance, la caravana reemprendió la ruta hacia Bogotá con el valioso cargamento. A la capital arribaron felizmente. Atrás habían quedado las brujas y sus hechizos, pero había nacido una leyenda. El punto en donde el abuelo Anastasio Cote fue derribado del caballo se llamó desde entonces El Alto de las Brujas. orlandoclavijotorrado.blogspot.com 28 de octubre de 2013.

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CERCA DE LAS ESTRELLAS

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50 años del Diario La Opinión

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Museo Antón García de Bonilla

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Orlando Clavijo Torrado y Luís Eduardo Páez García junto a la foto del General Mateo Torrado, tío bisabuelo del primero, quien la donó. Don Justiniano J. Páez, abuelo del doctor Luis Eduardo, en su obra histórica al referirse a la guerra de los Mil Días, da fiel cuenta de las acciones del General Torrado en la contienda, en virtud a haber actuado como su secretario.

Museo Antón García de Bonilla

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Hermanos Clavijo Torrado, Orlando, Nora, Edilia y Olga. Julio de 2010, Ocaña - Junto a la bandera con la imagen del Libertador Simón Bolívar bordada por señoras de Ocaña al conmemorarse el primer centenario de la independencia (1910).

EN EL AGUA DE LA VIRGEN

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COLUMNA DEL 2 DE JUNIO DE 2009 - DIARIO LA OPINION

MONOGRAFIA DE BUCARASICA - Olger García Velásquez

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Posesión como miembro de la Academia de Historia de Norte de Santander, Cúcuta, 17 diciembre 2007

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Con sus hijos, de izquierda a derecha Cesar Octavio, Jaime Mauricio, Silvia Andrea y Orlando Alexander Clavijo Cáceres

LANZAMIENTO LIBRO "CERCA DE LAS ESTRELLAS"

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29 DE MAYO DE 2009. CÚCUTA.

En la Academia de Historia de Norte de Santander

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Padre Edwin Avendaño, José Antonio Toloza (Q.E.P.D), Secretario de la Academia, y Orlando Clavijo Torrado