miércoles, 17 de octubre de 2012

PARA EL SEMANARIO “LA PROVINCIA DE OCAÑA” ¡QUÉ ESPANTO TAN MACHO! Orlando Clavijo Torrado Estamos en el mes de las brujas. El 31 de octubre es la fiesta propiamente dicha. Fiesta, sí, porque afortunadamente el comercio transformó un tema macabro en oportunidad para distraer a los niños y ya éstos saben que los antifaces horripilantes y los murciélagos y los esqueletos son de juguete. El 31 saldrán con las calabazas de plástico a pedir golosinas con el estribillo de “triqui, triqui, halloween, quiero dulces para mí”. Solo en la mente de los mayores perduran los duendes, las brujas y aquellos cuentos y escenas de terror como el de la bella dama desconocida que toma un taxi, se sienta en el cojín trasero y cuando luego de largo rato sin pedir la parada el chofer se voltea a preguntarle que en dónde la deja, cuanto ve es un calavera que lo hace privar. Pues no se confíen en que esto pertenece al pretérito; aún existen espectros que andan por las calles, pero con aires modernos y actualizados. De esto es testigo un amigo, quien me refirió su aventura traumática así: Era mediodía. Había trajinado por distintas oficinas, bancos y almacenes y debió transitar por una callejuela del centro, cerca de la antigua fábrica de Bavaria, en lo que hoy se llama el “hueco de Bavaria”, sitio destinado para construir supuestamente un gran centro de convenciones o de oficinas o almacenes, o un hotel cinco estrellas o un megamercado, en fin, algo grandioso, pero que terminó convertido en un chanchullo con dineros públicos por lo que se adelantan investigaciones penales a un puñado de políticos. Extrañamente la callejuela estaba sola. No caminaban por allí en aquel momento sino mi amigo y una muchacha que se contoneaba provocativamente. Ella marchaba adelante. De pronto un viento fuerte sopló y la minifalda de la mujer se levantó hasta la cintura. Su ropa íntima quedó al descubierto. La joven no se inmutó y siguió su destino sin hacer el menor esfuerzo por componer su vestido. ¿Qué le pasará?, se preguntó mi amigo que es un hombre caballeresco, respetuoso, nada morboso; ¿acaso no se ha dado cuenta que está mostrando los cucos, o, para decirlo con más exactitud, el hilo dental? ¡Pero qué descarada! ¿Qué pretende, ah? Entonces empezó a llamarla: “¡epa!, ¡epa!, ¡señorita! ¡el vestido, el vestido!” La chica, por cierto de hermosas piernas y curvas perfectas, no lo atendía. Entonces él decidió alcanzarla, y cuando estuvo cerca le tocó el hombro y ella giró la cabeza para verlo, pero para verlo con las cuencas de una calavera. El hombre lanzó un grito, tal vez el grito vagabundo que no le dejaron pegar a Guillermo Buitrago, y cayó inconsciente. Yo sí le creo el cuento. Otros dicen que mi amigo estaba borracho; que se la había fumado verde; la esposa sostiene que eso le pasa por estar detrás de cualquier palo de escoba con naguas echando babas; algunos afirman que por el lugar también caminan fufurufas; otros interpretan que la aparición no era más que un homosexual con una máscara; los críticos dicen que cómo sería de espantoso el tumbe para el municipio que por ahí asustan; en últimas, no se sabe. Un mamagallista reprocha a nuestro protagonista por su inocencia y dice que antes que el hombro él primero le hubiera tocado la tanga para comprobar si era un fantasma o una vieja de carne y hueso. Bueno: en el mes de las brujas pueden suceder tantas cosas inexplicables. orlandoclavijotorrado.blogspot.com 15 de octubre de 2012.

No hay comentarios:

Datos personales

Mi foto
Cúcuta, Norte de Santander, Colombia
Casa-Museo General Francisco de Paula Santander - Villa del Rosario

CERCA DE LAS ESTRELLAS

CERCA DE LAS ESTRELLAS
PORTADA

50 años del Diario La Opinión

50 años del Diario La Opinión
cena en el Club del Comercio - 15 de Junio de 2010 - Columnistas

Museo Antón García de Bonilla

Museo Antón García de Bonilla
Orlando Clavijo Torrado y Luís Eduardo Páez García junto a la foto del General Mateo Torrado, tío bisabuelo del primero, quien la donó. Don Justiniano J. Páez, abuelo del doctor Luis Eduardo, en su obra histórica al referirse a la guerra de los Mil Días, da fiel cuenta de las acciones del General Torrado en la contienda, en virtud a haber actuado como su secretario.

Museo Antón García de Bonilla

Museo Antón García de Bonilla
Hermanos Clavijo Torrado, Orlando, Nora, Edilia y Olga. Julio de 2010, Ocaña - Junto a la bandera con la imagen del Libertador Simón Bolívar bordada por señoras de Ocaña al conmemorarse el primer centenario de la independencia (1910).

EN EL AGUA DE LA VIRGEN

EN EL AGUA DE LA VIRGEN
Orlando Clavijo Torrado, sus hijos, nietos y primos.

CERCA DE LAS ESTRELLAS

CERCA DE LAS ESTRELLAS
CONTRAPORTADA

NI TAN CERCA DE LAS ESTRELLAS - Gustavo Gómez Ardila

NI TAN CERCA DE LAS ESTRELLAS - Gustavo Gómez Ardila
COLUMNA DEL 2 DE JUNIO DE 2009 - DIARIO LA OPINION

MONOGRAFIA DE BUCARASICA - Olger García Velásquez

MONOGRAFIA DE BUCARASICA  - Olger García Velásquez
COLUMNA DEL 2 DE JUNIO DE 2009 - DIARIO LA OPINION

Posesión como miembro de la Academia de Historia de Norte de Santander, Cúcuta, 17 diciembre 2007

Posesión como miembro de la Academia de Historia de Norte de Santander, Cúcuta, 17 diciembre 2007
Con sus hijos, de izquierda a derecha Cesar Octavio, Jaime Mauricio, Silvia Andrea y Orlando Alexander Clavijo Cáceres

LANZAMIENTO LIBRO "CERCA DE LAS ESTRELLAS"

LANZAMIENTO LIBRO "CERCA DE LAS ESTRELLAS"
29 DE MAYO DE 2009. CÚCUTA.

En la Academia de Historia de Norte de Santander

En la Academia de Historia de Norte de Santander
Padre Edwin Avendaño, José Antonio Toloza (Q.E.P.D), Secretario de la Academia, y Orlando Clavijo Torrado