jueves, 19 de abril de 2012

CRONIQUILLA LA LIBERTAD DE UBLIME Orlando Clavijo Torrado Esto se volvió una gozadera. Me refiero al desatino de Shakira en Cartagena al cantar el himno nacional delante de los presidentes en la Cumbre de las Américas. No cesan de llegar por Internet y al teléfono móvil chistes que brillantes cerebros se ingenian, como el de Piedad Córdoba exclamando: “¡Hp, se nos olvidó Ublime en la selva!”, o aquel más malicioso del novio de la diva: “¿Quién es Ublime? ¿Algún machucante que tuviste en Barranquilla?” El autor de los montajes descubrió a un ciudadano colombiano con el nombre de Ublime y colocó su cédula en la red. Yo, en un momento de desocupado pero no tanto como los que cranearon las situaciones para burlarse de nuestra máxima estrella internacional, quise comprobar si realmente ella había dicho “la libertad de Ublime” y oí el audio; en efecto, así cantó. Pero sus asesores empeoraron la cosa y la instaron a cantar para su página web, y agregó otra embarrada: “la libertad de sublime”. La cosa no paró allí: en una clara demostración de que Shakira dominará provocativamente el movimiento de sus caderas pero no el himno de Colombia, alteró el verso “en surcos de dolores”, por “el surco de dolores”. Me muero por verle el surco a Dolores, comentó un amigo jocoso. Una de mis nietas, de cinco años, canta “el surco de olores”, y todavía no es Shakira. Ahora, todo intérprete debe usar la lógica en sus tonadas, y entenderlas. Porque si a uno le dan la letra de un himno que contenga disparates – por ejemplo, esta que circula por celular “¡oh Gloria, Irma y Cecilia!, ¡oh Julio el inmortal!, en Sucre están Dolores, Javier, Herminia y ya “, todos amigos de Ublime - al punto se da cuenta que se trata de una mamadera de gallo, que carece de seriedad y solemnidad y, además, sin ninguna acepción. Por otro lado, ¿qué es ublime? Nada. Tal vocablo no existe. Yo creo que el asunto no se resuelve sosteniendo que cualquiera se equivoca, y que a ella, nuestra mejor embajadora, ese error merece disculpársele. No. Justamente, por ser quien es, está obligada a aprenderse el himno nacional. Esto me recuerda- como decía el cómico Hebert Castro – que hace seis años escribí una serie de cuatro columnas tituladas “Claves para entender el himno nacional”, destinada a alumnos de primaria y bachillerato, y cuál sería mi sorpresa cuando indagué a varios profesionales por el significado de “inmarcesible” y me contestaron que lo ignoraban, que esa palabra no estaba en el lenguaje corriente, de donde concluí que de pronto mis claves no eran solo para niños y adolescentes. Shakira pertenece a la generación en que ya se había abolido la historia patria del pensum oficial, ahora refundida en una materia llamada Sociales, en la que medio embadurnan a los estudiantes. En octavo grado – el antiguo tercero de bachillerato – algo les hablan de Nariño y los Derechos del hombre, del 20 de julio y el General Santander, y, como es de esperar, nada se les queda, sino revoltillos y confusiones – Simón Bolívar descubrió a América el día de la batalla de Boyacá luchando al lado de Cristóbal Colón - . Los de mi era – como nos llama la gente joven - en quinto de primaria ya nos habíamos leído completa la Historia Patria de Henao y Arrubla. Según la Internet, muchos artistas renombrados, a los que han puesto a cantar el himno de su país – incluido uno de Estados Unidos – han hecho el oso. Por consiguiente, en adelante, los organizadores no se deben confiar en la fama de los escogidos, sino que les es preciso examinarlos para comprobar que lo saben y exigirles ensayar como si estuvieran en la propia ceremonia, a fin de evitar ridículos como el que protagonizó nuestra insigne compatriota. Menos mal que lo suyo fue solo metida de pata, y no metida de putas como los escoltas del presidente Obama en el hotel Caribe. orlandoclavijotorrado.blogspot.com 19 de abril de 2012

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Cúcuta, Norte de Santander, Colombia
Casa-Museo General Francisco de Paula Santander - Villa del Rosario

CERCA DE LAS ESTRELLAS

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50 años del Diario La Opinión

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cena en el Club del Comercio - 15 de Junio de 2010 - Columnistas

Museo Antón García de Bonilla

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Orlando Clavijo Torrado y Luís Eduardo Páez García junto a la foto del General Mateo Torrado, tío bisabuelo del primero, quien la donó. Don Justiniano J. Páez, abuelo del doctor Luis Eduardo, en su obra histórica al referirse a la guerra de los Mil Días, da fiel cuenta de las acciones del General Torrado en la contienda, en virtud a haber actuado como su secretario.

Museo Antón García de Bonilla

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Hermanos Clavijo Torrado, Orlando, Nora, Edilia y Olga. Julio de 2010, Ocaña - Junto a la bandera con la imagen del Libertador Simón Bolívar bordada por señoras de Ocaña al conmemorarse el primer centenario de la independencia (1910).

EN EL AGUA DE LA VIRGEN

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Orlando Clavijo Torrado, sus hijos, nietos y primos.

CERCA DE LAS ESTRELLAS

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NI TAN CERCA DE LAS ESTRELLAS - Gustavo Gómez Ardila

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COLUMNA DEL 2 DE JUNIO DE 2009 - DIARIO LA OPINION

MONOGRAFIA DE BUCARASICA - Olger García Velásquez

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COLUMNA DEL 2 DE JUNIO DE 2009 - DIARIO LA OPINION

Posesión como miembro de la Academia de Historia de Norte de Santander, Cúcuta, 17 diciembre 2007

Posesión como miembro de la Academia de Historia de Norte de Santander, Cúcuta, 17 diciembre 2007
Con sus hijos, de izquierda a derecha Cesar Octavio, Jaime Mauricio, Silvia Andrea y Orlando Alexander Clavijo Cáceres

LANZAMIENTO LIBRO "CERCA DE LAS ESTRELLAS"

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29 DE MAYO DE 2009. CÚCUTA.

En la Academia de Historia de Norte de Santander

En la Academia de Historia de Norte de Santander
Padre Edwin Avendaño, José Antonio Toloza (Q.E.P.D), Secretario de la Academia, y Orlando Clavijo Torrado