jueves, 21 de abril de 2011

CRONIQUILLA
POR ARRIBA Y POR ABAJO
Orlando Clavijo Torrado

“Vengo a manejar el centro de salud y quiero la mitad de las ganancias”, le dijo la presidente de la Acción Comunal de aquel barrio a un conocido mío encargado de dirigir el dispensario. Pese a ser ella de pocas letras y humilde, no hay duda de que en asuntos de corrupción es maestra. El joven, primero le explicó que su injerencia en asuntos de salud además de no estar permitida entrababa la función y luego le demostró con libros que cuanto se recaudaba no alcanzaba ni para el pago de los servicios públicos y que si él lo atendía era por vocación humanitaria, con deterioro de su economía pues de allí no derivaba ni para ponerle gasolina a su carro. La mujer insistió: “Doctor: yo sé que mensualmente usted le entregaba al anterior presidente tantos millones de pesos”. El aludido no pudo menos que echarse a reír, pero ante el tono alterado de la dama comprendió que no le estaba contando un chiste sino que hablaba en serio. El final de la historia es que la señora anunció: “ni pa Dios ni pal diablo”, y por su cuenta puso candados y así el centro de salud de Los Chorros (nombre cambiado) se cerró.
Lo particular y escandaloso del cuento dentro del panorama de corrupción es la comprobación de que ningún estrato se salva. Se asumía que la corrupción era exclusiva de las clases altas, de gabinetes ministeriales, de gerencias de institutos nacionales y, por supuesto, de los políticos, pero ya se ve cómo el pueblo pueblo está contaminado, y ¡bien contaminado!
El caso parece insalvable. A cada paso que uno dé se tropieza con la corrupción. Ya no se sabe qué es lo que no está corrompido. Resuena con dolor y con horror la frase del contratista que reveló todos sus secretos a la revista Semana: “Ahora es más rentable ser corrupto que ser narcotraficante”. Cuando uno habla de esto en tertulias cada quien trae un ejemplo al cual más escandaloso. Como el de aquel abogado brillante, pulcro, soñador de la moral, ex fiscal de tribunal, que no pudo ser personero municipal de su tierra porque no tuvo los doce millones para repartir entre seis concejales, y el de un ex alcalde también de un pequeño municipio, pobre y atrasado, quien confiesa ladinamente que en comparación con otros había sido poco su aprovechamiento en sus cuatros años, apenas dos taxis y un pequeño edificio con tres apartamentos en un barrio central de Cúcuta.
De nada han valido pactos de transparencia – los corruptos son los primeros que corren a firmarlos -, y estatutos anticorrupción.
Debemos aceptar la realidad: los que robaron, robaron, siempre alegarán su honradez, jamás devolverán un centavo y nunca la justicia les llegará; en fin, con ellos, infortunadamente, ya no hay nada que hacer. Toca empezar con las criaturas de hoy, empezar de nuevo, por el principio, como en el primer día de la creación: sembrar en sus almas desde su tierna infancia el respeto por los bienes públicos. Tal vez a los corruptos las mamás no les pegaron por las manitas advirtiéndoles: “coco, eso no se toca”, y por eso se volvieron ladrones. La educación ética continuará en la escuela, el colegio y la universidad. Quizá así dentro de 20 años haya una generación de gente honesta.

orlandoclavijotorrado.blogspot.com
Cúcuta, 20 de abril de 2011.

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Cúcuta, Norte de Santander, Colombia
Casa-Museo General Francisco de Paula Santander - Villa del Rosario

CERCA DE LAS ESTRELLAS

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50 años del Diario La Opinión

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cena en el Club del Comercio - 15 de Junio de 2010 - Columnistas

Museo Antón García de Bonilla

Museo Antón García de Bonilla
Orlando Clavijo Torrado y Luís Eduardo Páez García junto a la foto del General Mateo Torrado, tío bisabuelo del primero, quien la donó. Don Justiniano J. Páez, abuelo del doctor Luis Eduardo, en su obra histórica al referirse a la guerra de los Mil Días, da fiel cuenta de las acciones del General Torrado en la contienda, en virtud a haber actuado como su secretario.

Museo Antón García de Bonilla

Museo Antón García de Bonilla
Hermanos Clavijo Torrado, Orlando, Nora, Edilia y Olga. Julio de 2010, Ocaña - Junto a la bandera con la imagen del Libertador Simón Bolívar bordada por señoras de Ocaña al conmemorarse el primer centenario de la independencia (1910).

EN EL AGUA DE LA VIRGEN

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Orlando Clavijo Torrado, sus hijos, nietos y primos.

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NI TAN CERCA DE LAS ESTRELLAS - Gustavo Gómez Ardila

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COLUMNA DEL 2 DE JUNIO DE 2009 - DIARIO LA OPINION

MONOGRAFIA DE BUCARASICA - Olger García Velásquez

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COLUMNA DEL 2 DE JUNIO DE 2009 - DIARIO LA OPINION

Posesión como miembro de la Academia de Historia de Norte de Santander, Cúcuta, 17 diciembre 2007

Posesión como miembro de la Academia de Historia de Norte de Santander, Cúcuta, 17 diciembre 2007
Con sus hijos, de izquierda a derecha Cesar Octavio, Jaime Mauricio, Silvia Andrea y Orlando Alexander Clavijo Cáceres

LANZAMIENTO LIBRO "CERCA DE LAS ESTRELLAS"

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29 DE MAYO DE 2009. CÚCUTA.

En la Academia de Historia de Norte de Santander

En la Academia de Historia de Norte de Santander
Padre Edwin Avendaño, José Antonio Toloza (Q.E.P.D), Secretario de la Academia, y Orlando Clavijo Torrado