viernes, 19 de octubre de 2012

CRONIQUILLA MURIÓ PERALOCA Orlando Clavijo Torrado ¡Pobre Peraloca! Se le dijo, se le recomendó, se le advirtió, que no fuera a cruzar la carrilera a las 5 y 30 de la mañana porque esa era la hora precisa en que pasaba el tren, y no quiso hacer caso, omitió tan pitador consejo, se pasó la advertencia por la faja, ¿y qué sucedió? ¿Saben cómo queda una señora cuando va para su casa con una docenita de huevos y un ladrón la asalta y le quita la cartera? Pues quedó igual pero sin huevos. Me acuerdo como si fuera hoy. Su esposa preguntó cuando le entregaron el cadáver: ¿ustedes están seguros de que no le faltan algunas cositas? Por espacio de treinta años – de 1960 a 1990 - le oímos chistes semejantes a Hebert Castro, el Coloso del humorismo, al mediodía, en un programa radial que prácticamente paralizaba el país. La noticia de su muerte ocurrida el 27 de septiembre pasado en Montevideo estaba escondida en los diarios y poco noticia fue entre la avalancha de acontecimientos, como los pactos secretos entre Santos y Timochenko, la ley de víctimas, la ley de justicia transicional para las Farc, que la guerrilla quiere tierras para dárselas a sus militantes disfrazados de campesinos y así apoderarse de la mitad de Colombia, que los tales diálogos en Noruega y Cuba apuntan al fracaso, que sí va a haber paz, y como el refrán de un amigo, que esto y lo otro y el burro y el potro. Hebert Castro era uruguayo; a su fallecimiento tenía 87 años de edad. Su inteligencia y amplia ilustración le permitían elaborar unos libretos castizos, picantes y profundos. Pocos humoristas ha habido en nuestro país con una agudeza semejante a la suya. Además de una dicción perfecta, manejaba una gama de voces increíble para darle vida a Peraloca, don Cariculiandro, Sebastián, Tobías, Contardo, don Prudencio – el que usaba todos los sinónimos de una palabra – y la familia García con una mujer que no cesaba de llamar a su marido mal…marido. En aquel tiempo se presentaban los artistas en los radioteatros; yo tuve la fortuna de asistir a varias presentaciones del cómico en Bogotá. Sus críticas eran como estiletes sobre todas las situaciones sociales del país – “si quiere estar seguro, busque un policía; si quiere que lo atraquen, busque dos”- . De los políticos afirmaba que eran tan mentirosos como un brasier, de punta a punta. Es innegable que con su mordacidad contribuía a mejorar nuestras costumbres a la par que brindaba inefables momentos de solaz; en suma, hizo mucho bien con el remedio para la salud moral y mental más barato y al alcance de todos, la risa. Aún se recuerdan los apuntes de don Prudencio: “una marisquería es una peluquería unisex”; “por el peaje de mi cultura jamás podrá pasar la tractomula de su ignorancia”. Y qué decir de los equívocos de Contardo al referir las andanzas con su novia, como esta: “Llevé a mi novia al cine, y cuando estaba todo oscuro me dijo que le agarrara una …¿cómo se llama?...una mano y que le diera un beso en el puro …¿cómo se dice?...labio; después me dijo que si quería chupar…¿cómo se dice?...colombinas; compré dos y ella cogió una y se la metió en la…¿cómo se dice?...la boca…” El más serio tenía que soltar la risa con ocurrencias semejantes. ¡Gracias Hebert Isaac Castro Arón por tan inestimable legado! ¡Que Dios lo tenga en su santa y alegre gloria carcajeándose de la felicidad, pues esa ha de ser su recompensa por proporcionársela a tanta gente! orlandoclavijotorrado.blogspot.com Cúcuta, 18 de octubre de 2012.

No hay comentarios:

Datos personales

Mi foto
Cúcuta, Norte de Santander, Colombia
Casa-Museo General Francisco de Paula Santander - Villa del Rosario

CERCA DE LAS ESTRELLAS

CERCA DE LAS ESTRELLAS
PORTADA

50 años del Diario La Opinión

50 años del Diario La Opinión
cena en el Club del Comercio - 15 de Junio de 2010 - Columnistas

Museo Antón García de Bonilla

Museo Antón García de Bonilla
Orlando Clavijo Torrado y Luís Eduardo Páez García junto a la foto del General Mateo Torrado, tío bisabuelo del primero, quien la donó. Don Justiniano J. Páez, abuelo del doctor Luis Eduardo, en su obra histórica al referirse a la guerra de los Mil Días, da fiel cuenta de las acciones del General Torrado en la contienda, en virtud a haber actuado como su secretario.

Museo Antón García de Bonilla

Museo Antón García de Bonilla
Hermanos Clavijo Torrado, Orlando, Nora, Edilia y Olga. Julio de 2010, Ocaña - Junto a la bandera con la imagen del Libertador Simón Bolívar bordada por señoras de Ocaña al conmemorarse el primer centenario de la independencia (1910).

EN EL AGUA DE LA VIRGEN

EN EL AGUA DE LA VIRGEN
Orlando Clavijo Torrado, sus hijos, nietos y primos.

CERCA DE LAS ESTRELLAS

CERCA DE LAS ESTRELLAS
CONTRAPORTADA

NI TAN CERCA DE LAS ESTRELLAS - Gustavo Gómez Ardila

NI TAN CERCA DE LAS ESTRELLAS - Gustavo Gómez Ardila
COLUMNA DEL 2 DE JUNIO DE 2009 - DIARIO LA OPINION

MONOGRAFIA DE BUCARASICA - Olger García Velásquez

MONOGRAFIA DE BUCARASICA  - Olger García Velásquez
COLUMNA DEL 2 DE JUNIO DE 2009 - DIARIO LA OPINION

Posesión como miembro de la Academia de Historia de Norte de Santander, Cúcuta, 17 diciembre 2007

Posesión como miembro de la Academia de Historia de Norte de Santander, Cúcuta, 17 diciembre 2007
Con sus hijos, de izquierda a derecha Cesar Octavio, Jaime Mauricio, Silvia Andrea y Orlando Alexander Clavijo Cáceres

LANZAMIENTO LIBRO "CERCA DE LAS ESTRELLAS"

LANZAMIENTO LIBRO "CERCA DE LAS ESTRELLAS"
29 DE MAYO DE 2009. CÚCUTA.

En la Academia de Historia de Norte de Santander

En la Academia de Historia de Norte de Santander
Padre Edwin Avendaño, José Antonio Toloza (Q.E.P.D), Secretario de la Academia, y Orlando Clavijo Torrado