viernes, 3 de octubre de 2008

INTELIGENCIA - PARA EL SEMANARIO "LA PROVINCIA DE OCAÑA"

INTELIGENCIA
Orlando Clavijo Torrado

Habían pasado nueve años desde mi partida de Ocaña, propiamente desde mi retiro del Seminario Menor del Dulce Nombre debido a mi pobre vocación para el sacerdocio pues las tentaciones de los tres enemigos del alma - el mundo, el demonio y la carne (la carne femenina) - no me daban tregua. Ahora regresaba con certificaciones de aprobación de estudios de Derecho en la Universidad Nacional de Colombia. El doctor Lucio Pabón Núñez me conocía y era amigo de mi padre, por lo que lo busqué en la Universidad La Gran Colombia en donde era rector, para que me impulsara en mi aspiración de ingresar a la Rama Judicial. Se desempeñaba como presidente del Tribunal Superior del Distrito Judicial de esta ciudad el doctor Urbano Pérez Sepúlveda, excelente amigo y seguidor del caudillo Pabón Núñez. Para mi fortuna, a los pocos días de la entrevista llegó a mi apartamento un telegrama en el que el mismo presidente del tribunal me comunicaba el nombramiento de juez promiscuo del circuito de Ocaña. El alto y delicado destino significaba una primera instancia en asuntos penales, civiles y laborales de que no conocieran los jueces municipales y una segunda instancia en todas las contiendas asignadas a dichas autoridades.
Los cargos en el Poder Judicial estaban divididos paritariamente por aquella época entre conservadores y liberales. El juzgado que me correspondió le “pertenecía” al Partido Conservador.
Muy feliz de desempeñar mi primer empleo público, a mis 24 años, volé de Bogotá a Cúcuta y de ésta a Ocaña, aterrizó la avioneta en el modesto aeropuerto, y allí le indiqué al chofer del taxi que me llevara al hotel Sevilla.
No demoré mucho en el hotel pues me hallaba en ascuas por reencontrarme con la ciudad en donde habían transcurrido felices mis primeros años de bachillerato. Postergué el saludo debido a mi tío Eliécer Torrado Torrado en La Piñuela, a mi tío abuelo Luis Felipe Torrado, allí en El Tamaco, y a los demás familiares, y me dirigí al parque para hacerme lustrar el calzado, volver a sentir la sombra de los árboles amigos, y rememorar las retretas y los instantes en que con mi padre nos sentábamos en los escaños, y para oír a los lugareños y enterarme en algo de los sucesos en los casi dos lustros de ausencia. Contemplé las imponentes fachadas de la catedral y del palacio municipal; en éste, mi flaca figura despacharía como todo un señor juez. Nadie me reconoció, nadie me saludó, ni reconocí por el momento a ninguno. Ese anonimato me dio libertad para mirar y fantasear a mi gusto.
Sin embargo, mientras el embolador agitaba el trapo sobre mis zapatos, se acercó un joven y me preguntó sin más preámbulos: “¿Usted es el doctor Orlando Clavijo Torrado?” Le respondí que sí. Entonces el muchacho dijo que venía de parte de don Juan M. Luna, quien me enviaba un saludo afectuoso y una esquela.
Don Juan M. Luna, un patriarca respetable, era el presidente del Directorio Provincial Conservador, jefe indiscutible en la Provincia, el alter ego del doctor Pabón en la comarca, y acatado en la capital del departamento. Abrí el papel y leí con atención. El signatario me daba una bienvenida cordial, me expresaba el regocijo del Partido por tenerme entre sus servidores en la justicia, los deseos de una buena gestión en la que podría contar con el mismo dirigente y con la colectividad, y finalmente me recomendaba con todo respeto a las personas que contaban con el aval del Partido en la nómina de mis colaboradores. Por aquellas calendas no existía la tira cómica de Condorito, pero un ¡Plop! debió sentirse en la plaza.
Sí, porque, ¿cómo explicar que momentos antes fuera un perfecto desconocido, y a los pocos minutos de estar allí sentado un mozalbete me hubiera descubierto en medio de un buen número de parroquianos? ¿Así de adelantado estaba el servicio de inteligencia en Ocaña? “Ay lindo – me explicaron después – no te olvidés que en Ocaña todo se sabe”.

Cúcuta, 5 de julio de 2007.

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Cúcuta, Norte de Santander, Colombia
Casa-Museo General Francisco de Paula Santander - Villa del Rosario

CERCA DE LAS ESTRELLAS

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50 años del Diario La Opinión

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cena en el Club del Comercio - 15 de Junio de 2010 - Columnistas

Museo Antón García de Bonilla

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Orlando Clavijo Torrado y Luís Eduardo Páez García junto a la foto del General Mateo Torrado, tío bisabuelo del primero, quien la donó. Don Justiniano J. Páez, abuelo del doctor Luis Eduardo, en su obra histórica al referirse a la guerra de los Mil Días, da fiel cuenta de las acciones del General Torrado en la contienda, en virtud a haber actuado como su secretario.

Museo Antón García de Bonilla

Museo Antón García de Bonilla
Hermanos Clavijo Torrado, Orlando, Nora, Edilia y Olga. Julio de 2010, Ocaña - Junto a la bandera con la imagen del Libertador Simón Bolívar bordada por señoras de Ocaña al conmemorarse el primer centenario de la independencia (1910).

EN EL AGUA DE LA VIRGEN

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Orlando Clavijo Torrado, sus hijos, nietos y primos.

CERCA DE LAS ESTRELLAS

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NI TAN CERCA DE LAS ESTRELLAS - Gustavo Gómez Ardila

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COLUMNA DEL 2 DE JUNIO DE 2009 - DIARIO LA OPINION

MONOGRAFIA DE BUCARASICA - Olger García Velásquez

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COLUMNA DEL 2 DE JUNIO DE 2009 - DIARIO LA OPINION

Posesión como miembro de la Academia de Historia de Norte de Santander, Cúcuta, 17 diciembre 2007

Posesión como miembro de la Academia de Historia de Norte de Santander, Cúcuta, 17 diciembre 2007
Con sus hijos, de izquierda a derecha Cesar Octavio, Jaime Mauricio, Silvia Andrea y Orlando Alexander Clavijo Cáceres

LANZAMIENTO LIBRO "CERCA DE LAS ESTRELLAS"

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29 DE MAYO DE 2009. CÚCUTA.

En la Academia de Historia de Norte de Santander

En la Academia de Historia de Norte de Santander
Padre Edwin Avendaño, José Antonio Toloza (Q.E.P.D), Secretario de la Academia, y Orlando Clavijo Torrado