INTELIGENCIA
Orlando Clavijo Torrado
Habían pasado nueve años desde mi partida de Ocaña, propiamente desde mi retiro del Seminario Menor del Dulce Nombre debido a mi pobre vocación para el sacerdocio pues las tentaciones de los tres enemigos del alma - el mundo, el demonio y la carne (la carne femenina) - no me daban tregua. Ahora regresaba con certificaciones de aprobación de estudios de Derecho en la Universidad Nacional de Colombia. El doctor Lucio Pabón Núñez me conocía y era amigo de mi padre, por lo que lo busqué en la Universidad La Gran Colombia en donde era rector, para que me impulsara en mi aspiración de ingresar a la Rama Judicial. Se desempeñaba como presidente del Tribunal Superior del Distrito Judicial de esta ciudad el doctor Urbano Pérez Sepúlveda, excelente amigo y seguidor del caudillo Pabón Núñez. Para mi fortuna, a los pocos días de la entrevista llegó a mi apartamento un telegrama en el que el mismo presidente del tribunal me comunicaba el nombramiento de juez promiscuo del circuito de Ocaña. El alto y delicado destino significaba una primera instancia en asuntos penales, civiles y laborales de que no conocieran los jueces municipales y una segunda instancia en todas las contiendas asignadas a dichas autoridades.
Los cargos en el Poder Judicial estaban divididos paritariamente por aquella época entre conservadores y liberales. El juzgado que me correspondió le “pertenecía” al Partido Conservador.
Muy feliz de desempeñar mi primer empleo público, a mis 24 años, volé de Bogotá a Cúcuta y de ésta a Ocaña, aterrizó la avioneta en el modesto aeropuerto, y allí le indiqué al chofer del taxi que me llevara al hotel Sevilla.
No demoré mucho en el hotel pues me hallaba en ascuas por reencontrarme con la ciudad en donde habían transcurrido felices mis primeros años de bachillerato. Postergué el saludo debido a mi tío Eliécer Torrado Torrado en La Piñuela, a mi tío abuelo Luis Felipe Torrado, allí en El Tamaco, y a los demás familiares, y me dirigí al parque para hacerme lustrar el calzado, volver a sentir la sombra de los árboles amigos, y rememorar las retretas y los instantes en que con mi padre nos sentábamos en los escaños, y para oír a los lugareños y enterarme en algo de los sucesos en los casi dos lustros de ausencia. Contemplé las imponentes fachadas de la catedral y del palacio municipal; en éste, mi flaca figura despacharía como todo un señor juez. Nadie me reconoció, nadie me saludó, ni reconocí por el momento a ninguno. Ese anonimato me dio libertad para mirar y fantasear a mi gusto.
Sin embargo, mientras el embolador agitaba el trapo sobre mis zapatos, se acercó un joven y me preguntó sin más preámbulos: “¿Usted es el doctor Orlando Clavijo Torrado?” Le respondí que sí. Entonces el muchacho dijo que venía de parte de don Juan M. Luna, quien me enviaba un saludo afectuoso y una esquela.
Don Juan M. Luna, un patriarca respetable, era el presidente del Directorio Provincial Conservador, jefe indiscutible en la Provincia, el alter ego del doctor Pabón en la comarca, y acatado en la capital del departamento. Abrí el papel y leí con atención. El signatario me daba una bienvenida cordial, me expresaba el regocijo del Partido por tenerme entre sus servidores en la justicia, los deseos de una buena gestión en la que podría contar con el mismo dirigente y con la colectividad, y finalmente me recomendaba con todo respeto a las personas que contaban con el aval del Partido en la nómina de mis colaboradores. Por aquellas calendas no existía la tira cómica de Condorito, pero un ¡Plop! debió sentirse en la plaza.
Sí, porque, ¿cómo explicar que momentos antes fuera un perfecto desconocido, y a los pocos minutos de estar allí sentado un mozalbete me hubiera descubierto en medio de un buen número de parroquianos? ¿Así de adelantado estaba el servicio de inteligencia en Ocaña? “Ay lindo – me explicaron después – no te olvidés que en Ocaña todo se sabe”.
Cúcuta, 5 de julio de 2007.
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Datos personales
- Orlando Clavijo Torrado -
- Cúcuta, Norte de Santander, Colombia
- Casa-Museo General Francisco de Paula Santander - Villa del Rosario
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