CRONIQUILLA
SANTA BÁRBARA
Orlando Clavijo Torrado
La tragedia en la vereda Llano El Pozo de Ábrego en estos días, a causa de un rayo que mató a 5 personas y dejó heridas a 28, del centenar de campesinos que disfrutaba de un campeonato de fútbol, me ha hecho revivir una escena de la infancia, cuando mi madre nos recogía en la alcoba matrimonial mientras al techo de la casa lo azotaba un diluvio, los relámpagos iluminaban intermitentemente los espacios, y los truenos estremecían la tierra.
A su turno, en su infancia, ella había presenciado y había sido aterrorizada por las tormentas eléctricas que estallaban en el poblado y en la llanura de Ábrego, frecuentemente, como frecuentes, nos relataba, eran las noticias del deceso de labriegos en los potreros, bajo los árboles, o en las quebradas, alcanzados por los ramalazos de fuego desprendidos de las nubes.
Madre nos hacía levantar los pies del suelo pues por allí corría la electricidad, y apretados a su regazo, entonábamos con ella la plegaria que conjuraba las ventiscas, el furor del cielo y la muerte repentina. Era la invocación a la patrona de Ábrego, santa Bárbara, de la que sólo recuerdo el inicio “Santa Bárbara bendita, quien te cortó la cabeza…”.
Según la tradición, Bárbara, hija de un hombre rico y pagano, Dióscoro, desde niña abrazó el cristianismo, provocando la ira de su padre que trató de imponerle por los métodos más crueles la adoración de los ídolos, y al no lograrlo, pidió a un juez la sentencia de muerte y ejecutarla por su propia mano. Tan pronto descargó su espada en el cuello de la hermosa doncella, un rayo lo fulminó. Por aquellas razones del común que parecen incomprensibles, santa Bárbara se ganó el fervor de artilleros, pirotécnicos, mineros, albañiles y bomberos, y ser aclamada como protectora en las calamidades de la Naturaleza. Se la conmemora el 4 de diciembre, esto es, que Ábrego está de fiesta.
El porqué el valle abreguense – el bello valle dicen allí con mucho orgullo - desde antiguo se cubre de culebrinas de plata que juguetean en el aire, no se ha explicado; se atribuye el fenómeno a la riqueza de minerales – plutonio, principalmente - , pero, no deja de ser una riqueza mortal.
Fatalidades como la de Llano El Pozo, monstruosidades, exabruptos, aberraciones y toda cosa que conmueva, abisme o espante, tiene en la expresión ¡santa Bárbara bendita! la medida del horror, de la sorpresa, de la vergüenza o del asombro.
Quiera Dios que por intercesión de su sierva, desgracias como la de la mentada vereda no se repitan. Devotos, elevemos la siguiente oración:
Santa Bárbara bendita: protege a los antiguos cruceños y hoy abreguenses, de las centellas mortales, a través de pararrayos sembrados en toda la planicie. Amén.
orlandoclavijot@hotmail.com
Cúcuta, 1º de diciembre de 2006.
viernes, 3 de octubre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Datos personales
- Orlando Clavijo Torrado -
- Cúcuta, Norte de Santander, Colombia
- Casa-Museo General Francisco de Paula Santander - Villa del Rosario
No hay comentarios:
Publicar un comentario