miércoles, 7 de enero de 2015

DE CÚCUTA A GUATAPÉ - Para el semanario La Provincia, de Ocaña, 7 de enero de 2015

Para el semanario La Provincia DE CÚCUTA A GUATAPÉ Orlando Clavijo Torrado ¡Ah, qué dicha disfrutar de ocho días enteros de vacaciones al término de las festividades navideñas y regresar rejuvenecidos, como unas pascuas y con ganas de repetir! Luego de barajar destinos turísticos escogimos en esta oportunidad la ciudad de Medellín. Queríamos comprobar el renombre del alumbrado navideño. Nos habían prevenido sobre los riesgos en la capital de la montaña. Por ello, dejamos cualquier alhaja. Yo, particularmente, me sentí desnudo y desamparado sin mi reloj y mi anillo de grado de abogado que he llevado por más de cuarenta años. Es lo único valioso que uso; de haber sufrido el robo del reloj los ladrones sin pensarlo dos veces se devuelven, o a pegarme un tiro por no cargar algo lujoso, o me dan para uno nuevo. Pero no, no nos pasó nada, bendito sea Dios. Nadie nos hizo una cosquilla. De modo que puedo sostener que Medellín, a más de ser una ciudad inmensa y hermosa, es segura. El alumbrado navideño, en especial el tendido sobre el río Medellín, corresponde a su fama. De verdad que es de ensueño, internacional. Nos tocó en suerte una iglesia a una cuadra del hotel, pequeña pero primorosa. Y para nuestro gusto, que somos aficionados a los pesebres, gastamos fotos y videos para captar el curioso pesebre construido dentro del altar. ¡Arte, creatividad, maravilla! No pudimos menos que felicitar a los sacerdotes que atienden la parroquia. Uno de ellos, al preguntarnos que de dónde veníamos y responderle que de Cúcuta, muy amable y jocoso comentó: “¡Quiubo, mano! ¿Colombianos de Cúcuta o de Venezuela?”. “De Cúcuta”, le contestamos orgullosamente. Nos volvimos expertos en viajar en Metro. Éste, en breves minutos recorre una amplia zona del área metropolitana. (Medellín cuenta con cuatro millones de habitantes y ocho millones con su área metropolitana). Una sola ruta recorre 27 kilómetros. El Metro Cable va hasta la cima de un barrio marginado. En este año el elegante tren cumple 20 de inaugurado. Sin un rasguño, sin un deterioro, limpio, lustroso, pues para los antioqueños constituye un patrimonio muy estimado. Entre los varios sitios que visitamos y nos recomendaron, para no extenderme destaco a Santafé de Antioquia, un pueblo colonial que conserva un sector de calles empedradas y casas con balcón y macetas de flores en los marcos de puertas y ventanas. Posee dos museos, el de Juan del Corral y el religioso. En este último nos extasiamos con una exposición de pesebres montados como en tercera dimensión. Las fotos y los videos no alcanzan a reflejar la preciosidad de tales creaciones. Nos llamó la atención una enorme pintura del siglo XVI, bien conservada, enmarcada en madera y plata, que muestra a la Inmaculada Concepción, obra encargada por una linajuda y rica dama de la población, la que aparece en la parte inferior de rodillas ante la Virgen. Es sorprendente que ésta queda eclipsada por la belleza de la dama. Terminamos el periplo en El Peñol y Guatapé. En el primero se encuentra un monolito que al decir de nuestra guía está a la par con otro de Australia, siendo los dos únicos en el mundo. Tiene más de 200 metros de altura. Nuestras Piedras Negras de Ábrego, con todo y su gran dimensión, lucen enanas frente a este gigante. Apenas nuestro nieto adolescente pudo subir los 649 estrechos peldaños hasta el imponente mirador. Planean instalar un ascensor eléctrico. De la roca nos dirigimos al embalse de Guatapé para gozar del paseo en barco. Los antioqueños nos tienen acostumbrados a las grandes hazañas, y esta es una de ellas. De allí salen millones de kilovatios de energía eléctrica para el país y el exterior. La represa semeja un mar interior, por donde surcan veleros, lanchas y otras naves, y los osados practican deportes náuticos en raros aparatos. ¡Qué lindo espectáculo desde la cubierta! Fue un final feliz, complementado con el recorrido por el pueblo que se distingue por los zócalos de lozas decoradas con figuras y escenas del entorno. orlandoclavijotorrado@yahoo.es 7 de enero de 2015

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Cúcuta, Norte de Santander, Colombia
Casa-Museo General Francisco de Paula Santander - Villa del Rosario

CERCA DE LAS ESTRELLAS

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50 años del Diario La Opinión

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cena en el Club del Comercio - 15 de Junio de 2010 - Columnistas

Museo Antón García de Bonilla

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Orlando Clavijo Torrado y Luís Eduardo Páez García junto a la foto del General Mateo Torrado, tío bisabuelo del primero, quien la donó. Don Justiniano J. Páez, abuelo del doctor Luis Eduardo, en su obra histórica al referirse a la guerra de los Mil Días, da fiel cuenta de las acciones del General Torrado en la contienda, en virtud a haber actuado como su secretario.

Museo Antón García de Bonilla

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Hermanos Clavijo Torrado, Orlando, Nora, Edilia y Olga. Julio de 2010, Ocaña - Junto a la bandera con la imagen del Libertador Simón Bolívar bordada por señoras de Ocaña al conmemorarse el primer centenario de la independencia (1910).

EN EL AGUA DE LA VIRGEN

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Orlando Clavijo Torrado, sus hijos, nietos y primos.

CERCA DE LAS ESTRELLAS

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NI TAN CERCA DE LAS ESTRELLAS - Gustavo Gómez Ardila

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COLUMNA DEL 2 DE JUNIO DE 2009 - DIARIO LA OPINION

MONOGRAFIA DE BUCARASICA - Olger García Velásquez

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COLUMNA DEL 2 DE JUNIO DE 2009 - DIARIO LA OPINION

Posesión como miembro de la Academia de Historia de Norte de Santander, Cúcuta, 17 diciembre 2007

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Con sus hijos, de izquierda a derecha Cesar Octavio, Jaime Mauricio, Silvia Andrea y Orlando Alexander Clavijo Cáceres

LANZAMIENTO LIBRO "CERCA DE LAS ESTRELLAS"

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29 DE MAYO DE 2009. CÚCUTA.

En la Academia de Historia de Norte de Santander

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Padre Edwin Avendaño, José Antonio Toloza (Q.E.P.D), Secretario de la Academia, y Orlando Clavijo Torrado